¡Qué molleja! … Vos sabéis, que en esta Revolución bonita que está en pleno desarrollo, tanto en el la República Bolivariana de Venezuela, como en el Territorio Independiente del Zulia, los caraqueños y los maracuchos de nuestra querida patria, hemos aprendido manualidades de tanto organizar carpetas con etiqueticas para las instituciones bancarias, SAIME, SENIAT, y los Ministerios del Poder Popular Bolivarianos. Además, estas destrezas me ha llevado a que ahora elaboro mi propio champú, jabón de baño, repelente para zancudos, trampa para ratones y moscas, y hasta medicina para la tensión arterial y enfermedades comunes.
Debido a nuestra crítica situación país, actualmente somos más creativos, y en mi caso, puedo endulzar las cosas sin utilizar azúcar, frío sin aceite, me limpio el culo sin papel tóale y me cepillo los dientes sin pasta dental, ni agua.
He desarrollado Visión Rayos "X" mejor que la de Superman ya que al ver una bolsa de Supermercado o Farmatodo identifico rápidamente si lleva detergente, champú, aceite, mantequilla, azúcar, café, mayonesa, pañales o leche, y mi visión nocturna para alguien de otro país, es insospechadamente aguda, pues los apagones y la calima me han convertido en una especie de felino salvaje que es capaz de conducirse en absoluta oscuridad, gracias a la costumbre de vivir sin luz eléctrica. Mi oído se ha repotenciado inmensamente, y soy capaz de escuchar un motorizado a kilómetros de distancia y el murmullo del agua cuando llega a media noche al tanque, para proceder a llenar cuanta perola tengo en mi humilde hogar.
Soy un mollejuo Ninja criollo, ya que me escabullo y desaparezco imperceptiblemente de mis acreedores, luego de sacar los cobres de algún cajero automático que funcione. Me he convertido también en ecologista, pues lavo los platos, me baño y riego las matas con ½ totuma de agua, y como no consigo jabón no contamino los ríos. Ahora mi salud se fortalece, pues la ausencia y el alto costo de carne, huevos y pollo me ha hecho comer más vegetales verdes, que además no los lavo y los ingiero crudos porque no hay gas para el fogón, razón por la cual mantengo sus vitaminas y se crea defensas en mi organismo. No ingiero frituras pues aceite vegetal no hay, más nunca he tomado cerveza, ni café. La diabetes se aleja por la falta de azúcar. Asimismo, y como actividad aeróbica, subo y bajo 14 pisos por las escaleras ante la falta de electricidad y de repuestos para el destartalado ascensor del súper bloque donde habito.
Soy casi mejor piloto de Fórmula 1 que Michael Schumacher; esquivo un promedio de 22 rolitrancos de huecos por minuto, manejo de maravilla en vías y carreteras sin rayado, ni señales de tránsito y me mantengo vivo, no como Pastor Maldonado que PDVSA le pagaba millones de dólares por no clasificar y chocar. Asimismo, ahora no me preocupa que me roben o desvalijen el carro, pues ya no lo puedo usar por tener los cauchos lisos, sin batería y falta de repuestos, lo cual ha hecho que mire cada detalle del lugar donde vivo, cuando viajo guindando en las perreras o chirrincheras, porque autobuses no hay, y soporto apnea por horas al aguantar la respiración, por los malos olores, el calor y la humedad en el Metro. Además, he desarrollado músculos en mis piernas, por tanto caminar. Soy igual que Tamakún el "Vengador Errante", pues todos los días salgo a la calle dispuesto a combatir malandros, bachaqueros, pedigüeños, choros, colectivos, policías matraqueros, Guardias Nacionales, especuladores, buhoneros y tanto bicharracos con uña, criaturas callejeras, delincuentes, vagos y maleantes.
En fin, Ni Batman, ni Superman, ni Roñoquero & Mamblea, ni la Liga de la Justicia, aguantan 2 días aquí en la República Bolivariana de Venezuela o en el Territorio Independiente del Zulia, solamente puede sobrevivir el Superhéroe Venezolano.