La reacción del gobierno de Trump, de la Unión Europea, de Juan Manuel Santos, del gobierno de México y del llamado grupo de Lima en contra de la convocatoria a elecciones presidenciales en nuestro país, confirma lo que escribí en el artículo anterior, no tienen garantías de que sus subordinados opositores obtengan una victoria sobre el Chavismo.
El incremento de la agresión extranjera para imponer "un cambio de régimen" a cualquier costo, convierte a este proceso electoral en una confrontación para preservar la Independencia Nacional que debe unificar a todos los y las patriotas.
Ir a votar significa en este momento defender el sagrado derecho a la autodeterminación, proclamado por nuestros libertadores en el acta de la Independencia del 5 de julio de 1811:
"Nosotros pues, a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes (….) y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos".
Pido excusa por lo extenso de la cita, pero en ella está la esencia de la actual disputa con el Imperialismo, el derecho a elegir soberanamente nuestro propio destino declarado en 1811 y conquistado en más de una década de guerra, contra el colonialismo español y que luego hemos perdido y ganado, una y otra vez, a lo largo de nuestra historia.
En ejercicio de ese derecho, la Asamblea Nacional Constituyente ha convocado a elecciones, dentro de este primer cuatrimestre, para que sea el pueblo que escoja bajo cual modelo económico, político y social quiere ser gobernado. Solo el pueblo puede decidir, no son los grupos terroristas, ni la injerencia extranjera la que impondrá una forma de gobierno en Venezuela.
Los revolucionarios y revolucionarias, más allá de las diferencias y descontentos que tengamos, debemos unificarnos contra la intervención extranjera y apoyar la candidatura de nuestro compañero Nicolás Maduro, como garante de la unidad del Chavismo en esta compleja coyuntura histórica de la Patria.
Vamos a esta batalla con la convicción de que, superada las elecciones de manera victoriosa, nos tocará luchar por un nuevo comienzo, impostergable, para el proyecto del Socialismo Bolivariano en lo ético, en lo económico, en lo político, en lo orgánico. Por eso luchamos, todos los días.
Como Chávez, nos las seguimos jugando con el pueblo. ¡Solo el pueblo, salva al pueblo!