Ante el 20-M poder mediático profundiza acciones criminales

El acoso criminal contra Venezuela carece de antecedentes históricos. Los factores apátridas se han encargado de buscar una intervención militar extranjera (que es un hecho público, notorio y comunicacional) contra el gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro. Hoy en sus nuevas acciones contra el pueblo por parte de esto errantes delincuentes están pagando sumas multimillonarias con la chatarra del dólar al poder mediático para generar falsos positivos de toda las especies con el objetivo de generar matrices de opinión que pongan en tela de juicio al proceso eleccionario presidencial del próximo 20 de mayo, por lo que basta recordar las palabras de Malcom X: "Si no estás prevenido ante los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido".

Venezuela es un país que cuenta con 25 procesos electorales distribuidos en los 19 años de Revolución Bolivariana. Sin embargo, el poder mediático busca deslegitimar su democracia participativa y protagónica. A esto se añade un feroz bloqueo económico y financiero por parte de EEUU y sus aliados reagrupados en el sindicato de gobiernos imperialistas conocido como la OTAN.

Extracto del asesino poder mediatico

El poder mediático (que no solo manejan los medios de comunicación masivos, sino que cubren áreas que van desde la extracción de petróleo hasta la fabricación y venta de armas) nos suministran cotidianamente una "realidad" y una visión del mundo que es la adecuada para mantener el predominio de los grandes capitales acumulados que ellas representan y el poder político que los acompaña.

Cada día se va haciendo más público, notorio y comunicacional el hecho de que en nuestra realidad actual, los medios de comunicación social privados en el ámbito internacional e interno constituyen la más poderosa herramienta de dominación --de mucho mayor alcance que las armas convencionales-- que utilizan las elites dominantes para mantener su poder sobre nuestros pueblos al controlar sus mentes.

El conglomerado de este desnaturalizado capitalismo salvaje que controlan no sólo a los medios de prensa, radio, internet y televisión, sino también al inmenso negocio del entretenimiento y la cultura de masas (que comprende el mundo editorial, el de la música, el cine, la producción y distribución de contenidos para televisión, y maneja en todo el mundo salas de cine, de teatro, sitios de Internet y parques temáticos al estilo de los creados por Disney) es quien elabora los mensajes comunicacionales que nos bombardean diariamente, cuyas consecuencias directas contra la democracia ya son palpables.

Desde hace alrededor de 40 años puede verse un reagrupamiento paulatino de los medios de difusión en trusts internacionales. Hoy más de dos terceras partes de la prensa occidental pertenece a sólo 14 grupos: 21st Century Fox, Bertelsmann, CBS Corporation, Comcast, Hearst Corporation, Lagardére Group, News Corp, Organizações Globo, Sony, Televisa, The Walt Disney Company, Time Warner, Viacom y Vivendi. La alianza montada entre Google Media Lab y First Draft está creando vínculos entre esos grupos, que están en posición dominante.

En ese andamiaje mediático están además las tres principales agencias de prensa del planeta –Associated Press (AP), la Agence France-Presse (AFP) y Reuters–, lo cual le garantiza una posición hegemónica en materia de información dirigida. Es evidente que se trata de un caso de "entendimiento ilícito". Cuyo objetivo es uniformizar las mentes, imponer un pensamiento ya dominante, único. Esta es la pretensión del capitalismo salvaje.

En un común acuerdo de objetivos e intereses, estas mega-corporaciones (que no solo manejan lo comunicacional, sino que cubren áreas que van desde la extracción de petróleo hasta la fabricación y venta de armas) nos suministran cotidianamente una "realidad" y una visión del mundo que es la adecuada para mantener el predominio de los grandes capitales acumulados que ellas (y el resto de sus primas y hermanas) representan así como el poder político que los acompaña.

Son muchas las formas en que este sistema hegemónico impone en las mentes y corazones de la gente "su" verdad. Es complejo el sistema que se ha desarrollado para el control, y el estudio de sus diferentes facetas implica un esfuerzo para quienes tratamos de combatir este proceso. Facetas que van desde la ocultación o la deformación y falsificación de los hechos, hasta las formas más sutiles de imponer subyacentemente sistemas de valores y creencias, o que llegan hasta presentar e imponer una "realidad virtual" adecuada a los intereses de quienes manejan los hilos del poder.

Y todo esto no constituye mera palabrería teórico-ideológica, es una realidad cotidiana presente todos los días en los mensajes de la comunicación nacional e internacional que recibimos cada vez más abrumadoramente.

Una de las formas que tenemos quienes intentamos una comunicación alternativa de combatir esos efectos, es mostrar, denunciar y señalar esos intentos concretos de manipulación cotidiana.

Ya no parecen existir ningún tipo de límites para el uso descarado del poder mediático en sus formas más brutales, en función de proteger al costo que sea los intereses de los centros de poder.

La manipulación feroz nos está mostrando su despiadada cara, cada vez más contraída y deformada por el huracán de la crisis y la progresiva pérdida de dominio de los amos del mundo. Combatámosla haciéndola pública y mostrando sus intenciones ocultas.

En suma, he aquí el verdadero rostro del criminal poder mediático, el principal aliado del capitalismo salvaje.

Venezuela en el ojo del huracán mediatico

El pueblo venezolano ha estado permanentemente en la mira de los medios de comunicación social privados, tanto nacionales como internacionales, atacando la nación venezolana inmisericordemente sin tregua alguna desde que la revolución bolivariana irrumpiera junto al comandante Hugo Chávez (1998). En este asecho canallesco contra Venezuela el poder mediático no ha cesado en su lucha desmedida y asesina contra el pueblo incluyendo las más inverosímiles infamias hacia el gobierno legítimo y constitucional de Nicolás Maduro.

