Canción en Amor Mayor

Esta noche, han transcurrido 33 años de la muerte de Alí, o tal vez de su asesinato. Un poco agobiado por mis años, y un tedio adormecedor de añoranzas del pasado, fantasmas del recuerdo que no desaparecen. He leído tu hermosa historia Flor, y me ha recordado la perdida de buenos amigos y de jóvenes camaradas de luchas de los años sesenta. Caídos unos en desigual combate, desaparecidos otros para siempre como Víctor Soto Rojas, otros tras la persecución implacable por la policía política DIGEPOL. El pecado imperdonable, nuestros sueños de juventud por una patria nueva, diferente. Llena de amor y de justicia para el pueblo trabajador

-Tantos son los que hoy no están con nosotros, que los marcharon sin querer marcharse, que los desaparecieron sin siquiera ellos haber podido despertar en nuestro sueño, que ya hoy, somos muy pocos los que de aquellas historias y podemos contar algunas de ellas.-

-Sin embargo esa historia tuya Flor, verdadera y fría, como la misma indiferencia de la muerte joven, sobre la injusta desaparición de Alí, sobre aquel trágico "accidente", de aquella nefasta noche, en la que sin pensarlo siquiera, sin saberlo, Alí nos dejó solos, y de herencia todos sus sueños, todas sus canciones, todas sus luchas cantadas en las noches rodeado de camaradas, estudiantes, obreros gente de los barrios, al son de su cálida voz y las notas de su cuatro de combatiente. Cambur pin ton,

Cuantas enseñanzas nos dejaste en esas tus canciones Alí, impregnadas de tus sueños de amor, de sufrimiento, que fueron nuestros sueños de carajitos, ilusiones nuestras de ángeles luchadores, de cabezas calientes y ñangaras rebeldes de los montes verdes de Venezuela-

Transcurren los años sesenta y aún recuerdo hoy aquellas serenatas combatientes que pasábamos sentados en el suelo, contigo en una plaza, iluminada ¡y que más! por sólo estrellas en la oscura noche de un pueblo en lucha- Pero el amanecer era la aurora, aurora que soñábamos contigo, libertaria, plena Alí, de justicia y alegría para nuestro sufrido pueblo.

-Nos plegamos contigo, en aquel sueño, sueño infinito de lucha y de cantos, a veces impregnados por lágrimas dolientes, otras, por gritos de torturados compañeros, o de aquella compañera QUE PERDÍA A SU AMADO en el combate.

Tus canciones muchas veces, sonaban clandestinas, eran perseguidas por la oligarquía, por sus sicarios, los perros de la guerra, oídas por nosotros eran una esperanza, un himno de rebeldía, un sueño que podíamos alcanzar y que aún pasados los años, resuenan en nuestras almas de los que aún estamos vivos y soñamos, y seguiremos cantando y gritando hasta que nos vayamos de esta vida

- Vamos a luchar ¡carajo! Para que en nuestra tierra no existan más techos de cartón.

Hoy cantamos para aquellos compañeros caídos, con la letra de tus canciones y al son del cuatro cantor decimos, que aún tenemos viva la esperanza en nuestros sueños, y que hay semerucos allá en el cerro, que seguimos combatiendo ayer con Chávez y hoy con Maduro que vámonos con los muchachos carajo a hacer la revolución, en contra de esta oligarquía parásita y que hoy mata de hambre a la clase obrera y el pueblo con precios criminales y le esconde la comida.

Hasta la Victoria Siempre



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José Juan Requena


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