Inicio estas líneas, dejando en claro que no soy líder de agrupación alguna. Mis palabras expresan única e inequívocamente, mi reflexión –personal y construida en el debate cotidiano- y mis ideas en lo que respecta al acontecer nacional venezolano.

Empiezo por destacar que, la muerte de Hugo Rafael Chávez Frías significó –muchos así lo han dejado plasmado en sus escritos publicados en este portal- la muerte del consenso social, político, económico, cultural e idiosincrático, que mantenía ligeramente cohesionado el tejido político-social venezolano.

A su muerte, se destaparon los "neo-demonios" de la captación de renta petrolera, y los grupos declararon Guerra a Muerte contra el Poder Popular por el control de la misma (los primeros para enriquecerse, los segundos para emanciparse).

Irónicamente, el hombre dejado para que cumpliese la tarea de continuar y profundizar la labor política de Chávez, quebró los pactos (Rodríguez Torres, Rafael Ramírez, Jorge Arreaza y Nicolás Maduro): en una primera instancia, manda a la banca a RT, diciendo "debe descansar, volverá con nuevas tareas". Posteriormente, a RR lo saca de PDVSA (no me dispondré a debatir aquí si RR fue o no corrupto, para eso debe hacerse una investigación seria y exhaustiva del asunto, y, evidentemente, en el marco de esa investigación, también deberá investigarse el nombre de HRChF). Todo parece indicar que el nuevo espectro de Juego de Tronos representa, una alianza entre 2 bandos por el control total, todo, por supuesto, con la ayuda del control del Estado mediante los aparatos de inteligencia que controla, muy diligentemente, el ‘compañero’ Tareck El Aissami.

¿Qué no se está haciendo?

Sin duda alguna, estamos en la práctica de un Estado que nos convierte a todos en "clientes", bajo el uso patán del "Bienestar Social". En términos marxistas (bonificación salarial), vivimos una hiper-bonificación salarial, al mismo tiempo que se hiper-bonifican las reivindicaciones sociales. El carácter de clase el gobierno, se evidencia en su postura cuasi-religiosa de otorgar "caridad al indefenso", cuando no se trata de eso, sino de, nuevamente en términos marxistas, reivindicar la lucha de clases.

Por lo tanto, lo que no se está haciendo, es reivindicar dicho espectro de lucha; en palabras de Luis Britto: "claridad para las transnacionales".

Pero, lo que más me preocupa, es el tareismo en que ha caído el Poder Popular al convertirse, no en sujeto de transformación política, sino en brazo necesario para cumplir los "objetivos" de un gobierno burocratizado que tergiversa las funciones del Estado y lo convierte en Kakistocrático (el gobierno de los peores).

El Poder Popular se reduce únicamente a cumplir con las tareas de "Somos Venezuela", "Clap", "0800-Salud", etc., dejando de lado su condición de clase en una lucha por el poder contra los sectores que se pretenden hegemónicos (Burocracia roja, o nuevamente en términos de Luis Britto: Boliverales. Burocracia Tradicional, Oligarcía, entre otros.) Y no digo esto desde una visión contemplativa; eso sería traicionar mis principios. Lo digo porque lo vivo diariamente en los espacios políticos donde me encuentro. El Poder Popular le está saliendo considerablemente barato al Estado: recibe bonificaciones por debajo de 2$, no cobra por sus labores en los distintos brazos de tareas burocráticas, y vota cuando la diana toca (nuevamente, no soy ajeno a esto, también cumplí estas tareas).

El debate de la toma del poder.

¿Existe o existió en Venezuela, una revolución cultural? En términos Gramscianos, podría decirse que no, siquiera en términos Robinsonianos, mucho menos en términos de Mariátegui. Dussel afirma que tanto los campos económicos, como políticos y culturales, son definidos entre si y definidores entre si. Por lo tanto, si tenemos un campo político burgues cleptocrático, y un campo económico clientelar, ¿cómo queda definido el campo cultural? Y ¿Quiénes conforman dialécticamente este campo?

En el fondo, sé que algún Farías me dirá "eres un joven confundido", en la arrogancia eterna del que creé tener acceso total y exclusivo a la realidad. En el futuro diremos "que entre defensores del Petro te veas". Sin embargo, fuera de cualquier comentario jocoso y alebrestador, el asunto es serio: no existe un sujeto político, políticamente definido (valga la redundancia), que se plantee en la actualidad, como totalidad, la toma del Poder.

