Dossier / Últimas Noticias - 28/09/03
“Nosotros, Pilotos activos y veteranos, que hemos
servido y todavía servimos al Estado de Israel, nos oponemos
a llevar adelante órdenes de ataque ilegales e inmorales
del tipo que Israel desarrolla en los territorios... Nosotros, para
quienes las Fuerzas Israelíes de Defensa y la Fuerza Aérea
son parte integral de nuestro ser, rehusamos continuar golpeando
a civiles inocentes... La continuada ocupación (de los territorios
palestinos) está dañando críticamente la seguridad
del país y su fibra moral”.
Lo que antecede es parte del documento firmado por 27 pilotos militares
que se niegan públicamente y por razones morales a continuar
protagonizando la campaña de “asesinatos selectivos”
ordenada por el Gobierno de Ariel Sharon contra
los líderes de los movimientos extremistas palestinos.
No se niegan a combatir.
Se niegan, y eso sí, a causar lo que eufemísticamente
se denomina “daños colaterales”.
Es decir, la muerte indiscriminada de civiles inocentes para poder
eliminar puntualmente a un enemigo. Acciones a las que de inmediato
sigue el dramático ciclo de acción y reacción.
En nuestro Dossier del domingo pasado: “Terrorismo:
Los extremos se tocan” anunciábamos,
en carácter de primicia, un inminente pronunciamiento de
decenas de pilotos militares israelíes contra la política
militar de Sharon.
Hoy confirmamos nuestra primicia abriendo con esta cita textual
del documento que aterrizó ayer en las primeras planas de
todos los medios israelíes, y que fue titulado por el Yediot
Aharonot como “La Revuelta de Los Pilotos”.
De inmediato el General de la FAI Eliezer Shkedi contraatacó
mediáticamente:
“Este caso será examinado y cuanto antes se tomará
una decisión”. Se refería a que de
los 27 pilotos firmantes, 9 de ellos se encuentran en servicio activo;
y los restantes, son reservistas.
Shkedi dijo a Radio Israel:
“Han explotado cínicamente el prestigio de
sus uniformes y sus carreras para fines políticos”.
El Comandante en Jefe de la FAI Dan Halutz fue
más lejos: “No hay que olvidar que esos pilotos
son ultra-minoritarios...” .
Aseguró que no había “ejército
más moral que el ejército israelí”.
El mayor desafío.
Este jueves, en una entrevista con tres periodistas con motivo de
las festividades hebreas, Ariel Sharon afirmó:
“Las órdenes del Ejército Israelí
y de la Fuerza Aérea Israelí no son un programa para
complacer peticiones. El Ejército está llevando adelante
las órdenes de un gobierno que fue electo democráticamente”.
(Reuters TV).
Esta ha sido la actitud de desafío de mayor notoriedad
dentro de las Fuerzas Armadas Israelíes desde 1982, durante
la invasión al Líbano, precisamente cuando Sharon
era Ministro de Defensa. En aquel entonces, el Comandante
de una Brigada de tanques renunció antes que invadir Beirut
después de afirmar que lo que vio a través de sus
binoculares de campaña, en lugar de combatientes enemigos,
eran niños.
Sharon agregó que la carta de los pilotos rebeldes le recordaba
que también hubo un intento de derrocar a un gobierno israelí
electo democráticamente, en 1982, durante la Guerra
del Líbano. Esa fue precisamente la campaña
que él lanzó como Ministro de Defensa y que generó
las matanzas de Sabra y Shatila,
por las que se le intentó juzgar en Bélgica. Según
el diario israelí Haaretz, el comentario
de Sharon aparentemente hacía referencia a la sonada decisión
de renunciar por parte del Brigadier General Amram Mitzna
quien era miembro del Alto Mando durante la invasión al Líbano.
Amram Mitzna lanzó entonces una declaración pública
haciendo referencia a la conducta del Ministro de Defensa Sharon
y, en particular, a los asesinatos masivos de Sabra y Shatila, como
las razones para su dramática decisión. Mitzna nació
en 1945 en el Kibbutz Dovrat.
