En estos tiempos se hace muy fácil hablar de revolución, de cambio, de transformación e incluso de solidaridad con países hermanos con los cuales se nos prohibía tener cualquier tipo de relación. Por supuesto en Venezuela está en marcha un proceso de cambio y transformación: LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA y ello permite que se expresen amplia, libre y soberanamente nuestras querencias por pueblos hermanos que han sido victimas de los ataques y agresiones permanentes del imperialismo Yanqui, tal es el caso por ejemplo de la Cuba de José Martí y Fidel Castro. Uno que toda su vida ha estado con este proceso, uno que siente que el comandante Chávez siempre anduvo por los caminos de Venezuela llevando conciencia, uno que sin haber conocido a Hugo Rafael sabe que su presencia estaba en cada momento, en cada sitio donde se desarrollaban actividades en la búsqueda de un nuevo camino para Venezuela y para América, entiende que ha llegado la hora real de nuestra Patria. El comandante Hugo Rafael Chávez Frías no es, ni se cree, un Mesías, es un hombre de pueblo, con voz de autenticidad venezolana, con corazón de hijo de patria y con conciencia de amor a su nación. En Chávez hemos encontrado el líder buscado por muchos años para identificar las luchas del bravo gentilicio venezolano, para reivindicar las ideas de libertad, autodeterminación, soberanía e independencia que nos legaron nuestros libertadores en el transcurrir del tiempo y en el fragor de una lucha permanente para establecer una república digna y soberana como la que hoy se perfila ante nosotros y ante el mundo.
Por eso Chávez y yo siempre hemos andado juntos, a pesar de no conocernos en lo personal, hasta el mes de julio de 1.998, porque en cada acto de nuestra búsqueda estuvimos unidos para que los hijos de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Luisa Cáceres de Arismendi, Juan Bautista Arismendi, Santiago Mariño, Francisco Estebán Gómez y tantos otros hombres y mujeres que dieron su vida, que derramaron su sangre por nuestra libertad e independencia. Y por ello digo sin ningún tipo de reserva que Hugo Rafael Chávez Frías ha sido el único presidente de la República que en nuestro país le ha dado el verdadero lugar a los hijos del pueblo, a nuestros indígenas y a cada sector de la población.
Cuando evalúo la obra de gobierno del presidente Chávez me encuentro con el ideal bolivariano hecho realidad: “el mayor grado o suma de felicidad para los venezolanos”. Hoy tenemos más de un millón trescientos mil venezolanos alfabetizados y con opción a obtener su certificado de sexto grado gracias a la Misión Robinsón I y II, cientos de miles de venezolanos cursan sus estudios de bachillerato a través de la Misión Rivas y una cantidad bien importantes de hombres y mujeres venezolanos cursan sus estudios universitarios en la Misión Sucre. Cuántos venezolanos hemos recibido atención en la Misión Barrio Adentro en sus diferentes fases. Ni se diga de la cantidad de venezolanos que no eran conocidos y hoy en día gracias a la misión identidad tienen su reconocimiento como seres humanos y como ciudadanos legítimos e identificados como tales. Son muchas las acciones del gobierno revolucionario y a través de esta columna, en la medida de las posibilidades las seguiremos enumerando para ustedes.