Me harté de mi gobierno, hasta la coronilla

I

Leí que cuando uno se harta de algo surge la determinación de un cambio radical. Por experiencia propia sé que es así. Estuve sumergido en diversos estados que rayaban en lo máximo del desespero, con el fondo muy cerca. No había cabida para más, ni para insistir en atajos. El tope había llegado al nivel más alto, donde ya no hay más techo. Sólo quedaba la reacción y la decisión de tirar al basurero lo que había acumulado, desacertadamente, hasta ese momento, e iniciar un nuevo capítulo de mi vida, ya no había alternativa, o una mejor opción para seguir adelante. Había llegado al fondo. Y apareció el cambio. Hartarse es llegar al allegadero, y no queda otra que la acción revolucionaria. Me explico: una revolución es el derrumbe de lo viejo, y sobre los escombros edificar lo nuevo. Y eso sucede cuando uno está harto…

II

Pues, bien, sorpréndase o no yo asumo la responsabilidad en decir que me ¡harte!, de mi gobierno. Hablo de "mi gobierno, porque yo lo ayudé a elegir con mi voto. Hasta que llegó la evidencia de que todo el proceso heredado de Hugo Chávez se encamina hacia un profundo voladero, desde donde es muy difícil salir. "Me harté, hasta la coronilla", después de 20 años de vendernos un "revolución socialista", la que no se percibo desde ningún punto de vista. Usted, lector, busque con lupas esa "revolución socialista, bolivariana, antimperialista, y profundamente chavista", y no la verá ni en una sopa "magie". Ni siquiera en sueño. Es simplemente, un slogan publicitario que repiten, repiten y repiten, por el canal 8, sin efecto alguno, pues, ya no hay nadie, a estas alturas, que caiga en ese engaño. No tenemos una revolución, y mucho menos un estado socialista. Ese es mucho camisón pá Petra.

III

¿Por qué me harté de mi gobierno "revolucionario"? Porque me harte de la corrupción. Los ladrones han saqueado a la Nación, siguen saqueándola, y la saquearán en los años venideros. ¿Por qué esa saqueadora? Porque esos ministros, presidentes de empresas púbicas, Alcaldes Gobernadores, y los arrimados, a esos no les importa el país. En primer lugar, porque no son revolucionarios, y en segundo lugar, porque están es por llenarse los bolsillos. Y sobre todo porque Maduro no puede con la múcura, por lo cual no ejerce el poder que le dimos. Cada quien hace lo que le da la gana. Con el respeto que se merece el presidente, pero una verdad, verdadera, es que se burlan de sus instrucciones, de sus órdenes. Comenzando por sus colaboradores que no le paran bolas. Un ejemplo palpable: la entrega de los CLAP cada quince días…

IV

Sigamos con los por qué… ¿Por qué me harté de mi gobierno, veamos: Me harté de la inmensa corrupción campante, de la impunidad y de la negligencia de los altos funcionarios que, descaradamente y sin tapujos, forman parte del festín. Mientras tanto, el presidente Nicolás Maduro Moros, a quien nadie puede señalar de corrupto, ha sido permisivo con su poca o nula acción para cortar esas prácticas perversas, desde la raíz, con medidas drásticas. Cárcel o destierro. Pero no pasó nada. En este bello país nunca pasa nada. La nueva corrupción no nació en el gobierno de Maduro. Nació en la presidencia de Hugo Chávez. O dicho con más propiedad, la vieja nació, en los mismos orígenes de la conquista independentista. Más tarde, con el correr de los años, dado la aparición del petróleo, y los cambios de gobierno, se sembró en la cultura venezolana y se esparció, como un flagelo, en los tiempos de los tiempos. Y pasó de gobierno en gobierno, hasta llegar al "revolucionario", donde, dicho sea de paso, se pasó de maraca, y obra abiertamente ante los ojos de todos, gobierno y pueblo, sin que nadie haga algo. Roban y se van a Europa o los Estados Unidos a gozar una bola, con una "Boloña" dentro de los bolsillos, haciéndole un gran daño a Venezuela.

V

Sigo con el llantén. Me harté de tanto rojo, rojito ladrón. Son esos bachaquitos que están enchufados en el gobierno y no los sacan ni con C4. Andan de un lado a otro, por mandato de Maduro. De cargo en cargo, haciendo y deshaciendo. Hablando y hablando pendejada. Repiten y repiten las mismas frases trilladas disque "revolucionarias". Son ladrones, ineficientes y profundamente mediocres. Son, además unos burócratas de pacotillas, pero burócratas al fin. Me harté de muchos gobernadores que lo que están pendiente es de le reelección para seguir llenándose los bolsillos. En esa honda andan los Alcaldes. Mientras tanto los estados están llenos de problemas de toda índole: basura por toneladas en las calles y avenidas, escasez de agua, fallas eléctricas a cada momento, auge delincuencial en todas las modalidades. Calles y avenidas oscuras, en fin, un caos.

