Dossier/ Últimas Noticias - 02/11/03
El periódico israelí Maariv hizo
recordar este jueves al Primer Ministro Ariel Sharon
la reciente negativa a combatir en territorios palestinos por parte
de 27 pilotos de la Fuerza Aérea. Entre los firmantes de
la histórica carta colectiva se encuentran algunos de los
más destacados oficiales de la fuerza considerada “La
Elite” de los servicios armados. “Nuestra
situación es más seria de lo que era la de los Estados
Unidos en Vietnam”, dijo el Brigadier-General de la Reserva
de la FAI, Yiftah Spector, uno de los pilotos más condecorados
de Israel a quien, pese a ser instructor de vuelo, se le ha ordenado
permanecer en tierra. La carta señalaba textualmente,
entre otras razones, la negativa a “participar en
los ataques aéreos contra la población civil”
y reiteraba la oposición de los oficiales a “obedecer
órdenes ilegales e inmorales” (Dossier, La
Rebelión de las Palomas, Ultimas Noticias, 28-09-03)
; casualmente, las mismas calificaciones con las que Juan Pablo
II fustigó la invasión de los Estados Unidos y el
Reino Unido a Irak: “Guerra ilegal e inmoral”.
La carta de los pilotos militares israelíes siguió
a la misma negativa por parte de 500 reservistas del Ejército
y terminó con la expulsión de los 27 considerados
“palomas” por parte de los “halcones”
seguidores de las políticas guerreristas de Sharon. Ahora
mientras el Primer Ministro se mueve hacia el exterior visitando
Moscú, cuando las cosas se complican en casa, un “halcón”,
y del más alto rango, es quien da un sonoro paso al frente
en la causa de una solución negociada con los palestinos.
El canto del halcón.
El Teniente General Moshe Yaalon, Jefe del Estado
Mayor de las IDF, convocó a tres de los más destacados
columnistas de sendos periódicos nacionales, marcando en
sus declaraciones una nítida separación con la línea
del Gobierno Likud sobre el tratamiento militar
y político del tema palestino.
Lo dramático del gesto de Yaalon, que siguió resonando
durante todo el Shabat, lo constituye el hecho
comprobado de haber sido considerado hasta ahora como uno de los
más conspicuos representantes de la línea dura respecto
de los palestinos; al punto de haber chocado en el pasado con la
política de otros gobiernos.
Cuando en el año 2001 se opuso a la evacuación de
colonos israelíes de Hebrón, en la Cisjordania ocupada,
fue criticado por el propio Ministro de Defensa de entonces, Benyamin
Ben Eliezer. Según el analista israelí Yoram
Peri, el Teniente General Yaalom había exigido que
la Intifada fuera “aplastada”.
Yaalon había sido noticia en julio, según Peri (citado
por AFP), al considerar que Israel “consiguió
llevar esta guerra compleja hasta un punto en el que el adversario
comprendió que el recurso a la fuerza no le dará una
solución... Todo esto refleja el malestar creciente en un
Ejército que se da cuenta de que, a pesar de todos sus éxitos
contra la violencia y el terrorismo, no hay solución militar
para un conflicto que podría explotar si Israel sigue ejerciendo
una presión semejante sobre los palestinos”.
Y según Maariv: “A pesar de todo, la iniciativa
de los pilotos forzó a la FAI a tomar más precauciones
para no matar a civiles inocentes. Las declaraciones del General
Yaalon podrían hacer que la opinión pública
y algunos responsables se pregunten por los riesgos que entraña
la represión contra la población palestina”.
El General Yaalon fue llamado de inmediato al Ministerio de Defensa
donde, al parecer, mantuvo una acalorada conversación con
el titular de la cartera, Shaul Mofaz, quien le
habría ordenado retractarse, cosa a la cual el convocado
se opuso verticalmente. Yaalon acusó al Gobierno de debilitar
y provocar la caída del Ex-Premier palestino Mahmud
Abbas.
Pidió la inmediata eliminación de medidas como el
toque de queda en áreas tranquilas y exigió la entrega
a la Autoridad Palestina del control de ciertas zonas. La artillería
política de la Coalición Likud lo tomó de inmediato
como blanco, acusando al Jefe de Estado Mayor de debilitar la posición
del Gobierno en el extranjero. Si así fuera: ¿Qué
hace Sharon hoy en Moscú? Bien es cierto que no
se le ocurriría andar por Europa Occidental, y sería
un convidado de piedra para Washington y su “Hoja
de Ruta”.
