Numerosos testimonios y denuncias dan cuenta de una práctica, sistemática, que viene ocurriendo en los puntos de control y alcabalas de Táchira, Apure y Barinas que amenaza los niveles de confianza necesarios para garantizar el éxito del Petro y el Turismo entre quienes vienen a invertir, participar y cooperar en la recuperación económica de Venezuela, derrumbando el bloqueo imperial. El hecho es que, según relatan y evidencian con videos y fotos, funcionarios destacados en las carreteras que unen los Andes con los Llanos, despojan de forma intransigente, ilegal e irrespetuosa, a migrantes y turistas de las divisas con las cuales vienen al territorio venezolano. Si fuera el caso que el ordenamiento jurídico o planes operativos vigentes, penalizaran la circulación de otras divisas en manos de particulares, es urgente legislar desde la ANC para que la actuación de nuestros funcionarios no contradiga, ni obstruya el avance de la revolución financiera y productiva que está en marcha, fundamentalmente la confianza en el Petro y la recuperación del Turismo como actividad productiva.
Según las víctimas de estos procedimientos contradictorios, en el trayecto de Táchira a Barinas, son obligados a mostrar todas sus pertenencias, especialmente monedas y billetes. En la Pedrera y Sabaneta existen cubículos y personal femenino que requisa a las damas hasta en sus partes íntimas para buscar dólares, euros o pesos, como si esto fuera prioridad en el POV del Área de Seguridad. Muchos migrantes que regresan a la patria con el fruto de su trabajo y la esperanza de adquirir tratamientos vitales para sus familiares, se indignan al ver cómo los funcionarios les obligan a entregar los ahorros en los cuales estaba la salud y la vida de sus seres queridos. El drama también tiene su carga objetiva y descarnada: cuando las autoridades venezolanas están promoviendo el Petro como alternativa financiera y se impulsa el Turismo como motor económico, resulta brutal satanizar y confiscar las divisas a quienes vienen a invertirlas en nuestro suelo. Mientras los grandes traficantes de drogas, asociados a la DEA y la CIA, mueven sus enormes capitales en transacciones virtuales, los humildes migrantes venezolanos que regresan con "un puñado de dólares", fruto de su sacrifico, llevan más palo que "El Duro del Cine" en el famoso western.
Es impostergable instruir desde el Alto Mando Político y Militar, disposiciones que le garanticen a migrantes, turistas e inversionistas, el uso de sus divisas en nuestra economía, mientras les facilitamos el canje de sus billeteras a Petros. Considerando que estamos consolidando el más importante Criptoactivo del mundo, la gestión del circulante multinacional debe ser adaptada a los desafíos actuales, robusteciendo la lucha contra los enormes volúmenes de dólares del narcotráfico, que navega en digital. El Petro nos obliga a gestionar de forma inteligente el flujo de remesas, ahorros migrantes y gastos de los turistas. Podríamos comenzar por las órdenes operativas y anuncios (de neón incluso) en terminales aéreos, alcabalas y puntos de control, garantizándole a migrantes, turistas e inversionistas, el uso de sus divisas convertibles en Petros.
Como Pueblo, en perfecta unión cívico militar con su FANB y junto al Presidente Nicolás Maduro, hemos resistido y estamos venciendo una de las guerras más especializadas y complejas desarrolladas por el Pentágono. Nuestro aguante y victoria radica en la Moral y capacidad de maniobrar sin pragmatismos; comprendiendo las complejidades y desafíos y éste es uno determinante: la eficiencia y confianza del Petro como Criptoactivo del futuro.