A manera de introducción
Sí la humanidad y en especial los gobiernos no se pone de acuerdo para contener el proceso de autodestrucción de nuestra Madre Tierra, no habrá Dios que valga. Es un imperativo ineludible que el género humano aprenda que la naturaleza no es un coste económico que se puede destruir sin más miramientos que los beneficios que produce, al acrecentar los volúmenes del gran capital.
Somos parte de la naturaleza y a ella nos obligamos, por eso hay que preservarla contra todo riesgo que conlleve su destrucción, y por sobretodo, debemos amarla como la única forma de garantizarle toda forma de vida, ante la amenaza del depredador sistema capitalista que gradual y progresivamente está arrastrando a la humanidad hacia su exterminio total, como apreciaremos en las subsiguientes líneas.
La máxima de Tucídes "los fuertes hacen lo que quieren y los débiles sufren como es menester", desglosa un significativo corolario que se subsume en que todo Estado poderoso descansa en especialistas en aduladores cuya tarea es mostrar que lo que hacen los fuertes es meritorio y justo, mientras lo que padece quien está en una posición de minusvalía, ser débil, es justo.
"La historia son las mentiras con las que estamos de acuerdo", apuntó Voltaire. La historia se conjuga en pasado, la memoria es transhistórica, no se detiene en el tiempo, la memoria es la respuesta para romper el silencio impuesto. Aunque a decir verdad somos sujetos de la historia, desde el pasado más remotos hasta nuestros días, y justamente esa historia nos permite abrir los ojos para proyectar el futuro.
El contexto y la integración de la historia están sujeta a numerosos especialistas que suele llamársele intelectuales y, con excepción, cumplen su jornada con destreza y habilidades doctas en los que desborda su superioridad moral y ética, a pesar de las aberraciones y disparatadas posturas en sus alegatos. Apariencias que desdicen de los contenidos y los hechos que marcan la historia. Sus orígenes se remontan a tiempos inmemoriales sobre los que existen registros. Son especialista en falsear los hechos y la historia.
En esta investigación que presentamos, nuestra postura es distinta, pues se enmarca en hechos históricos verificables sobrellevados por investigaciones científicas según sea el tema, todo esto dentro del contexto de un desarrollo armónico e integrador que le permita al lector hacer sus propias conjeturas y juicios, bajo la premisa –repetimos-- de datos reseñado por historiadores, científicos, analistas, bibliografías, y tantas otras referencias por su estilo, soportados bajo una información veraz y objetiva, en nuestra condición de periodista.
En ese sentido, pretendemos hacer un enfoque que permita comprender el futuro de la economía global y del sistema del libre mercado, lo cual incluye como base vital y fundamental el accidente de los ecosistemas o de autodestrucción que ha llevado el afán de lucro hacia una fase terminal el aludido neoliberalismo. Se trata de un acercamiento a las crudas realidades que están frente a nosotros y que hoy enfrentamos ante la amenazante conclusión de toda forma de vida en el planeta Tierra debido al inobjetable calentamiento global, un fenómeno natural generado por la especie humana y sobre el cual la humanidad no está preparada.
Alentados por este compromiso hemos elaborado este material aportando lo mejor de los temas sobre la materia los cuales son tratados en esta investigación periodística con independencia de su destino.
Como quiera que es nuestro criterio existe un ultimátum letal contra toda forma de vida en nuestra Madre Tierra nos hemos dedicado a identificar las amenazas que acechan a la humanidad debido a las acciones criminales del sistema capitalista y lo obstáculos con que cuenta para su eventual continuación como sistema invivible y, paradójicamente, a expensa de la vida en la Tierra.
Asimismo, pretendemos modestamente y dentro de nuestras limitaciones, sugerir estrategias, medidas concretas y cambios de orientación en el modelo capitalista, destinados a aumentar al máximo las probabilidades de que prevalezca objetivamente la anhelada mayor suma de felicidad en la humanidad, sin exclusiones.
Todas estas sugerencias enmarcadas en esta introducción a desplegar en este compromiso serán desarrolladas sin dogmas, prescindiendo en lo posible de sentimentalismo, prejuicios e ideas preconcebidas que obscurezcan la investigación.
Deseamos que este estudio a la luz de nuestra formación académica y origen cultural sea idóneo para la comprensión acerca de la devastadora situación que hoy enfrentamos a raíz del calentamiento global, por lo que esta investigación que sometemos a su sano juicio para el análisis debería llamarnos la atención si es que deseamos mantener al frágil sistema ecológico que envuelve al planeta Tierra ante la amenazadora situación en que viven los pueblos del mundo debido a la vorágine del capitalismo y al cambio climático.
Parte I
Escenarios
La paz es una utopía al igual que la justicia. Para que haya justicia debe existir la paz, pero ni lo uno ni lo otro coexisten, al menos ese es el testimonio de la historia. Lo que sí es un hecho objetivo, real e irrefutable, que la propia historia lo corrobora, es la guerra, como la paradoja de la anhelada paz.
Haciendo historia, justamente una de las representaciones más antiguas de lo que parece un conflicto prehistórico se encuentra en el arte levantino, patrimonio de la humanidad decretado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como la Cueva del Civil del barranco de la Valltorta, en Tírig, o en el Abric de les Dogues, en Ares del Maestre (Castellón), que muestra a arqueros enfrentándose. Pinturas Rupestres La Valltorta, Patrimonio de la Humanidad. Para los pobladores del final del paleolítico y del neolítico la Valltorta constituía un magnífico lugar de caza. En los abrigos de sus paredes se encuentra un impresionante conjunto de pinturas rupestres del llamado arte levantino declaradas Patrimonio de la Humanidad. Las pinturas del barranco de la Gasulla (Ares del Maestre) y del barranco dels Covarjos (Benassal) completan este paisaje cuyos valores naturales y culturales le han convertido en centro de un Parque Cultural. El Museo de la Valltorta (Tírig) facilita mediante exposiciones y visitas una mejor comprensión de este legado cultural.
Albocásser atesora una gran riqueza arqueológica, que tiene uno de sus principales referentes en las pinturas rupestres del Barranco de la Valltorta, exponente del Arte Rupestre Levantino, elevado al rango de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El turista puede disfrutar de estas pinturas gracias a las salas de exposiciones y visitas guiadas del Museo de la Valltorta.
Las tierras valencianas (España) estuvieron habitadas desde tiempos remotísimos, tal y como evidencian los numerosos yacimientos arqueológicos repartidos por su geografía. Se denomina "Arte Levantino" a las pictografías extendidas por el este de la Península Ibérica
Luego, la guerra al parecer y según los testimonios forma parte de la cultura de la humanidad. Las sociedades veneran a sus guerreros, les dedican monumentos y nombres de calles, entre otras nomenclaturas por el estilo. Los textos literarios más remotos, el Antiguo Testamento, el poema de Gilgamesh y, sobre todo, la Ilíada, hablan de combates y de hazañas bélicas.
La guerra es tan antigua como nuestra especie, antes de que hubiese propiedades y territorios que defender, ya existían conflictos. "Los neolíticos no inventaron la guerra. Los cazadores recolectores del Paleolítico o del Mesolítico ya combatían", afirman investigadores. En consecuencia la historia de la guerra se inicia con la escritura, pero no podemos olvidar la prehistoria. Pues bien, vayamos a nuestro maltrecho presente belicoso.
Otro hecho cierto sobre las guerras es que la población civil que incluye niños, niñas y adolecentes, mujeres y hombre, abuelos y abuelas impotentes ante tanta beligerancias pasan a ser las víctimas de esta criminalidad que ha generado justamente la especie humana, a lo que se agrega el irreversible daño colateral ecológico o ambiental. Sobre esto no hay contención. Para las guerras no existen los organismos multilaterales como las Naciones Unidas (ONU) o la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), al igual que la Unión Europea (UE), por el contrario las fomentan.
Vale hacer una precisión sobre la OTAN integrada en su mayoría por lo que ha sido denominado un "sindicato de países imperialistas" que es una alianza militar intergubernamental basada en el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949, es un sistema de defensa colectiva, en la cual los Estados miembros tienen previsto defender a cualquiera de sus miembros si son atacados por una facción externa. Su cuartel general se encuentra en Bruselas, Bélgica, uno de los 29 Estados miembros de la organización que se extiende por Norteamérica y Europa. Además, hay 21 países que colaboran o añoran ser miembro de la OTAN, por ejemplo, allí está el gobierno de Colombia, con otros 15 países involucrados en programas de diálogo. El gasto militar combinado de todos los países miembros de la OTAN supera el 70 % del gasto militar mundial.
Otra acotación que también tiene importancia es la "Guerra Fría" la cual fue un enfrentamiento político, económico, social, militar, etcétera al finalizar la Segunda Guerra Mundial entre el llamado Bloque Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos (EEUU), y el Bloque del Este (oriental-socialista) liderado por la Unión Soviética.
Su origen se suele situar entre 1945 y 1947, durante las tensiones de la posguerra, y se prolongó hasta la disolución de la Unión Soviética (inicio de la Perestroika en 1985, Accidente nuclear de Chernóbil en 1986, caída del muro de Berlín en 1989 y golpe de Estado fallido en la URSS de 1991). Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto "Guerra Fría".
Las razones de este enfrentamiento fueron esencialmente económicas, ideológicas y políticas. Por un lado, la Unión Soviética financió y respaldó revoluciones y gobiernos socialistas, mientras que EEUU dio abierto apoyo y propagó desestabilizaciones y golpes de Estado, sobre todo en América Latina, por ejemplo Chile, 1973. En ambos casos los derechos humanos se vieron seriamente violados.
Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta.
Algunas guerras subsidiarias de esta época fueron: la Guerra Civil Griega, la Guerra de Corea, la Guerra de Vietnam, la Primera Guerra de Afganistán, la Guerra Civil del Líbano, la Guerra de Angola, la Guerra Indo-Pakistaní, la Guerra del Golfo, la Guerra civil de El Salvador, entre otras que cobraron miles de vidas humanas.
Luego el fantasma de las guerras que pasan a ser uno de los bastiones que está devorando inmisericordemente la humanidad incluyendo toda forma de vida en nuestra Madre Tierra, cuenta con un amplio menú o categorías que de ambulan en los medios de comunicación social haciendo alarde de sus tipologías, en otras palabras hoy podemos hablar de un menú de guerras. Que al final de cuenta guerra es guerra y su resultado es el mismo: asesinato.
Guerras a la carta
La guerra biológica o bacteriológica es una guerra singular, en la cual se usan armas biológicas (agentes patógenos) para atentar contra la salud, bienestar o vida de poblaciones y su hábitat. El uso de armas biológicas está terminantemente prohibido por las ONU; sin embargo, muchos países (potencias imperialistas) cuentan con este tipo de arsenal.
La guerra electrónica (EW, del inglés electronic warfare) es una actividad tecnológica y electrónica con el fin de determinar, explotar, reducir o impedir el uso hostil de todos los espectros de energía, por parte del adversario y a la vez conservar la utilización de dicho espectro en beneficio del atacante. Desde la invención del radar durante la Segunda Guerra Mundial, la guerra electrónica no ha cesado de progresar, transita a pasos agigantados.
La guerra de "Cuarta Generación", esto es, manipulación e ir hacia la mente de los ciudadanos, con todos sus sucedáneos es lo que envuelve la política informativa de fake news (noticias falsas) fabricadas. Los gobiernos, factores políticos criminales, empresarios (poder económico) entre otros en su estilo, son los mayores creadores de noticias falsas, porque su interés radica claramente en distorsionar nuestro entendimiento de eventos que el público no puede juzgar ni evaluar.
He aquí uno de los ejemplos más notables de noticias falsas fue la información que el gobierno de EEUU suministró en 2003 para justificar la invasión de Irak. En una reunión del Consejo de Seguridad, el otrora secretario de Estado Colin Powell hizo una larga presentación de supuestas pruebas para demostrar que el régimen de Sadam Husein (1979-2003) tenía armas de destrucción masiva que amenazaban la paz del mundo. La noticia era falsa, pero ayudó a justificar la invasión, y permitió que el resto del mundo se dejara engañar por el FBI (El Buró Federal de Investigaciones, del inglés Federal Bureau of Investigation, es la principal rama de investigación criminal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, creado en julio de 1908) y la CIA (La Agencia Central de Inteligencia, cuyo nombre original en inglés es Central Intelligence Agency, es una de las mayores agencias de inteligencia del Gobierno de Estados Unidos, y data desde septiembre de 1947).
Después de la guerra, en 2006, el presidente George Bush admitió que "comprendía plenamente que la Inteligencia estaba equivocada y tan decepcionado como todos los demás" cuando las tropas estadounidenses no pudieron encontrar armas de destrucción masiva en Irak. Allí está también el facsímil de Siria.
El concepto de noticias falsas tiene un significado específico en las agencias de inteligencia (la CIA, el FBI y la NSA) de EEUU. La NSA es la Agencia de Seguridad Nacional (en inglés: National Security Agency) es una agencia de inteligencia del gobierno de EEUU que se encarga de todo lo relacionado con la seguridad de la información, con este propósito en ella trabajan distintos tipos de especialistas como matemáticos criptógrafos, lingüistas, operadores de polígrafos, expertos en radiofrecuencias, programadores y hackers, operadores de puestos de escucha para espionaje, etcétera, creada en secreto el 4 de noviembre de 1952 por el presidente Harry S. Truman como sucesor de la Armed Forces Security Agency (AFSA). Su existencia no fue revelada hasta la década de 1970 en el marco de una serie de investigaciones del Comité Selecto del Senado de EEUU realizadas para depurar responsabilidades dentro de las agencia de espionaje estadounidenses tras una serie de abusos y escándalos. En concreto, para estas agencias de espionaje en el mundo la única verdadera información es la que ellos mismos han fabricado; todo lo demás es falso.
Así pues, la falsa noticia o información alcanza su punto de éxito cuando el público comienza a debatirla, aunque no haya evidencia de que sea auténtica. El acto de debate indica aceptación. Ahí es donde la responsabilidad de la prensa libre es primordial, pues sólo una prensa que verifique rigurosamente sus fuentes puede protegernos del efecto corrosivo de las falsas informaciones prefabricadas.
Aquéllos que controlan los órganos de la comunicación social son quienes también pueden controlar nuestras ideas, regularmente alimentándonos con noticias falsas. El presidente George W. Bush explicó con franqueza cómo logró engañar al público para que aceptara su historia de las armas de destrucción masiva: "En mi línea de trabajo, tienes que seguir repitiendo las cosas una y otra vez para que la verdad penetre, en una especie de catapulta de la propaganda". La gente acabará creyendo lo que es fake.
Noam Chomsky, dice: "En las sociedades democráticas, el Estado no puede controlar el comportamiento por la fuerza. Por lo tanto, tiene que controlar lo que piensas. Una de las maneras de controlar lo que la gente piensa es creando la ilusión de que hay un debate en curso, pero asegurándose de que el debate se mantiene dentro de márgenes muy estrechos". Todo el mundo pensará que tiene una libre elección, pero, de hecho, la selección ya se habrá hecho para ellos. Lo que parece ser cierto es falso, esto es, los falso positivos.
Otro escenario bélico es el denominado "Guerra Híbrida". A lo largo de la historia la guerra ha implicado el uso de fuerzas convencionales e irregulares que se coordinaban estratégicamente pero a menudo separadas geográficamente y no integradas operativamente. Sin embargo, la versatilidad y la simultaneidad de los actores propios de las amenazas contemporáneas, manifiesta de manera particular en un grado de sofisticación cada vez mayor en el empleo de la tecnología y en la combinación de las distintas variantes y tipos de guerra, plantean nuevos desafíos securitarios toda vez que pueden compensar o, en algunos casos, neutralizar la superioridad militar convencional de una gran potencia imperial.
La guerra híbrida le otorga un creciente peso relativo a las operaciones encubiertas. Es decir, a las que nadie reconoce como propias, porque la publicidad de estas acciones restaría legitimidad a los argumentos oficiales, que se refieren a nobles objetivos como promover la libertad y la democracia o atender crisis humanitarias.
En el libro Conflict in the 21st Century: The Rise of Hybrid Wars (2007), el teniente de marina Frank Hoffman, con larga experiencia en academias de Defensa norteamericanas, es uno de los primeros en conceptualizar la nueva doctrina. "Las amenazas híbridas incorporan una gama completa de modos diferentes de guerra que incluye capacidades convencionales, tácticas y formaciones irregulares, actos terroristas con violencia e intimidación indiscriminada, y desorden criminal. (…) Estas actividades multimodales pueden ser realizadas por unidades separadas o por la misma unidad, pero generalmente son dirigidas y coordinadas (…) para lograr efectos sinérgicos en las dimensiones física y sicológica del conflicto", sostiene el militar hoy retirado.
Esta descripción, por ejemplo, cuadra con la situación que se desarrolla en Venezuela desde finales de la década de los 90, y que tiene como momentos de máximo tensión en abril del año 2002 (golpe de Estado fallido) y al primer semestre de 2014 hasta la actualidad (2018).
Guerra económica, desconocimiento de las instituciones y llamados a la insurrección, sicariatos y acciones paramilitares, atentados con explosivos, destrucción del transporte público, entre otros, son ejemplos de acciones políticas encaminadas al mismo objetivo, que se realizan con el ocultamiento -o la justificación- de los medios más poderosos del mundo.
Esa es la base sobre la que se montan las declaraciones político-diplomáticas y en un extremo, cuando ya sea evidente o no quede ninguna otra opción, la declaración de guerra, convencional o como "fuerza de paz y estabilización", que es lo mismo que la declaración de guerra pero con mejor cobertura, sobre todo si es asumida entre varias naciones y amparada por algún organismo multilateral.
En realidad el menú es más extenso de lo que se pueda imaginar, lo importante del tema de la guerra, es que su objetivo último es el dominio a costa de crímenes contra poblaciones civiles indefensas. Y como punto final tenemos la guerra subsidiaria o guerra proxy (del inglés) que es un tipo de guerra que se produce cuando dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos, en vez de enfrentarse directamente. Tenemos el ejemplo más palpable del "Grupo de Lima" integrados por gobiernos títeres a los designios imperialista estadounidense para arremeter contra Venezuela.
Normalmente se prefiere utilizar a guerrillas, mercenarios, grupos terroristas, saboteadores o espías para golpear al oponente indirectamente. El objetivo es dañar, dislocar o debilitar a un Estado sin ir a un conflicto abierto.
En el Manual del Ejército de EEUU para la Guerra No Convencional de 2010 se define claramente la conexión medios de comunicación–guerras: "El aspecto más importante de una insurgencia exitosa es la viabilidad del mensaje. Es esencial que el mensaje llegue a las personas y tenga un significado para su modo de vida. La insurgencia no puede ganar apoyo pasivo o activo sin alcanzar estas metas. Esto hace que el lenguaje, la cultura y la geografía de las masas sean particularmente importantes".
También reafirma que "…la ideología como conjunto interrelacionado de creencias, valores y normas, es utilizada para manipular e influir en el comportamiento de los individuos dentro del grupo".
El Manual define un escalamiento de acciones para llevar al quebrantamiento moral, la rendición o la derrota por las armas del gobierno enemigo. Entre ellas señala por orden de escalada: creación de una atmósfera de amplio descontento mediante la propaganda y los esfuerzos políticos y sicológicos para desacreditar al gobierno; agitación, crear opinión púbica favorable (evocando causa nacional), crear desconfianza en las instituciones establecidas; intensificación de la propaganda, preparación sicológica de la población para la rebelión.
Por cierto, en el propio Manual del Ejército estadounidense se establece que uno de los primeros objetivos a aniquilar por la insurgencia (léase los aliados de Washington) son los medios de comunicación del adversario. En la Fase 6 de la estrategia se incluye como una de las operaciones a ejecutar: "Seleccionar como blancos la infraestructura del área de retaguardia, tales como almacenes de combustibles y municiones, patios de ferrocarriles, aeródromos, vías fluviales, plantas de generación de energía eléctrica, así como las instalaciones de radio, televisión y de otros medios masivos de comunicación". Las guerras aniquilan a muchos más civiles que soldados.
En nuestros tiempos, debido a la actual dependencia de internet y subsumidos en una guerra cibernética, bastará con cortar los cables de fibra óptica que pasan por el fondo del océano para causar una sería disrupción en las comunicaciones del enemigo, debido a que la inmensa mayoría de los datos en transferencia pasan por esos cables subacuáticos, y sólo una parte de ellos pasan por satélites. Esto sería otro enfoque de otra conflagración mundial.
No olvidemos que la Primera Guerra Mundial involucro a 34 Estados y se movilizaron 70 millones de soldados lo cual ocasionó 10 millones de uniformados muertos, 20 millones de mutilados, heridos 21 millones y 500 mil civiles heridos; en la Segunda Guerra Mundial significó la participación de 72 Estados con 110 millones de militares en acción y arrojó 34 millones de muertos, 28 millones de mutilados y la baja de civiles superaron los 30 millones.
Después de la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron 70 conflictos regionales que involucró a 80 países con un saldo de 25 millones de víctimas. Los recursos mal gastados en estas infames guerras pudieron ser utilizados para saciar el hambre y la miseria en el mundo y emprender con vocación el desarrollo integral y equilibrado de los pueblos. La inviabilidad del capitalismo está atrapada en su propia criminalidad al provocar brechas insalvables lanzando vidas humanas a espacios infrahumanos.
Umbrales
Nadie nos puede hacer creer que la humanidad pueda preservarse bajos las normas que hoy prevalecen en la economía mundial. El futuro de la Tierra depende de un compromiso global. El camino es largo y duro y el tiempo se está agotando para hacer el recorrido.
EEUU con el 4% de la población mundial, consume alrededor del 25% de la energía fósil y es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. Entre tanto, las naciones en desarrollo insisten en que la mayor parte de los gases que producen el efecto invernadero provienen del mundo industrializado. Todavía hay factores poblacionales que no están convencidos de que se trata de una emergencia real e inequívoca.
Este tránsito de destrucción tiene su historia y es tan viejo como la misma humanidad, esto puede ejemplificarse con un relato de Chuang Tzu, un pensador chino que vivió hacia el año 300 a.C., que escribió en una narración: "He oído a mis maestros decir que quienes usan instrumentos arteros, son arteros en sus tratos, y quienes son arteros en sus tratos tienen el corazón artero, y los que tienen corazón artero no pueden ser puros y limpios, y los que no son puros y limpios tienen el espíritu inquieto, y quienes tienen el espíritu inquietos no son vehículos de Tao (el principio de la armonía). No es que yo desconozca estas cosas. Pero me avergonzaría de emplearlas". Este mismo argumento lo repitió en el año 1900 d.C. un escritor chino, Ku Hung Ming, que llamó "mentalidad de zorra" a la civilización europea, y atacó con violencia a los europeos por obligar a su pueblo a aceptar métodos modernos y construir ferrocarriles. Las explotaciones industriales egoístas comenzaron a marcar la pauta que fue seguida por rebeliones violentas.
Con el mal llamado progreso del capitalismo se inició la aniquilación de todas las formas de culturas de los pueblos y se convertiría en factores determinante de todos los desarrollos futuros. La diferencia entre el hombre de Neanderthal o Víctor Hugo (con Los Miserables), o Rómulo Gallegos (con Doña Bárbara), o Gabriel García Márquez (en 100 años de soledad), es la prueba más sencilla de cómo ha evolucionado la humanidad, encasillada en el modelo capitalista.
Los cálculos económicos tratan el consumo de los recursos renovables y no renovables como si fueran ingresos y contribuciones al crecimiento. El crecimiento, a su vez, es considerado sinónimo de bienestar económico. El aire, el agua y el suelo se consideran bienes gratuitos, o casi gratuitos, no se reconoce ni se calcula su valor en función de su escasez. La economía está contenida en un mundo físico y finito. La realidad de la biosfera es dado, sus recursos no se pueden ampliar, su capacidad de absorción no se pueden aumentar y una vez dañada no vuelve a las condiciones iníciales.
Ya existe una presión extrema sobre los límites de la biosfera e incluso sobre la capacidad del planeta Tierra para sostener la vida. Los umbrales que están desafectando toda forma de vida son muchos, la desaparición de la capa de ozono, el cambio climático, entre otros, están en pleno desarrollo.
Estamos en un mundo trágicamente mal gestionado. El capitalismo no es el estado natural de la humanidad, es un producto del ingenio humano y hoy ese sistema salvaje en lo que respecta a su propio "éxito" colocó en el tapete un accidente global del que no podrán recuperarse ni el modelo capitalista ni la economía mundial. Está a la vista que los medios ideados para supervisar, salvaguardar y perpetuar el libre mercado y la economía globalizada, los cuales han sido infructuoso y devastadores: han colocado en riesgo toda forma de vida en nuestra hermosa Tierra.
Las organizaciones internacionales fundadas después de la I Guerra Mundial actúan como coordinadores y no como reguladores. Instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), creadas en 1944 para establecer e imponer disciplina económica en el hemisferio Sur están en crisis, pues afrontan una competencia cada vez mayor en los mercados financieros hasta el punto de suprimir su propia existencia. Estos gemelos garantes del neoliberalismo han sido rechazados por los propios pueblos.