Debemos afirmar que el tema de Venezuela ha estado por más tiempo en las colmenas de la desinformación internacional y nacional. Y, si somos inteligentes, nos daremos cuenta que todo lo divulgado por los grandes medios sobre Venezuela, por lo general todo suele ser negativo. Eso se llama Guerra Mediática o Campaña Mediática contra el gobierno bolivariano de Venezuela. Una cosa que siempre debemos tener en cuenta es que cada cosa que los Grandes Medios divulgan no está por nada o gratuitamente. Todo tiene un fin. Pero cuando se trata de Venezuela, no se trata de informar, sino más bien de manipular a la opinión pública para que ésta tenga una visión negativa respecto al gobierno bolivariano de Venezuela. Por tanto, no es de extrañar que, individuos que difícilmente se dan el trabajo de pensar, traguen todo lo que emiten los Grandes Medios de Comunicación y repitan todo lo que estos difunden. Y para qué hablar de la hipocresía en la cual suelen estar sumergidos los "periodistas", que no son más que mercenarios de la información.

La óptica de estos medios cuando se trata de Venezuela suele estar patas arriba. Porqué vemos cosas que en otros países suele tener otro significado o porqué vemos de manera distinta lo que hemos entendido de otra manera. Si enfocamos bien con respecto a lo que nos muestran de Venezuela, nos daremos cuenta de muchas cosas que chocan con nuestro entender.

Por ejemplo, nos vienen diciendo desde hace un buen rato que Venezuela es una "dictadura" o que "ahora sí es una dictadura". Y la palabra dictadura irremediablemente nos transporta a las dictaduras que vivieron los pueblos de Latinoamérica en el siglo pasado (Nicaragua, República Dominicana, Cuba, Chile, Argentina, etc.). Todos sabemos de los horrores y crímenes que los pueblos en América Latina vivieron. Pero cómo llamar "dictadura" a Venezuela, si no hay fosas comunes, asesinatos extrajudiciales, detenidos desaparecidos, torturas hasta la muerte, amenazas de muerte, con las cuales vivió Latinoamérica, pero, según la nueva retórica burguesa, son "dictaduras de izquierda".

Pero, aun así, vaya "dictadura" que hay. En Venezuela su pueblo tiene garantizada la educación y la salud, cuyo gobierno en el presupuesto anual incluye más del 75% a lo social, pero le tienen que llamar "dictadura" donde existe la "libre empresa" y hay partidos políticos como están acostumbrados dentro del sistema capitalista. Como las élites económicas venezolanas y extranjeras han perdido terreno en su hegemonía, entonces lo natural es que quieran hacerle la "guerra" al proceso revolucionario bolivariano.

A las élites económicas les duele no tener el control del mayor recurso natural de Venezuela: el petróleo. Y más aún, cuando ya está probado que están las mayores reservas de petróleo en el mundo. Y todos sabemos el valor que se le da a la energía en el mundo, y más aún cuando es el recurso más apetecido por las grandes potencias. Entonces para nada es extraño que EEUU, como gran potencia, tenga especial interés en Venezuela.

Debe quedar en claro que la "preocupación" de los criminales fascistas por Venezuela siempre ha sido una farsa. Los medios de comunicación privados nunca han estado "preocupados" por lo que pasa en Venezuela. El juego de los medios con respecto a Venezuela, siempre ha sido la manipulación. Han creado una realidad que no es tal.

Si en verdad estuvieran preocupados, los grandes medios estarían más enfocados con lo que pasa en México y los innumerables asesinatos, desaparecidos, amenazas, fosas comunes, etc. Si en verdad estuvieran preocupados, los grandes medios estarían más enfocados con lo que pasa en Colombia y los paramilitares, los millones de desplazados, los dirigentes asesinados, etc. O lo que sucede en El Salvador, Argentina, Chile, Panamá, Brasil, España, o EEUU y cuatro hojas más de ejemplos.

Sin embargo, los grandes medios están "preocupados" por lo que pasa en Venezuela, donde la "dictadura" no persigue a periodistas, ni los asesina; no asesina a dirigentes; no se habla de fosas comunes, desaparecidos, torturas; los medios de comunicación privados son libres de publicar lo que les apetezca, etc. Y, más encima, una "dictadura" que le permite a su pueblo participar periódicamente en elecciones o a referéndum. ¿Qué países autodenominados "democráticos" permite los niveles de participación popular que hay en Venezuela? ¿México? ¿Perú? ¿Colombia? ¿Chile? ¿Estados Unidos? ¿España?, etc.

Esa "preocupación", para que entendamos, no es más que manipulación para que una gran potencia como los Estados Unidos pueda meter su mano en el petróleo venezolano. Venden un producto al mundo (violencia-muerte-mentiras-ridiculeces = manipulación) para favorecer los intereses de un imperio. ¿Acaso creen que esa "preocupación" por Venezuela existiría si no existiera toda esa riqueza petrolera? Algunos dirán que la OEA, ONU, Human Rights Watch, Amnistía Internacional, la Iglesia, etc., ¿qué hay de sus "preocupaciones"?: mentiras. Todos ellos son instrumentos del gran capital occidental, de las clases dominantes, cuya "preocupación" suele ser amplificada por los grandes eedios cuando mejor les conviene.

Los falsos positivos tienen ante sí la historia que los pulverizas a través de la información veraz y objetiva, contextualizada e integradora. A través de la mentira jamás podrán tapar al astro sol con un dedo, porque siempre se escapará un rayo de luz y con eso es más que suficiente para no dejarnos inocular falsedades y nos idioticen.

Por eso aquí es bueno siempre recordar –repetimos-- las palabras de Malcom X: "Si no estás prevenido ante los medios de comunicación, te harán amar al opresor y odiar al oprimido".

 



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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