VI

Me harté hasta la coronilla del discurso de Nicolás Maduro sobre su política económica. ¿Cuántas políticas han implementado en seis años que llega con el timón en la mano? Perdí la cuenta. Pero voy a hablar de lo último. Está calientico su discurso, después de cumplirse 100 días de la entrada en vigencia de la reconversión monetaria, como un elemento esencial para lo que llamó el "Plan de recuperación económica, desarrollo y prosperidad.". En efecto, se lanzó tremenda perorata. Como siempre se refirió a la ya cansona guerra económica y sus consecuencias en la economía nacional. Señaló algunas verdades, pero también se le salieron algunas mentiras. Ejemplo: ¿Cómo es eso señor presidente, que, según usted, en los primeros 45 días todo marcho de maravilla con los precios acordados? Mentira, presidente. Alguien de su equipo le metro gato por liebre. Desde el mismo día en que se publicó ese famoso acuerdo, desde ese día los empresarios y comerciantes empezaron a inflaar los precios, haciendo trizas los 1800 Bs.S.

VII

Me harté en oír, desde Miraflores, que el pueblo tenía poder adquisitivo para adquirir los productos alimenticios, y de otra naturaleza. Y que se avecinaba las mejores navidades de la historia de Venezuela. Mentira, señor presidente, mentira. Esos dineritos se los trago la inflación, y fueron a para en los bolsillos de los comerciantes. Ahora, recientemente, después de los 100 días de la reconversión monetaria, usted decreta que el Petro tiene un valor de 9 Bs.S. Y que por lo tanto los trabajadores, pensionados y jubilados ganaran, desde el primero de diciembre, 4.500 Bs.S. Es decir medio Petro. Buena la intención, pero ¿sabía usted, señor presidente Maduro, que ya ese salario mínimo se hizo agua? En un párrafo que viene digo el por qué.

¿Y qué de las cajas CLAP? Repetidamente el presidente ha dicho que "desde ahora en adelante los CLAP llegarán a los hogares cada 15 días. Mentira, tremenda mentira. Llegan, si acaso, cada dos meses, por lo menos. Las cajas ClAP, de la carne y perniles, junto a otros productos para las hallacas, les llegaría a todos los venezolanos y venezolanas. ¿Quién se come esa coba? A la hora de redactar este artículo, por lo menos en Puerto Ordaz, lo que rueda es pura bola acerca de la llegada de las famosas cajas para los trabajadores de las empresas básicas y de la Corporación Venezolana de Guayana. Puro rumor, puras bolas. Puro cuento. Puro desorden…

VIII

Me harte del engaño que proviene del mismísimo Miraflores, el centro de poder de Venezuela. Ese ajuste del salario mínimo a 4.500 Bs.S, están convirtiendo en agua, y no bendita. Porque a algún susudo de su gobierno, señor presidente Maduro, se le ocurrió publicar en Gaceta Oficial una lista de producto "acordados" con los empresarios. Sabe qué, señor Presidente, ese listado debería llamarse "precios acordados a favor de los comerciantes". ¿Por qué lo digo? Con una perla basta. El paquete de harina precocida de 20 bolivares, la llevaron a 152 soberanos. ¿Usted sabe eso? El pan, la margarina, la mantequilla, el aceite, el atún, el arroz, las caraotas negras, y pare usted de contar, tienen precios por encima de un 200 por ciento, mínimo. Escandalosamente, la harina precosida se elevó en un 750 por ciento. ¿A quién beneficia ese precio? Nada más y nada menos que al señor Lorenzo Mendoza, entre otros grandes cacaos, así como a los pequeños roedores. Y para completar, como una gran cosota, anuncia el ministro del Trabajo que la cesta tiket será de 450 Bs.S. ¿Ese dinero no sirve ni para comprar un litro de aceite.

IX

Señor presidente Nicolás Maduro, oigo muchos ruidos. Se habla de las condiciones para esto o para aquello. Pero debo aceptar que usted es un hombre de suerte. O por lo menos hasta ahora lo acompañado la suerte. ¿Hasta cuándo le durará? No lo sé. No soy brujo. Pero una cosa si le digo: el abuso de su gobierno puede hacer que reviente la soga. No estoy exagerando nada. Absolutamente nada. He oído a chavistas de toda la vida, a comunistas de toda la vida, decir que el legado de Hugo Chávez está al borde del precipicio. A usted lo tienten cercado. Ese grupo de ladrones, disfrazados de rojos, rojitos, lo mantienen engañado. O usted se deja engañar a conciencia. No lo sé. Pero lo que sí sé es que un estallido social podría estar en puertas, y explotar en sus propias narices. Ojalá que o suceda, pero el abuso contra el pueblo ha sido descomunal, y la soga está por reventar….