Asimismo, la ONU con sus órganos especializados no tienen ninguna autoridad, por ejemplo, la Organización para la Agricultura y la Alimentación no ejerce ningún control sobre la producción y distribución mundial de alimentos; el Programa para el Medio Ambiente, es totalmente incapaz de conservar el medio ambiente; la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo no elabora normas para el comercio y así sucesivamente. La ONU es "útil" porque es el foro que ofrece a los miembros más pequeños y débiles de la comunidad internacional la ilusión de que tienen voz y voto en los asuntos mundiales.
Entre tanto, el senil capitalismo en su cruenta lucha por su supervivencia, en enero de 1995, creó la Organización Mundial del Comercio para sostener la globalización del libre mercado, tras el fracaso del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, y tiene como objetivo la instauración de una "única economía global", en un ámbito internacional que está lleno de agujeros.
Son ilusorias las perspectivas para afianzar la justicia social, y las esperanzas de reducir las amenazas sistémicas o integrales que pesan sobre la humanidad cada vez se alejan más en este mundo trágicamente mal gestionado. Las únicas instituciones reguladoras internacionales existentes regulan en la dirección de dar mayor libertad aún para que el mercado opere sin restricciones de ningún tipo.
No cabe esperar que los principales beneficiarios del sistema actúen contra sus intereses, contra los propios principios del beneficio y del aprovechamiento de las ventajas en lo que se basa el libre mercado y su propio "éxito", o que en los riesgos actuales se vean obligados a hacerlo. Pretender que el capitalismo va a dejar de percibir sus ingentes beneficios es negar todas sus leyes conocidas que parten principalmente del universal principio del capitalismo, a saber: "cuanta más libertad, mejor".
El mercado global no actuará a favor del medio ambiente ni favorecerá la masa gigantesca de trabajadoras y trabajadores ni en particular de los más de mil millones que carecen de empleo o están subempleados. Los principales actores del mercado siguen siendo ciegos y sordos a sus propios intereses egoístas. Los peligros que nos asechan son devastadores. Por eso, la democracia necesita de los pueblos para vencer las adversidades en la que está atrapada la humanidad.
La humanidad está en la encrucijada del cambio climático que está causando considerables daños y cientos de millones de pobres están sufriendo las consecuencias. Los centros de investigaciones más avanzados aseguran que queda muy poco tiempo para evitar una catástrofe irreversible. Los expertos advierten que un nivel de 350 partes del dióxido de carbono por millón es todavía tolerable; sin embargo sobrepasa la cifra de 390 y su incremento está a un ritmo de 2 partes por millón cada año, rebasando los niveles de hace 600 mil años.
Las últimas décadas han sido las más calurosas desde que se tienen noticias del registro. El mencionado gas aumentó 80 partes por millón en los últimos 150 años. El hielo del mar Ártico, la gigantesca capa de dos kilómetros de espesor que cubre Groenlandia, los glaciares de América del Sur que nutren sus fuentes principales de agua dulce, el volumen enorme que cubre la Antártida, la capa que resta de Kilimanjaro, los hielos que cubren el Himalaya y la colosal masa helada de Siberia, se están derritiendo visiblemente.
Científicos notables temen saltos cuantitativos en estos fenómenos naturales causante del cambio. Para el planeta Tierra no existe un Plan B. La humanidad está viviendo el mayor riesgo de su historia. Además del cambio climático, estamos en un mundo en el que más de un tercio de la población carece de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar la salud, situación que se agravará con el cambio, la escasez de agua (los acuíferos se están secando) y de alimentos se hará incontenible. La población también crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable, y la especie humana, incluyendo toda forma de vida, corre el riesgo real de desaparecer. Es ilusorio fiarse del aumento aritmético de la producción de alimentos para compensar los aumentos geométricos de la población. Desde los años 50 hasta 1984, la producción de alimentos superó al crecimiento de la población; desde 1984, viene ocurriendo lo contrario.
Durante la década del 90, la producción de alimentos aumentó un 0,5% anual, mientras la población sigue creciendo un 1,4% al año en todo el mundo. No se puede sostener el sistema neoliberal o de libre mercado y seguir tolerando la presencia de miles de millones de personas padeciendo toda clase de vicisitudes o calamidades. Acerca de la seguridad alimentaria dos instancias internacionales la definen así: "el acceso de todas las personas en todo momento a alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable" (Banco Mundial); "Seguridad alimentaria significa que se dispone de alimentos en todo momento, que todas las personas tienen medios para acceder a ellos, que estos alimentos son adecuados desde el punto de vista nutricional en términos de cantidad, calidad y variedad, y aceptables dentro de la cultura correspondiente" (FAO).
Vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre estos empinados temas; no dejaremos por ello de soñar y tomar las cosas con la debida serenidad y acerados nervios. Es deber de aquellos que escogieron el oficio de políticos, luchar por el noble e irrenunciable propósito de una sociedad multilateralmente humana, solidaria y justa con un predominio de justicia social e igualdad.
Hasta ahora son pocos los pueblos –en su mayoría progresistas—que han tomado en serio los estragos que está cometiendo a mansalva el capitalismo contra la humanidad en su afán desmedido de lucro y ansias de poder a expensa de toda forma de vida en nuestra Madre Tierra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que el número de fenómenos meteorológicos extremos que se registran cada año está batiendo récord y si se siguen emitiendo gases de efecto invernadero en la atmósfera, la vida humana en el planeta puede llegar a ser insostenible.
Nueve de cada diez personas en el mundo respiran un aire contaminado, y alrededor de siete millones de personas mueren cada año por la exposición a las partículas finas, según los datos presentados por la OMS en la Conferencia de la ONU sobre cambio climático.
La contaminación ambiental causa la muerte de 12,6 millones de personas al año, así lo indica el informe de la segunda Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente.
Más del 25% de las muertes de niños menores de cinco años y el 23% de las muertes que se registran cada año se deben al deterioro del medio natural.
El impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. El 70% de los animales y plantas habitan los bosques de la Tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio. Estudios indican que las selvas tropicales y los bosques pluviales podrían desaparecer completamente en los próximos años si continúa el ritmo actual de deforestación.
Desde el Protocolo de Kyoto (1997), las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 57% corresponde a EEUU. La reunión mundial de Copenhague (2009), pese a la catástrofe ecológica que amenaza al género humano, fue abortada por EEUU. Los gobiernos imperialistas están sin dirección para contener el asfixiante y venenoso dióxido de carbono.
En apenas 200 años se están agotando los hidrocarburos que la naturaleza en 400 millones de años tardó en formar.
La población mundial ha pasado de los casi 1.000 millones en el año 1800 a más de 6.000 millones en el año 2000, y el 30 de octubre de 2011 se alcanzaron los 7.000 millones. Si las tasas actuales de crecimiento de la población continúan al ritmo actual, la población mundial crecerá de unos 7 mil millones en la actualidad a 11 mil millones en el año 2050.
Alrededor del mundo, más de 200 millones de mujeres quieren evitar el embarazo, pero carecen de la anticoncepción; otros datos estadísticos apuntan que entre los 1,3 millones de personas en el mundo que viven en la pobreza absoluta, el 70% son mujeres. Y nacen diariamente más de 200 mil infantes.
La naturaleza se ha convertido en el mayor obstáculo para el capitalismo. Para este sistema la globalización implica no sólo el objetivo de un gran mercado universal marcado por las pautas del liberalismo más cruel, sino un control total de las conductas (mentes), impidiendo la simple posibilidad de insinuar, discernir, disentir o practicar la disidencia.
Con independencia de si los economistas y líderes mundiales están realmente ciegos ante el peligro ecológico, el modelo capitalista se comportan como si cuando menos se hable de estas amenazas,, mejor.
El sistema capitalista es un subsistema del mundo natural, al que no abarca bajo ningún concepto, por si se les había olvidado.
El capitalismo trata al consumo de los recursos naturales renovables y no renovables (su "capital natural") como si fueran ingresos o contribuciones. Para este sistema la naturaleza es sinónimo de bienestar económico.
La economía está contenida es un mundo físico y finito, y no infinito. Sabemos que hay especies que se han extinguido, otras están en proceso de extinción.
La realidad de la biosfera es algo dado. La actitud del capitalismo irreversiblemente es suicida. Y los "paños de agua caliente" serían visibles cuando ya estemos muertos. La economía capitalista actúa al margen de la naturaleza.
Algunos de los umbrales son hartamente conocidos: la desaparición de la capa de ozono, el cambio climático, el deterioro de los habitas, como la tierra para la agricultura, el colapsos de las zonas marinas, los recursos hídricos, y otros por el estilo. Ni los grandes capitalistas ni las personas acaudaladas podrán librarse de las consecuencias de la degradación ecológica que avanza a pasos acelerados.
El capitalismo "ignora" los bienes y servicios obtenidos de la biosfera. La contaminación, los residuos y el calor que se devuelven a la biosfera no se miden como costes. Los costes ecológicos reales se repercuten en el exterior y, como tales, han de ser soportados por la humanidad y el planeta en su conjunto.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen subiendo, principalmente por el uso de los combustibles fósiles y la deforestación, el número de víctimas por contaminación puede verse superado por el número de muertes causadas por el cambio climático, y más concretamente por el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos.
"Vemos el Acuerdo de París como un acuerdo fundamental de salud pública, posiblemente el acuerdo de salud pública más importante del siglo. Si no afrontamos el desafío climático, si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero, estaremos debilitando los factores ambientales que influyen en la salud y de los que dependemos, poniendo en peligro el suministro de agua, alterando la calidad aire o socavamos la seguridad alimentaria," dijo Diarmid Campbell-Lendrum, líder del equipo de la OMS de cambio climático y salud.
Acerca de la dieta alimentaria, en el mundo comienza a sentirse la disponibilidad de alimentos para el consumo humano. La desnutrición y el hambre preparan el terreno a las enfermedades y las epidemias.
Si la población crece incesantemente (un 2% al año) cada año deberán crearse también un 2% de escuelas, un 2% de hospitales, y así sucesivamente. Las tasas de crecimiento de la población han rebasado los aumentos de la producción alimentaria.
Además del acceso a la comida, el agua para la vida se está convirtiendo en un factor que limita gravemente la existencia humana. Desde 1940, la población casi se ha quintuplicado, pero el consumo de agua se ha sextuplicado. Algunos tendrán que arreglárselas de agua sin tratar, como ya se dice que hacen 2 mil millones de personas Un análisis estratégico de los suministros de agua disponibles revela que en el corto plazo se intensificarán las guerras por el agua. Acerca del caos impredecible que está generando el capitalismo, las cifras podrán cambiar pero no el mensaje en esta Tierra que muchos no saben que es finita.
El vetusto capitalismo teme mirar cara a cara la realidad, no son capaces de comprender el adagio romano que precisa que necesitas non habet leggen (la necesidad no sabe de leyes). Y los pueblos ya están enardecidos. El descontento poblacional está a gran escala. La tiranía de los mercados neoliberales no podrán ni reagruparse ni mantenerse, las grandes masas poblacionales lo están arrasando.
El capitalismo demostró históricamente su fatalidad. También dejo en claro que es contrario a la estabilidad y la paz.
Ningún país posee una oferta ilimitada de tierras aptas para el cultivo y la ganadería, agua, energía, etcétera. Mientras la población va en aumento. El BM definió la seguridad alimentaria así: "El acceso de todas las personas en todo momento a alimentos suficientes para llevar una vida activa y saludable". Esta frase vivió su momento, hoy es vana e inocua.
Burguesía, proletario, capitalismo, imperialismo, clases sociales, lucha de clases son términos cargadas de gravedad y memoria histórica que producen ruidos incesantes dentro del canal dominante. Ciertamente estamos en el umbral de crudas realidades a las que hoy nos enfrentamos. Para entender los peligros en los que está envuelta la humanidad es necesario prescindir en lo posible de sentimentalismo, prejuicios e ideas descontextualizadas.
La ONU advierte que se necesitan medidas drásticas para cumplir los objetivos climáticos establecidos en el acuerdo de París (2015).
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera aumentó a una velocidad récord, para alcanzar un nivel no visto durante más de tres millones de años, advirtió la ONU.
El informe ha despertado la alarma entre los científicos y ha provocado llamamientos para que las naciones consideren reducciones de emisiones más drásticas en las próximas negociaciones sobre.
"Las concentraciones de CO2 promediadas a nivel mundial alcanzaron 403,3 partes por millón (ppm) en 2016, frente a 400,00 ppm en 2015 debido a una combinación de actividades humanas y un fuerte episodio de El Niño", según The Greenhouse Gas Bulletin, la agencia meteorológica de la ONU, en un informe emblemático.
El clima de la Tierra entra en una nueva "realidad permanente" cuando el CO2 llega a un nuevo nivel.
Los expertos de la ONU instan a que se tomen medidas inmediatas para reducir las emisiones, ya que las concentraciones de CO2 en la atmósfera están en camino de alcanzar niveles históricos, un 43% más en tiempos preindustriales
El clima de la Tierra entrará en una nueva "realidad permanente" a partir de los próximo año cuando las concentraciones de CO2 en la atmósfera probablemente superen un hito histórico, advirtió el jefe de la agencia climática de la ONU.
Las concentraciones récord de CO2 en la atmósfera aumentaron un 43% desde los tiempos preindustriales, dijo la Organización Meteorológica Mundial (OMM), lo que llevó a su secretario general, Michel Jarraud, a decir que se necesitaban medidas inmediatas para reducir las emisiones de CO2.
Las concentraciones de CO2 se mantuvieron en un promedio mundial anual de 397,7ppm en 2014, frente a las 278ppm en 1750, y la ONU dijo que es probable que el promedio anual mundial supere el hito simbólico de 400 ppm en 2016. Los científicos dicen que el nivel "seguro" de CO2 para evitar el peligroso calentamiento global es más como 350ppm.
"Pronto viviremos con niveles de CO2 promediados a nivel mundial por encima de 400 partes por millón como una realidad permanente", dijo Jarraud.
"No podemos ver CO2. Es una amenaza invisible, pero muy real. Significa temperaturas globales más calientes, eventos climáticos más extremos como olas de calor e inundaciones, hielo derretido, aumento del nivel del mar y aumento de la acidez de los océanos. Esto está sucediendo ahora y nos estamos moviendo a un territorio desconocido a una velocidad aterradora ", señaló.
El aumento en las concentraciones de CO2 de 2013 a 2014 fue de 1.9ppm de CO2, levemente inferior al promedio de la última década de 2.06ppm, pero superior a la media de los años 90 de 1.5ppm.
La OMM también advirtió que el aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra causado por estas concentraciones récord de CO2 creaba un círculo vicioso cuando se trataba del vapor de agua. Las temperaturas más altas conducen a más vapor de agua atmosférico, que a su vez atrapa aún más calor.
Jarraud dijo que cada año anunciaba nuevos récords para las concentraciones de CO2 y que para mantener las temperaturas dentro de niveles manejables, las emisiones de CO2 de las fábricas, automóviles y plantas de energía debían reducirse ahora. "Las leyes de la física no son negociables", precisó.
La humanidad está en la encrucijada del cambio climático causando considerables daños y cientos de millones de pobres están sufriendo las consecuencias. Los centros de investigaciones más avanzados aseguran que queda muy poco tiempo para evitar una catástrofe irreversible. Los expertos advierten que un nivel de 350 partes del dióxido de carbono por millón es todavía tolerable; sin embargo sobrepasa la cifra de 390 y su incremento está a un ritmo de 2 partes por millón cada año, rebasando los niveles de hace 600 mil años, insistimos sobre este comentario.
Científicos notables temen saltos cuantitativos en estos fenómenos naturales causante del cambio. Para el planeta Tierra al parecer no existe un Plan B. La humanidad está viviendo el mayor riesgo de su historia. Además del cambio climático, estamos en un mundo en el que más de un tercio de la población carece de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar la salud, situación que se agravará con el cambio, la escasez de agua (los acuíferos se están secando) y de alimentos se hará incontenible. La población también crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable, y la especie humana, incluyendo toda forma de vida, corre el riesgo real de desaparecer. Es ilusorio fiarse del aumento aritmético de la producción de alimentos para compensar los aumentos geométricos de la población. Desde los años 50 hasta 1984, la producción de alimentos superó al crecimiento de la población; desde 1984, viene ocurriendo lo contrario, también insistimos sobre estos señalamientos, altamente preocupante que deben ser tomados bien en serio.
Otras consideraciones más explicitas sobre este alarmante tema
La crisis ecológica –repetimos-- se expresa en la contaminación y en el agotamiento de los recursos. La contaminación del aire, del agua para la vida y del medioambiente en general, ha provocado el calentamiento del planeta, el derretimiento de los glaciales polares, la multiplicación de catástrofes naturales y la destrucción de la capa de ozono.
El agotamiento de los recursos ha generado la degradación de las condiciones del suelo, la deforestación y destrucción de los bosques húmedos tropicales y, por lo mismo, su desertificación y reducción de la biodiversidad por la extinción de miles de especies. Las consecuencias ambientales no sólo son el resultado de la contaminación y el agotamiento de los recursos, sino también el resultado de los efectos que ha tenido la emigración de los trabajadores de las zonas productoras de alimentos (agricultura) en busca de trabajo en las zonas industrializadas.
Para entender el concepto de la naturaleza, Marx bosquejó una definición: "La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre, es decir, la naturaleza en cuanto no es ella misma el cuerpo humano. El hombre vive de la naturaleza; esto quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el que debe permanecer en un proceso continuo, a fin de no perecer. El hecho de que la vida física y espiritual del hombre depende de la naturaleza no significa otra cosa sino que la naturaleza se relaciona consigo misma, ya que el hombre es una parte de la naturaleza"; esto, es, no existe dicotomía entre el ser humano y la naturaleza: "El hombre no está en la naturaleza, sino que es naturaleza". Somos parte de la naturaleza.
También --Marx-- hizo referencia a la naturaleza en la medida que ésta se entrelazaba en la historia de la humanidad a través de la producción, como extensión del cuerpo humano. Lo que explica que la relación humana con la naturaleza está mediatizada no sólo a través de la producción, sino también por medio de las herramientas, que son producto de la transformación de la naturaleza, y que ha permitido a la humanidad transformar la naturaleza.
Marx destacó que el trabajo alienado convierte a la naturaleza en algo extraño al hombre, en un "mundo ajeno", "hostilmente contrapuesto al trabajador". En este sentido, en la apropiación privada, existe una alienación respecto a la naturaleza donde los medios de vida y de trabajo no le pertenecen al trabajador y se le presentan como objetos externos, es decir, "enajena al hombre de su propio cuerpo, de la naturaleza tal como existe fuera de él, de su esencia espiritual, y de su esencia humana". La alienación de la humanidad y de la naturaleza tiene como resultado no sólo la renuncia al trabajo creativo, sino también la renuncia a los elementos esenciales de la vida misma.
Luego, como el capitalista no va a renunciar a la acumulación de la riqueza y, por lo mismo, no va a dejar de explotar a los trabajadores y expoliar la naturaleza, construye mecanismos engañosos que supuestamente van a dar respuestas a la crisis ecológica. Una muestra de ello son los famosos foros o cumbres como el Protocolo o Acuerdo de Kyoto, Cancún o Durban o el más reciente París 2015 sobre el cambio climático, en el que predominan aquellos "acuerdos" que, a simple vista, son los de las multinacionales y transnacionales, del complejo industrial del automóvil, de las grandes industrias de armas, es decir, el interés del capitalismo con sus grandes capitales.
Y como estos "acuerdos" no benefician a la humanidad y al mismo planeta, seguimos en una trayectoria de incrementos de temperatura superiores a los dos grados centígrados, con consecuencias extremas en materia de sequías, inundaciones, deshielo de glaciares, aumento en el nivel del mar y, en general, impactos severos sobre agricultura y formas de vida de millones de personas.
Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en la Tierra. Vivimos en un mundo preñado de riesgos irreversibles. Siglos de explotación colonial han dado lugar a un sindicato de países ricos y superdesarrollados agrupados en la OTAN que coexisten con otros inmensamente pobres que suministran materia prima y fuerza de trabajo.
Acerca de la criminalidad imperialista hay tantos historiales, he aquí uno de ellos: Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades indefensas, en las que EEUU lanzó y probó los efectos de dos bombas nucleares, en la que murieron en su mayoría niños, mujeres y ancianos japoneses.
Hollywood ha hecho de EEUU una suerte de juez supremo de los valores democráticos y los derechos humanos. Porqué su cine no devela los golpes de Estados y las intervenciones en Centroamérica, Panamá, Santo Domingo, Granada, Honduras, Cuba, Nicaragua, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina, Brasil, etcétera., y otros planes sangrientos.
Su poderío militar no es una necesidad en el mundo, es una exigencia del sistema capitalista que alimenta el mayor mercado de drogas en el planeta. Sus planes están asociados a las millonarias sumas de dólares asignadas a los medios de información privados para mentir y desinformar.
OMM
Más datos. Según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), elaborado en Japón por más de 60 reputados expertos sobre el calentamiento global, hicieron el alerta: el cambio climático le depara a la humanidad riesgos mucho más inmediatos y peligrosos de lo que se creía.
Advierten los autores de este informe que en un período relativamente corto el cambio del clima, las sequías, entre otros fenómenos naturales, se harán realidad y provocarán problemas globales tales como hambrunas, enfermedades, sequedades, inundaciones y guerras por el acceso a los recursos.
La humanidad no está preparada para estos eventos que estamos viviendo. Existen riesgos globales para la civilización. Precisamente, el accidentado mundo que generó el capitalismo, con las desigualdades sociales que cada vez se agudizan más se problematizan el panorama mundial.
Con un enfoque relativamente nuevo los científicos revelan que hay relación entre el aumento de la temperatura y la generalización de la pobreza. Así, sostienen, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza se ralentizarán y los ingresos totales del mundo podrían disminuir. Sabemos que estos escenarios están en plena efervescencia.
Otro elemento colateral es el aumento de la violencia, guerras, entre otras crisis, en efecto, la falta de recursos naturales como el agua potable es un factor desestabilizador que nos llevará a conflictos bélicos abiertos y empeorarán los conflictos ya existentes.
Del mismo modo, está el incremento de las enfermedades, las seguías, la falta de alimentos, la pobreza y otros problemas potenciales debidos al aumento de la temperatura y el cambio climático que están acelerando la propagación de enfermedades crónicas e infecciones, lo que, junto con otros factores ambientales y pandémicos, daría un matiz apocalíptico a la civilización que engendró el capitalismo salvaje.
Los alimentos para el año 2050 tendrán costos impagables, toda vez que los precios mundiales aumentarían exorbitantemente debido a los cambios de temperatura y los patrones de lluvia, algo que sumado al empobrecimiento de los pueblos tendrá como resultado mayor padecimiento y más hambruna en diversas regiones del mundo. A mayor población la demanda de alimentos crecerá.
La Tierra tendrá menos agua disponible, además, la actual contaminación del agua podría reducir para el 2030 aún más el acceso al agua potable para la población. Se estima que un significativo porcentaje de la población mundial no tendrá disponibilidad en los próximos años a este recurso vital.
No obstante, consuelan los investigadores, aún hay tiempo para tomar medidas y evitar la catástrofe, aunque, –advierten– si el frágil balance climático se altera, estos problemas latentes podrían acentuarse drásticamente.
Cabe señalar que estas conclusiones coinciden con los resultados del informe sobre el colapso irreversible de la civilización industrial elaborado por el Goddard Space Flight Center de la NASA. De acuerdo con sus autores, el cambio climático está estrechamente relacionado con el desarrollo insostenible, por lo que la civilización industrial global podría derrumbarse en los próximos decenios debido a la explotación irresponsable de los recursos y la distribución cada vez más desigual de la riqueza.
Al mismo tiempo, la OMM prevé frecuentes inundaciones, movimientos telúricos, tormentas y una gran ola de calor en los subsiguientes años. La OMM lanzó una campaña que pretende llamar la atención sobre los efectos del cambio climático. Para ello ha invitado a conocidos presentadores de los espacios de información meteorológica de todo el mundo a que hagan videos con predicciones del tiempo de fenómenos extremos con el objetivo de luchar contra el calentamiento del planeta Tierra.
Amenazas
Estamos montados en un modelo de autodestrucción (capitalismo) en el que están en peligro todas las formas de vida en nuestra agraciada Tierra y cuyo principal responsable es el imperio del norte, parasitario, depredador y saqueador.
EEU con menos del 5% de la población del mundo succiona anualmente enorme cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior; muchos de ellos como los combustibles y los extraídos de las minas, no son renovables. Repetimos, los hidrocarburos que tardaron 400 millones de años en formarse en apenas dos siglos lo están acabando.
El capitalismo no tiene interés en contener la catástrofe ecológica mundial que amenaza a esta bella Tierra. EEUU –decíamos-- con menos del 5% de la población mundial emite el 25% del dióxido de carbono, o sea, es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. 30 países, incluyendo la Unión Europea, consumen el 80% del combustible que se produce. Desde Protocolo de Kyoto las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 55% corresponde a EEUU. Entre tanto, la temperatura va en aumento.
Estamos en la hora de los pueblos por la supervivencia de la humanidad y toda forma de vida. Marchemos hacia una genuina y auténtica transformación exenta de visos capitalistas. Marx dejo bien claro: "Producción de plusvalía o la obtención de ganancias es la ley absoluta de este modo de producción". Y la utilización de la plusvalía como capital o reconversión de plusvalía en capital se llama acumulación.
