"Días de ira, aquel día reducirá el mundo a cenizas."
Lo profetizan David y La Sibila.
Cuán grande temblor habrá cuando el Juez venga a escudriñar cada cosa con rigor.
La trompeta esparciendo admirable sonido por las regiones de los sepulcros reunirá a todos ante el trono. La muerte quedará estupefacta y la naturaleza, cuando resucite toda criatura, para rendir cuentas al Juez”. Así lo dice, así lo cantan, en el Requiem. La tierra entre el Éufrates y el Tigris es, hasta donde puede rastrearse, la cuna de la civilización. Se supone que en la confluencia de ambos pudo estar el Paraíso Terrenal. Hoy se mueven allí fuerzas capaces de hacérnoslo perder de nuevo. Se desplazan en la Mesopotamia de los textos bíblicos; en la tierra donde florecieron los Jardines Colgantes de Babilonia. Dos veces caminé entre sus ruinas, sobre su legendaria Avenida de Las Procesiones. El material original con el que recubrían sus lozas de barro, ya entonces era petróleo. Antes de que estallara la guerra dimos con lujo de detalles la composición y distribución de las fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido, a los que se sumó de alguna manera el Reino de España. El plan es tan sencillo que da pena ser tan reiterativo.
Apoderarse del petróleo de Irak, cambiar su gobierno, ponerlo a producir seis o siete millones de barriles diarios, saturar el mercado mundial hasta “poner de rodillas a la Opep” como prometió Ronald Reagan y subvencionar así a la economía de los Estados Unidos. Esa economía que Clinton, quien la recibió en rojo, dejó en blanco y negro y con un superávit histórico, entre otros factores, gracias a Venezuela y las subvencionadas ventas de petróleo a Citgo. Esa misma economía que va camino de un déficit histórico. De paso ya se diseñaron los planes para la “reconstrucción de Irak” en los cuales figuran las grandes transnacionales petroleras de los Estados Unidos y Gran Bretaña y las principa les compañías del mismo origen que puedan participar al picar la torta. Fabricamos el enfermo y luego construimos el hospital. En este proceso, si las cosas se descontrolan, podría irse de las manos el tablero de todo el Medio Oriente.
La paz del mundo pasa por el Medio Oriente.
Bagdad iluminada.
Bagdad bombardeada y con las luces encendidas, parece indicar dos cosas.
Primero: el Gobierno quiere, mientras tenga control, que el mundo entero vea lo que está pasando. Segundo: las fuerzas atacantes tampoco han querido dejar a la población sin energía eléctrica y sin el rudimentario sistema de agua “potable” que sobrevivió a la guerra anterior. Los atacantes se han dedicado a crear “shock y sorpresa con flexibilidad”, como lo dijo el General Tommy Franks en la “sucursal” en Qatar de su Comando Central, en el que normalmente se monitorea todo el planeta en tiempo real al estilo de la guerra de las galaxias.
Franks puede elegir desde bombas capaces de penetrar un búnker hasta el sótano y estallar recién entonces, hasta proyectiles destinados exclusivamente a paralizar todo sistema eléctrico de Bagdad. Han elegido demostrar su capacidad de “shock” en los blancos oficiales y militares para reducir el número de víctimas civiles. Lo de la “flexibilidad” no es nuevo, pero el énfasis se debe a Turquía.
Esquina caliente de la Otan desde la caída del Sha, les ha permitido usar su espacio aéreo y sus bases, pero no ha autorizado a la 4ta División del US Army a abrir el frente norte contra Irak; necesario, más no imprescindible dada la movilidad aérea, para controlar los yacimientos petrolíferos de Kirkuk con la misma facilidad con que ya se apoderaron de los del sur en Basora desde Kuwait. Ya aseguraron varios aeropuertos. El puente aéreo está garantizado. Los barcos que esperaban con lo más pesado de la 4ta División ya cruza ron Suez y pasarán del Mar Rojo al Golfo.
