La actual confrontación contra el imperio estadounidense demanda de los revolucionarios y revolucionarias del país mucha unidad, organización y conciencia ideológica. Entender e internalizar que los ataques contra la Revolución no cesarán por el simple hecho de ganar unas elecciones o lograr algunas metas productivas. No, absolutamente no. Esta es una lucha permanente, de largo aliento que permanecerá en el tiempo y en el espacio mientras subsistan los gérmenes del capitalismo. Es una lucha de clases. Como dice el compatriota Boliviano Álvaro García Linera: "Tocan tiempos difíciles, pero para un revolucionario los tiempos difíciles son su aire. De eso vivimos, de los tiempos difíciles, de eso nos alimentamos, de los tiempos difíciles". De manera tal, que el imperio siempre tendrá o buscará una excusa para insistir en truncar por cualquier vía este proceso revolucionario. Veamos: Cuando el comandante Hugo Chávez se lanzó a la presidencia de la República, la excusa para impedir su candidatura era que: "no tenía experiencia como gerente…" "era un resentido social…" "tenía ideas extrañas"… Por supuesto que no pudieron, y Chávez les ganó por paliza las elecciones presidenciales. Luego desataron su furia contra Chávez cuando este impulsó el proceso Constituyente en 1999. Dijeron que eso era "peligroso" y que el pueblo no estaba preparado para gobernar.
Tampoco pudieron y el pueblo opinó, vivió y votó por un proceso hermoso e inédito Constituyentista. La confrontación no cesaba, cuerpo a cuerpo. Vinieron luego las leyes habilitantes del año 2001 (ley de tierra, ley de pesca, ley de hidrocarburos, etc.), lo cual desató la ira y odio de los grupos dominantes y se fueron con el recordado golpe de estado de Abril del 2002, hasta terminar con el golpe petrolero de los meses subsiguientes. Es decir, ni siquiera porque Chávez los perdonó y los llamó al diálogo, cesaron en sus diabólicas hostilidades. Saliendo derrotados de esa aventura golpista, vinieron luego con su cacareado referéndum revocatorio (2004) para salir de Chávez hasta con "firmas planas", pero Chávez tan generoso como era les aceptó el reto y los volvió a derrotar en un proceso inédito y donde el pueblo demostró gran madurez y apoyo a su máximo líder. Como cosa de locos dijeron no aceptar los resultados diciendo que hubo "fraude", prometiendo presentar las pruebas, las cuales todavía estamos esperando. Para el año 2007 la Revolución impulsó un proceso de reforma constitucional, lo cual fue aprovechado por la burguesía para mentir y confundir a la población, logrando paralizar dicha intencionalidad de reforma.
A todo esto se le suman las constantes elecciones que hemos vivido, donde los grupos de poder han hecho alianzas y pactos en su conjura contra la Revolución, lo cual de nada les ha servido. A raíz de la victoria obtenida por la oposición golpista en las parlamentarias del 2015, la llamada MUD le da pocos meses al Presidente Maduro para permanecer en Miraflores y lo "destituye" en varias ocasiones. Lo que fue una victoria plagada de ofertas engañosas, lo convierten en una locura total, dándole una patada a la Constitución Bolivariana. Al final dejan a la AN en la más completa orfandad, quedando el poder legislativo en desacato y perdiendo total credibilidad ante la opinión pública incluyendo a las filas opositoras. A la par de esto, optan (MUD) por desatar conjuntamente con el imperio una guerra económica y una campaña en el exterior para que nuestro país sea invadido. En esta trama han hecho de todo, para lo cual han contado con el apoyo de la desprestigiada OEA, Unión Europea y muchos presidentes cipayos del continente. Han buscado como sea aislar y asfixiar a nuestro país. Y no hablemos de la espiral de violencia que han desatado desde el año 2013 (guarimbas), con saldo tenebroso de muertos, heridos y cuantiosos daños a las instituciones públicas y privadas. El propio fascismo en Venezuela.
La irresponsabilidad de esta dirigencia opositora raya en la locura. En todo este trajinar han insistido en el llamado a elecciones, y muchas veces cuando han sido convocadas, estos llaman a la abstención señalando que "no hay condiciones". Cuando han concurrido y pierden los comicios, no aceptan los resultados y apelan al guion del "fraude". De algo hay que pegarse para tratar de asaltar el poder a como dé lugar, como hicieron con su famosa "salida" (violencia) a partir de Marzo del 2013. Durante mucho tiempo dijeron que la salida era consultar al pueblo mediante una asamblea Nacional Constituyente (347, 348 CRBV), para lo cual casi llevan al país a una guerra civil. El Presidente Nicolás Maduro de manera audaz y valiente convoca a una ANC el primero de mayo de 2017, y de inmediato buscaron mil justificaciones para oponerse a esa consulta. Como no tienen vida dentro de nuestro país, han apelado a la payasada de montar un "Tribunal Supremo de Justicia" (TSJ) en el exilio (Colombia), lo que representa un adefesio jurídico y un acto de desesperación e irresponsabilidad. Lo mismo ha hecho una señora corrupta y prófuga de la justicia que se hace llamar representante del Ministerio Público fuera de nuestras fronteras. Es decir, no descansan en su afán propagandístico a escala internacional para seguir jugando a la tesis del "estado fallido". De manera reiterada tanto el Comandante Chávez como el presidente Maduro, han llamado a la oposición al DIÁLOGO.