Observamos en el mundo del capitalismo no otra cosa que una constante e imparable acumulación de riquezas en pocas manos y una infinita pobreza por toda la faz de la Tierra. La avaricia, el egoísmo, la hipocresía y tantos otros "pecados capitales" es el rasgo característico y visible del capitalismo en toda su historia.
Parte II
Las amenazas engloban al planeta
Las amenazas por la que transita la humanidad son más sutiles que las que plantea los sugerentes políticos o ideologías o la fe competida por la religiones. No basta que el sistema capitalista revele ventajas prácticas de fondo y una coherencia teórica; nadie puede negar que factores observables y determinados se benefician del modelo neoliberal. Por lo que, en esta referencia otros factores pero en mayor proporción creen que pueden mejorar su suerte al admitir que el sistema capitalista es una fuente de esperanza.
Hay quienes no se han percatado de que las señales de peligro que hoy vive la humanidad se extienden a nuestro alrededor. La naturaleza es el mayor obstáculo (por no afirmar el único) para el sistema de libre mercado, economía de mercado, neoliberalismo, lo cual traducimos en capitalismo, y no puede ser tratada como de hecho está sucediendo como un adversario. El mensaje es o resguardamos y protegemos a la madre naturaleza o morimos, sin más ni menos.
Con independencia de sí los factores de poder están realmente ciegos ante los peligros ecológicos, los corresponsables de esta tragedia asumen una postura en la que consideran que mientras menos se hable de estos amenazadores riesgos, es más beneficioso y mejor para ellos. Temen en resguardo de su poder económico y hasta político, revelar o analizar estas indisolubles contradicciones del sistema capitalista dado que van en detrimento de su poderío que, al mismo tiempo, debilitan las pretensiones científicas de su modelo vetusto y el supuesto prestigio que ofrecen hacia afuera que no es otra cosa que una apariencia.
Es un imperativo a la luz de las precedentes observaciones, analizar el modelo capitalista en términos de flujos de energía real o potencial y de entropía (medir el número de microestados compatibles con el macroestado de equilibrio) o energía agotada o no disponible. En otros términos hay que comprender al capitalismo y sus sucedáneos al igual que otro sistema físico dentro del marco de la segunda ley de la termodinámica, esto es, la entropía de un sistema cerrado aumenta con el tiempo o el calor no puede transmitirse de un cuerpo más frío a otro más caliente mediante ningún proceso continuo y que se sostenga por sí mismo.
Seguimos aclarando el punto de la física en referencia. Esta ley es aplicable por cuanto el capitalismo es un subsistema del mundo natural, al que como sabemos no engloba. Considerar al capitalismo como el sistema incluyente y la naturaleza como un simple subsistema y examinar en consecuencia los fenómenos generados por el propio capitalismo, utilizando una epistemología mecanicista, es un constructo artificial, el cual consideramos que es un subterfugio más para la hecatombe.
Explicamos más. En la mecánica, todos los fenómenos son reversibles. De modo similar la reversibilidad es asumida por casi todos los economistas neoclásicos. Es decir, analicemos el absurdo, ningún acontecimiento deja una huella duradera; todo con el paso del tiempo, puede volver a las condiciones iníciales.
Por el contrario y por tanto, negar las ingentes presiones que ejerce sobre la madre naturaleza el modelo o sistema capitalista es una estupidez carente de todo sentido lógico. Para los efectos, los cálculos económicos aparentemente normalizados tratan al consumo de los recursos naturales renovables y no renovables (el "capital natural"), como si fueran ingresos y contribuciones al crecimiento en términos económicos, donde ese crecimiento es considerado a su vez sinónimo de bienestar de las economías capitalistas.
Ejemplifiquemos e ilustremos esta aseveración. Un bosque deforestado, arrasado y vendido en forma de troncos, madera cortada, carbón, muebles y productos por su estilo, sólo figura en la columna del haber del libro de contabilidad del mercader, comerciante o como quiera llamársele; entre tanto, la destrucción del capital natural que representa ese bosque para la vida misma de todas las especies, es decir, los "servicios" que él presta gratuitamente, como lo es su capacidad para absorber anhídrido carbónico o gases contaminantes, estabilizar el suelo o la tierra y ofrecer resguardo, cobijo, a la diversidad ecológica, a las especies o fauna, no están clasificadas, no aparecen en ninguna parte reflejada en los libros contables del capitalismo.
Para el capitalismo el aire, el agua y la tierra (los suelos), y otros elementos naturales más por su estilo, son considerados bienes gratuitos, jamás reconocen ni consideran su valor y su exterminio a causa de su desmedida ambición por acrecentar el capital a expensa de la destrucción de la madre naturaleza.
La disminución de la capa superficial del suelo, de los minerales, de la capa de ozono, de las especies de animales en las que ya existen algunas en extinción y otras amenazadas por desaparecer de la faz de la tierra y cuatro hojas más de etcétera, sin desdibujar la vida misma del género humano, son tomados en cuenta en el afán de lucro del sistema capitalista a expensa de la humanidad que en un última instancia está en peligro debido a la vorágine capitalista.
Ante esta desmedida e incontrolable conducta capitalista el neoliberalismo jamás alcanzará éxito alguno, se trata de una actitud suicida que prácticamente se ha hecho irreversible con el agregado de que es un suicidio.
Debemos entender que el sistema capitalista está envuelto en un planeta físico y finito y no al revés. La biosfera es un asunto dado, una suerte de contribución para el sustento de la vida en general, sus recursos no se pueden ampliar, su capacidad de absorción no se puede aumentar a merced de la intervención humana, una vez dañada se hace irreversible porque no regresa lo menoscabado, en suma, no vuelve a sus condiciones iníciales, como presagio si es que regresa, volverá cuando no hayan quedado piedras sobre piedras.
Luego, en este ínterin de autodestrucción el capitalismo haciéndose el ciego y sordo, continua transformando aportes de energía y tantos otros materiales en bienes y servicios, liberando indiscriminadamente en la biosfera (Nuestro planeta Tierra es un sistema bastante complejo en el que existen millones de interacciones entre los seres vivos y los elementos de la naturaleza. Es tan complejo y amplio que es imposible estudiar el planeta Tierra como un solo conjunto. Para poder separar los distintos sistemas que componen la Tierra se han definido cuatro subsistemas. La biosfera, la geosfera, la hidrosfera y la atmósfera), en la que diversas especies de plantas y animales cohabitan en un mismo espacio y utilizan los mismos recursos para sobrevivir y proliferar y allí es donde son liberados los residuos, la contaminación y el calor (entropía que en física es la magnitud termodinámica que indica el grado de desorden molecular de un sistema; y en informática pareciera decir lo mismo pues es la medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, del cual va a recibirse uno solo), que genera este proceso anómalo e irregular, que al mismo tiempo, a nuestro juicio, es controlable, y no es una contradicción, el asunto radica en que si nos pusiéramos de acuerdo para contener las amenazas que se ciernen sobre toda forma de vida en la Tierra, en el entendido que el capitalismo es un sistema que actúa abiertamente indiscriminadamente en un sistema cerrado que es el de la propia Tierra, pudiéramos prolongar también toda forma de vida en la faz del planeta.
Debemos precisar que las técnicas de descripción, acerca de estas peligrosas eventualidades para las cuales no está preparada la humanidad, utilizadas por el sistema capitalista, computo y contabilidad no reflejan repuesta para la supervivencia, son herramientas tan inadecuadas que no ofrecen solución alguna, toda vez que, la contabilidad corporativa-empresarial es una construcción matemática-mecánica que parte del supuesto de que el capitalismo actúa con independencia de la madre naturaleza.
Al parecer y así lo precisan los escenarios y las estadísticas de que el capitalismo no tiene un ápice de apego por la madre naturaleza. Le resta importancia a los bienes y servicios obtenidos de ella y no son valorados en absoluto. La contaminación ambiental en todas sus variantes, los residuos y el calor que se devuelven a la biosfera no son vistos como costes o valías. El precio ecológico que repercute en el exterior cuyo contenido es criminal, sólo son soportado como buenos samaritanos por la humanidad y el planeta en su conjunto.
En este tema, desde luego que hay escépticos y otros como el capitalismo se hace la vista gorda, en consecuencia dada esta decidía para precisar más aún el texto en cuestión, formulémonos varias interrogantes sobre la escala de si ciertamente el capitalismo es una amenaza a la vida en general en la Tierra. Si la escala de la economía capitalista es pequeña en relación con la biosfera, como ha sido o fue siglos atrás, las cuestiones ambientales no son pertinentes, y menos de primordial importancia, o lo son de manera ocasional y localizable. La verdad es que a medida que crece y se expande en capitalismo en su tendencia globalizadora, la escala adquiere un grado importantísimo y vital a la subsistencia de la vida en general.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (FAO), durante los últimos 50 años, el aumento de la producción agrícola mundial ha sido 1,6 veces superior a la producción total conseguida en 1950, diez mil años después de que se iniciara la historia de la agricultura. La población se ha incrementado por encima de los 7 mil millones de personas, y en un tiempo relativamente corto llegará a los 8 mil habitantes.
El mundo produce en menos de dos semanas el equivalente a toda la producción física del año 1900. Y en nuestros días a raíz de la voracidad capitalista en términos de rendimiento, su escala raya en una proporción extrema sobre los límites de la biosfera e incluso sobre la capacidad del planeta para sostener la vida.
El avance de las nuevas tecnologías podrá detener este proceso de descomposición, pero no puede retenerlo. Varias señales indican que el competitivo mercado ideado por el capitalismo ya están haciendo que se sobrepasen umbrales naturales, como hemos leído en la primera parte de este trabajo, incluidas algunas que quizás no reconozca el sistema de autodestrucción, hasta que sea demasiado tarde; algunos de estos umbrales hoy día son hartamente conocidos por la población: la desaparición de la capa de ozono, el cambio climático, el colapso del Antártico y el Ártico, la amenazadas especies marinas y subacuáticas, el deterioro del los suelos, la escases del agua para la vida, y otros daños más casi innumerables por su estilo.
Algunos de los costes del capitalismo más palpables e inmediatos sobre la injerencia capitalista en los habitas naturales están determinados por la frecuencia en crecimiento o cada vez mayor con que se desatan fuertes tormentas tropicales al igual que los fenómenos telúricos que los científico asocian al calentamiento global. Los huracanes son los desastres naturales más engorrosos y caros en América del norte y los meteorólogos ya comienzan a admitir que los costes derivados de ellos podrían alcanzar vertiginosamente otros umbrales apocalípticos.
Estos fenómenos naturales, están generando en el mundo precisamente por las tensiones ecológicas, una mayor inestabilidad política y un aumento de los conflictos armados, guerras convencionales y asimétricas, según sean los casos de intromisión de las grandes potencias y los países desprovistos de fuerzas nucleares.
En todo el mundo, alrededor de 3 de cada 10 personas, o 2.100 millones de personas, carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar, y 6 de cada 10, o 4.500 millones, carecen de un saneamiento seguro, según un nuevo informe de la OMS y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), correspondiente al año 2017.
El referido informe aduce que como resultado, 361.000 niños menores de 5 años mueren cada año a causa de la diarrea. El saneamiento deficiente y el agua contaminada también están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y la fiebre tifoidea.
De los 2.100 millones de personas que no disponen de agua gestionada de forma segura, 844 millones no tienen ni siquiera un servicio básico de agua potable. Esto incluye a 263 millones de personas que tienen que emplear más de 30 minutos por viaje para recoger agua de fuentes que se encuentran lejos de su hogar, y 159 millones que todavía beben agua no tratada procedente de fuentes de agua de superficie, como arroyos o lagos.
En 90 países, el progreso hacia el saneamiento básico es demasiado lento, lo que significa que sus habitantes no alcanzarán la cobertura universal para 2030.
De los 4.500 millones de personas que no cuentan con un saneamiento seguro, 2.300 millones aún no disponen de servicios básicos de saneamiento. Esto incluye a 600 millones de personas que comparten un inodoro o letrina con otros hogares, y 892 millones de personas –la mayoría en zonas rurales– que defecan al aire libre. Debido al crecimiento demográfico, la defecación al aire libre está aumentando en África subsahariana y Oceanía.
Estos umbrales proyectan en el mediano plazo o quizás menos, que después van a ser afectadas otras regiones mejor dotadas lo que traería resultados impredecibles para la economía capitalista.
Es una perogrullada considerar que en estos escenarios nada halagadores, para la subsistencia de toda forma de vida en Nuestra Madre Tierra, que ni las gigantescas corporaciones empresariales que ha creado el capitalismo ni las personas acaudalas con bienes de fortuna, podrán librarse de las consecuencias de la degradación ecológica, incluso el propio capitalismo se ha hecho impotente para contrarrestar este proceso de autodestrucción, y por el contrario son el ejemplo de la paradoja de unos beneficiarios que han sido incapaces de proteger y resguardar para esta y las futuras generaciones la madre naturaleza, que lo has favorecido durante toda su propia historia, donde el ciudadano común ha sido una suerte de manso borrego para ellos. Con el debido respeto que merece el lector, en esto no especulamos ni muchos menos estamos exagerando, pues son verdades que están soportadas y recogidas con lujos de detalles en la propia historia de la humanidad.
Vale decir que la ciencia de la naturaleza en cuanto a su estudio data sus inicios en la mitad del siglo XV y desde allí, no ha dejado de progresar con rapidez creciente. Analizar la naturaleza en sus partes, dividir los fenómenos y objetos naturales en clases determinadas, estudias la constitución interna de los cuerpos orgánicos y sus nutridas formas anatómicas, es lo que ha traído durante los últimos siglos el progresos del estudio de la naturaleza, generando una visión aislada en la investigación de los objetos y fenómenos naturales, fuera de su conjunto y de su totalidad y, en consecuencia, no en su movimiento, sino en el reposo; no como esencialmente cambiante, sino como fijos y permanente; no como vivos, sino como muertos. Esta concepción transportada por innumerables científicos y filósofos de la ciencia de la naturaleza generó un pensamiento ahogado el cual también ha caracterizado los últimos siglos, es decir, una suerte de pensamiento metafísico.
En esta disonante confusión se olvidan al considerar los objetos particulares, sus relaciones, y olvida, por su ser su devenir y su desaparición; por su reposo, su movimiento; y en fuerza de ver los árboles ya no podrá ver el bosque. La óptica deber ser integradora y contextualizada, y no diseminada y aisladamente separada entre sí. Así, es como debemos ver no sólo a la naturaleza y a los objetos, sino también la evolución y el desarrollo del sistema capitalista.
Decir que la economía del libre mercado y sus sucedáneos están amenazados por su crecimiento y que aunque suene disparatado o herético para el capitalismo, es la pura verdad; aunque todo el mundo sabe que el crecimiento es el motor de la economía capitalista y no crecer significa estancamiento y decadencia. Es decir, el crecimiento se ha convertido en la eterna búsqueda del sistema capitalista, pese a que parte de lo que se toma por crecimiento refleja tendencias no sólo contraproducentes, sino también riesgosas, dañinas y destructivas. El capitalismo ahogado en sus propias contradicciones, aunque reexamine y redefina el concepto del crecimiento económico no podrá ir contra la propia naturaleza. Más y más grande no representa que estemos mucho mejores, si tenemos como coste ese eterno crecimiento.
En lugar de dar la bienvenida al crecimiento económico desmesurado e incontrolable algunas veces por el afán de lucro, hay que calcular los costes sociales y al mismo tiempo engloben en su totalidad, lo que incluye lo ecológico, que actualmente representa cómo desde afuera existen individuos o grupos muy particularizados que se benefician a expensa de las grandes mayorías, a raíz –repetimos—del desmedido crecimiento del capitalismo. Aunque, a nuestro juicio nos encontramos en un mundo muy mal gestionado, al extremo de que tiende a ser invivible, amén de la amenaza sobre la extinción de toda forma de vida.
Otro azote: la droga
En estos mismos escenarios espeluznantes encontramos a escala mundial la delincuencia organizada que está socavando las economías, este paralelismo económico basado en el narcotráfico, el contrabando, el blanqueo de dinero y la corrupción de todo tipo mueve billones de dólares. Existen regiones fuera de la jurisdicción de cualquier Estado. Estos carteles han adquirido no sólo poder económico, sino también estratégico. Las bandas y las mafias amplían cada vez su alcance y la política va detrás de ellas. El lucrativo capitalismo gansteril se ha convertido en un accidente financiero. Las actividades relacionadas con la droga representan el 2% del producto bruto mundial. Los narcóticos son el bien más rentable del mundo. El volumen de ventas de las drogas ilegales está entre el 10 y el 13% del valor del comercio mundial. Tanto es así que si el negocio de la droga fuera una economía regional ocuparía el décimo puesto en el mundo. A pesar de los esfuerzos por combatir este flagelo se calcula que las autoridades sólo confiscan el 10% de la producción mundial. Las "mulas" debido a las elevadas compensaciones están dispuestas a asumir los riesgos por transportar y comercializar la droga. Hasta hoy no hay control.
Estos nefastos escenarios son reflejos de las cada vez más agudas contradicciones del capitalismo cuya perfección que le atribuyen, por el contrario, es un caos total. Estamos en una crisis financiera global estremecedora. Vivimos, quiéranlo o no en este mundo de revés en el que está amenazada toda forma de vida.
Otros argumentos para reveladores para el análisis
En fecha 10 de diciembre de 1948, en París fue firmada la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Quedó aprobada sin ningún voto en contra, pero con 8 abstenciones: las de los países socialistas que, considerando justo el fondo de la definición de los derechos del hombre, estimaron que estas libertades así enunciadas serían ilusorias en tanto que existiese la propiedad privada de los medios de producción y que, por tanto, serían inalcanzables en los países capitalistas tales derechos fundamental.
La población mundial, para el entonces, era inferior a 2.500 millones de personas. Esos derechos inalienables, progresivos e intraferibles para satisfacer las necesidades para la vida del género humano que aún continúan en mora, si para la época de su entrada en vigencia eran utópicos satisfacerlos, entonces hoy no existe ninguna posibilidad de aplicarlos en una población mundial por encima de las 7 mil millones cuya mayoría clama por esos "derechos fundamentales".
Hemos visto hasta acá que transitamos en un mundo con crisis políticas, económicas y ecológicas, con el agregado de las guerras, recurrentes y generalizadas. La historia atestigua que el capitalismo ha sido en su tránsito destructor y criminal.
En la senda capitalista con una población de entre 8 mil millones y 12 mil millones de personas, no se podría impedir la deforestación masiva, la destrucción del hábitat de las especies, la multiplicación de ciudades inhabitables y contaminadas, la muerte de ríos, lagos y mares por los residuos industriales y los arrogados por el factor humano; todo ello intensificado constantemente por multitudes y corporaciones empresariales en permanente crecimiento, hasta que toda la sustancia de la Tierra sea devastada y consumida, sin que quede ningún ápice de vida.
Entiéndase, así es imposible sostener el modelo capitalista y, desde luego, toda forma de vida. La humanidad en su conjunto debe avizorar el trágico futuro que tiene a la puerta. Es un imperativo democratizar el espacio internacional para asegurar una existencia digna a todos los habitantes de la Tierra. Estos objetivos ya no son utópicos, pues la historia al correr la cortina nos dice que los pueblos como contraparte del sistema capitalista deben levantarse en el resguardo y protección del planeta Tierra, o lo que es lo mismo, salvaguardar toda forma de vida en el planeta.
Si sabemos de lo que estamos hablando, si identificamos a los actores, si nos centramos en los adversarios correctos, si se le gana la guerra al contrario, salvamos al planeta, y tendríamos otro mundo a nuestro alcance, vivible y con un futuro promisor.
Por eso si incluimos a todos y forjamos alianzas, combinamos conocimientos y políticas, si los educadores educan para el conocimiento y el forjamiento de la conciencia de educando, si practicamos la no violencia, si entendemos que la paz es el camino, tendremos un mundo más humanizado que permita el acceso a una vida digna, sin exclusiones, diversidad, respetuoso de las individualidades, plural, un mundo en bandeja de plata para todos los habitantes de la Tierra: alimentos suficientes, agua potable, vivienda adecuada, educación, atención médica y servicios públicos. Metas sólo alcanzables si hay acuerdo y desechamos el egoísmo y detenemos esta carrera de lobos de todos contra todos.
Si no actuamos a tiempos, estos eventos aterradores sobre los cuales la humanidad no está preparada, nos encontrarnos con este futuro sin esperanza para darle continuidad a la vida ante la vorágine destructora del sistema capitalista, pues estaremos sin fines ni objetivos para la subsistencia.
Pretensión de un pensamiento único
La imposición de una cartelización global de la información, o de una censura corporativa mundial, ha tenido como resultado directo la manipulación más perfeccionada de la opinión pública mundial, ya sea de una nación o de grupos sociales específicos, incluso en contra de sus propios intereses del capitalismo.
De esto se encargan las grandes cadenas informativas, principalmente estadounidenses, cuyas fuentes del hecho noticioso a pesar de no citarse en muchos casos, son incuestionables y son los únicos autorizados para validar o no cualquier información difundida. Los falsos positivos merodean los espacios informativos para favorecer indiscriminadamente los centros de poder, tanto políticos como económicos.
Así, las operaciones mediáticas en contra de países, gobiernos y personas, además de movimientos sociales y políticos, que resulten contrarios a las agendas políticas y económicas de los grupos de poder mundiales se han propagado sin mucha dificultad, obstruyendo a su vez cualquier posibilidad de obtener una información más veraz, objetiva y fidedigna. La veracidad y objetividad de la información está establecida por los sectores dominantes.
Existe una constelación de representaciones sociales de fuerte contenido político contrario a los requerimientos de las personas que se propaga con rapidez que va conformándose como sentido común y normalizando simbólicamente situaciones de violencia física y exclusión extrema. A este fenómeno se lo conoce como "aporofobia", en alusión al rechazo, miedo y desprecio hacia los desposeídos, al desamparado, ese amplio segmento social que queda fuera del contrato tácito entre individuo y sociedad en el que hay que dar para recibir. Y, en consecuencia, hay que anular a sus líderes y derribar o impedir gobiernos que los incluyan. Este es el odio que han inoculado los centros de poder a través del criminal poder mediático. Sin aliciente para entender las amenazas que tenemos encimas y hemos venido describiendo en este escrito.
Consecuentes con dicho propósito, quienes integran los poderes fácticos del planeta desencadenan campañas mediáticas dirigidas a incriminar dirigentes y regímenes diversos, de manera que se justifique, como en los casos de Iraq, Libia, Siria, Nicaragua y en nuestros días a Venezuela, lo que también incluye cualquier acción militar, financiera, económica o diplomática que contribuya al debilitamiento y destrucción de los oponente. Este esquema de violencia, terrorismo y de guerra asimétrica o no convencional, está bien visibilizado y es el que propicia –quiéranlo o no—el sistema capitalista en su intención de perpetuarse.
Por otra parte, debido al consumismo compulsivo, inculcado durante un largo tiempo en un amplio y cada vez creciente segmento de personas en el ámbito planetario por la gran industria ideológica a su total servicio, el capitalismo en su ciclo neoliberal o posneoliberal o como algunos analistas prefieren denominarlo, ha podido presentarse como la única alternativa existente para elevar las condiciones materiales de vida de la humanidad, tras un pensamiento único.
Contrario justamente al respeto de las individualidades que bien describimos en la subsiguiente cita: "yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú", expresada por el subcomandante mexicano Marcos en rechazó al sistema capitalista y su pensamiento único; entre tanto, el lingüista estadounidense Noam Chomsky, aclaró: "La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica porque destruye cerebros",
Herbert Marcuse, sociólogo y filósofo alemán, se refirió décadas antes a esta situación de manipulación de las personas por el capitalismo en su obra "El hombre unidimensional", publicada en 1964. En ella, Marcuse escribe que "la función básica de los medios es desarrollar seudo necesidades de bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a los individuos al carro del consumo y la pasividad política". Con ello, logran la ocultación total de las causas que producen los diferentes acontecimientos y crisis que agobian, en mayor o menor proporción, a la humanidad entera, sin dar cabida a un análisis real y concreto de los hechos con una visión contextualizada e integradora.
En el fondo, lo que persiguen estos censores globales es la promoción y el reforzamiento de leyes y medidas liberticidas y así imposibilitar cualquier disidencia o rebelión de parte de los sectores populares, aún las causas más justas e impedir la posibilidad de que puedan construir por sí mismos todos los espacios potenciales de solidaridad económica y social, en una sociedad participativa y protagónica en la prevalezca la Democracia, el Estado de Derecho y la Justicia Social.
Para Jiddu Krishnamurti, escritor y filosofo formado en el camino espiritual, sus principales temas incluyen la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global, lo que lo llevó a afirmar que "no es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma".
Desde otra perspectiva, el filósofo español Emilio Lledó, argumentó: "A mí me llama la atención que siempre se habla, y con razón, de libertad de expresión. Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que temer, principal y primariamente, es libertad de pensamiento. ¿Qué me importa a mí la libertad de expresión si no digo más que imbecilidades? ¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tiene sentido crítico, si no saber ser libre intelectualmente". Ahí dejamos también estas impresiones que son válidas en el recorrido de este texto.
