Terminamos un calendario, cambiamos la fecha y se nos caen las desilusiones de un año vivido en la esperanza por alcanzar el equilibrio entre la vida cruel y humana; y; los sueños hedónicos y maravillosos por un socialismo que aún está en construcción.
Hoy volvemos a tomar la bocanada de aires del año muerto próximo pasado, y exhalamos nuestros mejores augurios por los Tiempos que se repite y se reacomoda entre pitos y matracas; en el WhatsApp, el twitter y el Facebook, en la llamada inesperada y el texto ilógico y tierno que nos embriaga y brinda un breve instante en la felicidad.
Caído el ultimo cohete, luego de la doceava campanada, gritan feliz años, desde Kiribati en Australia consecutivamente, hasta las islas de Samoa Americana; pero el capitalismo y sus pobrezas permanecen inalterablemente indolente, salvo por los pequeños respiros de pueblos que se están dando la oportunidad de construir su propia historia.
Los hombres vestidos de trueno y las mujeres de relámpagos, marcaran el rumbo de la noche nueva a su encuentro con el cadáver de la vieja, repetidos y sin descansos en sus desafueros, dirán: ¡Feliz Año!, no faltaran las lágrimas por el ya no está y las evocaciones por una nueva vida.
Seguramente por ese prismático, ambicioso e incensario visor de la buena nueva, el patético hegemónico socio cultural imponga, su Dios bonito y vengador, para que los pobres nos inventemos una risa y entre la desdicha más desbocada, soñemos, con un viaje por el mundo, la riqueza fácil y la buena fortuna como propósito y deseo en cada año que pasa y muere.
Así, el instintos impertinentes de grosera supremacía de los autodenominados más aptos, al decorar los medios de comunicación que le sirven en el posicionamiento de sus falsas, a pesar del desprecio que siente por las mayorías obviadas del mundo, re-imponen más allá del infinito, sus verdades instantáneas, como praxiología de la existencia civilizada que se transfigura en éxito al alcance de todos.
Por eso es que la Revolución molesta al Gran Señor y a sus Sirvientes Lacayos. Ella es atemporal, continua, reveladora. Con ella, se identifica la ideología frívola y vacía, con ella de desequilibran las maromas incoherentes con la vida y sus disfraces de bondad.
He allí la diferencia, mientras la tragicómica clase media embrutecida, tributa en pro de la permanencia de sus captores en poder, los revolucionarios seguimos despejando el horizonte, mostrando verdades y combatiendo en todos los terrenos posibles, al depredador de sueños.
Por ello seguiremos exaltando nuestra labor de ateos que por normal asumimos la praxis de un Dios justo y verdadero a los fines de la existencia de todo lo sublime.
Terminamos un periodo, 2018, y amanecemos en un nuevo año, más viejos, más osados, más sabios. No estamos solos; Nicaragua resiste, México revive, Cuba alcanza 60 años de dignidad y nosotros, los Bolivarianos, Revolucionarios y Chavista, nos plantamos frente al monstruo supremacista del Norte Imperial y le decimos: No pasaras, no nos derrocaras, pues nuestra fuerza es la Paz.
El 10E, la derecha sub-continental volverá a fracasar, se los aseguro. Nicolás Maduro será nuevamente jurado como Presidente, y ellos, la ultra derecha delincuente, sin oficio, delirantes, petulantes por afición, se diluirán en el estercolero de sus derruidas vidas truncadas, sus ambiciones insatisfechas, sus resabios burgueses y la certeza de que jamás serán aceptados por los verdaderos dueños de sus tristes presencias.
Feliz años a las dignas y dignos revolucionarios, sigamos juntos luchando y construyendo, aquí nadie se rinde y la patria sigue, lucha y sigue.
Feliz años para ustedes también, ex camaradas, ex profesores, ex compatriotas, opositores todos. La dialéctica nos iguala y nos separa. Nada es inmutable, ni definitivamente absoluto, vengan al debate cuando la sensatez los posea.