Las veces que se han sentado a conversar lo han hecho por la presión pública, pero de igual forma le daban un palo a la mesa, lanzándose por el camino de la violencia, argumentado infantiles excusas, ni siquiera creíble por sus adeptos. Ni siquiera con el magnicidio en grado de frustración del pasado 4 de Agosto contra el Presidente Nicolás Maduro, la mal llamada dirigencia opositora guardó silencio. Muchos banalizaron este hecho y otros dijeron que se trató de un "auto atentado". La última escena de esta confrontación histórica lo constituye el tema de la MIGRACIÓN, para lo cual han montado todo un laboratorio mediático dentro y fuera del país, con la idea de hacer de este problema la excusa perfecta para una "intervención humanitaria" (?). Han montado todo un aparataje para magnificar cualquier hecho en la frontera y para aupar cualquier fisura que vaya contra la Revolución Bolivariana. Como dice Diosdado, la campaña ha sido por demás diabólica, al mejor estilo Hollywood para que muchos jóvenes abandonen a nuestro país. El tema migratorio copa en este momento la atención del imperio y sus lacayos de la región. Ahora hablan e insisten que el problema migratorio es un problema para toda la región. Se olvidan que Venezuela ha recibido más de seis millones de colombianos, peruanos y ecuatorianos, a los cuales le hemos dado todos los beneficios, sin que esto haya significado peligro alguno para nuestros vecinos. El empeño en este momento es el tema migratorio, que no lo negamos, pero que no está en las proporciones y caracterización que hace la ultraderecha y sus tarifadas ONG.
Allí está el peligro latente. La tramoya está a la vuelta de la esquina. Mosca con un falso positivo. Están esperando el momento "D" para dar el zarpazo bélico. El camarada Diosdado Cabello ha advertido insistentemente sobre las reales amenazas que se tejen sobre Venezuela. Es elocuente la reflexión y alerta de nuestro embajador camarada Samuel Moncada: "…La amenaza militar de la Portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, los comentarios de Rubio anoche, la gira de Mattis por la región, los movimientos militares de Brasil. Temer señalando que Venezuela rompe la armonía regional, el canciller de Colombia anunciando en la ONU que el impacto migratorio en salud y educación ya es también un impacto en su seguridad, los ejercicios miliares en Colombia, las declaraciones de Almagro pidiendo mayores sanciones contra Venezuela, el desconocimiento del PNM, las amenazas de corte de ventas petroleras de EEUU a Venezuela, la declaración de incapacidad para pagar deudas de Brasil a Venezuela, etc. Todo nos dice que no se trata de una resolución sobre migrantes sino de la declaración de un "casus belli" contra Venezuela… Hay que decir en todas las agencias OEA, en todos los foros multilaterales y a todos los Estados de la OEA lo que estarían apoyando deliberada o inadvertidamente. Se trata de una acción de fuerza contra Venezuela. No de una resolución sobre migrantes y la OEA es la plataforma de la agresión".
EL PELIGRO ES LATENTE.
El imperio se desespera. Toda la narrativa está dada sobre la tesis de la mal llamada "crisis humanitaria", que como sabemos en la diplomática tiene una connotación injerencista. A nivel internacional, a pesar del cipayismo de muchos gobernantes, los pueblos despiertan y saben perfectamente lo que ocurre en la República Bolivariana de Venezuela. Saben que los EEUU lo que quiere son nuestras riquezas naturales y aplastar la dignidad del pueblo venezolano. El imperio sabe perfectamente que la tortilla se le está volteando y cientos de compatriotas están volviendo a su tierra, a raíz del plan VUELTA A LA PATRIA anunciado por el presidente Maduro. El imperio sabe que el programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica ha comenzado con buen pie, y no pueden darse el lujo que salgamos airosos de la guerra económica que ellos propiciaron. La oligarquía colombiana sabe que le colocaremos a precio internacional la gasolina que por años se robaban. Se les acabó el negocio del siglo a las mafias y contrabandistas de la vecina Colombia. Precisamente desde Colombia puede venir la provocación. La oligarquía de ese país odia a Venezuela. Esto es histórico. El conocido periodista José Vicente Rangel en su reciente trabajo: ¿Atacará Colombia? luego de hacer un acertado análisis sobre la forma como se ha ido preparando militarmente ese país y estando preparado de manera solapada para intentar una aventura, nos dice a manera de advertencia: "Por las palabras y las armas que posee el poder oligárquico colombiano es que hay que juzgar sus decisiones. Porque de que trama algo lo trama. No hay duda. Por eso la importancia de estar alertas, de fortalecer la alianza Pueblo-Fanb, de rodear a la institución castrense y prepararnos para hacer frente a cualquier eventualidad. El viejo dicho militar de qué guerra avisada no mata soldado está plenamente vigente". Alerta máxima. El imperio es capaz de todo. De un narco estado como el colombiano se puede esperar cualquier siniestra aventura. Unidad nacional contra los promotores de guerras e invasiones.