A cinco años de la partida física del comandante Chávez, no queda nada de su proyecto revolucionario. Las ruinas de sus memorables ideas están por doquier. Sus "herederos" políticos han dilapidado no solo el dinero, sino "Su bien más preciado" su legado moral y su visión de patria.
La camarilla que tiene secuestrado al presidente Maduro ha logrado su objetivo, alejarlo cada vez más del proyecto original de Chávez y lo peor, del pueblo. Pero creo que al presidente Maduro le gusta y disfruta de su secuestro y mucho más cuando le susurran al oído "lo estás haciendo mejor que Chávez y pronto lo superaras", Craso error.
Claro, uno de sus más cercanos consejeros es un obsesionado por la idea de ser presidente de la república y no escatimara ningún esfuerzo, ni moral, ni ético, hasta ver coronada su ambición. ¿Tendrá idea el presidente Maduro de quien se trata? ¿O simplemente, es un proyecto concertado entre el presidente Maduro y el portador de su espada de Damocles? Solo el tiempo y la historia nos relatará la verdad, verdadera.
Lo que se vive hoy en Venezuela ha alcanzado una dimensión inimaginable para ningún compatriota de los que creímos en Chávez y le dimos el apoyo para que desarrollara su modelo de sociedad.
Desde cualquier punto de vista que lo quieran ver es un absurdo, pero más absurdo es la manera en que llegamos a esto: un refresco 50 mil bolívares, un huevo de gallina 25 mil bolívares, un kilo de queso llanero 600 mil bolívares, un pasaje desde Valencia a san Antonio del Táchira 1millon 850 mil bolívares, una bolsa con 10 panes dulces 180 mil bolívares, un kilo de azúcar 200 mil bolívares y lo más triste, un sueldo mínimo con ticket de alimentación incluido 1millon 300 mil bolívares.
Todo esto sin contar que unos zapatos de niño o niña no bajan de 5 millones de bolívares.
En un país así, no se puede vivir. Y cuando digo que no se puede vivir, no me refiero a una connotación semántica de la situación, es que realmente no se puede vivir y en cualquier momento comenzaran a morir venezolanos por inanición y serán los niños y los ancianos quienes comenzaran a llevar la peor parte.
En esa situación, Venezuela no puede esperar hasta el 20 de mayo. De aquí allá, serán muchos los que habrán muerto de hambre.
¿Los culpables? Si, los hay. Pienso que tanto la oposición como el presidente Maduro tienen la misma cuota de responsabilidad.
La oposición, por crear un clima económico que ha venido reventando al pueblo de a pie. Ha concertado con otros países para bloquear económicamente a nuestro país y lo más grave, ha jugado a la guerra; propiciando, incentivando y avalando una intervención militar en la tierra de bolívar, sin considerar lo terrible que sería una situación como esa.
Allí están los casos tan palpables como Afganistán, Irak, Siria y Libia. Países que hasta hace poco eran florecientes social y económicamente y que hoy en día los gringos los han llevado a la destrucción total y hoy son unos países en ruinas y socialmente destartalados, por así decirlo.
En el caso de Maduro, más arrechera me da. Porque no ha tenido las bolas ni la audacia para enfrentar la guerra económica.
Los bonos, señor presidente, igual que las cajas de los claps, son solo paliativos. No resuelven el fondo del problema, ni a corto, ni a largo plazo. Solo son soluciones momentáneas en que una familia puede comer medio decente, cuando mucho una semana.
Desde luego, sus acólitos le dirán que la vaina esta de pinga, de lo mejor. Si, la vaina esta buena para ellos, que ningún día del mes les falta la comida y billetes en los bolsillos.
¿Para qué sirven los aumentos de sueldo?
Coño presidente, entiéndalo de una vez por todas, si Venezuela estuviera en unas condiciones económicas normales y usted hiciera esos aumentos, como lo dijo Carlos Andrés Pérez, el pueblo no solo lo sacaría en hombros de Miraflores, sino que lo volvería a meter en hombros.
Pero a como está el país hoy, los aumentos de sueldos solo sirven para justificar los desproporcionados y hasta groseros movimientos especulativos.
Fíjese, usted aumento el sueldo ayer, antier. Bueno, ya hoy me llego una comunicación de la escuela de mi hija diciendo que por su culpa tienen que aumentar de 300 mil a 650 mil bolívares. La mensualidad de ese colegio en Julio del 2017, cuando hice la inscripción, era de 26 mil bolívares, mire por donde va en menos de un año.
Por todo eso, no estoy seguro de que vote por un candidato como Falcón.
Ahora, de lo que si estoy absolutamente seguro, es que por Maduro no votare y que me perdone Chávez, pero ya me canse y me arreche de esperar que el gobierno pare esta locura en la que han convertido a Venezuela.
Tengo una teoría. Creo que es bueno que la revolución bolivariana pierda las elecciones presidenciales. De esa manera se tendrá que resetear, dicho de otra forma, tendrá que comenzar de cero de nuevo, sin los vicios y los viciosos que la han destruido y la han llevado a la situación en que esta. Y si no es capaz de recomenzar, entonces no era ninguna revolución.