"El hombre necesita en primer lugar, comer, beber, vestirse y tener un techo antes de poder hacer política, ciencia, arte o religión."
FEDERICO ENGELS
"Apenas comienza el nuevo año y ya vemos a la cipaya oposición criolla con las mismas estrategias viejas de las guerras que le han estado aplicando a nuestro bravo pueblo, durante los últimos años", me dijo Anacleto en medio de su saludo de primer encuentro del año. "Algunos pensábamos que durante los primeros días de este año tendríamos una tregua que nos diera un respiro, especialmente a sabiendas que se tiene pautada una nueva sesión de mesa de diálogo para la primera quincena del año. Pero no, ya escuchamos las nuevas solicitudes de más sanciones en contra nuestra, ante la comunidad internacional por parte de Almugre; así mismo, al ex-ministro de la cuarta Hausmann y al ex-alcalde de Caracas, el vampi Ledezma, solicitar una intervención extranjera en Venezuela; al gobernador de Florida, Rick Scott, decir que ‘Maduro y su pandilla de matones deben salir del poder inmediatamente’; a María Violencia amenazar a Maduro con arrebatarle por la fuerza el poder; a Luisa Ortega, la correlona, solicitar el derrocamiento del Presidente; al profesor sicario de la UCV García Banchs pedir el asesinato de militares en una intervención militar extranjera; al Secretario de Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin, confirmar oficialmente que las nuevas sanciones tienen por objetivo ‘estrangular a Venezuela’; a los de Dólar Jodei amenazar de nuevo al pueblo afirmando que no darán tregua y van a seguir destruyendo nuestra economía; a un eufórico presidente de Fedecámaras cerrar su alocución de fin de año al país diciendo: ‘Aquí mandamos nosotros y punto’. No, querido camarada, estos piensan seguir el mismo camino y cometiendo los mismos errores del pasado. Piensan que atacando, angustiando, ahogando, lastimando al pueblo van a lograr que éste se vuelva contra quién le ha devuelto su visibilidad. Pero eso es una ilusión, un deseo que no se hará realidad. Parece que la universidad de la vida no les ha enseñado que toda la historia escrita ha sido, hasta ahora, la historia de la lucha de clases, la sucesión del dominio y las victorias de unas clases sociales sobre otras. Camarita, recuerda que aprendimos que el socialismo no es una invención de soñadores, sino la meta y el resultado ineluctable del desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad contemporánea. Y eso es algo que no se logra de la noche a la mañana; eso exige mucha formación y por ese camino andamos".
Recuerdo las palabras de Federico Engels a la muerte de Carlitos Marx: "… el hombre necesita en primer lugar comer, beber, vestirse y tener un techo antes de poder hacer política, ciencia o religión". Y eso es lo que está tratando de hacer este lento proceso de aprendizaje. No en vano, desde la llegada del Eterno Chávez se empezó el arduo trabajo de darle al pueblo las herramientas para la construcción de un futuro mejor. No ha sido tarea fácil, pero se ha avanzado algo a pesar de los sinsabores planteados en todos los guiones de las guerras que la derecha cipaya nos ha aplicado, basadas en su nueva forma de intervencionismo: el golpe suave, que de suave no tiene nada. En el pasado la imposición era por medio de las armas; ahora es por medio de ataques a la economía para doblegar al pueblo por su estómago.
Antonio Gramsci dijo en sus Cuadernos de la Cárcel (sic): "El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos", y estamos en esos momentos pronosticados de claroscuro. Los monstruos ya los conocemos que además son nuestros verdugos. Ya eso lo ha reconocido el pueblo, lo que significa un avance. Sin embargo, hasta ahora no hemos sido los suficientemente eficientes en cuidar la cobertura de las necesidades de nuestros núcleos familiares porque no se ha tenido la suficiente mano dura para combatir a los hambreadores del pueblo y a las manos peludas que le hacen el juego. No se entiende el desvío de productos básicos a destinos "conocidos" sin que se muestren los culpables y sus respectivas sanciones. No tenemos excusas para soportar los diarios aumentos en porcentajes exorbitantes de los productos alimenticios sin que se tomen cartas en el asunto.
"El arma de la crítica no puede, claro está, sustituir a la crítica de las armas, una fuerza material debe ser abatida por otra fuerza material, pero la teoría se convierte en fuerza material desde el momento en que penetra en las masas", decía Marx y eso lo asimiló muy bien nuestro Gigante. Por momentos da la impresión que la derecha opositora haya logrado que la crítica a nuestras debilidades haya penetrado en las masas, ya que un pueblo azotado por tantas vicisitudes es difícil que se quede callado. Sin duda, nuestro bravío y noble pueblo ha estado prácticamente en batalla, resistiendo todos los ataques, desde que se decidió a ser libre y combatir la esclavitud asalariada en el capitalismo; desde que compendió que la plusvalía de su trabajo es la fuente de las ganancias del capitalista, algo que la oligarquía criolla no quiere compartir.
Este nuevo año no ha arrancado como muchos esperaban. Las campañas mediáticas y guerreristas han arreciado. Las amenazas de continuar con sus estrategias contra el pueblo no cesan. El discurso de cierre de año del presidente de la Cámara empresarial ante sus agremiados incluía expresiones como (sic): "Ya no existe capacidad de acción económica del presidente de la República Bolivariana de Venezuela", "Hemos pulverizado a la supuesta indestructible Asamblea Nacional Constituyente con sus controles de precio", "Hemos pasado coleto con la SUNDDE", "Queda inutilizada y sin capacidad de maniobra alguna para requisarnos, las Fuerzas Armadas", "Hemos acabado total y absolutamente con este PENDEJO gobierno, señoras y señores", "Aquí mandamos nosotros", "hemos reducido a cero a esa asquerosa plebe chavista con sólo mover la leve palanca del libre mercado". Si esa no es una declaración de guerra, que me agarren confesado.
No es cuento; se han dedicado a tratar de volver añicos todas las medidas de defensa del poder adquisitivo de los ciudadanos que ha implementado el gobierno. Desde el Bono de Navidad, hasta el aumento salarial de este año, han perdido la capacidad para detener los sentimientos encontrados en el venezolano, que tratar de vivir de un salario. Sin embargo, éste espera que el Ejecutivo Nacional tome las medidas pertinentes, tantas veces anunciadas, para detener esa avalancha indecente de ataques arteros. El pueblo entiende que no sólo nos enfrentamos al cipayo criollo sino a sus aliados externos, encabezados por el imperio del norte, que lo financian con mucho dinero porque esperan que, de lograr su cometido, le entregue todas las riquezas minerales del país. Decía Lenin (sic): "Toda la historia escrita hasta ahora ha sido la historia de la lucha de clases, la sucesión del dominio y las victorias de unas clases sociales sobre otras". Es nuestro deber luchar por una sociedad mejor. Como decía Marx: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, es el ser social lo que determina su conciencia".