Nueva lista de precios que no se respeta por falta de leyes fuertes, tenemos todos los poderes para meter por el redil a quienes se burlan persistentemente del pueblo y lo que trae es desesperanza porque se vuelve a caer en lo mismo. Se hacen los análisis de costos, se fijan precios y luego al acordarse en cómo debe desenvolverse el mercado bajo ese esquema, ocurre que no cumplen ni la primera letra de lo firmado.
Una lista de precios sin el acompañamiento de las medidas que garanticen el cumplimiento de los precios acordados, seguirá siendo una burla de los empresarios hacia el gobierno y el pueblo; y éste seguirá opinando que hace falta un gobierno de mano dura, que haga respetar las leyes.
Poner mano dura no significa que se estén violentando Derechos Humanos, por el contrario es hacer que se respeten esos derechos que tienen todos los ciudadanos de este país a vivir con una calidad y nivel de vida que le den la máxima felicidad posible, parafraseando al Libertador Simón Bolívar.
La lenidad ha sido el causante de que todos los que comercian con productos de primera necesidad hagan lo que les dé la gana porque nadie le pone la "cascabel al gato". Si señores, esa es la triste realidad. Si no se hacen las leyes que den escarmiento a los especuladores, éstos seguirán haciendo de las suyas y como siempre sacándole los aumentos de sueldos y salarios al pendejo, que por mejores intenciones con que se dan esas ayudas a los trabajadores y trabajadoras, no hay el acompañamiento legal y se vuelve a caer en el circulo vicioso de caminar y regresar al lugar de origen.
La inflación no la aguanta nadie. Ayer 01 kg de pollo estaba en 1.300,00. Hoy, un día después de publicada la nueva lista de precios, sigue costando lo mismo y no se encuentra ya en las neveras y cavas refrigeradoras de los establecimientos comerciales de ese rubro. La carne hoy esta a Bs.S 1.450,00 a pesar de que están tomados los mataderos y se sabe a quién se le está despachando la carne para que la expenda al pueblo, cualquiera sea su condición social. El problema ya no es la guerra económica, que es una realidad del tamaño de un templo, pero el mayor escollo que tiene la revolución es que no le dicen la verdad al Presidente Nicolás Maduro, porque los que están a cargo de ver si se cumplen los precios acordados no van a los mercados, supermercados, abastos y a todo establecimiento de comercio que venden alimentos.
Siguen los especuladores multiplicando la lista de precios acordados por tres (3) y un poco más, afectando al núcleo familiar, que desesperadamente busca donde poder comprar sus alimentos, pero se encuentra con la triste realidad que todo sigue igual que hace una semana, con el agravante de que esconden los productos que han sido sometidos a una regulación acordada. Es el colmo que 01 kg de alas de pollo cueste lo mismo que un kg. de muslo o de pechuga. ¿En dónde está quien debe ponerle atención a esa distorsión del mercado?
Para que tengamos un ejemplo de que significa gobernar con el apoyo de las leyes, por allá en el año 1996, cuando Cuba estaba saliendo del periodo especial y el bloqueo era muy fuerte porque creían los imperialistas que con ello caería el gobierno del Comandante y Primer Ministro, Fidel Castro Rus, se tomó la medida de meter 10 años presos a quienes comerciaban a la libre con dólares, y se pudo comprobar a posteriori que esa medida surtió su efecto al estabilizar la moneda cubana. En Venezuela pasa lo contrario, se van haciendo grandes capitales, debilitando al que menos tiene, dolarizando la economía, que siempre estuvo dolarizada porque todos los planes de la nación se hacían de acuerdo al precio referencial de esa divisa.
Lo que pasa en esta oportunidad es que el mercado negro de divisas, les coloca los precios de acuerdo a como se les ocurre el día de hoy, mañana o tres días después. Le colocan el valor que mejor les parece, pero lo que se tiene que hacer es dirigir la inteligencia y contrainteligencia a combatir y buscar a los delincuentes de Cuello Blanco" que especulan con el dólar y afectan drásticamente la economía y con ello propenden a que el gobierno se vea afectado en todas las buenas intenciones y programas sociales que aplica, que se hacen insuficientes para poder tener un poder adquisitivo que le dé un respiro y la esperanza que todo puede volver a su cauce normal. Si no hay leyes fuertes y que se apliquen, entonces estamos destinando al fracaso todas las medidas que se tomen.
Los gringos están claros, que inundando al país con los dólares inorgánicos y aquellos provenientes del lavado de capitales producto de la corrupción y la droga, hacen daño a la economía, con la posibilidad de crear un cataclismo que afecte las bases que sostienen a la Revolución Bolivariana y el esfuerzo por construir el Socialismo del Siglo XXI.
Como se dice en criollo "un grito a tiempo" puede servir para ganar una pelea, y en eso anda el pueblo venezolano, gritando a todo pulmón para que se le dé a tiempo respuesta a este problema, antes de que sea demasiado tarde. Un ejemplo de lo que se dice es que con el aumento de la gasolina se iban a resolver los problemas del contrabando de extracción, aunado el problema de la escasez del gas domestico, pero parece que las mafias enquistadas siguen sacando la gasolina sin que haya impedimento alguno. Si hay un secuestro de la autoridad, el pueblo está para que junto a sus líderes naturales, el Presidente del gobierno revolucionario, el Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, las autoridades del Psuv y las autoridades militares, entre otros, ayuden a que todo vuelva a la normalidad. No se puede soportar que las mafias sigan obstaculizando el progreso y bienestar que todo ciudadano quiere para su país.