Tiene una Licenciatura en Geografía y es Master en Ciencias
Políticas en la Universidad de Haifa, y estudió Administración
Pública en Harvard.
Ingresó al Ejército en 1963, donde sirvió principalmente
en Blindados. Ascendió desde Comandante de Tanque a Comandante
de División. Fue herido dos veces: en 1967 durante la Guerra
de los Seis Días y en 1973 durante la Guerra
de Yom Kippur. Se le honró dos veces con la Condecoración
por Servicio Distinguido. Entre 1986 y 1990 fue Comandante en la
Margen Occidental durante la primera Intifada. Se retiró
en 1993 con el rango de Mayor General.
Ese mismo año fue electo alcalde de Haifa
y reelecto para un segundo mandato con 65% de los votos. Su brillante
carrera militar no le impidió ser catalogado de “paloma”
por parte de los “halcones” de la ultra
derecha israelí que apoyan a Sharon. Elegido a la Knesset
en enero de 2003, renunció como líder del Partido
Laborista en mayo del mismo año.
Bomba de una tonelada.
Israel fue objeto de una ola internacional de duras críticas
el 22 de julio de 2002 cuando un F-16 dejó caer una bomba
de una tonelada en un área residencial de la ciudad de Gaza
para poder asesinar a Salah Shehade, un importante
comandante del grupo islámico Hamas. Para
lograrlo destruyeron un edificio entero y provocaron la muerte de
17 civiles; entre ellos, 9 niños. Los F-16 y su
correspondiente panoplia, fueron vendidos por Estados Unidos a Israel
mediante un convenio que especifica -poca gente quiere recordarlo-
que sólo podrán ser usados en caso de que
Israel sea atacado por un país enemigo. Lo que ha
sorprendido al mundo es la precisión con que las fuerzas
israelíes conocen los desplazamientos de los blancos a ser
eliminados.
Al parecer se debe a su propia versión, “Ofek”
(Horizonte) del sistema “Echelon” (Dossier,
Últimas Noticias, 26 Ene 2003) con el que espía a
todo el Medio Oriente, y que pasó a sus manos en uno de los
más destructivos casos de espionaje militar, por parte de
un ciudadano estadounidense. Jonathan Pollard,
quien recibió la ciudadanía israelí y sigue
en cadena perpetua, es la herida no cerrada entre EEUU e Israel.
Ante el documento de los pilotos rebeldes, el Comandante General
de la Fuerza Aérea Israelí, Mayor General
Dan Halutz emitió una declaración según
la cual los pilotos del grupo rebelde, aún en servicio activo,
deberán permanecer en tierra y recibir “una
oportunidad para retractarse de sus declaraciones o encarar su salida
de filas”. Los pilotos afirman:
“No estamos dispuestos a volar y cumplir órdenes
ilegales, órdenes que no mejoran directamente la seguridad
de los ciudadanos israelíes o que los protegen... Hemos asesinado
la cabeza del ala militante de Hamas en la ciudad de Hebrón
en la Margen Occidental cuatro veces desde el 21 de noviembre, hasta
la semana pasada cuando matamos a Ahmed Badder. Hemos asesinado
cuatro líderes como él. Entonces, ¿Cuál
es mi problema con la muerte de los blancos elegidos?
No es tener que matar, no es tener que tomarlos como blanco. Cada
madre en Israel que envía su hijo al centro comercial sabe
que, a continuación de un asesinato selectivo, su hijo no
debería abandonar su hogar. Para mantener y mejorar la seguridad
en Israel, nosotros necesitamos retirarnos de la Margen Occidental.
Ninguna otra cosa podría ayudar a nuestra seguridad”.
Uno de ellos dijo (AFP) que su rechazo a participar en “liquidaciones”
le hacía estar mucho más orgulloso que
“todas las operaciones de socorro en las que ha participado”.
Otro explicó al cotidiano Yediot Aharonot que había
decidido firmar “antes de que llegue el día
en que volveré a mi casa sabiendo que maté a una madre
y a su hija”.