Debemos insistir que estamos en un mundo infausto y muy mal gestionado. El capitalismo no es el estado natural de la humanidad, es un producto del ingenio humano y otros sostienen que es producto del materialismo histórico, el caso que ese sistema salvaje en lo que respecta a su propio "éxito" colocó en el tapete un accidente global del que no podrán recuperarse ni el modelo capitalista ni la economía mundial.
Están a la vista que los medios ideados para supervisar, salvaguardar y perpetuar el libre mercado y la economía globalizada con tintes enmarcados en el capitalismo, han sido infructuoso y devastadores: han colocado en riesgo toda forma de vida en nuestra hermosa Tierra y nos estamos dirigiendo hacia la autodestrucción.
El tiempo apremia y se nos está agotando
En estos riesgosos escenarios las organizaciones internacionales fundadas después de la I Guerra Mundial actúan como coordinadores y no como reguladores. Instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), creadas en el año 1944 para establecer e imponer disciplinas económicas, están en crisis, pues afrontan una competencia cada vez mayor en los mercados financieros hasta el punto de que han llegado a suprimir su propia viabilidad y su existencia.
Estos gemelos garantes del neoliberalismo han sido rechazados por los propios pueblos. Asimismo, la ONU con sus órganos especializados no tienen ninguna autoridad, por ejemplo, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), no ejerce ningún control sobre la producción y distribución mundial de alimentos; el Programa para el Medio Ambiente, es totalmente incapaz de conservar el medio ambiente; la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (CNUCYD o UNCTAD) no elabora normas para el comercio y así sucesivamente.
La ONU es "útil" porque es el foro que ofrece a los miembros más pequeños y débiles de la comunidad internacional la ilusión de que tienen voz y voto en los asuntos mundiales, y como si fuera poco los atacas cuando se salen de la elegía imperialista.
Así pues, el senil capitalismo en su cruenta lucha por mantener su frágil supervivencia, en el año 1995, creó la Organización Mundial del Comercio (OMC) para sostener la globalización del libre mercado, (tras el fracaso del Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), cuyo único objetivo es la conformación de una "única economía global", en un ámbito internacional que ya está lleno de agujeros.
En fin, son ilusorias las perspectivas para afianzar la justicia social, y las esperanzas de reducir las amenazas sistémicas o integrales que pesan sobre la humanidad y cada vez se alejan más, toda vez que estamos en este mundo trágico y mal gestionado, tal como hemos venido sosteniendo.
Las únicas instituciones reguladoras internacionales existentes regulan en la dirección de dar mayor libertad para que el mercado opere sin restricciones de ningún tipo. No cabe esperar que los principales beneficiarios del sistema capitalista actúen contra sus intereses, contra los propios principios del beneficio y del aprovechamiento de las ventajas en lo que se basa el libre mercado y su propio "éxito", o que en los riesgos actuales se vean obligados a hacerlo.
Pretender que el capitalismo va a dejar de percibir sus ingentes beneficios es negar todas sus leyes conocidas que parten principalmente del universal principio del capitalismo, a saber: "cuanta más libertad, mejor".
Por tanto, el mercado global no actuará a favor del medio ambiente ni favorecerá la masa gigantesca de trabajadoras y trabajadores ni en particular de los más de mil millones que carecen de empleo o están subempleados. Los principales actores del mercado siguen siendo ciegos y sordos a sus propios intereses egoístas. Los peligros que nos acechan son devastadores y el tiempo se nos agota.
Somos insistente acerca de los planteamiento abordados en esta investigación de varios años, porque entendemos que el tema tratado es inquietante que entraña a la propia vida, y de la misma forma o la misma postura utilizada por la disciplina dedicada al análisis del comportamiento de los mercados y de los consumidores, el marketing que analiza la gestión comercial de las empresas con el objetivo de captar, retener y fidelizar a los clientes a través de la satisfacción de sus necesidades, donde la publicidad hace lo suyo, así pues, somos reiterativos.
Todavía hay factores poblacionales que no están convencidos de que se trata de una emergencia real e inequívoca. Con el mal llamado progreso del capitalismo se inició la aniquilación de todas las formas de culturas de los pueblos y se convertiría en agentes determinante de todos los desarrollos futuros.
La diferencia entre el hombre de Neanderthal o Víctor Hugo (con Los Miserables), o Rómulo Gallegos (con Doña Bárbara), o Gabriel García Márquez (en 100 años de soledad), es la prueba más sencilla de cómo ha evolucionado la humanidad, encasillada en el modelo capitalista.
Los cálculos económicos tratan el consumo de los recursos renovables y no renovables como si fueran ingresos y contribuciones al crecimiento. El crecimiento, a su vez, es considerado sinónimo de bienestar económico. El aire, el agua y el suelo se consideran bienes gratuitos, o casi gratuitos, no se reconoce ni se calcula su valor en función de su escasez.
La economía está contenida en un mundo físico y finito. La realidad de la biosfera es dado, sus recursos no se pueden ampliar, su capacidad de absorción no se pueden aumentar y una vez dañada no vuelve a las condiciones iníciales. Ya existe una presión extrema sobre los límites de la biosfera e incluso sobre la capacidad del planeta para sostener la vida. Los umbrales son muchos, la desaparición de la capa de ozono, el cambio climático, entre otros fenómenos naturales, sobre los cuales el capitalismo se hace la vista gorda, como hemos especificado.
Hemos insistido, la humanidad (y así lo dejar ver la historia) está seriamente amenazada, está en peligro toda forma de vida sobre la faz de nuestra hermosa Tierra y ese proceso de descomposición es irreversible, pues el mundo (la Tierra) no es infinito, es finito. La humanidad está amenazada y el modelo capitalista no ofrece alternativa ni respuestas, se ha hecho imposible en su selenidad. Ese proceso histórico de descomposición del capitalismo deja visible la descomposición del sistema capitalista.
Por otra parte, el descalabro del "sueño americano" han conducido a déficit crónicos a EEUU (consume más que lo que ahorra, entre otras variables). El déficit comercial debido a que importa más de lo que exporta, indujo a un saldo negativo que en 2007 fue de 711 mil millones de dólares, que se traduce en signos de decadencia y debilidad.
Enfrenta una crisis irreversible debido al agotamiento del modelo de desarrollo capitalista cuyos efectos colaterales ha generado una crisis económica, financiera y social en los grandes centros del mundo capitalista, degenerativo por la senilidad del sistema capitalista.
Nunca hubo más infancia abandonada en la calle. Nunca hubo un mayor incremento de los vicios de las drogas, del tráfico de estupefacientes, entre otros males y adversidades por su estilo.
Nunca hubo una mayor renuncia a valores que fueron siempre sagrados para todos nosotros, y podemos decir, que nunca hubo menos esperanzas, porque justamente el neoliberalismo no es una teoría del desarrollo, el neoliberalismo es la doctrina del saqueo total de los pueblos. El neoliberalismo no nos promete nada porque, incluso, en los países desarrollados y súper desarrollados, el neoliberalismo no ha resuelto nada, no han podido resolver ni tan siquiera el problema del desempleo o el de la vivienda.
Estamos frente a adversarios obcecados por el afán de lucro y las ansias de poder, poderoso en todo, menos en ética, moral e ideas, sin mensaje ni respuesta a los graves problemas políticos, económicos, ambientales y sociales que martirizan al mundo actual.
Nunca hubo tanta confusión, descontento e inseguridad en la esfera internacional. En esta profunda crisis ecológica, política y económica, el capitalismo no puede escapar de su propia sombra y ahora de su propia aniquilación. Por eso en su agonía está su voracidad, su incesante criminalidad, está condenado a la humanidad, saqueando más al mundo para subsistir, promoviendo el descontento que ahora trae consigo la rebelión universal.
Acerca del famoso "sueño americano", tenemos: Este sueño ya no está en el horizonte vital de la mayoría como quedó claro en una encuesta del The Wall Street y NBC. Según el sondeo un 64% siente todavía los efectos de la Gran Recesión, cuatro de cada diez conocen a alguien que ha estado desempleado y un 76% cree que sus hijos no estarán mejor que ellos en el futuro, virtual golpe de gracia al sueño americano.
Otros datos. La población mundial ha pasado de los casi 1.000 millones de almas en el año 1800 a más de 6.000 millones de habitantes en el año 2000, y el 30 de octubre de 2011 se alcanzaron los 7 mil millones (7 millardos) de seres en el planeta. Si las tasas actuales de crecimiento de la población continúan al ritmo actual, la población mundial crecerá de unos 7 mil millones 500 mil en la actualidad a 11 mil millones en el año 2050. Estas estadísticas por lo general son conservadoras.
Alrededor del mundo, más de 200 millones de mujeres quieren evitar el embarazo, pero carecen de la anticoncepción; otros datos estadísticos apuntan que entre los 1,3 millones de personas en el mundo que viven en la pobreza absoluta, el 70% son mujeres. Y nacen diariamente más de 200 mil infantes.
En el concierto de naciones en cuanto al número de sus habitantes (243 países) Venezuela ocupa el puesto Nº 44 con una población superior a los 29 millones, y aproximándose aceleradamente a los 30 millones de habitantes, lo que representa un 0,42% de la población mundial.
Los países mayor poblados son la China con 19,08% de la población mundial y la India con el 17,17%, le sigue EEUU con 4,5%, Indonesia con 3,50% y Brasil con 2,75%.
Luego, sin perder vista el calentamiento global, las actividades de la población están ejerciendo presión sobre el medio ambiente con consecuencias tales como hemos venido subrayando el cambio climático global, la interrupción del ciclo hidrológico y los impactos en las cuencas hidrográficas. Además, las demandas de energía y de alimento (actividades con un uso intensivo del agua) están aumentando con el crecimiento de la población, lo que implica que sea esencial conocer mejor los recursos hídricos y los riesgos asociados para optimizar la asignación de agua para los diversos usos.
En un mundo en el que se ha estimado que en 2050 al menos una de cada cuatro personas vivirá probablemente en un país afectado de forma crónica o recurrente por la escasez de agua dulce, la gestión sostenible de este recurso es fundamental para el logro de casi todos los objetivos.
El tema del agua es central para el sostenimiento de la vida y sobre este punto más adelante ofreceremos abúndate información sobre este vital líquido para la vida, entre tanto, la OMM ha sostenido que el agua es uno de los elementos imprescindibles para la vida humana e indispensable para nuestro bienestar social y económico. Sin embargo, más de 780 millones de personas, alrededor del 11% de la población mundial, no tienen acceso a agua potable y limpia. Aunque más preocupante aún es la estimación de que cerca de la mitad de las camas hospitalarias en el mundo están llenas con personas que sufren dolencias relacionadas con el agua. Además, el 70% de los recursos globales de agua dulce se dedican a la agricultura y el riego, mientras que solo el 10% sirve al consumo doméstico.
En 2009, el entonces Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon señaló: "Es bien sabido que el agua es fuente de vida; lo que este Informe muestra es que el agua también significa medios de subsistencia. Es la ruta de individuos y comunidades para salir de la pobreza. La gestión del agua es esencial para que el mundo logre un desarrollo sostenible.
Este desafío se hace aún más apremiante a medida que el mundo afronta la triple amenaza del cambio climático, los crecientes precios de los alimentos y la energía, y la crisis económica mundial. Los tres elementos citados están exacerbando la pobreza, la desigualdad y el subdesarrollo".
Es evidente que las preocupaciones relacionadas con el clima, el agua y el tiempo atmosférico están aumentando. Las sociedades se están volviendo cada vez más conscientes de que los impactos de los episodios hidrometeorológicos extremos que se espera que ocurran para el 2050 comiencen a anticiparse. Es probable que estos episodios extremos relacionados con el cambio climático aumenten en frecuencia, intensidad y gravedad.
Muchas personas creen que el agua limpia tiene un suministro infinito. Después de todo, los océanos del mundo constituyen el 71% de la superficie de la Tierra y contienen la mayor parte del suministro de agua del planeta. La expectativa es que los científicos algún día sean capaces de idear formas de potabilizar el agua salada del océano. Sin embargo, el agua dulce es, y seguirá siendo en las próximas décadas, un recurso crítico a nivel mundial.
Más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a agua potable, mientras que 2.600 millones carecen de saneamiento adecuado. La falta de saneamiento ocasiona la contaminación microbiana generalizada del agua potable, ha señalado la OMM.
La Water Prospects in the 21st Century publico en el 2010 acerca de la perspectiva del agua que los 6.700 millones de personas del mundo consumen aproximadamente 4.500 km3 (4,5 teralitros) de agua dulce anualmente. Aproximadamente el 10% es para uso doméstico, el 70% para producción de alimentos y el 20% para fines industriales. La precipitación de agua dulce representa el 2,5% de los recursos disponibles y gran parte de esta cantidad cae en áreas remotas, con lo que solo un 10% de la precipitación total que llega a los continentes queda fácilmente disponible para el consumo humano (entre 9.000 y 12.000 km3 aproximadamente).
Muchos informes que abordan "cuestiones relativas al agua" abarcan diferentes disciplinas. Algunos de ellos tratan de la cada vez mayor escasez de agua, de la competencia por la demanda y el acceso al agua, de los conflictos y los puntos calientes relacionados con el agua, de la contaminación del agua, de la salud humana, etc. Cada día surgen nuevos problemas y conflictos de naturaleza hídrica en todo el mundo.
De otro lado, para quienes se encuentran en situaciones afortunadas desde el punto de vista hídrico, es difícil ponerse directamente en el lugar de las personas que se pasan horas todos los días buscando agua. La cantidad de agua no se puede analizar de forma aislada, ya que su disponibilidad y acceso a la sociedad, así como las crecientes demandas, son muy variables en el tiempo y el espacio. Deben abordarse las brechas que existen entre "los que tienen agua" y los "que no la tienen".
El agua es crucial para el bienestar humano y de los ecosistemas, y para la agricultura, la energía y la salud pública. Nadie puede negar que el agua resulte indispensable para la vida y que cada vez sea más difícil acceder a ella, especialmente para las personas y las comunidades más pobres que sobreviven en los márgenes de la sociedad con pocos recursos y sin influencia política. Es extremadamente importante observar que están apareciendo crisis hídricas en las sociedades industrializadas y emergentes con respecto a la calidad del agua destinada al consumo humano.
Sin agua limpia, las comunidades no pueden practicar una higiene saludable, lavar o preparar alimentos, etc. Aproximadamente 842.000 personas mueren cada año por enfermedades diarreicas relacionadas con el consumo de agua no potable; casi la mitad de ellas son niños menores de cinco años (OMS, 2018).
Las consecuencias del cambio climático no se refieren solo a los extremos climáticos, hídricos o meteorológicos que marcan un récord. Siempre hay episodios de alto impacto que afectan a las sociedades, especialmente a las poblaciones altamente vulnerables en riesgo. A medida que aumentan las temperaturas del clima en el ámbito mundial o local, los científicos anticipan un incremento en la frecuencia, intensidad y severidad de los extremos hidrometeorológicos. En suma, sin el clima que queremos, no podemos tener el agua que necesitamos para producir los alimentos que requerimos para el bienestar de las personas en el futuro.
Parece que la mayoría de los problemas ambientales en los que están involucrados los seres humanos se están produciendo de manera imperceptible debido a que son de bajo grado, incrementales y acumulativos a largo plazo. Problemas que aparentemente son insignificantes de un año a otro, se convierten en crisis ambientales en varios años o décadas. Entre ellos se incluyen la deforestación tropical, la erosión del suelo, el agotamiento del ozono, las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación del aire y la contaminación del agua, aunque no son los únicos.
Muchos problemas hídricos o relacionados con el agua se deben a cambios ambientales progresivos y aparecen con mayor frecuencia. La calidad del agua es un ejemplo de un problema ambiental progresivo. Esta calidad hoy en un lugar determinado no es muy diferente a la de ayer, y es probable que la de mañana no sea muy distinta a la de hoy. Este pensamiento se repite a diario, por lo que parece que no es necesario tomar medidas. Sin embargo, después de algunos años, la degradación de la calidad del agua se habrá vuelto evidente, significativa, dañina y posiblemente asociada a una fase de crisis más costosa de modo que, probablemente, hubiera sido más fácil y más barato resolver el problema de la contaminación de la calidad del agua antes.
La demanda de agua también es un cambio progresivo, debido a factores sociales tales como el incremento de la población, la expansión de procesos industriales que hacen un uso intensivo del agua, el aumento de la prosperidad, la migración y la probable mayor variabilidad de episodios hidrometeorológicos extremos a medida que el clima global se va modificando.
Los fenómenos extremos correspondientes (sequías, inundaciones, crecidas repentinas, ciclones tropicales y otros) no solo aparecerán en las regiones actualmente identificadas como vulnerables, sino que también ocurrirán en nuevas zonas insospechadas.
En fin, retomando más información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua dulce es esencial para conservar la salud humana y también para mantener muchos de los ecosistemas que nos suministran alimentos y otros bienes y servicios esenciales. Aproximadamente un 2,5% de toda el agua de la Tierra es dulce, y una buena parte de ella está fuera de nuestro alcance; la disponibilidad de esta pequeña fracción de agua dulce que se encuentra en los ríos, lagos y bajo tierra está cada vez más amenazada por el uso de la tierra, la deforestación, el cambio climático y el mayor consumo de agua dulce por una población y una industria que no dejan de crecer, además, la calidad del agua está en peligro a causa del aumento de la contaminación, particularmente en las zonas urbanas y en relación con la agricultura intensificada.
Asimismo, advierte la OMS que más de 1.000 millones de personas no tienen acceso a agua potable, mientras que 2.600 millones carecen de saneamiento adecuado. La falta de saneamiento ocasiona la contaminación microbiana generalizada del agua potable.
Del la misma manera, las enfermedades infecciosas transmitidas por el agua se cobran anualmente hasta 3,2 millones de vidas, lo que equivale a un 6% de las defunciones totales en el mundo. La carga de morbilidad atribuida a la falta de agua, saneamiento e higiene equivale a 1,8 millones de defunciones y la pérdida de más de 75 millones de años de vida sana.
Finalmente, concluye la OMS precisando que "persisten obstáculos considerables para proporcionar este servicio básico a grandes segmentos de la población".
Empobrecimiento de las tierras y la desertificación
El empobrecimiento o degradación de las tierras está causado por múltiples fuerzas, en particular las condiciones climáticas extremas, sobre todo la sequía, y las actividades humanas que contaminan o menoscaban la calidad de los suelos y la utilidad de las tierras, con lo cual perjudican la producción de alimentos, los medios de ganarse el sustento y la producción y suministro de otros bienes y servicios de los ecosistemas.
Este fenómeno se aceleró durante el siglo XX debido a las presiones en aumento y combinadas de la producción agrícola y ganadera (cultivo excesivo, pastoreo excesivo, reconversión forestal), la urbanización, la deforestación y los fenómenos meteorológicos extremos como las sequías y el avance del mar sobre las costas, que impregna de sal las tierras. La desertificación es una forma de empobrecimiento de las tierras fértiles.
Estos procesos sociales y ambientales imponen una carga excesiva a las tierras cultivables y los pastizales que son esenciales para el suministro de alimentos y agua, así como aire de buena calidad. La degradación de las tierras y la desertificación afecta la salud humana por vías complejas.
A medida que las tierras se empobrecen y los desiertos se expanden en algunos lugares, la producción de alimentos disminuye, las fuentes de agua se secan y los grupos humanos se ven obligados a desplazarse a zonas más hospitalarias. Estas son algunas repercusiones de la desertificación: mayores amenazas de desnutrición por la mengua del suministro de alimentos y agua; aumento de las enfermedades transmitidas por el agua o por los alimentos como consecuencia de la mala higiene y la falta de agua limpia; enfermedades respiratorias causadas por el polvo atmosférico generado por la erosión eólica y otros contaminantes atmosféricos; propagación de enfermedades infecciosas cuando los grupos humanos emigran.
Las amenazas prácticamente son conclusivas en esta Tierra finita. Más de 3.000 millones de los 7.600 millones de personas del mundo se ven afectados por la degradación de la tierra. Ahí está la degradación alimentaria y la inseguridad alimentaria y del agua, el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.
El largo recorrido de la paz es vital para la subsistencia de los pueblos
Mientras subsista la injerencia capitalismo, el tránsito hacia la paz seguirá siendo ilusorio. Una cultura sobre la paz coloca en primer plano los derechos humanos, el rechazo a la violencia en todas sus formas y la adhesión a principios como libertad, justicia, solidaridad y fraternidad, y sobre todo tolerancia.
Erradicar la violencia y sus causas exigen mucho más que la acción de los gobiernos o Estados, e inclusive la de los organismos multilaterales como la ONU, pues se necesita la participación de todas y todos mediante la práctica incesante de una cultura de paz. Es preciso movilizar y forjar a nuestros jóvenes inculcándoseles el deseo ferviente de ir hacia la búsqueda de nuevas formas de convivencia basadas en la conciliación, la generosidad y el amor.
Vale puntualizar que la cultura de paz lo definió la ONU como un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados, a saber en los siguientes principios: 1. El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación; 2. El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas el derecho internacional; 3. El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales; 4. El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos en las generaciones presentes y futuras; 5. El respecto y la promoción del derecho al desarrollo; 6. El respeto y fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres; 7. El respecto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información; 8. La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones.
Una cultura sobre la paz impone hacerle frente a la violencia económica en toda su dimensión, a la pobreza y las injusticias sociales. Es necesario profundizar y contener las desigualdades en la distribución de las riquezas y la falta de oportunidades. Hay que trabajar con los medios de comunicación social en la difusión y creación de espacios de discusión, análisis y propuestas a favor de un cambio cultural dirigido a todos los sectores de la sociedad y en especial a los jóvenes, niños, niños y adolescentes, al tiempo que deben objetar toda clase de guerra y no promoverla como sucede. No hay cultura de paz sin desarrollo sustentable, ni desarrollo sustentable sin cultura de paz. Está claro que la pobreza es una causa estructural de la violencia y su eliminación es clave para lograr la paz. La igualdad, el desarrollo y la paz están inextricablemente unidos, no puede haber paz verdadera sin desarrollo humano y justicia social, del mismo modo que no puede haber un desarrollo sostenible si no se profundiza el Estado de derecho y justicia social, en todo ello, el camino es la paz.
La protección social
Otras de las enfermedades del capitalismo cuya dialéctica se circunscribe en que a mayor crecimiento más miseria en el mundo lo corrobora la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en uno de sus más recientes informes. En muchas partes del mundo, el derecho humano a la seguridad social todavía no es una realidad para gran parte de la población mundial, señaló.
Según los nuevos datos presentados en el Informe mundial sobre la protección social 2017-2019: La protección social universal para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sólo 45% de la población mundial se beneficia efectivamente de al menos una prestación social, mientras que el otro 55%, lo que representa que 4.000 millones de personas no tiene ninguna protección.
El nuevo estudio muestra además que sólo 29 por ciento de la población mundial dispone del acceso a una seguridad social integral, un pequeño aumento frente al 27% de 2014-2015, mientras que el 71% restante, 5.200 millones de personas, no están protegidas, o lo están sólo parcialmente.
"La falta de protección social deja a las personas vulnerables a las enfermedades, la pobreza, la desigualdad y la exclusión social a lo largo de su ciclo de vida. Negar este derecho humano a 4.000 millones de personas en el mundo constituye un gran obstáculo para el desarrollo social y económico. Si bien numerosos países han realizado importantes progresos en el fortalecimiento de sus sistemas de protección social, todavía es necesario realizar grandes esfuerzos a fin de garantizar que el derecho a la protección social sea una realidad para todos", precisó el Director General de la OIT, Guy Ryder.
Principales conclusiones del informe de la OIT
El informe de la OIT examina las diferentes dimensiones de la protección social y presenta conclusiones mundiales y regionales basadas sobre los nuevos datos, en los siguientes ámbitos:
Protección social para los niños
El informe muestra que sólo 35% de los niños del mundo se beneficia de un acceso efectivo a la protección social. A nivel mundial, casi dos terceras partes de los niños, 1.300 millones de niños, no están cubiertos, la mayoría de ellos viven en África y Asia.
En promedio, sólo el 1,1% del PIB es destinado a las prestaciones familiares y para los niños entre 0 y 14 años, lo cual pone en evidencia que la inversión en los niños es significativamente insuficiente.
Las transferencias monetarias para los niños se han extendido en los países de medios y bajos ingresos a lo largo de las últimas décadas. Sin embargo, los niveles de cobertura y de prestaciones siguen siendo insuficientes. Diversos países incluso han reducido la protección social de los niños como consecuencia de las políticas de consolidación fiscal.
Protección social para las mujeres y los hombres en edad de trabajar
La cobertura de la protección social para las personas en edad de trabajar sigue siendo limitada. Sólo 41,1% de las madres de recién nacidos perciben una prestación por maternidad, y 83 millones de las nuevas madres no tienen cobertura.
Otras conclusiones en este ámbito incluyen el hecho que sólo 21,8 por ciento de los trabajadores desempleados se beneficia de prestaciones de desempleo, mientras que 152 millones de trabajadores desempleados no tienen cobertura.
Los nuevos datos de la OIT muestran también que en el mundo sólo 27,8% de las personas con discapacidades severas reciben una prestación por discapacidad.