Disgregado el Poder Popular, queda cancha abierta a una burocracia, sedienta de los retazos de renta que quedan, de los 1.6 millones de barriles diarios, del oro, del diamante, de la bauxita, del coltán. Es decir: rasparon la olla de la renta petrolera, convirtieron la Rena Ware en una olla de aluminio, y al darse cuenta que ya no estaban raspando ni la grasa, sino el metal, se dispusieron a buscar alguna olla con comida en la nevera para seguir raspando. Y no solo quieren raspar, sino que además de raspar, respaldan lo que raspan en recursos naturales, tal que si a los acreedores les quedan mal, pues tienen con qué pagar. Tamaña traición a la patria, al legado de Chávez y a la constitución del 99.

Terrorismo, Bush y Condolezza.

Mucho se ha dicho sobre el caso O.P. El sujeto era un fundamentalista religioso, anticomunista confeso, anticastristra por convicción, pero en ninguna de sus acciones hubo víctimas fatales. Estoy seguro que Francia, Bélgica, EE.UU querrían un terrorismo tan Light como este.

El operativo iba bien, hasta que hubo la orden de cambio de mando, y por alguna u otra razón, todo se fue al desmadre. ¿Quién lanzó el primer tiro? Nunca se sabrá (al menos mientras el gobierno esté en el poder, porque sabemos que hará hasta lo imposible para que no se exhume el cadáver de los ajusticiados). ¿Se puede hacer un estudio planimétrico independiente sobre el lugar de los hechos? No, la casa fue demolida.

Casualmente, en lo que se denomina como "festín de evidencias", los ahora ajusticiados dicen en audios (que nadie escucha) y mensajes de textos o ‘whatsapps’ (que nadie lee, solo Diosdado y compañía) que dispararon primero, y que tenían órdenes de Baduel, de Rodríguez Torres, y de todo aquel que en el ahora se signa a si mismo como contrario al gobierno. ¿Muy casual, no?

Lo más trágico del asunto, es que al gobierno no le importó ajusticiar, prácticamente en vivo y directo, a un grupo de individuos apertrechados, superados en número 5 a 1, y que gritaban a toda voz "nos rendimos".

Todos ajusticiados con tiros en la cabeza; quien no conozca la historia de los crímenes extrajudiciaes venezolanos, que pida que le cuenten.

Y todo, justificado en la lucha contra el "terrorismo", signado en la ley como toda acción que promueva el terror en la población.

Cabría preguntarle a la población, ¿qué le causaba más terror? ¿Las acciones de O.P y compañía (que no dejaron víctimas fatales, salvo en el enfrentamiento que ya nadie sabrá quien inició), o los aumentos salariales, los precios acordados y los sucesivos aumentos aprobados por la Sundde, las hectáreas de maíz que dicen que siembran pero nunca se ven, las toneladas de trigo importadas que ya no se ven en las panaderías, la delincuencia desbordada, la corrupción desatada, la falta de transporte, la imposibilidad de tener un Estado capaz de garantizar el alimento a su población, manejando pozos casi interminables de petróleo, gas, y recursos minerales?

¿No será que el gobierno necesitó, con el "Operación Gadeon", demostrar una cosa y solo una cosa: seré implacable con todo aquel que se rebele en mi contra?

Triste pero, esto solo traerá dos posibles consecuencias:

a.) Nadie, ante la respuesta armada y logística del Estado, se atreverá a levantarse en armas (irónico que le llevemos la contraria a eso).

b.) Nadie, ante la respuesta armada y logística del Estado, se atreverá a rendirse, e irá en todo momento hasta el final, sin importar el saldo de víctimas fatales.

Ese fue el origen (además del financiero) del terrorismo ‘islámico’. Si bien es cierto que el Gobierno de los EE.UU, la OTAN, y demás, financiaron a cabecillas de Al-Qaeda e ISIS, no es menos cierto que hay personas dentro de dichas agrupaciones que creen fielmente en los argumentos de los Kalifatos, y todo, producto de la negación epistemológica correspondiente al TERRORISMO como negación del contrario.

Sigamos negando al contrario, en la forma en que lo hacemos, y en no menos de lo que esperamos, habrán muchos O.P por la calle, y estos, no dejarán vivos a ningún funcionario, luego de robar el parque da armas.

¿Qué hacer?

Sin lugar a dudas, toca replegarnos de este desorden político. Toca repensar el momento político, toca plantear nuevas estrategias, toca entender y repensar al sujeto histórico que nos atañe. Y, por encima de todo, toca articularnos entre nosotros mismos, demostrar que no estamos solos, que no somos esfuerzos atomizados, sino una gran red tanto de ideas como de praxis para la construcción del próximo momento de disputa del poder.

En este momento hay dos hegemónicos, diferenciados y mimetizados dependiendo de las circunstancias.

Amanecerá, pensaremos, organizaremos, y actuaremos….