Una Asamblea Nacional contraria al ideario de la Patria de Bolívar

El pueblo de Venezuela históricamente o desde la época de la colonia lo han querido someter, desde adentro y desde afuera. Nuestros antepasados aborígenes combatieron a muerte al asesino europeo que vino a arrebatarle su tierra y a someterlo a la esclavitud. En esos escenarios contrarios a la vida de nuestros indígenas, en ese devenir surgieron figuras revolucionarias combatientes para echar al opresor europeo de la Venezuela en la que su pueblo, en honor a la verdad estaba exento de toda culpa.

Surgieron hombres de la talla de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, José Félix Ribas, Francisco de Miranda, y cuatro hojas más de etcétera; del lado de las mujeres debemos subrayar que estas heroínas venezolanas son recordadas a través de la historia como emancipadoras e independentista de la patria, luchadoras que aún están envueltas en la Revolución Independentista.

Una de las primeras Combatientes es Hipólita mejor conocida como la "Negra Hipólita", quien cuando nació el Libertador Simón Bolívar ella fue su cuidadora, y se consideró como madre y padre de Bolívar, luego del fallecimiento de sus progenitores.

La "Negra Matea", compañera de juegos de Bolívar, encargada del cuido y entretenimiento del niño Simón. Por su parte, la indígena Apacuana, quien fue luchadora de la resistencia, hizo frente a las bestias españolas, y con su capacidad organizativa y estratégica libertó a las tierras de Súcuta, actualmente conocido como Valles del Tuy. En fin, tanto las mujeres como los hombres, en su mayoría, han sido signo de dignidad y combatientes contra el opresor, en nuestros días todavía persiste esa gran mayoría dándole continuidad a las páginas de la gloriosa historia del pueblo venezolano.

Igualmente, están los maestros que siguen siendo historia como Simón Rodríguez y Andrés Bello, por citar a estos inmortales universales entre otros tantos.

Es decir, ahí está el ejemplo histórico del heroísmo y sacrificio del antepasado de esta patria, precursores y forjadores de una patria libre y soberana. Desde la postrimería del siglo XV el pueblo venezolano ha venido luchando para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica que consolide la unión, los valores de libertad e independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la convivencia, por sobre todo el imperio de la ley.

Sin embargo, todavía persiste la traición, el entreguismo de la patria, y el llamado a los países imperialistas para echar al vacío una historia como ninguna otra en la humanidad. La historia de las mujeres y hombres que han venido luchando sin pausa para asegurar el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.

Una historia que a través del pensamiento de Bolívar ha promovido la cooperación pacífica entre las naciones que impulse y consolide la integración de NuestraAmérica en el marco del principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, en la que prevalezca la garantía universal de los derechos humanos.

Asimismo, está la pretensión, el anhelo, de un pueblo que busca la paz, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad.

La traición, justamente en nuestros días, de los apátridas se escucha a través del poder mediático artificio del capitalismo salvaje que como un ave de rapiña busca penetrar con sus garras a la nación venezolana. Estas sanguijuelas no han desaparecido de la historia de Venezuela. El día a día inocultable de la violencia y el crimen de estos gusanos así lo certifica.

Se trata de individuos fríos, asesinos y calculadores. Que la historia de la humanidad desde siempre los ha marcado. Y en el caso de Venezuela han buscado por todos los medios más viles y criminales --al margen de la paz y la justicia--, apoderarse de la patria de Bolívar.

Ahí está la Asamblea Nacional (AN) integrada por un nido de serpientes que ha conculcado flagrantemente la Constitución de la República de Venezuela (1999), colocándose por encima del imperio de la ley. Que desde el año 2016 está en desacato y continúa actuando al margen del Texto Fundamental.

Así su irrita actuación, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró la inconstitucionalidad por omisión de la AN al no haber dictado las medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de la Constitución, referidas al acatamiento de las decisiones decretadas por el Máximo Tribunal de la República, y en consecuencia anuló el acto parlamentario celebrado el 05 de enero de 2017, así como el acto celebrado el 09 de enero de 2017, en ocasión del nombramiento de la nueva Junta Directiva y todos los actos parlamentarios subsecuentes que se generaren por contrariar las órdenes de acatamiento a las sentencias del TSJ.

