Breve Carta a Tarek William Saab

Esto será breve pues tengo poca carga en la batería del celular y no hay electricidad en la aldea donde vivo, medito, oro , leo y escribo... 
 
No te voy, esta vez, a decir querido hermano, ni Tarecito ni apreciado poeta, porque me consta que lo eres; tampoco Señor Fiscal, porque quienes me conocen pensarían que me mofo de ti y jamás me he burlado o he intentado humillar a algún poeta, salvo en dos ocasiones en que me tocó combatir con mi palabra bestiales ataques manipulados por intrigantes de poca monta, y tales huellas ya están recogidas en las memorias que ahora me ocupan. Te llamaré AMIGO, porque aún lo siento y sólo tú tienes la potestad de negar ese nexo entre nosotros, aunque ya te fuiste de mi Whatsap, la última vez que utilizamos este instrumento. Fue una lucha verbal, llena de afecto y poesía, lloramos mucho Tarek, tú y yo lloramos, también Duglas, no tu hermano, también poeta, sino el Comandante, tu primer comandante, pues nunca has negado tu militancia en Tercer Camino, el cual, por cierto, el improvisado jefe que sucedió a Duglas Bravo, en tus AMBICIONES políticas, confundía con la Tercera Vía, de Tony Blair... Recuerdo todo Tarek, todo... Chivacoa, Mérida... tu hiperkinética pasión por la poesía y la revolución, tu mirada limpia, tu alegre juventud, creo que no alcanzabas los dieciocho años cuando con la anuencia del Chino, Alvarito Montero y yo te subimos a tu primer recital y desde allí fuiste el Benjamín de todos nosotros. Me provoca hablarte de Freud y Lacan, de Ezra Pound e Isidore Ducasse, de Rimbaud y Verlaine, pero no me da la batería, y se me acabó la mortadela del último Clap y no sé que voy a desayunar... Esa noche última tú estabas en Europa con tu bella compañera, yo en esta ermita, sin un trago ni de miche, lloramos mucho Tarek, como ahora lloro por el asesinato de Fernando, y por tu destino poético. Te pedíamos que te unieras a Luisa, los dos votos de Uds. eran decisivos para acabar con esta tiranía, tú te ofendiste porque no podías traicionar a la revolución... Hermano poeta, a Mayakosky (¿?) no lo mató un tiro en la boca, lo mató el estalinismo y nuestro drama es peor que el de Rusia. El Chino dice en un poema "la revolución no vendrá por nosotros / pero tampoco sin nosotros". Tarecito, sálvate ... "la poesía no perdona... "El pueblo tampoco... Di la verdad: lo mataron... Di la verdad... Lo que dicen de la plata no importa si es cierto o no.. Sálvate como poeta, como Villon, como Alvaro Mutis...Sálvate...
 
Compra dos botellas de vino, yo no tengo con qué, envíame una a mi y te tomas otra tú, nos llamamos y seguimos llorando, un abrazo.. Qué honor le harías a nuestros poetas muertos, y a nuestro pueblo si dijeras la verdad, misión para la cual Dios nos dio el don de la palabra...No te pegues un tiro en la boca... Di la verdad... Se me acabó esta verga...
 

 



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Tito Núñez Silva


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