Las paralelas “convergen”.
Por lo que respecta a George
W. Bush, aliado automático de israel, está
demasiado ocupado con la pérdida de apoyo en las encuestas
debido al caos de la invasión a Irak
y Afganistán, y el costo en bajas de sus propias fuerzas.
Al mismo tiempo, pone en duda a la CIA y a otros servicios de inteligencia.
La Administración insinúa haber sido mal informada
sobre las causas que el mismo Bush esgrimió en su Discurso
sobre el Estado de la Unión para la invasión a Irak.
Ha logrado, no obstante, y mediante amenaza de veto, que la Cámara
le aprobara 87.500 millones de dólares para Afganistán
e Irak. Veremos qué dice el Senado. No debemos olvidar
que George Tennet, actual Director de la CIA, fue
designado por Bill Clinton. Al igual que el Pentágono,
el Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional, la
Vicepresidencia y la propia Casa Blanca están bajo atenta
observación de la Cámara Alta. Pese a la manipulación
mediática, los comités especializados del Congreso
van por la yugular de la Administración ante las opciones
de un año electoral. Reclaman ante el descarado
retraso por parte del Gobierno en brindarles “rápida,
oportuna y completa información” sobre lo
que aparentemente sabía el Gobierno, para justificar una
campaña militar de altísimo costo económico
y político. ¿No es, acaso, este escenario,
a otra escala, el que tiene en sus manos Sharon?
Mientras vuela a la Federación Rusa, deja filtrar
sibilinamente un posible contacto de diálogo con los palestinos
y, al mismo tiempo, les limita el acceso a la Mezquita de Al Aqsa.
Se diría que trata de hacer olvidar que esta semana fue interrogado
durante varias horas por la Policía Israelí
sobre presuntas millonarias contribuciones ilegales en dólares
para su campaña, vía Sudáfrica, a las que no
estarían ajenos sus dos hijos. De paso, el Ministro de Finanzas
acaba de estimar que su criticado “Muro” con
el que supera, con base en la más moderna tecnología,
al de Berlín, costará más de 2.300
millones de dólares, lo que triplica cómodamente
las estimaciones originales. El costo político y humano de
esta separación forzosa de Israel y la Margen Occidental
está por verse. De nada sirve en este momento que
alguna vez, según se filtró en Washington, el VicePresidente
Dick
Cheney dijera que a Yaser Arafat habría
que “colgarlo”. Los súperhalcones
Donald
Rumsfeld y Paul Wolfowitz están
algo ocupados y enojados. El primero, porque tanto la ONU
como la Cruz Roja Internacional reducen su presencia
en Irak por falta de garantías; omisión del ocupante.
El segundo, porque casi lo matan en el múltiple ataque con
cohetes y granadas autopropulsadas, al Hotel AlRashid,
bastión “seguro” de las fuerzas
de ocupación.
En cuanto a Dick Cheney, verdadero monje gris de
la Administración, sigue cobrando por cuenta de Halliburton.
Designó a su hombre clave, vinculado al Cuerpo de
Ingenieros del Ejército, como factor en la adjudicación
“a dedo” de los más jugosos contratos
para la reconstrucción de Irak, precisamente a las numerosas
y variopintas filiales o colaterales de Halliburton. Recientemente
hubo manifestaciones por la paz en 140 ciudades estadounidenses;
algo que no se veía desde Vietnam. Anoche, decenas de miles
de personas se congregaron en la Plaza Yitzak Rabin, de
Tel Aviv, para honrar su memoria. Recordaron, entre
otros temas, el Acuerdo de Paz de Washington de 1993 durante la
Presidencia de Clinton, que le valió a Rabin el Premio Nobel
de la Paz 1994 compartido con Yaser Arafat. El homenaje a Rabin
fue en el mismo sitio donde el General y Ex-Primer Ministro convertido
en “paloma” y mártir, fue asesinado por la espalda,
por un extremista religioso israelí el 4 de Noviembre de
1995.