Rosales en su campaña electoral no solamente ha cometido garrafales errores gramaticales de todo tipo, sino que ha errado por demás y muy feo al repetir dichos muy conocidos cambiándoles palabras y sentidos, como "pedirle peras al horno" o "cantos de ballena", así como afirmar de manera reiterada que el país sólo produce menos de un millón doscientos mil barriles diarios de petróleo, cuando sabemos que sólo el Estado Zulia, del cual él ha sido gobernador por más de seis años, produce una cantidad mayor.
Ha dicho también que el pueblo venezolano ha sido sometido a las más injustas cargas impositivas, al punto de que Venezuela -lo ha asegurado en voz muy alta en más de una ocasión- tiene hoy por hoy uno de los impuestos al valor agregado (IVA) más alto el mundo, cuando ello es absolutamente falso si comparamos el nivel del 14% en que se encuentra situado ese impuesto a la fecha, con los vigentes en algunos países, entre los cuales menciono estos: Uruguay 23%; Colombia 16%; Argentina 21%; Perú 19%; Chile 19%; República Dominicana 16%; Italia 20%; Portugal 21%; Noruega: 24% Dinamarca 25%; Grecia 18%; Polonia 22%; México 15%; Canadá 15%; Inglaterra 17%; Suecia 25%; Alemania 16%; España 16% y Francia 19,6%.
Pero es que hay más. Ha dicho Rosales que eliminará ese impuesto a los alimentos de primera necesidad, cuando es del conocimiento general que aquellos que conforman la llamada cesta básica, así como las medicinas están exceptuados del pago de ese tributo desde hace mucho tiempo. También desconoce que el actual gobierno eliminó el impuesto a los activos empresariales y con ello una carga impositiva perversa y muy dañina que se prestaba a múltiples corruptelas.
¡Qué personaje tan especial es Rosales por lo mentiroso...! Y pensar que aspira a ser presidente de un país que ya no está dispuesto a que lo gobiernen incapaces que no tienen la menor idea de donde están parados...
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