"El país es medible. La patria es del tamaño del corazón de quién la quiere"

RENNY OTTOLINA

Anacleto estaba de un alegre indescriptible. Apenas me vió se levantó de la silla para abrazarme. Casi al oído me susurró: "Faltan un par de días y un lindo amanecer para tener los resultados que la Patria se merece y necesita. Sin menospreciar los planes del Comando Sur con sus países lamebotas, el 20 de este mes y desde muy temprano en la mañana, el pueblo venezolano saldrá a darle una lección a todas las naciones que alegan que ‘no existen condiciones para unas elecciones transparentes’, por lo que no reconocerán los resultados. Países como Canadá, que ha impedido la instalación de mesas electorales para que los venezolanos, que allá habitan, puedan votar, se quedarán con las ganas de tener una participación tan masiva como la que aquí tendremos. Todos los candidatos participantes cerrarán sus campañas sin una sola queja de ventajismo contra el candidato a la reelección. Todos han cumplido sus agendas electorales como las tenían planeadas a la espera de que sea el pueblo el que con su voto decida. Todos han reconocido que no es posible que el sistema permita algún tipo de fraude pues se realizan dieciséis auditorías antes, durante y después del proceso. Además, ellos tienen la garantía de la defensa de sus votos por medio de sus testigos electorales en cada una de las mesas de votación. Aquella ignominiosa práctica de ‘acta mata vota’ quedó enterrada en el pasado y ahora la premisa es ‘un elector, un voto’. El proceso tiene un solo ganador, independientemente de quién resulte electo, y ese es Venezuela. Los únicos perdedores son los apátridas que andan atizando la abstención con la única finalidad de deslegitimar el proceso. La gente debe analizar e identificar sus intenciones. Los partidos políticos legalizados, como AD, que decidieron no participar, tomaron sus propias decisiones. De ahí que aquella famosa expresión ‘tu voto es tu opinión’ esté más vigente que nunca. El que no vota deja que otros opinen por él, así que el 21M, gane quién gane, no tienen como salir a la calle a quejarse de los resultados. Recordará, camarita, que tanto la OEA con Almugre a la cabeza, los EEUU con sus voceros, los opositores al gobierno de Nicolás, y voceros de gobiernos europeos, se la pasaron todo el dos mil diecisiete pidiendo elecciones adelantadas, y cuando se plantea realizarlas, las rechazan. Piden pan y cuando les ofrecen pan, no lo aceptan sino que exigen arepa. Bueno… ni ellos mismos se entienden. Por eso es que no tienen pueblo que los apoye. De todas formas no podemos confiarnos de la aparente calma que vivimos, pues de los halcones, y sus lacayos, se puede esperar cualquier cosa. Esta PATRIA merece vivir en paz y en mejores condiciones que éstas a las que nos han llevado las ambiciones de unos cipayos pidiendo sanciones y bloqueos, que ellos saben y están seguros, afectarán la vida del venezolano de a pié. Mientras unos tratan de hacerte la vida más llevadera y en paz, otros actúan como tus verdugos para que te arreches y explotes en contra del gobierno. Por eso le recuerdo la expresión de Renny Ottolina, aquel candidato presidencial al que asesinaron saboteándole la avioneta en que viajaba: ‘El país es medible; la patria es del tamaño del corazón de quien la quiere’".

El próximo domingo 20 de mayo se define el rumbo del país. La elección presidencial programada, para ese día, será la expresión del pueblo venezolano. Si el resultado nos muestra una gran afluencia de votantes, como se espera, significará que el que resulte ganador tendrá el apoyo de quienes decidimos ejercer nuestro derecho de elegir. Si por el contrario, son pocos los que salen a votar, significará que el soberano no confía en ninguno de los candidatos y por ende les darían la razón a los abstencionistas que tratan de impedir que los comicios se realicen. Eso traería como consecuencia más solicitudes de bloqueos y sanciones ante los organismos y países de derecha del mundo; eso significaría que, de una forma u otra, la estrategia yanqui, con todo tipo de guerra contra el pueblo, habría dado resultado: estrangular al pueblo por el estómago y el bolsillo, para torcerle el brazo, tal y como han hecho en el pasado con otros países incómodos.

Ante la expresión sarcástica opositora de que si USA quisiera, arrasaba a Venezuela en un dos por tres, surgen las preguntas: ¿Por qué lo haría? y ¿Por qué no lo ha hecho? ¿Por qué tratar de impedir las elecciones en Venezuela cuando puede con su ejército invadirnos y someternos? Las respuestas son simples: 1º Lo haría porque somos una piedra en el zapato para sus planes de dominación latinoamericana ya que Venezuela ha representado la vanguardia en la lucha antiimperialista que ha permitido el renacer de las políticas sociales no sólo en el continente, sino en todo el mundo. 2º No lo ha hecho porque ya no tiene el poder hegemónico que tenía años atrás, cuando invadió a Panamá (por ejemplo), ya que hoy en día existen países como China y Rusia que, con estructuras económicas y militares extranjeras, imponen respeto. Más aún, al ser aliados comerciales y militares de Venezuela, frenan sus indignas pretensiones.

Venezuela no es un gobierno dócil, que se arrodilla mansamente ante los dictados imperiales. Al contrario, Venezuela ha sido siempre la punta de lanza de aspiraciones de una vida digna, soberana y libre, y ha sido la impulsora de organizaciones como la CELAC, el ALBA, UNASUR y de un medio audio visual internacional como Tele Sur, para demostrar que el mundo no es unipolar bajo la hegemonía imperialista gringa. Venezuela intenta expandir sus alianzas comerciales con países como India, Irán, Turquía, Rusia, China, entre otros, para librarse del monopolio norteño que impone sus productos y servicios. Venezuela es rica en minerales metálicos y no metálicos, lo que la hace apetecible al capitalismo estadounidense, que no se resigna a perderlos por considerarlos productos de su patio trasero.

No podemos olvidar lo que dijo el Secretario de Estado Colin Powell de que "los tratados de libre comercio firmados por EEUU sirven para garantizar a las empresas estadounidenses el control de un territorio que va desde el Ártico hasta la Atlántida y el libre acceso, sin ningún obstáculo o dificultad, para sus productos, servicios, capital y tecnología en todo el hemisferio". Eso es algo que nunca podrán lograr mientras exista una Venezuela en pié de lucha y resistencia, porque ninguna bota extranjera tendrá paz si osa invadirnos. Estamos en paz, en resistencia y no estamos solos. Las armas de los ejércitos de países lacayos como Colombia, Brasil y Perú, que conforman las fuerzas del plan "B" del Comando Sur, para no aparecer ellos como los invasores, no nos asustan pero sí nos ponen en alerta. Nuestra gloriosa Fuerza Armada Nacional, junto a nuestro pueblo y nuestra milicia, sabrán hacerle frente a cualquier intento de su parte. Somos un pueblo de paz, pero armado, y sabremos defendernos.

Tendremos nuestra fiesta electoral con la alegría que nos caracteriza. El domingo 20 de mayo saldremos desde muy temprano en la mañana a ejercer nuestro derecho al voto por quién pensemos debe regir los destinos del país. Nada ni nadie logrará impedir que sufraguemos. Ya las cartas están echadas. Aquellos grupos como Primero Justicia, que no lograron validarse deben entender que no lograron incentivar a sus simpatizantes, militantes y/o seguidores para que les dieran las firmas necesarias. No tienen pueblo que los apoye, porque eso de que "los millones que no salgan a votar están en contra de las elecciones" y por ende a favor de ustedes, es una falacia más grande que la "bola’el gas". Venezuela quiere y merece vivir en paz.