Según lo que revela el Newyork Times, un grupo de militares venezolanos, se vienen reuniendo con el gobierno de EEUU con el fin de pedir apoyo para un golpe en contra de Nicolás Maduro; dichas reuniones se vienen realizando en una embajada de un país europeo, con el consentimiento de ese gobierno: primero con Barack Obama y luego con Donald Trump, quien viene afirmando que ¨No se descarta una intervención militar en Venezuela¨.
Las fechas para el golpe fueron varias, continúa diciendo este periódico: Una fue cuando las protestas antigubernamentales de marzo a agosto del 2017, otra de las fechas fue marzo de 2018. La idea era sacar a Maduro del poder, para instalar un gobierno de transición, mientras se convocaba a elecciones generales, pero al fijarse la fecha para los comicios presidenciales,se pospuso, después que se filtrara ese plan, debido a la detención de varios militares. Se intentó una nueva fecha, el 20 de mayo, el día de las elecciones ; en las que el Consejo Nacional Electoral, proclamó la victoria de Nicolás Maduro para un segundo período. Dice el mismo periódico, que el propio Presidente denunció que habían sido detenido varios oficiales, a quienes acusó de conspirar en contra del Gobierno, con el apoyo de Santos y de los EEUU, con Donald Trump a la cabeza.
Esas declaraciones del presidente Maduro, se corresponden con la realidad ; si fueron detenidos algunos militares, que estuvieron involucrados en varios delitos, conspiración, terrorismo y traición a la Patria y se le están respetando todos sus derechos , como lo establece nuestra Constitución y leyes de la República.
Hemos visto en aporrea y en otros medios de comunicación, artículos escritos por militares traidores y que han cometido muchos delitos. En algunos mienten descaradamente , dicen medias verdades o falsean la realidad, sumándose así a la campaña mediática desplegada por la oposición, para desacreditar al ejército venezolano; no es la primera vez que lo hacen, lo han hecho en múltiples ocasiones, y después los llaman para que los acompañen.
Pero los militares de hoy no son los de antes, los de la cuarta república, que estaban divididos
y obedecían órdenes de EEUU, y hasta una oficina tenían en Miraflores. Vino mi Comandante Chávez y mandó a parar. Los militares de hoy están concientes de lo que están haciendo; son dignos herederos de nuestros libertadores.
Recordemos, el mensaje que nos inculcan en los cuarteles y en la Escuela Militar, para crear odio en contra de los civiles. La peor ofensa que podíamos recibir era compararnos con un civil , era como mentarle la madre a uno. Había toda clase de vicios, una corrupción galopante, recuerdo todavía una canción que entonaban , cuando teníamos salida los fines de semana: ¨Somos los militares, los que más nos divertimos y cuando vamos de farra muchas hembras conseguimos, son los billetes de cien en cien los que reinan en nuestros bolsillos y la botella de ron, ron, ron la que reinan en nuestros corazones¨. Había hasta discriminación racial, el ser negro era un impedimento para ingresar a la Escuela Militar, nunca llegué a ver un negro y no nos permitían viajar en autobuses, sino en carros libres, ni vestirnos de civil.
A los militares de esa época, los entrenaban en la Escuela de las Américas que funcionaba en Panamá, los boinas verdes de EEUU, que llamaban ¨Cazadores¨, cazadores de hombres y les enseñaban todo tipo de torturas, era la época de la lucha armada en Venezuela.
Los gobiernos de Betancourt, Leoni, Caldera, Lusinchi, Luis Herrera y Carlos Andrés Pérez, utilizaron a los militares para reprimir al pueblo. Prueba de ello es el Caracazo (el 27 de febrero de 1992) donde el ejército de Carlos Andrés Pérez asesinó a más de cinco mil personas.
Al llegar los adecos al poder, después de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, incorporaron y ascendieron a todos los militares adecos y otros que se opusieron al régimen. Dichos militares constituyeron una cúpula privilegiada y corrupta. Los ascensos se otorgan por conveniencia política y hasta las amantes de los presidentes tenían injerencia en los mismos.