Protección social para las mujeres y hombres de edad
La investigación indica que, a nivel mundial, 68% de las personas que superan la edad que da derecho a la jubilación reciben una pensión de vejez, lo cual está asociado con la expansión de las pensiones contributivas y no contributivas en numerosos países de medios y bajos ingresos.
En promedio y con grandes variaciones regionales, el gasto en pensiones y otras prestaciones para los adultos mayores representa 6,9% del PIB, el informe pone de manifiesto que el nivel de las prestaciones es con frecuencia demasiado bajo e inadecuado para permitir que los adultos mayores salgan de la pobreza. Esta tendencia suele estar incentivada por las medidas de austeridad.
Algunos Estados están revirtiendo la privatización de las pensiones debido a que esas políticas de privatización no arrojaron los resultados esperados. Países como Argentina, Bolivia, Hungría, Kazajstán y Polonia están regresando a los sistemas públicos basados en la solidaridad. (Venezuela en ese sentido ha asumido una vanguardia en materia de protección social, al incluir en su prepuesto más o menos el 70% para la seguridad social, agregamos).
Cobertura universal de la salud
El informe muestra que el derecho a la salud todavía no es una realidad en muchas regiones del mundo, en especial en las zonas rurales donde 56% de la población carece de cobertura de salud, frente al 22% en las zonas urbanas. Se calcula que serán necesarios otros 10 millones de trabajadores de la salud a fin de alcanzar la cobertura universal de la salud y garantizar la seguridad de la población, incluso en las situaciones de emergencia, como durante la crisis causada por el Ébola.
Los cuidados de larga duración, necesarios sobre todo para los adultos mayores, siguen excluyendo a más de 48% de la población mundial, las mujeres resultan desproporcionadamente afectadas. Sólo 5,6% de la población mundial vive en países que ofrecen una cobertura de los cuidados de larga duración para toda la población en base a la legislación nacional.
Como consecuencia, se estima que unos 57 millones de trabajadores "voluntarios" no remunerados dispensan la gran parte de los cuidados de larga duración. Principalmente mujeres que llevan la mayor parte del peso del cuidado informal de los familiares. Mayores inversiones en los servicios de cuidado podrían aliviar la pobreza de las personas mayores y hacer frente a la escasez de trabajadores de la salud calificados, que se estima en 13,6 millones a nivel mundial.
Es de significativa importancia reflexionar también sobre nuestro futuro, los niñas, niños y adolescentes, pues cerca de 73 millones de niños desempeñan trabajos peligrosos. Esta cifra representa casi la mitad de los 152 millones de niños de 5 a 17 años que todavía trabajan. Estos menores se afanan en minas, campos, fábricas y hogares, están expuestos a pesticidas y otras sustancias tóxicas, tienen que acarrear cargas pesadas o soportar largas jornadas. Muchos de ellos sufren consecuencias físicas y psicológicas que perdurarán de por vida. Esta situación puede incluso suponer un peligro para sus vidas, alerta la OIT, tras agregar que ningún menor de 18 años debería realizar trabajos peligrosos, según se dispone en los convenios de la OIT relativos al trabajo infantil.
Por cierto, en relación a los nuevos trabajadores y desempleados en el mundo para ocupar un puesto de trabajo cónsono con su condición social, profesional en el que se pueda desempeñar dignamente, según la OIT el futuro que tiene ante sí la humanidad, no es nada promisor, toda vez que el mundo del trabajo experimenta un importante proceso de cambio. Son diversas las fuerzas que lo están transformando, desde el avance de la tecnología y el impacto del cambio climático hasta la evolución de la producción y el empleo, por nombrar algunas. La OIT necesita comprender estos desafíos y aportar respuestas eficaces para poder impulsar su mandato a favor de la justicia social.
OIT: El desempleo y los déficits de trabajo decente permanecerán elevados en 2018. En el ámbito mundial, la tasa de desempleo es alta debido a las grandes carencias de empleo para los jóvenes y las mujeres, quienes están significativamente sobrerrepresentados entre los desempleados. Más de uno de cada tres trabajadores vive en condiciones de pobreza extrema, mientras que casi tres de cada cuatro trabajadores ocupan un empleo vulnerable.
Sin duda que las esperanzas para salir de este atolladero cada vez se hacen más severas, los espacios tras el crecimiento de la llamada economía excluyente ideada por el capitalismo, día a día se cierran más, haciendo insoportable la vida misma que ha afectado al planeta Tierra como hemos visto en esta labor periodística.
Las nuevas cifras no reflejan una mejoría del mercado laboral mundial mejor de lo esperado ni tampoco un descenso relevante de las cifras de desempleo, sostiene la OIT.
El plástico que ideo el modelo capitalista, otra amenaza
Los ejemplos no sólo están a la visa, sino que están presentes en nuestro entorno. El plástico se ha convertido en el producto distintivo de la "economía moderna" y se encuentra en todos los aspectos de la vida contemporánea. Su uso presenta muchos inconvenientes en los ecosistemas.
Más del 32% de los envases de plástico elude los sistemas de recogida. En su mayoría, estos envases terminan en vertederos, basurales o simplemente esparcidos en el medio ambiente: en ciudades, océanos o tierras de cultivo.
Si no actuamos ahora, habrá más plástico que peces en los océanos en 2050, según el Foro Económico Mundial y la Fundación Ellen MacArthur.
Innumerables especies marinas han sido afectadas por estos desechos absolutamente contaminantes, cuya degradación tarda entre 400 ó 450 años, y 8 millones de plástico terminan en el océano cada año.
De la misma manera, retomando el epicentro de este estudio, la ONU en su primer y único informe respecto al cambio climático resumiendo los logros obtenidos durante 2017 y detallando cómo será en el futuro el proceso internacional de acción frente al cambio climático, subrayó: "El cambio climático es la mayor amenaza para la vida, la seguridad y la prosperidad de nuestro planeta".
A esto debemos agregar que el mundo financiero es muy poco o casi nada el aporte para contrarrestar los efectos del cambio climático, en ese sentido la ONU ha manifestado que "el hecho de que 59 de los bancos más grandes del mundo no reconozcan los riesgos y oportunidades climáticas, amenaza con socavar los esfuerzos para apoyar la transición hacia una economía baja en carbono".
El referido informe que sirve de botón en esta muestra por los estragos que está ocasionado el cambio climático y que cada vez tiende a intensificarse, porque el modelo o el capitalismo no cede en un ansias de poder financiero, en 2015, la comunidad internacional adoptó el Acuerdo de París sobre la acción climática. El objetivo principal del acuerdo es limitar el aumento de la temperatura media global muy por debajo de los 2 grados centígrados, y las más cercas posibles a los 1,5 grados.
"Sin embargo, el reporte indica que menos de la mitad de los bancos (49 %), implementa evaluaciones de riesgo climático o análisis de escenarios con 2 grados centígrados, y la mayoría (61 %) no ha restringido el financiamiento al carbón, que es una de las fuentes de energía con una producción intensiva de emisiones de carbono. Sorprendentemente, el sector bancario mundial proporcionó 600.000 millones de dólares estadounidenses en el financiamiento de los 120 principales desarrolladores de plantas de carbono entre 2014 y septiembre de 2017". En otras palabras, advertimos, el capitalismo financia además su propia autodestrucción.
"Cumplir el objetivo principal del Acuerdo de París implica invertir en nuevas tecnologías, como la energía renovable, el almacenamiento de energía, la captura y el almacenamiento del carbono. Todo esto tendrá consecuencias en la economía mundial y los bancos no pueden ignorarlo", alega la ONU, por lo que, agrega, si el mundo continúa actuando como hasta ahora, se prevé un aumento de la temperatura mundial de 2.7 grados centígrados.
Igualmente, se desprende del referido informe que "actualmente, más del 50% de la población mundial vive en áreas urbanas, y se espera que aumente ese porcentaje aumente a un 70% para 2050".
Imaginemos estos escenarios con la explosión demográfica mundial. Sí sabemos que la perdida de los ecosistemas naturales y las tensiones adicionales causadas por la contaminación en todo el planeta Tierra, también son consecuencia directa de la explosión demográfica mundial, aunada al aumento en el consumo. Por tanto, el crecimiento poblacional debe ser motivo de preocupación mundial.
En estos teatros de crecimiento en constante evolución de la población, la Tierra que es un ser viviente no podrá sostener el sistema capitalista y, simultáneamente, seguir tolerando la presencia de miles de millones de personas padeciendo sus condiciones infortunadas por las innumerables carencias para una vida digna.
La Tierra con una población de entre 8 mil y 12 mil millones de habitantes, ningún ente regulador, podría impedir la deforestación masiva, la destrucción del hábitat de las especies y otras formas de vida apreciables en la naturaleza, la multiplicación de ciudades inhabitables y contaminadas, la muerte de lagos, ríos y mares por los residuos industriales, humanos y otros más por su estilo, todas estas anomalías contraria a la vida misma, intensificadas constantemente por multitudes en permanente crecimiento, hasta que toda la sustancia de la Tierra sea devastada y consumida, tendríamos un planeta muerto sin ninguna forma de vida. Sería además el autosuicidio de la humanidad.
Numéricamente y en proporción al mantenimiento sostenible de la Tierra, la única forma lógica pero descartable al mismo tiempo por su irracionalidad, como forma incluyente de garantizar la felicidad y el bienestar de inmensa mayoría de los habitantes del planeta, es que sea proporcionalmente más pequeña, esta criminal formula es la que impone la lógica. Al parecer esta es la verdadera consigna del capitalismo o el significado del "desarrollo sostenible" y sobre estos cimientos no es descartable que esté actuando, ante la disyuntiva sugerente de Maquiavelo al comentar que la opción es seguir siendo príncipe y hacer todo lo necesario para tal fin, o dejar de ser príncipe. No tenemos la menor duda que el capitalismo y su andante andamiaje devastador, vetusto y prácticamente en desuso desearían o elegirían seguir siendo príncipe.
En esto, presumimos que el capitalismo busca formula en ese ínterin del deseo egoísta de encontrar por todos los medios herramientas en su pretensión irracional y perpetúante, para mantenerse, como si nada, a expensa de toda forma de vida en la Tierra y bajo la absolución de la amenazada humanidad, ante la apremiante situación devastadora que se nos viene encima, sino reaccionamos a tiempo y podemos contener al opresor capitalismo. Porque de lo contrario siempre volverá a buscar fraligeles condiciones para reformularse, aunque sabe que ya no puede seguir funcionando, si es que puede funcionar en las condiciones catastrófica en que virtualmente está la Tierra y su componente de seres vivos en general.
El sistema capitalista basado en su actuación disparatado hasta el momento en que escribimos, definitivamente demostró la miseria que al mismo tiempo representa para la amplia mayoría de las capas sociales poblacionales, no proporcionó la felicidad, ni el consuelo ni cierto grado de seguridad a la humanidad, y tampoco, lo hará con la población prevista para el futuro inmediato: son datos conocidos y debemos admitirlo.
Aunque se sigan debatiendo, como sabemos con resultados estériles, los asuntos fundamentales de la humanidad lo cual envuelve su subsistencia, la anarquía social precederá, seguirá o acompañará a la quiebra ecológica, pero los temas de interés se habrán resuelto negativamente para la civilización. Los pueblos deben elegir entre la vida y el capitalismo y si éste sigue en su vorágine apocalíptica o entre sus fines y el fin.
Al menos debe analizarse libre de todo prejuicios y con actitud crítica si ciertamente el capitalismo es un tipo de sociedad burocrática donde predomina la cantidad sobre la cualidad, las mercancías y el capital sobre las personas, el mercado y el intercambio sobre la razón y el amor, el frío interés material sobre la ética y los valores, el cálculo despersonalizado de ganancias y pérdidas sobre la amistad y la deidad del dinero sobre los seres humanos.
Parte III
Debemos retomar el control de la naturaleza para la vida
En esta materia hay que ser insistentes y repetitivos. El calentamiento global es el aumento de la temperatura del proceso de la media de los océanos y la atmósfera de la Tierra causada por las emisiones masivas que realzan el efecto invernadero, se originó a partir de una serie de actividades humanas, especialmente la quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso del suelo, tales como la deforestación, así como varias otras fuentes secundarias.
Estas causas son un producto directo de la explosión demográfica, el crecimiento económico, el uso de tecnologías y fuentes de nergíacontaminación y un estilo de vida insostenible, en el que la naturaleza es vista como una materia prima para la explotación.
Los principales gases de efecto invernadero emitidos por los seres humanos son el dióxido de carbono (o gas carbónico, CO2) y el metano (CH 4). Estos y otros gases actúan por bloqueo de la disipación de calor terrestre para el espacio.
El aumento de la temperatura ha ocurrido desde la segunda mitad del siglo XIX y debe continuar mientras que las emisiones siguen siendo altas.
La disminución del hielo marino del Ártico es uno de los signos más claros del calentamiento global. El aumento de la temperatura global y la nueva composición de la atmósfera provocan cambios importantes en prácticamente todos los sistemas y los ciclos naturales de la Tierra.
Dicho fenómeno afecta los mares, provocando la elevación de su nivel y los cambios en las corrientes oceánicas y la composición química del agua, la verificación de la acidificación, la desalinización y la desoxigenación. Interferir con el ritmo de las estaciones y los ciclos de agua, carbón, nitrógeno y otros compuestos.
Los cambios provocados por el calentamiento global en los sistemas biológicos, químicos y físicos en el mundo son enormes, algunos son a largo plazo y otros son irreversibles, y ya están causando una gran redistribución geográfica de la biodiversidad, lo que lleva al descenso de la población de muchas especies, al modificar y perturbar los ecosistemas en gran escala, y en consecuencia generar serios problemas para la producción de alimentos, abastecimiento de agua potable y la producción de diversos bienes para los beneficios de la humanidad que dependen de la estabilidad del clima y la integridad de la biodiversidad.
La naturaleza y el alcance de estas variaciones regionales son todavía difíciles de predecir con exactitud, pero se sabe que ninguna región del mundo se salvará. Muchos serán penalizados en gran medida, especialmente los más pobres y con menos recursos para la adaptación.
Si la elevación superior a 4 ° C, lo que no se descarta porque día a día parece ser más plausible, podemos prever cambios ambientales sin duda en todo el planeta en la escala que inevitablemente ponen en peligro la mayor parte de toda la vida en la Tierra.
En un contexto de altas emisiones continuas, la sobrepoblación humana y la explotación desenfrenada de la naturaleza, similar a lo que ya está en marcha, se espera para el futuro no muy lejano el inevitable agotamiento de los grandes recursos naturales y un rápido aumento de la incidencia del hambre, epidemias y conflictos violentos como para interrumpir todos los sistemas productivos y sociales, por lo que las naciones se harán ingobernables tras promulgar el colapso de la civilización tal como la conocemos.
Aunque la prensa todavía alimentan muchas controversias, a menudo mal informados, sesgada o distorsionada, ya existe una gran presión política y económica de negar o minimizar la fuerte evidencia de que el calentamiento global está ocurriendo de manera inequívoca, y necesita ser contenida con medidas enérgicas sin demora alguna, debido a que los riesgos de la inacción, desde todos los ángulos, son demasiado altos.
Las emisiones han crecido continuamente, sin signos de que va a reducir sustancialmente en un futuro próximo. Al mismo tiempo, la evidencia concreta del calentamiento global y sus consecuencias han aumentado de un año a otro.
Está claro que la temperatura media de la Tierra ha aumentado desde la segunda mitad del siglo XIX. En el período 1880-2012 la temperatura global mediante la combinación de los registros de los océanos y los continentes, el aumento en promedio de 0.85 ° C, con un rango de variación de 0,65 a 1,06 ° C
Cada una de las tres últimas décadas ha sido más caliente que la década anterior. Los registros de temperatura se han batido todos los años en los últimos tiempos, y las recientes pruebas apuntan a una tendencia de aceleración en la velocidad de calentamiento en los últimos 15 años. Este aumento no puede explicarse satisfactoriamente sin tener en cuenta la influencia humana.
El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero se debe a una serie de cambios introducidos por la sociedad contemporánea.
El factor fundamental es la explosión de la población, lo que desencadenó la explotación de los recursos naturales en escala cada vez mayor y más rápido para satisfacer las crecientes necesidades de energía, alimentos, transporte, educación, salud y materiales para la construcción de viviendas e infraestructura y la producción de una serie sin fin de bienes de consumo e incluso lujos superfluos, la creación de una civilización que se esfuerza por la falta de respeto por la naturaleza, por el consumismo, la insostenibilidad y los altos niveles de residuos y generación de residuos y la contaminación .
Desde principios del siglo XIX , la población humana ha aumentado por siete su tamaño desde 1960 hasta los actuales niveles de consumo se duplicó y alrededor del 60% de los recursos naturales ya están agotados o en rutas de rápido agotamiento.
A lo largo del siglo XXI se espera un rápido incremento en el consumo, que puede llegar a ser 900% más altos que los niveles actuales.
En este proceso de rápido crecimiento demográfico y económico, se han desarrollado tecnologías y sistemas de producción que consume muchos recursos y son altamente contaminantes, y todavía tienen el uso de combustibles fósiles como su principal fuente de energía.
Al mismo tiempo, la necesidad de espacio para la urbanización y la formación de los cultivos y pastos determinan la tala de grandes extensiones de bosques y la degradación de la mayor parte de la Tierra lo que incluye los ecosistemas.
La quema de combustibles fósiles y los cambios en el uso de la tierra, incluyendo la deforestación , el uso de fertilizantes y pesticidas , las quemaduras y otras prácticas agrícolas, son las principales fuentes de gases de efecto invernadero.
Otras fuentes importantes son la degradación del suelo, residuos de alimentos y la producción de residuos como las aguas residuales, el entorno industrial, etc..
En 2010 el sector de la electricidad y la producción de energía calorífica representaron el 25% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, incluyendo la quema de carbón, gas natural y derivados del petróleo.
La industria representó el 21% del total, incluyendo la quema de combustibles fósiles para la industria química, procesamiento de minerales metalúrgicos y gestión de residuos. La agricultura, la silvicultura, la deforestación y otros usos del suelo representaron el 24% del total. El sector del transporte podría caber 14%, la construcción un 6%, y el resto a una serie de otros agentes, no es relevante.
La evidencia observada, sintetiza principalmente en el Quinto Informe de Evaluación del informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio climático, indican que el calentamiento es una realidad clara y su origen proviene principalmente de efecto invernadero intensificado por la actividad humana. El mundo se ha calentado aproximadamente 0,3 °C en los últimos 50 años, y está confirmada la asociación con este aumento de las emisiones de carbono derivado de las actividades humanas.
Desde 1990, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), organizada bajo los auspicios de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP), y la coordinación de un gran equipo científico compuesto por varios miles de los mejores expertos de todo el mundo, comenzaron a publicar su informe. El IPCC no produce la investigación original, pero se resume el estado de la técnica en este campo. El informe de 1990 ha declarado que los gases invernadero emitidos por el hombre habían cambiado sensiblemente la temperatura global, y predijo que estas emisiones entre otras consecuencias ", amplificarán el efecto invernadero, lo que resulta en promedio, un aumento adicional de la temperatura de la superficie. El principal gas de efecto invernadero, el vapor de agua, se incrementará en respuesta al calentamiento global y hacer que esto también aumentan."
En 2007 salió a la luz el cuarto informe , confirmando muy alto grado de confianza, que el hombre es responsable de calentar esto, y que detalla en profundidad la evidencia disponible y las condiciones actuales en los diversos ecosistemas y la vida humana, así como los futuros impactos potenciales en diferentes escenarios de emisiones, lo que sugiere formas de combatir los orígenes y efectos del problema.
En 2015 se ha completado la publicación del Quinto Informe del IPCC, presentando la síntesis más completa y actualizada de los conocimientos científicos sobre el calentamiento global, la actualización de la situación y hacer pronósticos modelos más sofisticados y los nuevos datos de observación.
La bibliografía especializada se ha más que duplicado desde el último informe, dando mucha más seguridad en las conclusiones de la síntesis del IPCC, y trayendo nuevos análisis de los datos no hayan contado anteriormente, que se expandieron en gran medida la comprensión del fenómeno.
En esencia, los nuevos resultados del documento han aumentado el nivel de certeza sobre el origen humano del problema, confirmó las tendencias climáticas observadas en los informes anteriores y la gravedad de las perspectivas de futuro, y advirtió que los riesgos de la inacción se vuelven cada día mayor.
En el prefacio de la publicación, el Secretario general de la OMM y el director ejecutivo del PNUMA hicieron una declaración conjunta, diciendo:
"El informe confirma que el sistema climático es inequívoco, y muchos de los cambios observados no tienen precedentes en el intervalo entre las últimas décadas y milenios atrás: el calentamiento de la atmósfera y el océano, la reducción de la nieve y el hielo, elevación el nivel del mar y la creciente concentración de gases de efecto invernadero. Cada una de las últimas tres décadas ha sido más caliente que cualquier otra década desde 1850. Cambio climático es un desafío a largo plazo que requiere una acción urgente debido a la velocidad y escalar que los gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera, y porque de los riesgos que implica un aumento de temperatura superior a 2°C. Hoy tenemos que estar centrado en esencial y la acción, pero los riesgos se convertirán en mayor cada año. "
Se espera cambios en la temperatura, el ciclo del agua y el clima en general, afectan negativamente a múltiples formas de la biodiversidad, la agricultura, la ganadería, la repoblación forestal y la producción de alimentos.
También se ha previsto cambios en el patrón de los vientos y el aumento de la frecuencia e intensidad de las tormentas y olas de calor extremas. Incluso los fenómenos meteorológicos normales deben someterse a una cierta intensificación.
Desde la década de 1950 la mayor parte del mundo ha experimentado olas de calor más frecuentes e intensos, y las olas de frío también pueden empeorar en determinadas condiciones.
La intensidad de los huracanes o ciclones tropicales depende de una relación cuantitativa estrecha la humedad en la atmósfera y el nivel de calor en la atmósfera y en el agua de mar en la que la forma.
Los ciclones tropicales son el desastre naturales que causa más daños materiales en los países desarrollados y los países en desarrollo son una la principal causa de muertes y lesiones derivadas de desastres naturales.
Ecosistemas y la biodiversidad
El aumento de la temperatura global, junto con sus efectos secundarios (disminución de la capa de hielo, aumento del nivel del mar, cambios en los patrones climáticos, etc.) provocan cambios importantes en las condiciones que mantienen estable el ecosistema, influyendo negativamente, por extensión, en las actividades humanas.
En consecuencia es la "contracción latitudinal" en el que las zonas climáticas tienden a moverse hacia los polos y hacia mayores altitudes. Este fenómeno se ha observado desde hace décadas, y con un grave impacto sobre la estabilidad de los ecosistemas.
El cambio en las zonas de clima hace que en todas las regiones de una avería en el ciclo de las estaciones. En el hemisferio norte la primavera ha llegado de seis a diez días antes de lo que lo hizo en la década de 1950.
Los eventos asociados con la llegada son, por ejemplo, la fecha de la última helada del invierno y el comienzo de nuevos brotes de las plantas después del período de pérdida de hojas.
Del mismo modo, los eventos asociados con la llegada del otoño se ha retrasado durante unos seis días. De descongelación primeras nieves han causado inundaciones, y el calor se reseca más suelo, por lo que a finales de verano los suministros de agua se vuelven más escasos y no ha habido más incendios forestales. Estos cambios han generado diversos efectos en la biodiversidad.
La disponibilidad de alimentos y los ciclos de reproducción y el crecimiento de los animales y las plantas están estrechamente vinculados a las estaciones y los parámetros climáticos.
Las aves, por ejemplo, se pueden establecer con cierta facilidad a los cambios en las estaciones de volar a regiones donde las condiciones son adecuadas para el momento del nacimiento de los cachorros, pero en nuevos lugares el suministro de alimentos no es la misma que en sus regiones originales, y el período de mayor abundancia no siempre coincide con el período de alimentación de las camadas.
Todas las especies se deben dañar en cierta medida, pero las especies de zonas tropicales y ecuatoriales son particularmente vulnerables porque generalmente tienen baja tolerancia a los cambios en los patrones de temperatura. Son también especies sensibles ya están amenazados o son poco frecuentes, migratoria, polar, de montaña y de la isla, empobrecida genéticamente.
Algunas especies pueden ser forzadas a emigrar a unos mil kilómetros o más en una cuestión de décadas con el fin de encontrar áreas donde el clima es similar a su región original.
Pocos voladores y especies terrestres tienen tan amplia capacidad de movilización de tal un intervalo de tiempo limitado, especialmente las plantas, cuyos individuos son inmóviles y cuyas especies migrar sólo a través de la dispersión de semillas.
La capacidad de movilización de la planta es considerablemente inferior a la tasa actual de cambio ambiental y los problemas aumentan, ya que son la base de las cadenas alimentarias y ofrecen lugares de descanso, a nidación y refugio para un sinnúmero de otras especies.
Incluso si las especies tienen una capacidad intrínseca para una rápida migración, en la mayoría de los casos, esto no ocurre porque los ecosistemas del mundo han sido en gran parte fragmentados y muchos corredores ecológicos a las zonas más favorables han desaparecido por el cambio en el clima o por la deforestación, la urbanización y otras intervenciones irremediablemente humano que condena las especies que fueron trenzados de declinar o eventual extinción.
