Los ideólogos de la derecha continental y sus serviles admiradores criollos, no saben qué decir ante la alianza estratégica entre la China Popular y el Gobierno Bolivariano Presidido por Nicolás Maduro.
Y es que nuevamente el Presidente Obrero, en una magistral jugada de Estadista, los derroto en sus aspiraciones por derrocarlo por mandato de una provocada crisis económica inducida, que desde 2014 padecemos todos los Venezolanos.
Ellos, la burguesía internacional, sus lacayos lambiscones y los arribista igualados de la mal llamada clase media, media media y media baja, media nada, inconsciente y enajenados, que de arrogancia y supremacía tienen llena sus vidas, se quedaron con las gana de destruir a la Revolución, ante el claro mensaje que el Presidente Obrero les impronta en sus carcomidas almas, el cual les derrumba sus tesis malévolas, y le certifica que Venezuela no está sola en esta lucha contra las ambiciones del Imperio Norte Americano y goza de suficiente prestigio y credibilidad para ganar el apoyos de las naciones libres del Planeta.
Sin embargo los obstinados oposicionistas como no dan pie con bola, y no tienen nada que decir, acuden al ridículo relato del "derroche presidencial", escandalizando con un video donde el Primer Mandatario y su Compaña aparecen comiendo en un Prestigioso Restaurant en Estambul, seguramente si el Presidente no hubiese aceptado la invitación, y se come un shawarma en la zona turística de esa linda ciudad, dirían entonces que el presidente se pone en riesgo en las calles porque "la crisis económica provocada por su gobierno" no le permite unos viáticos decentes para comer en mejores condiciones.
Le guste a la oposición o no, el Presidente es un alto dignatario y eso lo tiene muy claro los Gobierno del mundo. No vera Ud., a un Presidente de ninguna nación del planeta por pobre que esta sea, en una taguara o comiendo perros calientes en las calles de alguna ciudad. Es más, que el Presidente sea agasajado, invitado, brindado, en un restaurant de lujo, es dentro de la lógica protocolar inherente a su alta investidura, considerado normal.
Ojala, algún día, contemos con una oposición seria que si bien combata y se oponga a la revolución, entienda que debe proponer y sostener planteamientos firmes, dentro del marco jurídico y social que se plantea en el orden institucional del Estado Bolivariano y deje a un lado, los relatos inútiles que no aportan nada.
Es imperativo, la sensatez, ya basta de ignorancia, fake news, post verdades, plus mentiras, no sigan escandalizando para acallar la razón, la cordura y lucha por la Paz que nos ha tocado dar en este siglo XXI.