El título de la canción que interpreta Julio Iglesias "Tropecé de nuevo y con la misma piedra" expresa la conseja popular que dice que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Forma parte de la sabiduría popular.
Entre las medidas de emergencia económica, la más trascendente lo constituye el aumento del salario mínimo de 4.500 BsS a 18.000 BsS.
Todo el mundo esperaba el aumento. La mayoría de las personas con temor dado que es costumbre que después de un aumento del salario mínimo, inmediatamente se inicia un aumento desmedido de los artículos de primera necesidad, transporte, servicios, etc.
Pero que el aumento del salario mínimo haya sido en una proporción del 300% constituye un atentado para la economía de los hogares venezolanos.
Veamos por qué.
En primer lugar no todos los venezolanos tienen trabajo, ni disfrutan de pensión por lo tanto no devengarán dicho aumento. Segundo, tendrán las pequeñas empresas, pequeños negocios la capacidad de pago a sus trabajadores de tal aumento. ¿Habrá calculado el equipo asesor del Presidente Maduro la cantidad de pequeñas empresas, negocios que quebrarán debido a la imposibilidad de cancelar dicho salario y con ello evadir el decreto de inamovilidad laboral?
Lo más trágico de esa medida es que ya se ha iniciado una espiral inflacionaria que supera el 1000% en los precios de los artículos de consumo diario.
Al Presidente le ha dicho casi todo el mundo que para hacer aumentos del salario mínimo se debe aprobar previamente un decreto de regulación de precios y de oferta de productos pues de inmediato se traslada, en forma irracional, al precio de los bienes de consumo y de servicios. Pero el Presidente se empeña en hacer caso omiso a tal recomendación y continúa con su política disfuncional de precios acordados, la cual ha sido una burla para la población pues los acuerdos a los que ha llegado jamás han sido respetados por los empresarios ni los comerciantes.
Y sigue el Presidente tropezando con la misma piedra. Pero la cosa se viene convirtiendo en una olla de presión a punto de estallar. El tropezón puede producir colas.
La cosa es más seria de lo que se piensa.