X

Lamentable te, me harté de mi gobierno. Ese mismo gobierno que yo he apoyado en cada votación y en otros aspectos. Ya no creo en lo que dicen, como loros, ni en lo que ofrecen. Estoy listo para defender a mi Patria si es invadida por los zamuros que esperan que el cadáver de la "revolución" esté descompuesto para caerles en cambote. Estoy listo, a pesar de mis 81 años y mi cuerpo quebrantado, para defender mis principios y a mi Patria fúsil en mano, como deber ser la actitud de un verdadero revolucionario. Pero, con mucho dolor no me queda más opción que aceptar que, lamentablemente, mi gobierno no da para más. Puro gamelote. Puro engaño. Pura improvisación. Puros ensayos. Y así señores, no se hace una revolución. Con culillo no se doblega a los hambradores comerciantes. Con miedo no se le gana a la burguesía y a sus andamiajes. Se ganan elecciones, pero se pierde en el manejo de la economía. Y, ya, para mí, resulta cansón lo de echarle la culpa de todos nuestros males a la guerra económica y al dólar criminal. He oído a Gobernadores y Alcaldes decir que el problema de la basura, de la escasez de agua, de los apagones de Corpolec, y de tantos problemas internos, echarle la culpa a Trump. Por favor, aterricen… ¡Se cansa uno!

UN COLETAZO:

Me harte de que el señor presidente me exhorte a horrar de mis pensiones en Petro y en lingotes de oro. ¿En qué país vivirá? Esos dineritos que recibo, y que reciben todos los pensionados y jubilados, no alcanza para comprar los medicamentes para nuestras enfermedades. Y si queda algo no alcanza para comprar un paquete de harina precocidad, un paquete de espagueti, o un paquete de café. Y ahora, como una gracia del otro mundo, anuncia el ministro del trabajo que la "cesta tiket", o bono de alimentación, se ubica en 450 Bs.S. ¿Saben los señores del gobierno en cuanto están vendiendo un kilo de carne?, en más de 2000 Soberanos. ¿Saben los sesudos y eficientes ministros de la economía como está el costo de la vida en el mundo del bachaqueo? No saben porque ellos no compran en esos lugares… Las malas lenguas dicen que existe muchos vuelos de aviones privados que van y vienen de Colombia full comida… No sé, a mí que me registren. Pero de que vuelan, vuelan.

OTRO COLETAZO:

Estoy harto de ver lo que pasa en PDVSA. Esta empresa n levanta cabeza. Lo que está pasando en PDVSA es grave. Según datos de la OPEP la producción de petróleo va palo abajo. El señor presidente Maduro, en uno de esos actos televisivos, dijo que la meta, en un primer jalón, era elevar la producción en un millón de barriles de petrolero diarios. Pero la cosa no marcha bien. La "gallina de los huevos de oro" en vez de avanzar, retrocede. Le recomiendo al presidente Maduro que haga como lo que anunció Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en México. Como PEMEX produce menos de lo que el gobierno de Peña Nieto dijo, AMLO ha hecho un llamado a los ingenieros y técnicos, incluyendo a jubilados, para que se incorporen a la empresa para elevar la producción. Claro está que usted no puede llamar a los ladrones y golpistas que están fuera, pero hay hombres y mujeres, valiosos y valiosas que pueden ayudarlo en esta tremenda encrucijada. No tenga miedo.

COLETAZO FINAL: Presidente Maduro, le deseo lo mejor de lo mejor para el 2019. Deseo que se trasforme en un presidente nuevo. Que se convierta en un titán para enfrentar los problemas que se le vienen encima después del 10 de enero. Cambie a todos, toditos, a ese equipo ministerial. Reduzca ese enjambre de hombres y mujeres que lo que hacen es chupar y chupar del presupuesto, y no hacen un carajo por el país. (Hay sus excepciones, como Aristóbulo Izturis, entre otros pocos, muy pocos). Solo hablan y hablan pendejadas frente a una cámara de televisión. Y, por Dios, enfrente sin miedo alguno a los empresarios y comerciantes. Usted tiene el poder político, pero ellos tienen el poder económico, y ese poder pesar un mundo, y por eso no le paran a sus políticas. Hacen lo que les da la gana porque se sienten fuertes y apoyados, y sin un gobierno que les ponga un parado. Usted tiene el poder. Por favor, ejérzalo para que le dé la vuelta a la tortilla, de otra manera el legado de Hugo Chávez se puede perder ante la aparición de un Bolsonaro… Me voy de cuento: hace poco mi esposa fue a una carnicería y preguntó en cuento estaba el kilo de carne, y el expendedor le dijo: "A dos mil setecientos"…. "Cómoooo", grito mi mujer. "Ese no es el precio acordado por el gobierno y los empresarios". "Mire señora, Maduro manda en Miraflores, nosotros mandamos aquí". Para muestra allí está el botón… ¡Se cansa uno!
















 



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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

 teofilo_santaella@yahoo.com

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