Todos en Kurda. Como siempre, a la sombra de una gran crisis, se producen otras que aparentan ser de menor cuantía. El ejército turco, tan mimado por Washington hasta la semana pasada, quiere ahora lanzar una invasión propia sobre el norte de Irak para solucionar a su manera el problema de los kurdos, molesta “minoría” de más de doce millones que se reparte a ambos lados de la frontera.
Washington como antes el Sha o las transnacionales petroleras, cuenta con estos rebeldes para presionar a Bagdad.
Ordenó a Ankara que no se meta en el asunto. El otro extremo de la doctrina de “flexibilidad” habrá que buscarlo en el comportamiento que asuma Israel: Washington le acaba de otorgar 10.000 millones de dólares extras a los otros miles que recibe anualmente.
Buena parte es en armamento.
Durante la crisis de Polonia (1981) con la represión del General Jaruzelsky a los compatriotas del Papa, para “evitar la entrada de los tanques rusos” (SIC), lo que puso a la Otan en alerta roja; y durante la Guerra de Las Malvinas (1982), Israel dio muestras a sus vecinos y al mundo de su propio concepto de “flexibilidad”, apoyada por el poder de veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora es Washington quien modifica su doctrina y adopta la de Israel en materia de “ataques preventivos”. El Nobel Gabriel García Márquez publicó (Sept. 82): “Estaba en París en junio pasado, cuando las tropas de Israel invadieron Líbano. Por casualidad estaba también el año anterior, cuando el general Jaruzelski implantó el poder militar en Polonia contra la voluntad evidente de la mayoría del pueblo polaco. Y también por casualidad me encontraba allí cuando las tropas argentinas desembarcaron en las islas Malvinas. Las reacciones de los medios de comunicación ante esos tres acontecimien tos, así como las de los intelectuales y la de la opinión pública en general, fueron para mí una lección inquietante”.
Gabo: Vuelve a inquietarte.
Ahora, a la sombra de Irak es un compatriota de aquel “Gabo” que en Caracas era “feliz e indocumentado”, quien nos da otra lección inquietante. El Presidente Uribe manifestó, entre los primeros espontáneos al quite, saltando al ruedo en cadena nacional: “Al participar Colombia en esta coalición contra el terrorismo, fortalece su posición internacional para conseguir aliados que nos ayuden a derrotar el terrorismo interno.
También hemos aprendido que la cooperación internacional que requerimos no se puede quedar en el discurso, tiene que basarse en apoyo político, buenos oficios y además en acción militar efectiva.
Nuestra determinación contra el terrorismo dará confianza a la inversión para que florezca el empleo...” (SIC). Para no deslucir, el SubSecretario para el Hemisferio Occidental, Tom Shannon, en ausencia del matador, clavó estos pares al quiebro: “Uribe, Blair y Aznar han demostrado que entienden la amenaza que Irak plantea y que están dispuestos a actuar con determinación para enfrentar el terrorismo. Uribe en su propio país, sabe lo que eso significa y obra con coraje. Pero además entiende que el problema no se limita a su territorio sino que va más allá. Por eso le estamos muy agradecidos”.
Más claro lo dijo El Tiempo: “Dijo que es (Uribe) en América Latina lo que Tony Blair y José María Aznar, de Gran Bretaña y España, en Europa”.
Por algo llegan tantos solidarios emails desde la hermana Colombia sobre reclamos colectivos contra compañías de cable que eliminaron y luego debieron volver a programar nuestro “Dossier”. Habida cuenta que el Papa ha calificado a esta guerra como “Ilegal”, me pregunto: ¿Terminaremos siendo nosotros los venezolanos, los palestinos de América Latina?
"Como siempre,a la sombra de una gran crisis,se producen otras que aparentan ser de menor cuantía. El ejército turco, tan mimado por Washington hasta la semana pasada, quiere ahora lanzar una invasión propia sobre el norte de Irak para solucionar a su manera el problema de los kurdos, molesta "minoría" de más de doce millones que se reparte a ambos lados de la frontera.