Socialismo y comunismo

Así como el Imperialismo, es la etapa superior del capitalismo; el comunismo es la etapa superior del socialismo. Según mi criterio, decir que tal o cual país es comunista, es un error, pues ningún país del mundo ha logrado superar el socialismo.

Comúnmente oímos decir, ese es un país comunista, pero esa afirmación, según mi criterio es totalmente falsa; lo más correcto sería decir ese país esta en la vía hacia el comunismo. Lograr el comunismo es casi una utopía. Vivir como hermanos, todos iguales, sin envida, odios y rencor, sin egoísmo de ninguna naturaleza, vivir todos felices. La suma de felicidad posible. Es la existencia del paraíso en la tierra, según, los cristianos. Pasaran muchísimos años para que esto ocurra, pero hay que seguir luchando para lograrlo.

Decíamos en artículos anteriores, que el socialismo extraía toda su fuerza de la edad de oro de la prehistoria, del derecho natural, del cristianismo primitivo, de la idea de Humanidad y de la ética social. Desde Marx es la doctrina política del proletariado revolucionario, que tiene por móvil desarrollar todas las tendencias materiales e intelectuales del cuerpo social, las cuales laboran en el sentido de la socialización de las fuerzas productivas. Antes de Marx el socialismo era una vaga esperanza, un sueño piadoso. Desde Marx se ha convertido en el método de acción y el objetivo final de la clase obrera, que lucha hacia su emancipación social.

En el siglo doce antes de Cristo, penetraron en Canaán los hebreos, hordas nómadas que venían del norte de Arabia y del este de Egipto. Después de largas luchas rompieron la resistencia de los cananeos, quienes les llevaban mucha ventaja, desde el punto de vista cultural, y se apoderaron de su país. Los barbaros victoriosos se lo repartieron por suerte entre sus tribus y familias. Les era totalmente desconocida la propiedad privada del suelo. Las tribus consideraban los territorios repartidos como propiedad colectiva, y las familias consideraban su parte una hacienda perteneciente a la tribu.

Los intelectuales judíos, como Filón y Flavio Josefo familiarizados con la filosofía griega, y en general con toda la vida intelectual de los romanos, hablan de la comunidad de bienes como símbolo de la virtud. Josefo considera a Caín, asesino de su hermano, el fundador de la propiedad privada del suelo.

En Grecia las tribus dóricas, jónicas y eolias, llegadas del Norte, se apoderaron del Sur de la Península de Los Balcanes y luego se hicieron célebres en la historia con el nombre de Helenos, o griegos, se organizaron según el parentesco de sangre. Al correr del tiempo se distinguieron muy particularmente entre ellos, por sus acciones militares o por su actividad filosófica, artística y política. Los espartanos y los atenienses ocupan un puesto considerable en los anales del socialismo.

Entre los dorios se mantuvo mucho más firme y más largo que entre los jonios el recuerdo de la igualdad primitiva.

El primer legislador a quien la tradición atribuye la obra de la revolución comunista es Licurgo, según se dice. Se trata de una figura legendaria, como la de Moises entre los hebreos.

En la época que se creó en Esparta un estado comunista, en Atenas dominaba la nobleza. Por medio de la usura consiguió expropiar a los campesinos poco a poco. Entre la nobleza se reclutaban, por otra parte, los sacerdotes y los jueces. Bajo la amenaza de una sublevación popular, en el año 594 antes de Cristo. La nobleza encargó a Solón, bien conocido como amigo del pueblo, que "estableciera la paz entre la nobleza y el pueblo, y a este fin adoptara todas las medidas legales necesarias". La reforma de Solón no satisfizo ni a la nobleza ni al pueblo. Para una era demasiado revolucionaria y para la otra no lo bastante. Tras largos disturbios interiores y exteriores, fue instaurada la igualdad política (la democracia).

Platón no era partidario de la democracia, aristócrata intelectual. Sus principales obras sociológicas son: La República y las leyes. Tan deseable es la instauración del comunismo integral".

En el estado ideal, dice Platón, han de ser comunes las mujeres y los hombres, lo mismo que toda la educación y toda la actividad en general, tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz". Este régimen pondrá fin a la división en clases antagónicas: "La comunidad de alegría y dolor liga entre sí a los hombres. Por el contrario, lo divide la individualización de tales sentimientos".

En resumen: Cuando alguien se le ocurrió decir, esto es mío, de allí nace la propiedad privada.

 



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Raúl Ramirez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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