El día 18 de mayo debemos tildarlo como un día particular de tensiones y presiones en contra de Venezuela, ya a pocas horas de celebrar un proceso electoral en medio de grandes adversidades y amenazas. No obstante, la voluntad indeclinable de este pueblo caribe y cimarrón es heroica, y seguramente para mañana pudiéramos observar una masiva e importante participación que dejará sorprendido a más de uno.
Observamos cómo el gobierno de Juan Manuel Santos desde Colombia, la misma que se bajó los pantalones como lo señala el periodista y analista internacional, Walter Martínez, para entregar su espacio aéreo, marítimo, fluvial y terrestre al ejército de los Estados Unidos, ha bloqueado 25 mil cajas del programa CLAP que ha contribuido a mitigar los devastadores efectos del bloqueo alimentario promovido por ese país y E.E.U.U. Dichas cajas, que representan más de 400 toneladas de alimentos, debidamente canceladas por el gobierno venezolano, representaría un poco más de 125.000 personas que no contarán con esta provisión alimentaria, lo que constituye uno de los más bajos actos de agresión en contra de nuestro pueblo.
Luego, se da la llegada de los diferentes acompañantes internacionales de este proceso electoral, uno de ellos, el señor José Luis Rodríguez Zapatero. Este acudió a una reunión en el Palacio de Miraflores junto al Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, su esposa, Cilia Flores, Jorge Rodríguez, Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información y Vicepresidente Sectorial de Cultura y Comunicación, Delcy Rodríguez, presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente y Secretaria General del Movimiento "Somos Venezuela". A la salida de este reunión, Zapatero acompañado de dos observadores internacionales, dieron unas declaraciones, y particularmente no me impactó tanto lo que dijo sino como lo dijo.
La comunicación no es solo lo que decimos, sino las expresiones, los gestos, el tono de voz incluso. Zapatero en la rueda de prensa en Miraflores, lucía incomodado, nervioso, hacía muecas y forzó hasta una sonrisa, se acomodaba nerviosamente las mangas del saco que llevaba puesto, y los periodistas estaban desconcertados, hasta el punto que se sentaron en el piso para poder escuchar mejor al ex presidente del gobierno español y tomar mejores gráficas. El "carómetro" de los acompañantes de Zapatero era de antología.
Dos horas después, el Primer Mandatario Nacional, Nicolás Maduro, en medio de una reunión con acompañantes internacionales del proceso electoral, concedió una rueda de prensa a medios nacionales e internacionales. Se le notaba relajado, y a la vez muy firme y convencido. No obstante, resulta muy curioso que a la víspera de la realización de un proceso electoral en el país, el Jefe de Estado venezolano lanzará una advertencia sobre algunos sectores de la oposición que pretenden impulsar y concretar un Golpe Militar, o la intervención militar extranjera en contra del país.
Lo que me permite inferir, y particularmente para este articulista, que las últimas horas para el Presidente Nicolás Maduro antes de la realización de los comicios legislativos y presidenciales, han estado signadas por presiones y amenazas de todo tipo. Zapatero, y con él sus acompañantes internacionales a la reunión en Miraflores, habrían traído un mensaje del Parlamento Europeo al Presidente Maduro, un ultimátum, y Nicolás, como buen hijo de Chávez y continuador de su obra, los mandó largo al carajo.
De todas maneras, todo ello forma parte de mis conjeturas e hipótesis como analista político, las cuales nos enteraremos algún día, luego de superada la actual coyuntura y si las circunstancias así lo permiten.
Pero la razón fundamental que me ha impulsado a escribir estas líneas, tiene que ver con que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el equivalente al Ministerio del Poder Popular de Finanzas de Venezuela, impuso nuevas "sanciones" a personalidades vinculadas con el chavismo. En este caso, a Diosdado Cabello, constituyentista y Primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), a su hermano, José David Cabello, quien funge actualmente como jefe del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), a la actual ministra del Poder Popular para el Turismo y cónyuge de Cabello, Marleny Contreras, y a Rafael Sarría, quien los operadores políticos y mediáticos vinculados con la oposición venezolana, tildan de "testaferro" de los Cabello.