En la región de la Ártico, que está calentando más rápido, con los últimos años, superando los registros de temperatura, se ha observado una migración de especies exóticas arbustos y árboles para un rango de 4 a 7 de latitud hacia norte en los últimos 30 años, lo que equivale a 9 millones de kilómetros cuadrados.
Entre los años 1950 y 1990, el espesor del hielo flotante del Ártico océano ha disminuido un promedio de 1 a 3 metros, desde la década de 1970 el tamaño de su área (km 2) dentro de verano disminuye en promedio de 3-4% por década, y desde 2002, a excepción de cuatro años, cada año, la reducción anual en la zona han batido el récord del año anterior.
Muchas especies dependen de este hielo flotante para su supervivencia, como morsas, las focas y osos polares. El derretimiento de la capa superficial de los hielos continentales de Groenlandia.
El derretimiento acelerado de la tierra del permafrost, que es la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares, como es la tundra; puede encontrarse en áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Siberia, Tíbet, Noruega y en varias islas del Océano Atlántico sur como las Islas Georgias del Sur y las Islas Sandwich del sur; el permafrost se puede dividir en pergelisol, la capa helada más profunda, y mollisol, capa más superficial que suele descongelarse.
Durante cientos de miles de años, el permafrost del Ártico ha acumulado grandes reservas de carbono orgánico (se estima que de 1,4 a 1,85 billones de toneladas métricas), puede tener un impacto importante en las regiones en las que se construyen las estructuras humanas en él, tales como tuberías, carreteras, presas, líneas de transmisión de energía y ciudades, como ya se muestran varios ejemplos de deslizamientos ocurridos.
Entre los impactos ambientales esperados del derretimiento del permafrost son de redistribución y la disminución de las especies, la intensificación de los incendios forestales, los cambios en los sistemas hidrológicos, la sedimentación y el secado de los ríos y lagos y la erosión de sus márgenes.
Estos efectos se combinan y refuerzan entre sí, y tienen un gran impacto en la tasa actual de extinción; de hecho, el calentamiento se encuentra entre las principales causas de la reciente disminución de la biodiversidad, y se ha convertido cada vez más importante relativamente en total.
El declive progresivo hace que las cadenas de comida a romper el ciclo de los componentes inorgánicos es problemático, y el proceso entrópico de auto-refuerzo.
Más allá de cierto punto, los ecosistemas tienden a entrar en colapso irreversible. Un estudio predice que el 18% y el 35% de las 1103 especies de plantas y animales observados serán extintos en 2050, en base a las proyecciones del clima en el futuro.
Otro estudio indica que se espera que el 34% de los animales y el 57% de las plantas del mundo a perder cerca de la mitad de sus hábitats para el año 2080 debido al calentamiento que a niveles altos, por encima de 3, 5°C, causará un empobrecimiento general de la biodiversidad terrestre, con una probable extinción de hasta el 70% de las especies conocidas. Que no haya dudas el cambio climático va a reducir mucho la biodiversidad, incluso para los animales y las plantas comunes, sobre el cual no escapará el género humano.
Por el análisis de la literatura reciente voluminosa el IPCC en su 5º Informe admitió por primera vez "con alta confianza" la extinción de número "significativo" de las especies si las temperaturas aumentan más de 2°C, y hasta a 4°C el número de extinciones debe ser "amplia", señalando que esto debería producir efectos negativos para los seres humanos en un gran escala.
Además, la pérdida de los ecosistemas y la biodiversidad contribuyen a aumentar el calentamiento global mediante la liberación a la atmósfera grandes cantidades de carbono almacenado en las formas de vida y los cambios que inducen el equilibrio entre la biomasa y la energía.
El calentamiento de agua y el aumento del nivel del mar
Otro motivo de preocupación es el aumento del nivel del mar. Entre 1901 y 2010 el nivel medio del mar se elevó cerca de 19 centímetros, con un rango de variación entre 17 y 21 cm. El aumento se está acelerando.
Entre 1901 y 2010 se elevó el nivel de alrededor de 1,7 milímetros por año (entre 1,5 y 1,9 mm) 2,0 mm por año (rango de 1.7 a 2.3 mm) entre 1971 y 2010 y 3,2 mm por año (rango de 2.8 a 3.6 mm) entre 1993 y 2010.
Del nivel del mar está sujeto a muchas variables naturales y, al contrario de lo que uno podría imaginar, es bastante desigual en las diferentes regiones oceánicas.
Era necesario tener en cuenta muchos factores para llegar a una estimación de la elevación del nivel del mar y el cálculo que llevó a la conclusión de que no era fácil de hacer, porque este nivel se ve influenciada por los cambios naturales constantes en la corteza terrestre , que plantea algunas regiones, mientras otro lavabo.
El calentamiento global provoca aumento de los mares a través de dos factores principales: la primera es la expansión térmica del agua, un mecanismo por el cual el agua se expande cuando se calienta, que ocupa un mayor volumen. Los océanos absorben aproximadamente el 90% del calor generado por efecto invernadero, y por lo tanto tienden a calentarse y expandirse.
De acuerdo a los informes del IPCC, se estima que la expansión térmica representa en la actualidad al menos 0,4 (± 0,1 ) aumento mm anuales.
La expansión térmica del agua ha sido responsable hasta ahora de alrededor del 40% del aumento total, pero esta proporción puede cambiar en el futuro con la variación de la contribución de fusión de hielo.
El calentamiento se ha observado consistentemente en todas las cuencas oceánicas del mundo, incluso teniendo en cuenta la variabilidad regional o multidecadal que se produce de forma natural como el fenómeno de El Niño y la Oscilación del Atlántico Norte.
El segundo factor importante es el derretimiento de los casquetes polares y los glaciares de montaña. Las pérdidas totales de hielo en el mundo entre 2005 y 2009 se calcularon por el 5º Informe del IPCC en 301 gigantescas toneladas por año en promedio. Las pérdidas continuarán grande en un futuro próximo, incluso si las temperaturas se estabilizan inmediatamente.
No hay garantía de que la tendencia se invierta. Datos de la NASA muestran que el hielo se pierde en los glaciares y los casquetes polares entre 2003 y 2010 ascendió a alrededor de 4,3 billones de toneladas, la adición de aproximadamente 12 mm a nivel del mar.
Los modelos utilizados por el IPCC dan resultados bastante diferentes, pero todos apuntan a una elevación que para el 2100 deben estar entre 26 y 98 centímetros, y es prácticamente seguro que la subida va a continuar después de 2100.
Proyecciones independientes indican niveles mucho más altos. Si el hielo polar se derrita de manera significativa, esto supondría un gran aumento en el nivel de las aguas oceánicas.
El IPCC estima que si todo el hielo de Groenlandia se derrita el nivel del mar se elevaría hasta 7 metros.
Las evaluaciones realizadas en los últimos años han demostrado que la capa de hielo de Groenlandia es mucho más inestable de lo que se pensaba anteriormente, y la velocidad de la fusión se ha incrementado en cerca de cinco veces desde 1990.
En la Antártida esta tasa se ha duplicado en los últimos 15 años, en comparación con el período anterior.
Un estudio de 2011 llevado a cabo por la NASA ha confirmado que el derretimiento del hielo polar está sucediendo mucho más rápido que las proyecciones teóricas, y tres veces más rápido que la tasa registrada en los glaciares de montaña.
Si esta situación para repetir el efecto de las épocas geológicas pasadas, más de 375 millones de personas en todo el mundo tendrá que pasar por tener su tierra inundada. Y millones de personas serían desplazadas. Incluso en los escenarios de los impactos más optimistas sobre el hombre que seguramente será enorme.
Muchas de las islas y baja, regiones costeras, donde se concentra una parte importante de la población mundial y que hoy florecen muchas grandes ciudades, como Hong Kong, Nueva York, Río de Janeiro, Buenos Aires, serán inundadas en diversos grados, lo que provoca materiales y culturales incalculables pérdidas y provocan migraciones masivas a las regiones más altas, la generación de nuevos trastornos y gastos en un gran escala.
Por lo menos ocho grandes ciudades costeras están construidas sobre tierras frágiles que se están hundiendo, lo que aumenta aún más la velocidad del proceso de inundación.
El tiempo para contrarrestar los peligros inminentes del cambio climático están disminuyendo, por lo que la amenaza está aumentando.
El aumento del nivel del mar afectará también a los ecosistemas costeros, provocando su degradación o erradicación con pérdidas o cambios significativos en la biodiversidad.
Otro efecto directo es la erosión de la costa , provocando el retroceso de la línea de arena en las playas, los cambios en el perfil de la costera y la destrucción de la infraestructura costera construida por el hombre, tales como presas, carreteras y viviendas, así como dañar el ocio, el turismo y otras actividades económicas y sociales.
Al mismo tiempo, subterráneas de agua dulce acuíferos costeros tienden a ser invadido por el agua salada, disminuyendo el suministro de agua potable para las poblaciones humanas, lo que lleva a problemas de salud y problemas sociales de extensión.
El calentamiento del agua y el aumento del nivel del mar, en sí producen muchos otros efectos negativos. Altera las corrientes oceánicas, salinidad, niveles de oxígeno y la evaporación, modifica la estratificación de las capas de agua, y acelera las tasas de fusión de hielo flotantes, con efectos secundarios que varían en biología marina y el clima de la totalidad del planeta.
Las reacciones químicas del metabolismo de las plantas y los animales están directamente influenciadas por la temperatura del medio en el que viven.
Las aguas provocan el aumento de consumo de oxígeno, hace que las especies más vulnerables a malformaciones congénitas y enfermedades, altera los patrones y las tasas de crecimiento y los ciclos de reproducción, e interfiere con el suministro de alimentos.
Otro efecto de calentamiento del agua, que hasta hace poco era desconocido, es la liberación de metano almacenado en los sedimentos depositados en el fondo del océano en forma de hidratos de metano, que resulta de su combinación con las moléculas de agua en condiciones de baja temperatura y / o alta presión, como ocurre en zonas frías o en aguas profundas.
El metano es hasta 36 veces más potente que el dióxido de carbono en su capacidad para aumentar el efecto invernadero. En condiciones normales, aproximadamente el 90% del metano liberado en aguas profundas se oxida en su camino a la superficie y pierde su potencial de amenaza de calor, pero de otro lado contribuye a la acidificación y la desoxigenación de agua mejorada.
La contaminación y otros efectos
Los gases atmosféricos están cambiando la composición química de los océanos, ya que los gases se disuelven en agua de la atmósfera y regresar al aire en un proceso continuo de intercambio y el equilibrio mutuo.
Todos los ecosistemas marinos dependen en gran medida de las condiciones del mar cerca de la superficie, entre otras razones, porque no se lleva a cabo la mayor parte de la oxigenación del agua y allí se nutre principalmente del plancton que es la base de la cadena alimentaria marina, y esta capa superficial del aguas están sujetas a la influencia de la atmósfera.
Los océanos son los principales secuestradores de CO2 atmosférico. Esta impregnación excesiva de agua por el dióxido de carbono es una forma de contaminación química.
La elevada concentración de CO2 en los mares hizo que el agua para convertirse en el 26% más ácido de lo que eran en el período pre-industrial. En el mismo tiempo, se han reducido las concentraciones de oxígeno, que es esencial para la preservación de la vida.
Este fenómeno es especialmente perjudicial para los animales que utilizan sales de calcio para construir sus conchas y estructuras corporales, destacando entre ellos los corales, crustáceos y muchas especies de plancton, que tienen estas estructuras disueltos o deforme por alta acidez del agua.
Los conocimientos científicos sobre las interacciones de gases entre el aire y el mar tiene que ser a fondo, pero varios estudios indican que debe haber cambios biológicos a gran escala en la vida marina.
Observaciones más específicas han indicado que el metabolismo de varios grupos de criaturas acuáticas ya se ha visto afectada en cierta medida en diversas regiones oceánicas de plancton, a través de los corales y moluscos.
Hay varios indicios de que la salinidad está disminuyendo en muchos mares del mundo, con un impacto potencial, pero indeterminado..
Aunque la evidencia no es suficiente para indicar una causa con certeza, parece probable la influencia del cambio climático global, especialmente a través de la descongelación de los glaciares y témpanos polares y los cambios en las precipitaciones y la humedad atmosférica.
Estos efectos sobre el mar se complican con otros. La combinación de calentamiento, los cambios en la salinidad, la fusión del hielo y el aumento del nivel del mar también cambia la circulación de las corrientes oceánicas y la estratificación de las capas de agua.
La Corriente del Atlántico Norte, por ejemplo, al parecer, se debilita a medida que aumenta la temperatura media global.
Esto significa que las áreas como Escandinavia y Gran Bretaña, que se calienta por la corriente, pueden experimentar climas más fríos a pesar del aumento en el calentamiento global.
Todos estos efectos se ven agravados por la sobrepesca. Alrededor del 50% de todas las especies de valor comercial ya están en sus poblaciones límite máximo de funcionamiento, y alrededor del 30% de ellos, incluyendo la mayoría de los diez más importantes están sobreexplotadas y surápido descenso, y debe ser agotado por completo en el medio el siglo XXI si la disminución no se invierte.
Debido a los efectos combinados de los océanos están bajo grave riesgo de sufrir una extinción en masa y se convierten en ambientes muy simplificados, con una diversidad biológica muy baja, compuesto en su mayoría seres microscópicos y pequeño tamaño.
En 2008 se habían identificado más de 400 "zonas muertas" en los mares de todo el mundo. Desde la década de 1960 su número se ha duplicado cada diez años, y se espera que la aparición de nuevo para acelerar.
Los alimentos
Un resultado esperado de la suma de todos los efectos del calentamiento global están en se ve comprometido seriamente la producción de alimentos.
Como se ha señalado, los cambios en los mares deben significar una grave amenaza para las poblaciones de peces y mariscos para el consumo, que son alimentos básicos o de primera necesidad para gran parte de la población mundial.
El calentamiento global también afecta a la producción de otros alimentos. Aumento de las temperaturas, los cambios en las precipitaciones, la circulación de la humedad atmosférica, al ritmo de las estaciones, el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno y otros nutrientes, reduciendo la humedad del suelo y fuentes de agua, el aumento de las tasas la evaporación superficial, la tendencia a la desertificación subtropical sin duda hará daño a la agricultura, ganadería y silvicultura principales zonas productoras del mundo.
Todo de estas actividades, que se han desarrollado durante miles de años y que dependen esencialmente de otros seres vivos, también depende de las condiciones estables y previsibles climático a la que estaban acostumbradas todas las especies para un largo tiempo.
Los cambios actuales son rápidos y demasiado grande para que la naturaleza les absorbe, y debe cambiar todo el equilibrio conocido de las fuerzas naturales, desorganizar y desestabilizan la mayor parte de los sistemas productivos de la humanidad construidas, cuya razonable estabilidad y previsibilidad permitido sobre el desarrollo de sistemas de alta productividad en un gran escala como los que existen en la actualidad, de los cuales la humanidad depende para su supervivencia y el confort.
En consecuencia, se espera que deberían aumentar la pobreza, la incidencia de la enfermedad y el hambre, así como los derivados de los conflictos violentos de la competencia entre los grupos y las naciones por la escasez de recursos.
De igual forma deberían aumentar el uso de pesticidas y fertilizantes en los cultivos para compensar la caída de la productividad, que contaminan más el medio ambiente y aumentar los costos de producción, la generación de nuevas pérdidas en un efecto cascada.
La temperatura y la humedad del aire más alta y más frecuentes e intensos fenómenos meteorológicos extremos también afectan al metabolismo de animales y vegetales, haciéndolos más propensos a las epidemias y los trastornos del crecimiento y la reproducción y obstaculizan la preservación de la calidad del grano y otros alimentos almacenados, factores que en conjunto contribuyen a reducir aún más la productividad y aumentan las pérdidas.
Hoy en día casi mil millones de personas sufren de hambre crónica. Los sistemas de producción cada vez más debilitados por las amenazas y pérdidas en varios frentes, asociados con el rápido crecimiento demográfico cada vez mayor, y hay que multiplicar los riesgos para la seguridad alimentaria de las naciones.
Salud
El mosquito que transmite la malaria tiene su multiplicación y dispersión favorecida por aumento de la temperatura. Se espera que el aumento de la incidencia y los cambios en la distribución geográfica de diversas enfermedades, especialmente cardiorrespiratoria, las infecciosa y vinculado a la desnutrición, elevaran significativamente los costos de la asistencia médica y social. El calentamiento debe causar la redistribución geográfica de todas las enfermedades que de alguna manera están influenciados por el clima y el tiempo.
Las enfermedades como la malaria y el dengue, que se transmite por los mosquitos, se producen en las regiones calientes, donde se favorece el desarrollo del mosquito.
Con el aumento de las temperaturas globales, las regiones más frías, antes inmunes a estas enfermedades, se están convirtiendo en nuevos brotes epidémicos, y están empeorando.
La malaria es un problema importante de salud pública en África al sur del desierto del Sahara, en el sureste de Asia y en los países del Amazonas en América del Sur, y el dengue es la principal enfermedad reemergente en los países tropicales y subtropicales.
Varias otras enfermedades influidas por el clima, como la leishmaniosis, fiebre amarilla, filariosis, entre otras en su estilo, son propensos a seguir este camino por los efectos del calentamiento global en la salud
Otras alteraciones en los ecosistemas o en los sistemas de producción que favorecen la proliferación de vectores de estas enfermedades y reducir la resistencia humana a las infecciones, como la malnutrición, el agua potable de mala calidad, problemas de saneamiento como ocurre en las inundaciones, tienden a incrementar la severidad y la incidencia de epidemias.
Los cambios de temperatura, la humedad y la lluvia pueden amplificar los efectos de las enfermedades respiratorias, así como cambiar las condiciones de exposición a contaminantes del aire.
Otras enfermedades que están teniendo las condiciones de difusión más favorables, las que son típicas de los animales, pero pueden contaminar el hombre.
La degradación ambiental generalizada que se produce hoy en día la migración de fuerza de las poblaciones silvestres y que a menudo invaden las zonas habitadas por el hombre en busca de nuevos refugios y alimentos, lo que facilita la infección.
Otros factores que contribuyen activamente en este proceso, es el aumento del comercio de fauna exótica y los cambios en el uso del suelo.
Los recientes brotes de gripe aviar , el virus del Ébola y el síndrome respiratorio agudo severo , que cuestan muchas vidas y enormes recursos financieros, son dramáticas ejemplo de zoonosis que son propensos a ser más frecuentes, y bajo ciertas circunstancias pueden degenerar en peligrosas pandemias .
El calentamiento global es una de las principales causas de la aparición de nuevas enfermedades. El estado general de salud de la población y su capacidad para responder a las nuevas enfermedades deberían verse afectados por calentamiento.
El aumento de las concentraciones atmosféricas de CO2 debe fomentar la difusión de varias plantas que causa un gran malestar por el hombre en forma de alergias y el gas estimula la producción de polen, otro alérgeno importante.
Las olas de calor extremas provocan grandes problemas para la salud humana. En las últimas décadas la frecuencia e intensidad han aumentado que al parecer son responsables de más muertes al año que los huracanes, los rayos, los tornados , las inundaciones y los terremotos combinados.
La ola de calor de 2003 en Europa mató a más de 70.000 personas, y se estima que la ola de calor en el hemisferio norte en 2010 causó la muerte de 55.000 personas sólo en la parte occidental de Rusia.
Estos eventos suelen provocar incendios forestales principales paralelas, las crisis en agua y suministro de energía y graves pérdidas económicas, sociales y agrícolas.
Que las altas temperaturas no son suficientes para llevar a cabo el esfuerzo físico es, en efecto notorio, pero esta interacción en relación con el calentamiento global sólo recientemente se ha estudiado y no fue evaluado en los informes del IPCC, y se convierte en un elemento cada vez más importante que se computará en los planes de adaptación.
La investigación publicada en 2013 por la NOAA indica que se espera que el calentamiento global va a aumentar en promedio un 50% los problemas de salud relacionados con el estrés por calor en el trabajo, la reducción de la capacidad de los trabajadores de la construcción, agricultores, deportistas y otras personas que realizan actividades físicas intensas abierta.
Este tipo de estrés puede conducir a ataques cardíacos, calambres, malestar, deshidratación y agotamiento, entre otros efectos, y se convierte en enfermedades preexistentes agravantes. En otros estudios se hacen proyecciones similares.
Las regiones tropicales de las más afectadas, con importantes repercusiones sociales y económicas probables, pero los efectos sensibles se pueden ver en otras áreas y afectan a otras actividades, tales como programas de turismo, el ocio y otras por su misma condición.
Otro aspecto difícil que se ha planteado recientemente es el impacto de los problemas generados por el calentamiento de la salud emocional y mental de las personas afectadas por los desastres ambientales. Se ha demostrado que este tipo de eventos pueden desencadenar trastornos graves, como ataques de ansiedad, trastornos del sueño, depresión, estrés, aumento del riesgo de suicidio, a la violencia social y de consumo de drogas sobretensiones, que se asemejan síndrome post-traumático, condición médica grave que puede llevar varios años para superar después de un disparador de evento específico, como una inundación.
La simple expectativa de que pueden ocurrir desastres, en el otro lado ha causado efectos similares síndrome pre-traumático, un estado de abatimiento e interés difuso en la posibilidad de un desastre u otras pérdidas importantes.
De acuerdo a estudios se espera que hasta 200 millones de personas desarrollan algún tipo de problema mental como consecuencia del cambio climático, y los autores de una investigación publicada en la revista The Lancet considera que las enfermedades mentales son una de las amenazas más peligrosas indirectas del calentamiento global.
La cultura y el patrimonio
Todos los impactos ambientales se combinan para afectar negativamente a muchos aspectos de las culturas y sociedades del mundo y cuestionar la preservación de su patrimonio.
Migraciones y éxodos de población causados por la alteración del clima tienden a desintegrarse aspectos sociales, culturales, de identidad, estéticos, emocionales, psicológicos, lingüísticos, políticos y religiosos de las poblaciones migrantes que se forman estrechamente vinculados a sus regiones de origen.
La llegada de gran afluencia de personas en nuevas regiones tiende a exacerbar los conflictos violentos, la desigualdad y la competencia por los recursos entre los recién llegados y los residentes locales, lo que socava los cimientos de las culturas indígenas y su relación con la historia y la memoria del sitio.
Poblaciones en movimiento dejan tras de sí tanto por sus raíces culturales y su patrimonio construido y sus lugares históricos que degradan el abandono.
Cambios en las actividades culturales de daños por el clima y económico y turístico, las celebraciones y fiestas tradicionales y populares, y las culturas de los pueblos indígenas, que están principalmente relacionados con la tierra y el medio ambiente en el que viven.
La disminución o desaparición de especies asociadas con los valores culturales, emocionales o religiosas también conlleva daños a la cultura y las tradiciones de los pueblos.
La UNESCO declaró que "el cambio climático tendrá un impacto en los aspectos sociales y culturales, con las comunidades que cambian las formas cómo viven, trabajan, y se socializan en sus edificios, sitios y paisajes ".
El aumento de la temperatura y la humedad implican aceleración de la degradación del patrimonio construido, sitios históricos y arqueológicos, y aumentan las dificultades de conservación de las colecciones de museos.
Además, los diferentes materiales en diferentes regiones del mundo van a responder a un clima cambiado de maneras nuevas, a las que la población local que se preocupan por su conservación no se utiliza.
Los cambios en la diversidad biológica en diferentes regiones debido al cambio climático traen consigo amenazas antes inexistentes para los activos debido a la invasión por nuevas plagas biológicas.
El ajuste es tan grave que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) desde 2007 admitió que no se puede salvar a todos los patrimonio amenazado, y será necesario establecer prioridades, "el legado del cambio climático global es una pérdida de la herencia".
Economía, política y sociedad
Teniendo en cuenta que más del 40% de la economía mundial depende directamente de los productos y procesos biológicos, y que cada ser humano tiene que seguir viviendo directamente de la naturaleza, los efectos a largo plazo del calentamiento global de la sociedad, junto con otros problemas ambientales que están asociados o derivados, tales como son el cambio climático que no es sólo una amenaza lejana, sino un peligro actual, e inclusive ya estamos sintiendo su impacto económico.
Un estudio reciente de más de 50 científicos estima que el calentamiento global cuesta directamente a más de 1,2 billones de dólares, con el mayor impacto en los países pobres.
El ex Secretario General de la ONU, Achim Steiner, dijo que sólo la pérdida y degradación de los bosques genera una pérdida anual de aproximadamente 4,5 billones de dólares.
Derivados costos de las especies exóticas invasoras representan más de 1,4 billones de dólares, de acuerdo a la declaración de la Secretaría de la Convención sobre la Diversidad Biológica.
Si no se hace nada para mitigar de manera significativa, los costos del calentamiento pueden erosionar el 5-20% de PIB mundial por año, mientras que el costo de la mitigación sería de alrededor de sólo el 1%, advierten los científicos. Sumado a esto el daño cultural y social, debido al irreparable daño al medio ambiente.
Un informe elaborado por el Banco Mundial en 2012 causó sorpresa por el tono inusualmente dramático para una organización caracterizada por la seriedad, de unirse al consenso de los científicos y los ecologistas y predecir un escenario aterrador para el mundo en términos de trastornos sociales y daños al medio ambiente, la temperatura media se eleva a 4° C, nivel esperado por la mayoría de los estudios si no se hace lo contrario. Las primeras palabras del presidente del Banco, Jim Yong Kim, ante la presentación del estudio fueron: "Espero que este informe en estado de shock, nos lleva a la acción".
