"Y el que su tierra no adora
Tiene espíritu prestado
Por duro que sea su cuero
Con la llovizna se afloja"
Juan El Colorado, el que cantó con Zamora… Alí Primera
La revolución es cosa para valientes. . Para ser revolucionario o revolucionaria hay que tener coraje, valentía, dignidad, madurez política, arrojo, sensibilidad social, un corazón valiente, pero sobre todo un amor a su patria, a su tierra, para estar dispuesto a morir por ella, si es necesario.
El momento actual es crucial para la supervivencia del proceso revolucionario bolivariano. La guerra de quinta generación a que está sometido el país, las erráticas políticas que el gobierno del Presidente Maduro ha tomado para superar las amenazas a la que está sometida la revolución socialista, las debilidades que ha demostrado para corregir las fallas del gobierno en cuanto al enfrentamiento a los empresarios tracaleros, a los corruptos, al gobierno militar que persiste en sus actos de corrupción, tracaleria, despotismo, la incapacidad para gerenciar por parte de gran parte de funcionarios públicos…y un montón de etcétera…
El imperio y la derecha internacional amenazan con una intervención militar que reinstale el modelo cuartorepublicano, el punto fijismo que gobernó a Venezuela desde el año 58 hasta el 98 cuando fueron derrotados electoralmente por el Cte. Chávez, pretendiendo volver a la práctica de la rapiña y expoliación de nuestras riquezas y de la exclusión, explotación de los trabajadores, sectarismo, represión…
Ya los E.U. ha logrado acuerdos con gobiernos lacayos para que encabecen el proceso interventor, la invasión, estableciendo acuerdos estratégicos para el apoyo militar, y con organismos internacionales para el apoyo político y económico de dicha intervención.
Internamente las cosas no les están del todo fácil pues no hay una oposición organizada que sea capaz de asumir el protagonismo efectivo, de ser la punta de lanza interna que organice las huestes de la derecha y canalice el descontento popular que ha generado el gobierno del Pte. Maduro durante el pasado año , especialmente los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, durante los cuales ha decepcionado a miles de sus simpatizantes y seguidores y hoy adoptan una actitud de decepción, de crítica, de inmovilismo, tal como se demostró en las elecciones de diciembre para elegir concejales y en los días de navidad donde su reincidencia con el tema de los perniles, el incumplimiento con los regalos navideños, la total ausencia del gas doméstico, la falta de agua potable en las comunidades, el aumento desmedido de los artículos de primera necesidad, transporte público, falta de efectivo, apagones, caída del internet, inoperatividad de la banca pública, empañaron las fiestas navideñas.
Pero hay un dato muy importante que destacar. Es la posición cómplice de muchos de aquellos que presumían de revolucionario haciendo lobby con la derecha, con las instituciones cuartarepublicanas (sindicatos, fedecamaras, clero, CTV, medios de la derecha, funcionarios policiales de los gobiernos de la derecha) replicando las noticias de los medios internacionales en su campaña de descredito contra la revolución bolivariana, mintiendo y sembrando terror. Muchos de aquellos que ocuparon posiciones de gobierno durante el gobierno de Chávez, que fueron opacos en sus ejecutorias gubernamentales, involucrados en prácticas de corrupción, ineptos e incapaces, ahora son voceros de la derecha intentando convencer al pueblo de su talante revolucionario.
Pronto los veremos en la misma práctica de aquellos que traicionaron a Allende, delatando, torturando, asesinando a sus antiguos camaradas, o los "sapos" que delataron a sus compañeros de armas durante la lucha armada venezolana, al fin y al cabo ellos no quieren a nadie sino sólo la riqueza material, al "billullo" y a los dollares, tal como lo han demostrado aquellos que prefirieron huir para el "norte", negociar con la Oficina de Tesoro Norteamericano y el FBI para evitar ser condenados, o para Europa, escondidos para no ser detenidos por el imperio o deportados para Venezuela.
Al fin y al cabo, ellos están conscientes que su prontuario les impide compartir las verdaderas luchas revolucionarias del pueblo, ni compartir el hambre del pueblo pues prefieren vivir con su "barriga llena", disfrutar de sus comodidades y no ensuciarse con el polvo de las barriadas, la tierra de las barricadas, el olor de la sangre, el ruido de los disparos, el dolor de las heridas, de las quemadas.
Estos "ídolos" de pies de barro, olor a excretas pasarán a la historia de Venezuela como los farsantes que pretendieron derrotar al proceso revolucionario bolivariano tratando de engañar al pueblo para desviarlo de la verdadera causa revolucionaria, y esto se entiende pues al fin y al cabo ello nunca han sido del pueblo. La historia los condenará.
Mientras, el pueblo enfrentará cualquier intento de invasión militar, superará el bloqueo a que está sometido, derrotará cualquier intento de "guarimba" o "golpe militar" contra el gobierno legítimamente del Presidente Maduro, vencerá los ejércitos invasores entre ellos al de Colombia y Brasil, detendrá las pretenciones del Grupo de Lima en socavar la auronomía política de nuestro país, expulsará las tropas de los E.U., consolidará sus territorios y reafirmará su soberanía y convicción revolucionaria.
Igualmente derrotará la corrupción, sacudirá a la quinta columna de los cargos gubernamentales y cargos públicos, enrumbará el proceso revolucionario hacia puerto seguro, expulsará a los funcionarios maulas, obligará al gobierno a tomar medidas acertadas para construir la revolución socialista y trascenderá las fronteras latinoamericanas para liberar al mundo de las cadenas de la explotación, desigualdad, exclusión y miseria. Será constructor de su propia historia reafirmando que "sólo el pueblo salva al pueblo".
Y la piel de los ídolos de pies de barro, de los tránsfugas, de los aleves, será aflojada por la tormenta revolucionaria sus pies convertida en fango, en detritus y sus historias de vida en la tragedia vergonzosa de aquellos que prefirieron la deshora histórica a la honra revolucionaria de haber sido partícipes en la reafirmación del pueblo revolucionario como sujeto histórico, autor de su propia existencia.
La lucha es larga. Organicemonos de inmediato.