Asimismo, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro estadounidense "sancionó" a empresas venezolanas supuestamente vinculadas a esta familia. Algunas de ellas son: 11420 Corp, Noor Plantation Investments y SAI ADVISORS INC, todas supuestamente a nombre de Rafael Sarría.
Evidentemente, a horas de realizar las elecciones presidenciales y legislativas en Venezuela, la administración Trump busca golpear anímicamente al chavismo, afectando a uno de sus pilares fundamentales como lo es Diosdado Cabello y a su familia.
De Diosdado Cabello podemos señalar, como lo hizo el propio Comandante Chávez, es uno de los hombre de la rebelión militar del 4 de febrero de 1992. Un hombre diáfano, frontal, carismático. Amigo de los amigos, y terrible con los enemigos de la Patria.
Pero hay algo que destacar de Cabello, y reconocérselo sin ningún tipo de mezquindades. Diosdado es uno de los hombres leales a la Revolución Bolivariana, y primero morirá antes que traicionar el legado de Chávez o a Nicolás Maduro.
Tuvo dos oportunidades de hacerlo. La primera, durante los sucesos de abril de 2002 durante el efímero derrocamiento de Hugo Chávez, cuando factores de la derecha lo tentaron para que, siendo en ese entonces Vicepresidente Ejecutivo de la República, permaneciera en el poder y liderará un proceso de transición política post Chávez en el 2002. La segunda, ocurrió diez años después, a finales de 2012 y comienzos de 2013, cuando siendo presidente de la Asamblea Nacional en aquel entonces, la derecha pretendía adularlo y ganárselo durante la última etapa de la convalecencia de Chávez que culminó en su lamentable fallecimiento (o asesinato más bien), y decían que tenía que asumir la Presidencia de la República y convocar a nuevas elecciones presidenciales. Tampoco lo hizo, y se mantuvo firme y leal a la Revolución, como lo ha hecho hasta ahora.
Y su última destacada actuación, fue la respuesta dada a la corresponsal de la BBC de Londres en Caracas, quien pretendiendo manipular la realidad de nuestro país, se topó con Cabello, y éste le dio una respuesta sabrosa, contundente y digna de un hijo de Chávez. Y eso no se lo perdonó el imperialismo y pretendió cobrárselo con estas "sanciones".
Por esas razones y otras más, como ha ocurrido en otras oportunidades, creo que un reconocimiento a la labor revolucionaria de Cabello, y más que un reconocimiento, es la demanda en la actual coyuntura del proceso revolucionario, es que el camarada Diosdado debería de asumir nuevamente, la Vicepresidencia Ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela.
Esto no quiere decir que el compañero Tareck El Aissami, hombre muy inteligente, brillante creo yo, haya hecho una mala labor al frente de este importantísimo cargo en el país. Pero ante estos escenarios de mayores complejidades que enfrentaría la Patria luego de conocidos los resultados de las elecciones de mañana, se impone pienso yo un refrescamiento del Gabinete Ejecutivo, y sería un refuerzo importante que esa renovación del mismo la encabece el compañero Diosdado Cabello.
Indudablemente El Aissami continuará desempeñando nuevas tareas revolucionarias, ya que es un baluarte y una pieza fundamental del Alto Mando Político y Militar de la Revolución.
Así que estimado presidente Nicolás Maduro, una vez consolidada su victoria y su reelección, renueve su gabinete, y como reconocimiento a la labor de Cabello, quien le ha demostrado lealtad a toda prueba y puede ayudarlo aún más, desígnelo como Vicepresidente Ejecutivo de la República. Dios y la Patria se lo premiarán.
Ahí se la dejo.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!