El Informe sobre desarrollo humano 2013, elaborado por el PNUD, predijo que el número de personas que viven en la pobreza extrema en 2050 como una consecuencia el problema ambiental podría aumentar considerablemente.
En el peor escenario, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), advierte sobre la disminución media global del 15% en 2050, pero los países más pobres podrían experimentar mayores tasas de declive.
El Grupo de Trabajo de Economía de la Adaptación al Cambio Climático Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA) estima una pérdida anual de PIB de las naciones del 1 al 12% en 2030. En un escenario más extremo el cambio climático, las pérdidas económicas relacionadas con el calor puede llegar a aumentar en un 200% en 2030.
Un estudio mostró que en 2010 el calentamiento global ha causado la muerte de 5 millones de personas.
Para el equilibrio y la salud de la naturaleza en general y la propia diversidad biológica, cuyo valor de existencia aún no se ha reconocido, el daño es incalculable, y las especies que se extinguieron debido al calentamiento representa una pérdida irreversible, un triste legado de las futuras generaciones que, si no se actúa de otro modo, la difícil tarea de apoyar a una población mucho más grande y empobrecidos en un planeta que, por encima de todo, muestra un clima hoy mucho más impredecible y hostil, lo que complica significativamente satisfacer las crecientes demandas del género humano para su subsistencia.
Hoy en día vivimos en el mundo con más de 7 mil millones de personas. Se proyecta para el 2050 una población de 9 mil millones, y el reciente informe de la ONU previsto para este siglo contempla un aumento de 300-900% en el consumo total, aumentando proporcionalmente la presión sobre los recursos naturales cada vez más escasos.
Debido a esto, se espera lo indeseable una escalada de los movimientos de población, guerras civiles y conflictos violentos en el ámbito internacional. El cambio climático ha aumentado la brecha entre las naciones.
En 2011 el Consejo de Seguridad de la ONU reconoció por unanimidad que el cambio climático puede ser una amenaza para la paz y la estabilidad en el mundo, y el tema ha recibido una atención creciente en la diplomacia internacional debido a sus múltiples consecuencias económicas, sociales y políticas y su carácter transnacional.
En 2016 el Foro Económico Mundial señaló la falta de combate en el calentamiento como la principal amenaza mundial por sus consecuencias negativas sobre el medio ambiente, la seguridad, la geopolítica, la economía y la sociedad.
El reciente progreso de la humanidad ha generado muchos beneficios, pero provocó efectos negativos que no habían sido previstos y para los cuales el mundo no estaba listo, dada su enorme alcance y sus muchas consecuencias indirectas.
El impacto ambiental antrópico puede resumirse en cinco grandes amenazas: desequilibrio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación, la pérdida y la degradación de los ecosistemas y la explosión de la población.
La persistencia de los efectos del calentamiento
Es importante para recordar una vez más que muchos efectos de los gases de efecto invernadero sólo se manifiestan muchos años después de que se produzcan emisiones, y otros son a largo plazo.
Los gases de efecto invernadero pueden tener más de treinta años para tener un efecto en términos de temperatura. Es decir, el calentamiento que experimenta actualmente es el resultado de los gases emitidos por la década de 1970.
La acidificación de los océanos, por ejemplo, tomará miles de años para ser revertido por procesos naturales, y el nivel del mar seguirá subiendo durante siglos, alcanzando varios metros por encima de los niveles actuales. Algunos gases, además, tienen un ciclo de vida largo, permaneciendo activa durante mucho tiempo.
Dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero antropogénicos, puede permanecer activo en la atmósfera durante cientos de años, y el óxido nitroso, hasta 114 años.
Otros gases como los compuestos perfluorados, y el hexafluoruro de azufre, aunque en cantidades más pequeñas en total, pero muy potente, pero tienen ciclos más largos, que van desde 50 mil años.
No hay ninguna garantía de que todos los efectos son reversibles si se supera esta crisis, o que cualquier recuperación tomará el ecosistema a un estado similar a lo que eran antes. Las pérdidas en la biodiversidad por supuesto de extinción son irreversibles.
La biodiversidad actual de la Tierra es el resultado de 3,5 mil millones de años de evolución. Después de las grandes extinciones en masa de los tiempos prehistóricos, una recuperación significativa de la diversidad biológica siempre ha requerido muchos millones de años.
Estos datos apuntan a la gran magnitud del problema e indican que muchos efectos persisten más allá de los horizontes de esta civilización, incluso si las emisiones cesaron hoy en día. La mayoría de los escenarios futuro proyectan altos niveles de extinción y de pérdidas de hábitats. El pesimismo por la ciencia es notable ante una civilización que durante los últimos 10 mil años nunca imagino estos eventos para la cual no está preparada.
Si no aprovechamos esta oportunidad, muchos ecosistemas del planeta se convertirán en nuevos ecosistemas con nuevos arreglos sin precedentes, en los que su capacidad para satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras es muy incierto.
El IPCC es ampliamente considerado como la principal autoridad mundial sobre el calentamiento global, recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo, y sus conclusiones fueron aceptadas por una amplia gama de otras organizaciones y academias científicas de todo el mundo. Muchos otros importantes síntesis científicas internacionales también aceptó las conclusiones del IPCC, entre ellas la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio , la serie del Medio Ambiente Mundial , el PNUMA y la Gráficos vitales del Bosque de UNEP/FAO/FNUB, escrita y revisada por miles de expertos.
Sin embargo, los resultados de los informes del IPCC son preocupantes, no están exentos de críticas, y durante varios años un número significativo de estudios independientes han indicado que están demasiado conservadores en varios aspectos importantes, en parte debido al hecho de que las conclusiones del IPCC son adoptadas en el sistema de consenso, en el que participan en la toma de decisiones los representantes políticos de las naciones que tienden a minimizar los pronósticos más alarmantes de las decisiones.
Estos estudios muestran que el cambio climático está empeorando mucho más rápido que el que IPCC predijo y los peores escenarios estimados están más cerca de hacerse realidad. Hay cierto conservadurismo en el IPCC que como sabemos es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que fue creado en 1988 para que facilitara evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, repercusiones y estrategias de respuesta.
Desde el inicio de su labor en 1988, el IPCC ha preparado cinco informes de evaluación de varios volúmenes, que se pueden consultar bajo el apartado Publicaciones en su página web. Ahora se encuentra en su sexto ciclo de evaluación. Además como ya apuntamos recibió el premio Nobel de la Paz en 2007 por su labor en materia de cambio climático.
El IPCC específico en su V informe que: "En los últimos decenios, los cambios en el clima han causado impactos en los sistemas naturales y humanos en todos los continentes y océanos. La evidencia de los impactos del cambio climático es más sólida y completa para los sistemas naturales. Hay impactos en los sistemas humanos que también se han atribuido al cambio climático, con una contribución grande o pequeña del cambio climático distinguible de otras influencias".
Luego, de otro lado el IPCC advierte: "Responder a los riesgos conexos al clima implica tomar decisiones en un mundo cambiante, con una incertidumbre constante acerca de la gravedad y el momento en que se sentirán los impactos del cambio climático y con límites en la eficacia de la adaptación".
El cambio climático está causando ya considerable daño y cientos de millones de personas están sufriendo sus consecuencias. Los centros de investigaciones más avanzados aseguran que queda muy poco tiempo para evitar una catástrofe irreversible.
James Hansen, del Instituto Goddard de la Nasa, asegura que un nivel de 350 partes del dióxido de carbono por millón es todavía tolerable; hoy sobrepasa sin embargo la cifra de 390 y se incrementa a ritmo de 2 partes por millón cada año, rebasando los niveles de hace 600 mil años. Las últimas décadas han sido cada una de ellas, las más calurosas desde que se tienen noticias del referido registro; el peligroso gas aumento 80 partes por millón en los últimos 150 años.
El hielo del mar Ártico, la enorme capa de dos kilómetros de espesor que cubre Groenlandia, los glaciares de América del Sur que nutren sus fuentes principales de agua dulce, el volumen colosal que cubre la Antártida, la capa que resta del Kilimanjaro, los hielos que cubren el Himalaya y la enorme nada helada de Siberia, se están derritiendo visiblemente. Científicos notables temen saltos cuantitativos en estos fenómenos naturales que originan el cambio climático.
Durante la Cumbre de Copenhague que se llevó a cabo después del Protocolo de Kyoto suscrito en 1997, que entró en vigencia en el 2005, el otrora primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, en el mencionado conclave en Copenhague (2009) dijo que: "Si no llegamos a un acuerdo en el curso de los próximos meses, no debemos tener duda alguna de que, una vez que el crecimiento no controlado de las emisiones haya provocado daños, ningún acuerdo global retrospectivo en algún momento del futuro podrá deshacer tales efectos. Para entonces será irremisiblemente demasiado tarde".
Brown concluyo su intervención con estas dramáticas palabras: "No podemos darnos el lujo de fracasar. Si fracasamos ahora, pagaremos un precio muy alto. Si actuamos ahora, si actuamos de conjunto, si actuamos con visión y determinación, el éxito en Copenhague estará todavía a nuestro alcance. Pero si fracasamos, el planeta Tierra estará en peligro y para el planeta no existe Plan B".
Hasta aquí, cualquiera puede comprender que tal sistema (capitalismo) es insostenible, y por qué los sectores más pudientes del mundo, por ejemplo, en EEUU y sus aliados, defienden un sistema sólo sustentable con la ignorancia, las mentiras y los reflejos condicionados sembrados en la opinión mundial a través del monopolio de los medios de comunicación masivos, incluidas las redes principales de internet.
Hoy tal andamiaje se derrumba ante el avance acelerado del cambio climático y sus funestas consecuencias, que ponen a la humanidad ante un dilema excepcional.
El ser humano logró elevar sus posibilidades de vida hasta límites que rebasan su propia capacidad de sobrevivir; en esta batalla está consumiendo la materia prima al alcance de su mano; la ciencia hizo factible convertir la materia en energía, como ocurrió con la reacción nuclear, al costo de enormes inversiones, pero no se vislumbra ni siquiera la viabilidad de convertir la energía en materia.
El infinito coste de las inversiones en las investigaciones pertinentes, está demostrando la imposibilidad de lograr en una pocas decenas de años lo que el universo tardó decenas de miles de millones de años en crear. Como corolario la ciencia ha crecido extraordinariamente, mas la ignorancia y la pobreza también crecen.
El consenso científico y controversia populares
Los principales aspectos del calentamiento global están bien establecidos en la ciencia como la propiedad de gases de efecto invernadero para retener la radiación infrarroja, el aumento de temperatura debido a la mayor concentración de estos gases, la causa humana en su acumulación y la importancia del calentamiento climático. De hecho, el consenso de la comunidad científica a este respecto es prácticamente unánime.
Varios estudios confirman que este consenso, el análisis de miles de artículos publicados en los últimos años, coinciden que el calentamiento global es un fenómeno real e incontrovertible. Las principales cuestiones pendientes se refieren sólo a la velocidad de este calentamiento, a los niveles que llegará, y cómo afectan localmente las diversas regiones del mundo.
Con una creciente certeza, el IPCC ha afirmado que el calentamiento global es un problema grave que sufre de la influencia humana, y debe ser abordado de inmediato.
Por el contrario, los medios de comunicación social no científico en una búsqueda engañosa para el equilibrio y la equidad, a menudo busca a presentar "ambos lados" de la cuestión, dando el mismo espacio y la misma importancia a cualquier persona que afirma la realidad del problema y los que lo niegan.
Esto es un error ya que por un lado hay argumentos muy fuertes, apoyados por una abrumadora mayoría de los expertos científicos, y el otro, muy débil, apoyado en general por aficionados, empresas, políticos y grupos de interés.
Existen muchas evidencias de que las grandes corporaciones empresariales cuyos intereses puedan verse afectados por las medidas contra el calor, instituciones, grupos de presión, los gobiernos y los políticos y las campañas fraudulentas de finanzas y la investigación, con el fin de confundir deliberadamente al público y plomo; los que creen que los problemas atmosféricos no son reales o importantes, lo que dificulta la aplicación de leyes y acciones contra el calentamiento global.
En ese sentido, en 2015, la Unión de Científicos publicó un dossier de documentos oficiales de consejos los de administración de las grandes compañías petroleras en el mundo, llegando a la conclusión de que estas compañías no sólo orquestan hoy una importante campaña de desinformación pública, ya que sabían desde la década de 1980 que el calentamiento global es una realidad y que la combustión de petróleo es una de sus principales fuentes.
En EEUU uno de los pocos países que no han ratificado el Protocolo de Kyoto , los científicos vinculados a siete organizaciones científicas gubernamentales informaron de presión para eliminar las palabras "cambio climático", "calentamiento global" o similares en sus comunicaciones.
Un informe presentado en el Congreso de Estados Unidos dijo que la mitad de los climatólogos de los encuestados dijeron que habían percibido o experimentado personalmente esta presión, y dos quintas partes de ellos dijeron que ya tenían sus informes modificados, el cambio de sus conclusiones.
EEUU es todavía uno de los países con mayor tasa de escepticismo climático. Una amplia encuesta de 2015 mostró que mientras que el 99% de la población reconoce que el calentamiento está ocurriendo, casi el 80% de los encuestados no cree que el origen del problema se debe a las actividades humanas, el 97% cree que el consenso abrumador entre los no científicos allí, más del 60% no les importa, y el 99% no cree que el calentamiento se les cause dificultades personales, incluso aceptando la idea de que las generaciones futuras puedan estar en riesgo.
Este contexto es relevante a nivel mundial por posición de liderazgo de EEUU, que es también uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero..
Donald Trump, demostró en declaraciones bastante escépticos acerca de la gravedad del problema e incluso sobre su realidad, y dijo que sus prioridades están en otra parte. Incluso llegó hasta a afirmar que el cambio climático era una "invención de los chinos".
Al mismo tiempo, los que niegan el calentamiento continúan sus bien organizadas campañas de desinformación pública.
En 2015 se celebró en París una nueva Conferencia (COP 21), que logró un consenso de que debe evitarse que la temperatura lleguen a una escala por encima de 1,5 ° C.
La aprobación del Acuerdo de París fue aclamado internacionalmente como un hito en las negociaciones climáticas principalmente por el reconocimiento de que el calentamiento global es un problema muy serio, dar una señal clara a los mercados de transición para la economía verde es inevitable, y la creación de un fondo considerable para apoyar a los países en desarrollo.
Aunque, el acuerdo ha sido criticado por no establecer un calendario definido sobre las acciones precisas y sin fuerza legal, en función de las reducciones voluntarias, que pueden conducir a la falta de cumplimiento de los objetivos establecidos o excesivo retraso en la consecución.
Al mismo tiempo, en conjunto, los objetivos voluntarios que los países han ofrecido no parecen suficientes para la reducción global de las emisiones que se consideran necesarias, y muchas naciones en sus metas acordadas pueden ser bloqueadas por los legisladores locales, debido a las presiones económicas y políticas.
El IPCC, en su 5º Informe, hizo hincapié en que no se alcanzarán los objetivos de reducción de emisiones si cada región o país piensan acerca de la solución de su problema por sí solo y el esfuerzo general es descoordinado.
El fenómeno del cambio climático tiene implicaciones globales y sus causas producen efectos más allá de las fronteras políticas dentro de las cuales se originaron.
Al mismo tiempo, el informe señaló que la mitigación y la adaptación han demostrado ser ineficaces en las comunidades y las naciones con problemas crónicos de gobiernos.
Las políticas climáticas mal informados, o por falta de coordinación realizadas con los datos adulterados y mitigados artificialmente pueden producir indeseables como efectos colaterales no previstos como los que producen la falta de acción.
Acciones y recomendaciones
Muchos grupos ambientales estimulan la acción individual contra el calentamiento global, a menudo por los consumidores, sino también por la comunidad y las organizaciones regionales.
Otros han propuesto el establecimiento de un tope para la producción de combustibles fósiles. También se han hecho esfuerzos para una mejor gestión de los residuos, la lucha contra la deforestación y el mal uso de la tierra, el aumento de la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía alternativas.
El IPCC ofrece en sus informes una multiplicidad de formas de mitigación y adaptación, que se resumen a continuación:
-
Desalentar el consumo y la rentabilidad de los combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.
-
Mejorar la eficiencia de los sistemas de recogida, distribución y consumo de agua, incluyendo el uso agrícola, industrial y doméstico.
-
Mejorar las técnicas de manejo de la tierra, incluida la ganadería, la agricultura, la silvicultura y las actividades de extracción, la protección del suelo contra la erosión, la degradación y la contaminación.
-
Establecer planes de contención de levantamiento mar como las dunas de fijación, la forestación costera, la construcción de presas y otras estructuras.
-
Cambiar los hábitos de producción y consumo de bienes y servicios y la eliminación de residuos a un modelo sostenible. El aumento de los incentivos económicos para proyectos de crecimiento sostenible.
-
Dar educación de calidad a la población, incluyendo, de manera crucial, la educación ambiental, promoviendo la formación de multiplicadores de líderes del conocimiento.
-
El rediseño de las políticas públicas con una mayor atención a los hechos científicos y las necesidades reales, proporcionando acciones integradas en las perspectivas a largo plazo. Aumentar la cooperación internacional, la investigación y la difusión libre del conocimiento. Crear una política transnacional eficaz en el calentamiento. Aprovechar los conocimientos de las comunidades indígenas y tradicionales.
-
Organizar la gestión del probable crecimiento de las enfermedades infecciosas y epidemias; mejorar la atención de la salud y la infraestructura de salud urbano. Organizar planes de bienestar y de protección civil en situaciones de emergencia y desastres ambientales colectivos.
-
Diversificar la oferta turística.
-
La adaptación de los sistemas de transporte a temperaturas más altas y la posibilidad de inundaciones más frecuentes.
-
Fortalecer la infraestructura de producción y distribución de energía y telecomunicaciones, utilizar energías renovables preferentemente y diversificadas.
Entre las diversas fuentes de energía alternativas que se buscan, el último informe desaconseja el uso de la energía nuclear debido a su alto riesgo y los efectos negativos potencialmente catastróficos en caso de accidentes.
Los biocombustibles que generalmente se consideran mejores opciones que el fósil, debe ser evaluado con más cuidado ya que pueden tener efectos secundarios no deseados y pueden causar, por ejemplo, el aumento de los precios de los alimentos para inducir una reducción de la inversión y el área de la producción agroalimentaria.
La evidencia disponible indica que los biocombustibles son opciones débiles e inciertas en la mejora de la calidad de vida de la población, aunque algunos son muy económico en relación con las emisiones.
En general, los biocombustibles han generado una creciente incertidumbre para el sector de la seguridad alimentaria en un escenario de población en rápido crecimiento, y han demostrado capacidad significativa para inducir a los conflictos sociales y producir daños directos e indirectos para la biodiversidad y otros recursos naturales como agua.
Las opciones más prometedoras actualmente en el sector de la energía son el uso de proyecto de la energía del sol, el viento y el agua. Estas tecnologías de energía limpia ya están maduras, sus costos de implementación se han reducido significativamente en los últimos años y sus beneficios son altos, y debe ser aprobada en una gran escala.
Igualmente puede ser una buena opción en algunas regiones la energía geotérmica. Captura y almacenamiento artificial de proyectos de carbono en la atmósfera puede ser una alternativa en el futuro, pero todavía están en una fase temprana de desarrollo y su eficacia es aún incierta.
Se le ha dado la atención principal a las naciones sobre el sector energético, pero la mitigación y la adaptación para cubrir el conjunto de la sociedad, especialmente a los sectores que son grandes emisores, como el mal uso de la tierra, la industria, la agricultura, los residuos de alimentos, el transporte, la construcción y la urbanización de las ciudades, además de los hábitos culturales y formas de vida propia que producen o perpetúan un modelo de desarrollo insostenible.
La migración obligatoria de la economía a un modelo sostenible puede traer algunos problemas inmediatos de adaptación,
El fenómeno de la urbanización acelerada de la población humana debe recibir una gran atención porque las ciudades utilizan 67-76% de la energía disponible y en ellos se genera 71-76% de CO2 relacionadas con la energía.
Para el año 2050 64-69% de la población que vive en las ciudades, especialmente las zonas vulnerables al calentamiento global, muchos de los sistemas más importantes de las ciudades, tales como el suministro de energía, alimentos y agua, el alcantarillado y el transporte, la salud, la seguridad pública y las comunicaciones, puede colapsar fácilmente en la cara de los desastres o fenómenos naturales como tifones e inundaciones, dejando a gran gente indefensa en un solo evento.
Estudios han puesto de relieve una alta proporción de la vulnerabilidad de las poblaciones urbanas sobre eventos climáticos intensificadas por calentamiento, como por el aumento de la población (exposición) aumenta el riesgo incluso en eventos normales, el aumento de la exposición combinada a aumento de la intensidad multiplican los efectos.
Por otra parte, el colapso de los sistemas urbanos de los desastres climáticos genera fallas sistémicas que afectan al conjunto de la cadena de una gran capa suburbanas y rurales circundantes, asimismo, puede afectar a regiones muy distantes.
A medida que las ciudades son grandes receptores y consumidores de bienes y servicios, son los principales productores y distribuidores. Los modelos de planificación urbana y la construcción en general adoptadas en las ciudades no fueron planificadas para abordar el cambio climático con éxito y deben adaptarse rápidamente.
Como gran parte de la población mundial vive en ciudades y comunidades costeras, hay medidas de adaptación que deben considerarse con mucho cuidado y realismo por el problema del aumento del nivel del mar.
En muchas áreas de los pueblos costeros deben considerarse principalmente la retirada, no luchar contra el avance de las aguas, al ser la opción más eficaz a largo plazo, especialmente a la luz de la gran incertidumbre que rodea a la predicción exacta del nivel que el mar alcanzará que puede alcanzar varios metros en los próximos siglos, muy superior a la capacidad protectora de los proyectos actuales costeros.
Igualmente, se ha vuelto cada vez más claro que la humanidad tendrá que encontrar formas efectivas para controlar su crecimiento de la población.
Los recursos del mundo son limitados, y un crecimiento de la población infinita es obviamente imposible su sostenimiento. El control de la población sólo recientemente comenzó a ser discutido en relación con el calentamiento global, y sigue siendo en gran medida ausente de las políticas oficiales de adaptación y mitigación.
Proporcionar una solución a este espinoso tema que es rodeado controversias éticas y científicas, tradiciones culturales entretejidas, sociales, religiosas, arroja seria dudas, más aún cuando sabemos que está de por medio los grandes intereses de las transnacionales, el sistema financiero, y otros organismo en su estilo que están subsumidos en el capitalismo.
Como refuerzo a estos comentarios sobre los escenarios que enfrenta la humanidad debido al calentamiento global el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo publicó en 2013 su Informe sobre desarrollo humano que proyecta que alrededor de 3 mil millones de personas que vivirán en la pobreza extrema en 2050 debido a los problemas ambientales no mitigados subrayando el calentamiento global.
A pesar de la controversia los estudios más calificados sobre el calentamiento global han sido muy claro, que el cambio hacia un modelo sostenible ya no es una cuestión de elección, es una cuestión de supervivencia. Por otra parte, es más rentable en el largo plazo que la persistencia en el modelo actual, que no parece haber sido bien entendido por los políticos, y las corporaciones que envuelven al capitalismo.
En la actualidad el consumo de los recursos naturales del planeta ya es mayor que su capacidad de carga. Además la población del mundo está aumentando rápidamente, y al mismo tiempo, el consumo de recursos per cápita igualmente está aumentando.
El IPCC predice que si no hay cambios en las tendencias actuales, en 2100 el consumo mundial se incrementará de 300% a 900%. Por tanto, es está bien percibido el enorme impacto que la humanidad impone sobre los recursos naturales y las medidas urgentes para limitar el consumo a la capacidad de carga del planeta.
Mantener al curso actual de acciones de la humanidad, representaría una pesada carga para las generaciones futuras, se espera que los desafíos sociales importantes que hoy en día son difícil de enfrentan empeoran todavía más intensificando el hambre, la pobreza y la violencia.
En resumen, el derecho del hombre a una vida sustentable y futuro promisor está en serias dudas, al actuar con tanta imprudencia, arrogancia y el desprecio por todo lo que vive y que sustenta su vida.
La Declaración Estocolmo , adoptada por la ONU, por ejemplo, afirma que el hombre tiene "una responsabilidad especial de preservar y administrar la herencia de la vida silvestre y sus hábitats, que actualmente están en grave peligro, con prudencia" y la Carta de la Tierra , elaborado durante la conferencia de Río 92 y adoptada por la UNESCO en 2002 como un código universal de conducta establece explícitamente que "la protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la tierra es un deber sagrado."
El último informe del IPCC y otros documentos recientes han estado haciendo muy clara la importancia y la realidad de su mensaje y su urgencia, señalando que las opciones de mitigación y adaptación son mayores de lo que eran en el pasado.
Todavía hay una ventana de oportunidad significativa para evitar el peor predicho en los modelos teóricos, pero en algún momento, que no está muy lejos, se van a cerrar.
