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Entre 8.000 y 12.000 personas han muerto en manos de las fuerzas de seguridad del Estado durante los últimos 3 años. En estos supuestos el Estado alega que se trató de "enfrentamientos".
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Hay espectáculos y puestas en escena que instrumentalizan a los seres humanos. El hecho que produzcan muertes y dolor real, no excluye que sea una puesta en escena. Algunos lo llaman falsos positivos.
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Las relaciones entre los diversos grupos de interés no son lineales, todo se mueve por funcionalidades. Hay quienes hacen el trabajo sucio y hay otros que "limpian" a los que hacen ese trabajo.
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No debe confundirse la racionalidad de un Estado de Derecho, que se maneja con límites o que al menos procura dar esa apariencia con el Estado Absoluto o de policía. A este último lo que le interesa es la imposición por la fuerza, desde una perspectiva bélica, no busca ser respetado ni legítimo, con que le teman es suficiente.
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Los Estados terroristas son los que más usan el discurso antiterrorista. El terrorismo es un concepto cajón de sastre que es definido por el poder según sus intereses coyunturales. En ese marco, terrorista puede ser cualquiera.
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Si un gobierno no tiene nada que mostrar en materia social buenas son demostraciones de fuerza para intentar legitimarse y justificar su existencia.
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Si lo hace el contrario es un crimen, si lo hace el amigo está más que justificado. Doble rasero que nos puede llevar de manera progresiva al abismo. Sí, siempre puede ser peor, no hay fondo.
