Un amigo, con perfil y vocación de cura, que le faltó discutir la tesis para hacerse cura, me envió este martes 11-D un archivo que resultó ser una canción con letra y música de Pedro Contreras. No tuve la posibilidad de conocer el título de la canción, pero por la letra, puedo suponer o calcular, que título debe ser: Se Acabó la Bovera o Zaraza acabó con la bovera.
La letra cuenta un poco pero muy bien, la batalla de Úrica. Este 5-D, este evento cumplió 218 años. Resalta la letra, el empeño de Zaraza de resolver el problema Boves. Ese empeño lo concentró en un grito: Hoy se rompe la Zaraza (su espada) o se acaba la bovera.
Casualmente mientras oía la canción, revisaba mensajes que llegaban a mi teléfono. La celebración por la victoria era unánime. La evaluación sólo sobresalía el espejo 2000 y 2005. Con una evaluación así, uno llega a calcular que la aspiración y las metas son dejar las cosas tal y como están. Ganar elecciones con abstención que se justifican con boberas para luego caer en la rutina.
Supongo que Pedro Conteras, cuando compuso esta canción, su inspiración la centro en un punto. Cómo se dejó la bovera de Boves y cómo este acabar con la bobera tuvo su repercusión en alcance del objetivo supremo. No le pasó por la mente a Pedro Contreras, que 218 después, estaríamos frente a una bobera. Una bobera de bobería, pero bobera al fin. Aquel grito: “Se rompe la zaraza o se acaba la bovera” estaba referido a erradicar la ilusión de Boves y eso pasaba por sacar Boves del problema. Teníamos un Pedro Zaraza, un Manuel Cedeño y un Ribas a la cabeza.
Zaraza al romper la bovera con su espada, introduce o da un cambio estratégico o muy significativo en la guerra. Se incorporan a ella, los patas en el suelo y esto abre otras posibilidades en la guerra. El Negro Primero, es uno de esos valores que se involucra y le imprime a esta lucha un signó. Acabar con la bovera de Boves, tuvo pues, un gran sentido y fue una extraordinaria oportunidad para alcanzar la independencia. Socialmente, Úrica es un hito.
Esta que estamos viendo y viviendo desde hace unos años, es una bobera de otro tipo. Así puede verse por la segunda “b” y superarla, implica un esfuerzo mayúsculo. Esta es una bobera con cierta utilidad para unos pocos. Es posible una reencarnación de Boves. Hay Boves por ahí regados y muchos que compran estas ilusiones de victorias contundentes, son parte del universo que mantiene esta bobera.
Unos de los mensajes que leí (de los tantos) fue el de la protectora de Anzoátegui, que no sé si nos protege a nosotros o protege a los bachaqueros y especuladores. Yo cada día, subo un escalón en la escalera de la pobreza y los bachaqueros dándonos duro.
Decía esta protectora: “Esta es una victoria contundente en todo el país… ahora a brindarle las soluciones y las respuestas al pueblo”. Pasó por alto la protectora, el alcance que una cámara municipal tiene o sus competencias. Hacer o plantear un cosa así, es refuerzo dado a esta bobera. Es regar y abonar para que esta bobera florezca.
Si dejaran la bobera, ahora mismo los que sufren de este síndrome, estarían reclamando y exigiendo la renuncia masiva de toda la dirección política del PSUV. Por este fracaso contundente y por todos los fracasos vistos desde que Chávez se fue. Todos los aparaticos del PSUV (CLP, UBCH, Patrullas, 1x10) están vacíos o casi vacíos. Hay que romper esta bobera.
Este 27% participación no tiene como causa las elecciones del 2000 y 2005. Esta abstención buena, no tiene en los eventos electorales de esos años su explicación o toda su explicación. Nos sugieren una abstención buena y casi que nos explican, que esta abstención tiene como causa natural las elecciones del 2000 y 2005. Esta abstención, según se lee entre líneas, es porque en el 2000 y el 2005 hubo una abstención parecida.
No pidan participación cuando no le han dado tregua a la imposición. No jueguen con el chantaje que si no votamos, cae la revolución. Ella esta caída desde hace unos años, aunque Maduro esté en el gobierno. Una y otra cosa no es lo mismo.
Sigue la bobera. No hay Zaraza. A diferencia de la canción, en la cual la espada de Zaraza rompe y resuelve la bovera de Boves; hoy no hay Zaraza y la otra bobería continua su curso.