También el fallo del TSJ contempla que cualquier actuación de la AN y de cualquier órgano o individuo en contra de dicha sentencia será nula y carente de toda validez y eficacia jurídica, sin menoscabo de la responsabilidad a que hubiere lugar.

El decreto del TSJ

1) Que la Asamblea Nacional no tiene Junta Directiva válida, incurriendo la írrita Directiva elegida el 5 de enero de 2019 (al igual que las designadas inconstitucionalmente durante los años 2017 y 2018), en usurpación de autoridad, por lo cual todos sus actos son nulos de nulidad absoluta, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 138 constitucional.

Es claro, además, que este ejercicio írrito del Poder Público acarrea responsabilidad individual con motivo de la violación del Texto Constitucional.

2) La Sala Constitucional observa que, en fecha 15 de enero de 2019, la Asamblea Nacional en desacato y sin Junta Directiva válidamente designada y juramentada dictó cuatro (4) acuerdos.

Ahora bien, ya se precisaba en el dispositivo 10 del fallo N° 02/2017, que "cualquier actuación de la Asamblea Nacional y de cualquier órgano o individuo en contra de lo aquí decidido será nula y carente de toda validez y eficacia jurídica, sin menoscabo de la responsabilidad a que hubiere lugar".

Solo ello serviría como fundamento para declarar la nulidad absoluta de todos los actos parlamentarios. Sin embargo, es tal la gravedad del contenido de los mismos, que esta Sala Constitucional se encuentra en la obligación de señalar algunos de los vicios de inconstitucionalidad en el cual incurren:

3) En relación al acuerdo sobre la declaratoria de usurpación de la presidencia de la República; la Asamblea Nacional violenta los artículos 130, 131 y 132 de la Constitución, en particular el deber que tiene "toda persona" de cumplir y acatar esta Constitución, las leyes y los demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los órganos del Poder Público.

En efecto, desconocen al Poder Judicial al desacatar sus fallos, al Poder Electoral que realizó el proceso electoral en el cual fue elegido, proclamado y juramentado como Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela para el período 2019-2025, el ciudadano Nicolás Maduro Moros, al Poder Ejecutivo al desconocer la investidura de su titular y, la más grave, al titular de la soberanía, el pueblo, quien lo escogió en comicios transparentes, mediante el sufragio universal, directo y secreto.

Un acuerdo como el que se examina implica un acto de fuerza que pretende derogar el Texto Constitucional y todos los actos consecuentes del Poder Público Nacional; por lo cual esta Sala Constitucional se ve obligada a actuar de oficio en protección del Texto Fundamental, de conformidad con los artículos 266.1, 333, 334, 335 y 336, estos últimos del Título VIII (de la Protección de la Constitución).

Es por ello que decide, además, inaudito que se procure aplicar "analógicamente" las causales taxativamente contenidas en el artículo 233 de la Constitución a los fines de justificar la pretendida falta absoluta del Presidente de la República.

No puede agregarse a dichas causales, otra "acomodaticia" para, por vía de una pretendida ficción jurídica, determinar que en nuestro país no hubo elecciones el 20 de mayo de 2018, y que de las resultas de los comicios convocados por el Poder Constituyente y el Poder Electoral no se escogió un Jefe de Estado. Estos alegatos han sido tomados del fallo del TSJ.

En fin, este grupo que opera desde la AN es una especie de delincuencia organizada en alianza con los gobiernos imperiales que batutea el presidente (empresario) de EEUU, Donald Trump, como lo son el cartel de Lima, la desacreditada Unión Europea, la OTAN, es decir, toda una mafia de gobiernos e instituciones que bajo el ardid de una pretendida "ayuda humanitaria" no solo tienen como objetivo someter al glorioso pueblo venezolano, sino también apoderarse de sus recursos naturales. Esto no arroja dudas, pues es la historia la que corrobora la agresión criminal desmedida que existe hoy contra la Patria de Bolívar.

 



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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