Durante la quinta república y con el ascenso de Chávez al poder, cambió totalmente el panorama de la Fuerza Armada. Se humanizó y se civilizó de tal manera, que el pueblo ve con admiración y simpatía al uniformado. Chávez logró romper la barrera que existía entre el mundo civil y militar, incorporando a éste último en labores sociales de interés público. El Plan Bolívar 2000. El Plan Robinson, Misión Ribas, Misión Sucre, Barrio Adentro, los Mercal etc. son un ejemplo de ello. A través de estos planes, el militar se identifica con el pueblo y lo ayuda en las diferentes tareas que le toca desarrollar. Esto se ha logrado , gracias a la condición de civil y militar que tenía el Jefe de Estado.
A los pocos militares, que están descontentos en el ejército, por cualquier circunstancia, le recordamos y le decimos que se vean en el espejo de lo que les ocurrió a cientos de militares, que se alzaron en contra del Presidente Hugo Chávez, perdieron su carrera, los utilizaron y luego los desechan como los preservativos que utilizan los hombres y que a propósito se parece mucho al nombre que lleva uno de esos militares denunciantes.
A mí nadie me va a caer a mentiras, sobre el ejército venezolano, pues conocí la fuerzas Armadas vieja y conozco la FANB fundada por el Comandante Chávez.
Ingrese en el ejército en el año 1956, antes de que él naciera, participé en la toma de la Escuela Básica para derrocar a Pérez Jiménez, que fue un niño de pecho en comparación de lo que hicieron los partidos de la IV república. Después pedí la baja.
Estudié Derecho, donde conocí a muchos dirigentes de izquierda, tanto del MiR como de PCV. Cuando se divide AD y surge el MIR, que arrastró a toda la juventud de AD, incluyendo a jóvenes cuyos padres eran dirigentes de la vieja guardia, como el Chema Zaher, Romulo Enrique etc. Allí conocí a Julio Escalona, el Negro Gómez, Juan Pablo Soteldo, el Ronco Moisés Moleiro, al Mocho Soto Rojas, camarada y hermano, a Jorge Rodríguez (camarada y gran amígo). El macho Pérez Marcano, El Picure etc. Me inscribí en el MIR y fuí uno de sus dirigentes, de la Juventud.
Luego, cuando se inicia la guerra de guerillas, me incorporé al Frente Guerrillero Antonio José de Sucre en la retaguardia. Era un trabajo muy difícil, porque en las ciudades era que se concentraba todo el poder represivo del Gobierno. Estuve preso en el Campo Antiguerrillero de Cocoyar y de allí me pasaron al SIFA, bajo las órdenes del Presidente Raúl Leoni, que era primo hermano de mi madre, que era Adeca como toda mi familia. Ella me salvó la vida pues me iban a matar. Estuve detenido en la misma celda de Fabricio Ojeda, a quién asesinaron vilmente, pues esa celda estaba vigilada las 24 horas del día y no había posibilidades de hacer nada. Un cubano, creo que era Posada Carriles (el comisario Basilio). Me dijo: Catire en esta celda es que se ahorcan los revolucionarios, tú te has salvado hasta ahora porque tienes un hada protectora, que es tu madre. Me sacaron posteriormente al exterior y estuve exiliado en Costa Rica.
Después me acogí a la política de pacificación, en el Gobierno de Rafael Caldera. La izquierda, después de la derrota de la lucha armada, se dividió en varios pedazos y como siempre vino Hugo Chávez y logró unir todas las tendencias. Chávez, siempre Chávez. El patriota, el Bolivariano, el demócrata, el revolucionario, el Socialista, el antiimperialista, el defensor de los pobres.
Luego me inscribí en el MVR y ahora en el PSUV, y respaldando ahora al hijo de Chávez Nicolás Maduro. Con mis ochenta años acuesta y con problemas graves de salud, sigo luchando por los mismos ideales que nos legó Bolívar, el Comandante Chávez, Marx, católico defendiendo la teología de la Liberación.
Me disculpan por relatar parte de mi trayectoria como revolucionario, pues era necesario debido a los ataques que he recibido últimamente a través de mi correo.