El pasado 12 de enero se conmemoró el Día del Educador en Venezuela. Este acto surge como el reconocimiento que hizo el General Isaías Medina en el año 1932 a las luchas del magisterio venezolano contra la dictadura del General Gómez, por sus mejoras sociales y la calidad de la educación venezolana, entre otros objetivos. https://www.aporrea.org/educacion/a201188.html
Entre las razones esgrimidas por los valientes educadores de esa época estaba la lucha por la educación pública y gratuita, en contra de la educación privada que dominaba en la región y que amenazaba a la sociedad venezolana por el efecto de la economía capitalista moderna que surgía con la explotación petrolera y la dominación de los países cuyo basamento jurídico lo constituye la propiedad privada de los servicios y los recursos del país.
Durante la época de los años 70 y 80 se continúa la lucha de los educadores contra las pretensiones liberales de privatizar la educación, tanto la inicial, básica, media y diversificada y la universitaria a través de cambios en el diseño curricular, sistema de selección de aspirantes, politización de los educadores, pago de matrícula y la imposición de un modelo tecnocrático creando universidades privadas y colegios e institutos universitarios cuya estructura funcional respondía a la ideología y pragmática de las universidades norteamericanas y europeas que tenían como basamento filosófico y económico la propiedad privada, la división capitalista del trabajo, la tecnocracia como fin último de las instituciones y el estado.
Muchos de quienes escribimos por este medio participamos en las luchas llevadas a cabo en la década de los 60, 70, 80 y 90 contra la privatización de las universidades y contra el cierre de la UCV llevada a cabo por Caldera, enfrentándonos también al avance del clero que pretendía imponer la religión católica como visión religiosa dominante en el país.
Participamos también en la lucha contra los gobiernos títeres y dictatoriales de la Cuarta República que persiguieron no sólo a los maestros y profesores por sus luchas contra sus actos criminales, sangrientos, excluyentes, recordemos la persecución de unos 3.600 maestros y profesores que fueron destituidos, trasladados o desmejorados por razones políticas durante el gobierno de Rómulo Betancourt, la muerte de Alberto Lovera en el año 1965, así como el asesinato de cientos de estudiantes de las universidades públicas que enfrentaron las políticas de privatización de las universidades durante todo el período de la dictadura adeco-copeyana.
Y participamos protagónicamente en el diseño de la educación bolivariana a través de mesas de trabajo, jornadas, discusiones que se incluyeron en la Constituyente Educativa durante el primer año de gobierno del Comandante Chávez evento que se celebró a todo lo ancho del país, en los ámbitos locales, municipales, estadales, nacional y muchas de sus conclusiones fueron reflejadas en la Ley Orgánica de Educación.
Entre los principios que rigen la educación bolivariana está la inclusión, protagonismo, participación y de ahí se derivaron muchos artículos que permitieron garantizar la gratuidad de la enseñanza así como la inclusión a través de acciones destinadas a garantizarlos tales como eliminar el cobro de matrícula escolar, las escuelas bolivarianas, la garantía de estudio para niños en situación de calle, abandono familiar, con compromiso (problemas de aprendizaje y de salud), etc.
Se crearon numerosas instituciones educativas, escuelas técnicas y novedosas universidades tales como la Universidad del Deporte, Universidad Bolivariana de Venezuela, Universidad de la Seguridad, Universidad de las Artes, entre otras. Y lo más importante, se le dio prioridad a los valores patrios, sociales, familiares, sentido de pertenencia que habían desaparecido de las instituciones educativas a todos los niveles y sustituidos por el neoliberalismo, la economía de mercado, la transculturación.
Hoy observamos con preocupación que muchos de quienes ingresaron de las instituciones educativas, en especial aquellas que tienen como función preparar a los docentes del país, abominan de la educación venezolana. Critican sus principios, valores y estructura funcional y alaban y añoran el modelo educativo neoliberal, tecnocrático, excluyente. Se presentan como autores de su praxis personal presentándose como los "ilustrados". "genios", "catedráticos" "pipiriwebos", "cajas de machete", "master", "dotol" pero olvidan que son el resultado de la política incluyente del modelo educativo bolivariano que permitió el ingreso a personas con graves problemas de personalidad las cuales no aprovecharon la oportunidad que les brindó el estado venezolano pues siguen adoleciendo de una personalidad neurótica, disociada, egoísta, enferma. Alaban el modelo educativo de los países "desarrollados" aunque son incapaces de presentar propuestas que permitan el avance de nuestro país aspectos como la educación, cultura, economía.
Estamos claros que la educación venezolana presenta graves fallas tanto en el aspecto académico como en su dotación, función, estructura organizativa, aunado la falta de recursos para satisfacer sus necesidades y funcionamiento. Y más aún, ministros, autoridades, gerentes, funcionarios idóneos, con compromiso (los cuales han brillado por su ausencia salvo pocas excepciones) para garantizar un funcionamiento cónsono con sus objetivos y sueño del presidente Chávez quien entregó su vida si ver el logro de sus loables aspiraciones lo que ha ocasionado un grave retroceso en cuanto a políticas y práctica y logros educativos. Pero lejos de despotricar de la educación deberían revisar sus debilidades personales, sus mezquindades, vicios y poner en práctica lo que se les ofreció, se les brindó en las aulas, en los espacios académicos.
Hoy muchos que formamos parte de aquella legión de soñadores nos sentimos muy orgullosos de sentirnos venezolanos, haber sido producto de ese sistema que nos formó aún con todas sus carencias, de haber luchado por un futuro que se concretó y se seguirá concretando en la construcción de una sociedad justa, incluyente, protagónica, socialista y bolivariana y de haber sido docentes, de ser educadores y haber aportado nuestro granito de arena para la formación de nuestros jóvenes es decir, los constructores del futuro de nuestra patria. Y mantenemos el compromiso de seguir luchando contra la tecnocracia, el neoliberalismo, las políticas excluyentes de la derecha, así como también contra la burocracia, la ineficacia, la ineptitud de aquellos que ocupan cargos de importancia en el gobierno y el estado, para continuar con la gesta y aspiraciones del Comandante Chávez.
Feliz Día del Educador.