En Venezuela desde el 5 de marzo de 2013, se hizo famosa la frase el morral de Chávez, deriva de una anécdota contada por su hermano, Adán Chávez en ese doloroso momento que fue la partida de nuestro líder. Al contar esa anécdota su voz se quebró y dijo: Aquí voy con tu morral, ese morral de Chávez iba repleto de luchas, de compromiso, de constancia, de rebeldía, de sueños, de amor patrio, de humanismo, de humidad, de metas, de paz, de logros, pero sobre todo de libertad y soberanía, desde ese momento, nuestra última convocatoria a cuerpo presente con el comandante. Cada uno de nosotros, patriotas de verdad, que amamos este país, nos montamos ese morral al hombro, ese es legado de nuestro comandante, la herencia que nos dejó, fue lo que nos inculcó desde que comenzó a patear las catacumbas del pueblo, amar la patria y a luchar por ella, nos pidió que nos defendiéramos en todos los patios posibles, porque él sabía que seríamos atacados por todos los costados. Desde su asunción al poder, él fue el primer blanco de los ataques. Pero siempre salía airoso porque tenía un pueblo que lo respaldó siempre, por eso la célebre frase de: Yo, ya no soy yo. Yo, soy un pueblo. Y tenía toda la razón Chávez cambio de plano, pero aquí sigue su pueblo, tal vez uno que otro ha cambiado de camino, y otros se han quitado el antifaz que durante años usaron, pero no han hecho mella en el proceso, sale uno y entran cuatro, lo podemos notar en cada elección, es por eso que nos ofende cuando nos quieren hacer creer, que Nicolás Maduro es ilegítimo, usurpador etc. Sólo porque dos partidos caprichosos no presentaron su candidatura, con el firme deseo de violentar nuevamente la Constitución y crear revuelo a nivel internacional. No son más importantes estos dos partidos de oposición, que los partidos también opositores que apoyaron a otros candidatos en las elecciones, y sus electores tienen el mismo derecho a votar por el candidato de su preferencia, como en efecto lo hicieron y en estos momentos no les están reconociendo su voto. Nosotros no permitiremos que nuestro voto sea invisibilizado, votamos por una opción y esa opción está asumiendo su segundo periodo constitucional. Así como lo dijo Eduardo Fernández conocido político copeyano de la IV, el que contesta el teléfono en Miraflores, ese es el presidente. Y allí contesta y contestará, hasta el 2025 el sucesor de Hugo Chávez así nos lo ordenó él, el 8 de diciembre de 2012 en su última alocución, éste sigue siendo el pueblo de Chávez, obedeciendo su mandato y cargando su morral, con la frente en alto. Ban Ki Moon reconoció en la ONU que se necesitaban más Chávez para cambiar el mundo. Y también reconoció que había marcado la diferencia no sólo en su país sino en el mundo entero. Y así es, él puso a Venezuela como estandarte por eso el motivo de los ataques a nuestro país. El bloqueo que hoy tenemos, no es culpa de Maduro, es culpa de Chávez que nos hizo rebeldes, indómitos, defensores de nuestros derechos, no nos enseñó a doblar la rodilla, sino a morir de pie de ser necesario.
Si Chávez estuviera en el poder, estuviéramos viviendo lo mismo, porque la guerra no es contra un hombre, es contra un sistema que atenta contra los intereses de las altas élites, que han mantenido de rodillas al más vulnerable y eso no nos lo perdonan, ser ejemplo de fortaleza en el mundo, es adverso a los intereses imperiales y sus cipayos .
Defender a Venezuela, su soberanía, sus riquezas, el futuro de nuestros hijos y ser leales al legado de Hugo Chávez es nuestro morral, el de Maduro pesa mucho más, y vaya que lo ha sabido llevar con valentía y fortaleza.
Lamentablemente en países como Colombia, Argentina, Honduras y otros, los líderes sociales no llevan un morral, llevan un ataúd a cuestas, pagan con su vida la osadía de ser rebeldes, y aunque estamos conscientes que cada país tiene sus propios problemas, a nivel social es lo mismo, desigualdad, esclavismo, burocracia, pobreza, indolencia y falta de oportunidades. ¿Cómo vamos a hacernos de la vista gorda? Si es nuestra misma causa. Las luchas por las reivindicaciones sociales de cada país son nuestras luchas, llevamos 20 años a pecho abierto, y muchos de los nuestros se han quedado en el camino, aunque la historia no data de hace 20 años, es sólo en estos momentos que un revolucionario tiene el poder. Porque en tiempos de la IV, aquí la rebeldía se pagaba con la muerte. Las calles de este país tienen la sangre de nuestros mártires y los políticos de la época las manos bien manchadas. Todos aquellos que murieron en la lucha a lo largo de nuestra historia, han sido nuestro ejemplo a seguir y en honor a ellos seguimos de pie.
Es por está razón que no aceptamos que los presidentes de estos países ataquen al nuestro, hablando de democracia y derechos humanos, cuando en sus narices en un país como Colombia matan un líder social por día, y un acuerdo de paz quedó en papel solamente, las personas siguen escapando de la inseguridad y la indefensión. En un país como Argentina la paz se perdió desde el mismo momento que Mauricio Macri asumió el poder, y en Honduras las caravanas de personas salen cada día, arriesgándolo todo, buscando las oportunidades que su país no le da. De la misma forma otro países cuyas condiciones no son mejores que la nuestras, la única diferencia es que tienen una alfombra asegurada en la Casa Blanca, y nosotros nos arropamos hasta donde nos alcance la cobija, pero es nuestra y únicamente nuestra.