El IPCC advierte, que el mundo tiene ahora sólo un 50% de probabilidad de ser capaz de mantener el aumento de temperatura por debajo de 2°C y si las empresas optan por salir al todo lo que hay que hacer de última hora, será demasiado tarde. Hay mucho que hacer todavía y el tiempo se está ejecutando en contra de la humanidad al igual que toda forma de vida en nuestra Madre Tierra.
Parte IV
No queda más remedio que llamar las cosas por su nombre. Los que conservan un mínimo de sentido común pueden observar sin gran esfuerzo cuán poco va quedando de realismo en el mundo actual para evitar la catástrofe ecológica que amenaza a la especie humana debido al cambio climático ya incontenible.
El inevitable aumento del calor en más de dos grados centígrados, traerá como consecuencia escenarios catastróficos. La población en solo 40 años se incrementará en dos mil millones de habitantes y alcanzará la cifra superior a los nueve millones de personas, en ese breve tiempo: muelles, hoteles, balnearios, vías de comunicación, industrias e instalaciones cercanas a los puertos, quedarán bajo las aguas en menos tiempo que el que requiere para disfrutar la mitad de su existencia la generación de un país desarrollado y rico, que hoy egoístamente se niega al menor sacrificio para preservar la supervivencia de la especie humana. Las tierras agrícolas y el agua potable disminuirán considerablemente. Los mares se contaminarán, muchas especies marinas dejarán de ser consumibles y otras desaparecerán. Esto, no lo afirma la lógica sino las investigaciones científicas.
El ser humano había logrado incrementar, a través de la genética natural y el traslado de variedades de especies de un continente a otro, la producción por hectáreas de alimentos y otros productos útiles al hombre, que aliviaron durante tiempo la escasez de alimentos como el maíz, la papa, el trigo, las fibras y otros productos necesarios. Más tarde, la manipulación genética y el uso de fertilizantes químicos contribuyeron igualmente a la solución de necesidades vitales, pero están llegando ya al límite de sus posibilidades para producir alimentos sanos y aptos para el consumo. Recursos minerales vitales no renovables que la economía mundial requiere, se están agotando. A su vez, la ciencia creó la capacidad de autodestruir al planeta varias veces en cuestión de horas. La mayor contradicción en nuestra época es, justamente, la capacidad de la especie para autodestruirse y su incapacidad para mitigar el cambio climático.
EEUU con menos del 5% de la población mundial emite el 25% del dióxido de carbono, y su actual presidente Donald Trump, es opuesto a la mitigación del calentamiento global, se hace oídos sordos ante el llamado de líderes y miles de representantes de los movimientos sociales e instituciones científicas decidas a luchar por preservar la humanidad del mayor riesgo de su historia.
La política militarista de EEUU, el saqueo de los recursos naturales, el intercambio desigual de la actual administración con los países pobres del Tercer Mundo, en nada se diferencia de la de sus antecesores, casi todos de extrema derecha, con algunas excepciones, a lo largo del pasado siglo y ahora en este siglo XXI. Que además puede intervenir en cualquier parte del mundo, pues posee el apoyo de cientos de base militares, fuerzas navales, aéreas y espaciales esparcidas por todo el planeta.
Pues bien, EEUU con menos del 5% de la población del mundo succiona cada año enormes cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior, muchos de ellos, en especial los combustibles y los extraídos de las minas, que no son renovables.
Es el mayor productor y exportador de armas. El complejo militar cuenta, además, con un insaciable mercado en el propio país. Sus fuerzas aéreas y navales se concentran en decenas de bases militares ubicadas en el territorio de otras naciones. Los cohetes estratégicos portadores de cabezas nucleares, pueden alcanzar con toda precisión cualquier punto del mundo. Muchas de las mejores inteligencias del planeta son sustraídas de sus países de origen y puestas al servicio del sistema. Es un imperio parasitario y saqueador.
Como se conoce, la población negra introducida a través de la esclavitud en el territorio de EEUU a lo largo de siglos, es víctima de una fuerte discriminación racial.
Asimismo, EEUU, por ejemplo, ha sido privilegiado por los crímenes de guerra cometidos, como lo son
Hiroshima y Nagasaki (1945), las bombas atómicas lanzadas por EEUU sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, ocasionaron la muerte de más de 120 mil personas en la primera ciudad y unos 50 mil muertos en la segunda.
A la cifra es necesario sumar a los cientos que murieron luego, a causa de los efectos de la radiación nuclear.
La masacre contra el pueblo de Vietnam (1971). EEUU perdió la Guerra de Vietnam, pero esto no fue impedimento para que dejara su estela de muerte y horror. En este país del sudoeste asiático utilizó su programa de guerra química para envenenar la tierra con el letal Agente Naranja. Las consecuencias aún se hacen notar en Vietnam. La Guerra dejó más 400 mil personas asesinadas, unos 500 niños con defectos de nacimiento, debido al uso del Agente Naranja, y cerca de un millón de personas con algún tipo de discapacidad.
Ahí está también la invasión a Irak (2003), la cual fue justificada por EEUU argumentando que en ese país existían armas de destrucción masiva que debían ser destruidas, pero luego reconocieron que tales armas no existían. El ataque dejó más de 500 mil iraquíes muertos, al menos tres millones de personas desplazadas y y un país en ruinas a causa de los bombardeos estadounidenses.
El bombardeo a Yugoslavia (1999), EEUU y sus aliados justificaron los bombardeos a Yugoslavia señalando que tenían "fines humanitarios". La masacre perpetrada por las fuerzas estadounidenses dejó más de 2.500 personas, las mayorías civiles, muertas.
Otro de sus crímenes fue el golpe de Estado en Chile (1973), en esa nación suramericana las Fuerzas Armadas de Chile apoyadas por EEUU llevaron adelante una acción militar que terminó con el derrocamiento del presidente Salvador Allende en 1973 y con el posterior establecimiento de la dictadura de Augusto Pinochet
Esta síntesis sobre la injerencia estadounidense en el mundo y sus políticas belicista, que no excluyen a su población también bastante golpeada por la miseria y el desempleo, convierten a EEUU en el principal responsable de la tragedia que está sufriendo la humanidad y a quien la opinión internacional, con ciertas excepciones, culpa con razón de la devastadora crisis económica, sin echar a un lado su responsabilidad sobre el calentamiento global que virtualmente ha colocado en jaque a la especie humana.
En cierta forma Latinoamérica ha sido la cenicienta de imperialismo norteamericano, justamente el Libertador Simón Bolívar, en fecha 5 de agosto de 1829, le advierte al pueblo venezolano y a la Gran Colombia: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad". Allí está la doctrina de James Monroe que es uno de los grandes temas de la historia de las relaciones internacionales del continente americano. Originalmente fue parte del mensaje anual del presidente Monroe al Congreso de EEUU, en fecha 2 de diciembre de 1823, que con el tiempo se convirtió en parte fundamental de la política exterior norteamericana.
Mucho de su significado descansa en el hecho de que su esencia ha sido por casi 200 años una parte integral del pensamiento norteamericano. El mensaje articuló ideas en la política exterior de EEUU. La idea de la separación geográfica, política, económica y social del nuevo mundo con respecto al viejo continente, destacando los diferentes intereses americanos. Los principios de Monroe complementaron el arraigado nombre que reciben los planes y programas políticos que inspiraron el expansionismo de EEUU, tras la incorporación de importantes territorios que habían pertenecido al imperio español que se resumen así: no a cualquier futura colonización europea en el Nuevo Mundo; abstención de los Estados Unidos en los asuntos políticos de Europa y; no a la intervención de Europa en los gobiernos del hemisferio americano: "América para los americanos".
EEUU inició su expansión territorial no en defensa de la América Latina sino en perjuicio de los países que se habían independizado de la corona española. Los gringos privaron de su independencia a los pueblos de Filipina, Hawai, Puerto Rico, Haití y la república Dominicana; menoscabaron la soberanía de los hermanas naciones de Cuba, Nicaragua, Honduras y Panamá, imponiendo servidumbres políticas, militares o económicas; le segregaron a Colombia su provincia de Panamá; e intervinieron en México ocupando por la fuerza el Puerto de Veracruz y la parte de la frontera septentrional. Esta época fue llamada el "destino manifiesto", el cual se definió, a saber: "Es un hecho inevitable y lógico que nuestro destino manifiesto es controlar los destinos de América". A lo que se agrega la proclama de Teodoro Roosevelt, en fecha 2 de abril de 1903: "hablad con suavidad y llevad un grueso bastón; iréis lejos", una fórmula que se convirtió en el slogan de su política exterior.
Roosevelt, en el mensaje anual de 1904, complementando la doctrina Monroe, formuló el siguiente corolario: "Si una nación demuestra que sabe actuar con una eficacia razonable y con el sentido de las conveniencias en materia social y política, si mantiene el orden y respeta sus obligaciones, no tiene por qué temer una intervención de los Estados Unidos. La injusticia crónica o la importancia que resultan de un relajamiento general de las reglas de una sociedad civilizada pueden exigir a fin de cuentas, en América o fuera de ella, la intervención de una nación civilizada y, en el hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la doctrina Monroe puede obligar a los Estados Unidos, aunque en contra de sus deseos en casos flagrantes de injusticia o de impotencia, a ejercer un poder de política internacional".
Asimismo, a través del secretario de Estado, Richard Olney, el presidente Cleveland hizo saber a Gran Bretaña y al mundo entero que: "Los Estados Unidos son prácticamente soberanos en este continente y su voluntad es ley para las cuestiones en que intervienen".
Todo esto forma parte de la verdad profetizada por Bolívar acerca de la amenaza estadounidense en el Hemisferio de Latino América y el Caribe.
Pues bien, la realidad que ofrece, no sólo el hemisferio Latinoamericano, sino también el resto de la humanidad es que estamos en un mundo en el que más de un tercio de la población carece de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar el derecho universal a la salud, situación que se está agravará en la medida en que el cambio climático, la escasez de agua potable y de alimentos sean cada vez mayores, en un mundo globalizado donde la población crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable, y la especie humana que lo habita corre el riesgo real de desaparecer como especie.
Las grandes potencias mundiales no pueden ignorar que el cambio climático significa una amenaza para la salud y, peor todavía, para la propia existencia de todas las naciones del mundo, cuando el aumento de la temperatura, más allá de límites críticos que están a la vista, diluyan las aguas congeladas de los glaciares, y las decenas de millones de kilómetros cúbicos almacenados en las gigantescas capas de hielo acumuladas en la Antártida, Groenlandia y Siberia se derritan en unas pocas decenas de años, dejando bajo las aguas todas las instalaciones portuarias del mundo y las tierras donde hoy vive, se alimenta y labora una gran parte de la población mundial. En esto no hay la más mínima exageración, pues son hechos que están a la vista y al mismo tiempo son verificables. La única verdad es que estamos en un mundo preñado de riesgos. Esta crisis está indisolublemente unida al sistema capitalista de producción y distribución. Su principal exponente es EEUU. De ambos problemas neurálgicos, la crisis financiera internacional y el cambio climático, en esta investigación no nos abrigan el propósito de sembrar desaliento sino de crear conciencia. Nada es peor que la ignorancia. No debemos ignorar estos temas de obligatoria atención como la economía, el clima y la ciencia.
Precisamente, en referencia al cambio climático en la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, realizada en Cochabamba, en Bolivia (2010), evento que consiguió movilizar unos 30 mil activista, ambientalistas, miembros del movimientos sociales y políticos, intelectuales del mundo que se reunieron para discutir, no solo los efectos del cambio climático, sino también sus causas, desde allí Evo Morales, advirtió que: "El capitalismo es sinónimo de inanición, el capitalismo es sinónimo de desigualdad, el capitalismo es sinónimo de destrucción de la madre Tierra. O muere el capitalismo o muere la Tierra".
La Cumbre de Cochabamba propuso la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática, con el objetivo de articular un espacio de actuación y movilización de la sociedad y los movimientos populares en defensa de la naturaleza y su medio ambiente.
Recordemos que Latinoamérica es una región en el mundo de una gran riqueza natural que podría garantizar a nuestros pueblos una existencia altamente confortable; sin embargo, esta realidad trae las ambiciones de poderosas fuerzas internacionales que prefieren apoyar las minorías nacionales con las cuales puede negociar la explotación brutal de estos recursos con costos humanos y ambientales terriblemente desproporcionados.
Nuestra mayor fortaleza radica en ser la región del mundo con el mayor reservorio de recursos naturales, muchos de ellos considerados de importancia estratégica por las grandes potencias económicas, industriales y militares, en cuyos territorios esos recursos escasean al punto de convertirse en problema de seguridad nacional, con todas las delicadas implicaciones que esto comporta.
Hoy día esa contradicción ha alcanzado un rango internacional y no ha dejado de expresarse en acciones muy violentas como ha ocurrido en los cosos de Irak, Libia, Irán, Siria y Venezuela. El objetivo final imperialista de tantas agresiones y crímenes no es otro que el petróleo y las vías de acceso a sus fuentes, lo que trae consigo los conflictos geopolíticos militares que amenazas con ir mucho más allá de su ámbito local y pasar a lo regional, lo cual no descarta la conflagración mundial que colocaría en riesgo también la especie humana, además de la del el calentamiento global.
Existe otro elemento que vaticina en el futuro inmediato guerras, que está en las disputas previsibles por el acceso a un recurso natural como lo es el agua. Este recurso escasea cada día más en EEUU y, en buena medida en Europa. De modo que si el foco de la mayor parte de los conflictos están representados por el acceso a las fuentes de energía, según muchos análisis disponibles, los conflictos vendrán por el acceso al agua.
Los más grandes acuíferos y los de más rápida y completa reposición, pese al calentamiento global, están en Suramérica, así lo certifican las investigaciones sobre este álgido punto que entraña a la vida misma también. Entonces poseemos reservorio de agua, energía, biodiversidad, recursos forestales, tierras para la producción de todos los alimentos que requiera, no sólo la región, sino el mundo entero, todas las fuentes primarias de energía y, lo más importante de estas riquezas inconmensurables, pueblos con su gente que han demostrado a lo largo de la historia cuán grande son cuando se colocan frente a los descomunales retos.
La América Latina cuenta con grandes posibilidades pero también está en el ojo del huracán de las grandes potencias del mundo, lo cual incluye las amenazas que se ciernen sobre la faz de la Tierra. Todo esto, no es óbice para un desarrollo productivo mediante el aprovechamiento racional del gigantesco acervo de recursos naturales alojados en estas tierras de bendición. Esta bendición del Creador, envuelve políticas claras, sin egoísmos, tanto generales como sectoriales, conforme a un orden de prioridades, según el común interés de los distintos pueblos del hemisferio caribeño, América central y Sudamérica, que forman parte de estos procesos de integración bajo el principio rector de la diversidad dentro de la unidad.
Donde como primera tarea está la superación de la pobreza que aún castiga a pueblos hemisféricos en una cifra impresionante que gira alrededor de 130 millones de seres humanos.
Esto bienes con que cuentan los pueblos del hemisferio de toda Nuestra America son considerados por EEUU como una cuestión de "Seguridad Nacional" para ellos, de aquí su pertinaz agresión militarista. Un informe (2010) de la National Segurity Estrategy, que en nuestros días ha asumido según criterio de Trump pronunció su primera Estrategia nacional de seguridad, en fecha 18 de diciembre de 2017, y en el nuevo documento nombró a China y Rusia como "poderes revisionistas" mientras eliminaba el "cambio climático" como una amenaza nacional; También caracterizó al mundo como un escenario competitivo en lugar de una "comunidad de naciones" o "comunidad internacional". Como lo registran los hechos lejanos y cercanos o actuales, así como las amenazas que siguen en ascenso, están en plena e incontenible ejecución los planes injerencistas de EEUU "para asegurar que tengan el liderazgo, capacidad y equipo necesarios para el cumplimiento de su misión". Textos tan crudos y explícitos como éstos que están recogidos en su "Seguridad Nacional", obvian cualquier comentario ya que no se trata de simples formulaciones.
Por tanto, esta visión real de lo que es Nuestra América, refuerza la idea de la unidad, dado que las relaciones con los grandes poderes mundiales se han llevado como si los pueblos del ámbito latinoamericano y caribeño representaran una suerte de factores extraños unos de otros, ignorando que son una misma nación, la Patria Grande, por su origen histórico, su cultura, creencias, lengua y hasta por los problemas y amenazas comunes que están enfrentando, además estamos escribiendo sobre unos pueblos cuyo territorios están motivados por la paz como un derecho indivisible y humano.
En materia de defensa y seguridad, las hipótesis que se formulan, no son de conflictos, se centran en el desarrollo integral, para beneficios de los pueblos; aunque para materializar esta tarea sobre la solidaridad resulta indispensable la unidad también de los gobiernos.
Decíamos que independientemente del calentamiento global, también está la disputa global por los recursos naturales y su gestión económica y científica que abre un amplio campo de intereses en conflicto en la región, evidenciando una injerencia imperialista contraria a la base para un desarrollo sustentable e integracionista. De otro lado, la lucha por la soberanía de los recursos naturales y energéticos y el surgimiento de una nueva conciencia ecológica se han convertido en elementos profundamente movilizadores y dinamizadores de los movimientos sociales en Nuestra América.
Por tanto, el pensamiento crítico latinoamericano necesita romper, incorporando a su campo de análisis los avances científicos y sociológicos del capitalismo, las nuevas matemáticas, los sistemas complejo autoregulados, las tecnociencias del conocimiento y de la información y todos los avances que las nuevas ciencias colocan a disposición de la humanidad.
Estos escenarios no pueden ser entendidos en su dinámica más compleja, fuera de la estructuras del capitalismo en el ámbito mundial, regional y local; el desarrollo tecnológico está condicionado y manipulado por el poder hegemónico sobre el cual el capitalismo hace alarde, que politizan la naturaleza en función de sus objetivos exterminadores. Es decir, la enorme acumulación histórica de conocimiento se convierte en un instrumento de dominación extremadamente poderosa.
El sistema capitalista en la división del trabajo entre las zonas industriales y manufactureras y los países productores de materia prima, minerales estratégicos y productos agrícolas, consolido el poder hegemónico de los países centrales y su dominación en relación a las zonas periféricas o dependientes. Cuestión que debe verse en aras de la sustentabilidad de los pueblos, desde una perspectiva en la que los principios de igualdad, democracia y en un modo alternativos de vida que busque reorientar los hábitos de consumo del planeta.
El principio filosófico indígena acerca del "buen vivir", significa sobretodo una relación de respeto y armonía con la naturaleza, que garantice a los pueblos un ambiente sano, ecológicamente bien equilibrado, sostenible y sustentable.
El significado del "buen vivir" trasciende la visión económica de la tierra como medio de producción y la coloca en el espacio territorial donde la vida ocurre, donde se entrelaza la memoria colectiva de los pueblos y la historia de las civilizaciones originarias cuyo largo proceso aún continúa marcando la cotidianidad de la vida de las comunidades indígenas y campesinas de América Latina.
El agua
Pues bien, en estos maltrechos escenarios donde la principal víctima es mayoritariamente la especie humana, la Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), acerca del agua para la vida ha sostenido que su escasez "es un fenómeno tanto natural como inducido por la intervención humana".
De otro lado, arroja las siguientes estadísticas con sus detalles, a saber: "Cerca de una quinta parte de la población mundial (1.200 millones) habita en áreas que enfrentan escasez de agua, y otro cuarto de la población mundial (1.600 millones) enfrenta recortes en el suministro de agua por insuficiencia de infraestructura para abastecerse de agua de los ríos y acuíferos.
Además, la escasez de agua puede empeorar a causa del cambio climático y fenómenos como la acelerada urbanización, el incremento en la intensidad de las actividades agrícolas, afectando así la disponibilidad de los recursos de agua dulce. El deterioro de la calidad del agua la vuelve no apta para el consumo humano disminuyendo su abundancia y provocando efectos nocivos en la salud de quienes la consuman en esas condiciones".
Como contraste a estas observaciones de la UNESCO sobre el agua, factores que no admiten la importancia de este vital líquido para la vida en general, se han ido contrariamente por su privatización ante la otra visión que reafirma que el agua sea declarada como un derecho humano inalienable.
La ONU respaldo una propuesta en el 2010 para declarar el acceso al agua potable como un derecho humano, pero como era previsible los gobiernos de EEUU, Canadá, Australia y el Reino Unido se opusieron a esa resolución, por lo que el acuerdo aprobado por la ONU sin la aprobación de los cuatros países disidentes dicha medida pierde peso político viabilidad práctica. Estos cuatros países y sus fuerzas políticas más conservadoras, aparecen como el gran obstáculo, al no admitir el reconocimiento del agua como derecho humano.
Sin duda que el peligro para los operadores del agua sería grande si prosperara un reconocimiento del vital líquido y el saneamiento como derecho humano pues pondría límites a los derechos de las gigantescas corporaciones sobre los recursos hídricos, derechos que están consagrados paradójicamente por los acuerdos multilaterales de comercio e inversión.
Los Estados de América Latina están avanzando en el reconocimiento del agua como derecho inalienable y en la afirmación de la soberanía y gestión pública de estos recursos, como es el caso, por ejemplo de Venezuela, Ecuador y Bolivia.
Lo que está en cuestión es un proceso violento de expropiación y privatización del recurso natural más importante para la vida. En cuanto a esto uno de los seis ejes de la estrategia científica de EEUU está orientado a elaborar un inventario del agua "para cuantificar, prever y asegurar agua dulce para el futuro de América".
Es necesario señalar también sobre la importancia vital de este recurso natural que de la misma manera es necesario para la agricultura, que impacta directamente la soberanía alimentaria, así como para el proceso industrial en su conjunto.
Las controversias por la apropiación y el control del agua en el planeta adquieren dimensiones que extrapolan únicamente los intereses mercantilistas de las empresas transnacionales, colocándose como un elemento fundamental en la geopolítica mundial.
Esto deja en evidencia que la humanidad necesita con carácter de urgencia entre otros requerimientos, verbigracia el calentamiento global, políticas globales para cambiar la tendencia del complejo proceso de desorden ecológico que al mismo tiempo que acelera la la dinámica de descertificación en algunas regiones, incrementan los fenómenos de inundaciones producto de lluvias torrenciales entre otros fenómenos atmosféricos en su estilo. Ciertamente que las consecuencias devastadoras que la degradación del medio ambiente está provocando y la gravedad de la situación global que tiende a profundizarse coloca en discusión la propia noción de desarrollo y de civilización, los cual envuelve el primogénito de todos los derechos, como lo es el derecho inalienable a la vida.
Ahora bien, para quienes no lo sabían o si lo saben reforzamos lo siguiente al afirma que según informes científicos América del Sur tres grandes acuíferos: la cuenca del Amazonas, la cuenca del Marañón y el sistema acuífero Guaraní, una suerte de "mar subterráneo" de agua dulce que se extiende por cuatro países del cono sur Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, lo que acredita al hemisferio como el principal poseedor de aguas dulce en el planeta.
Así que, queridos hermanos y hermanas, los intereses en disputa por el agua dulce para asegurar su abastecimiento están por encima de cualquier barrera. En EEUU el nivel de su consumo está fulminando sus reservas de aguas subterráneas, y pretender obtener este recurso natural de África es inviable, porque el continente africano, por la baja capacidad de reposición de sus acuíferos, está avanzando en un proceso de agotamiento de sus reservas; Asia tampoco representa una opción viable, dado que su propio continente tiene un consumo elevado de agua y la situación crítica de la India y China en relación al abastecimiento de agua significan un presión muy grande sobre este vital recurso; las reservas de agua de Australia están en manos de las grandes transnacionales; Europa tiene sus propios problemas para resolver y sobre el particular posee una baja calidad en el agua.
El control del agua en América del Sur representa el control de unas de las principales fuentes renovables de agua dulce del planeta, de un enorme potencial de energía hidroeléctrica, el control de uno de los sistemas ecológicos de mayor concentración de biodiversidad del planeta, a partir de la floresta amazónica, los pisos ecológicos de la región andina, los grandes lagos de la Patagonia y los lagos interandinos. Esto significa además el control de un campo de punta en la investigación científica ligada al avance de la biogenética.
Este cúmulo de bendiciones de la madre naturaleza hace que Nuestra América represente para los intereses estadounidenses la mejor opción. El hemisferio se debe preparar para enfrentar estrategias multidimensionales de apropiación y control del agua que posee y de los ecosistemas que de ella dependen, Son perceptibles las acciones en pleno desarrollo de las estrategias militaristas de EEUU en América Latina y particularmente en América del Sur.
En todo caso el gran dilema para la sustentabilidad de la especie humana se basa en la insustentabilidad del capitalismo, sus formas de acumulación y sus límites para superar la anarquía del mercado y para gestionar el desarrollo de las fuerzas productivas en el ámbito planetario.
En lo particular y al mismo tiempo en general tenemos la expansión de las multinacionales, transnacionales y empresas globales, las cuales conducen a desequilibrios crecientes que desarticulan los procesos de producción, o en otras palabras la plusvalía o la renta capitalista.
El mismo capitalismo que es capaz de producir fuerzas colosales de creación e innovación, necesita destruir dramáticamente aquello que produce y la propia base natural en que produce para garantizar el proceso de acumulación. Todo eso, nos coloca frente a otro dilema, que debe ser ha sumido donde uno sea sustituto del otro. Esto es, existe una confrontación entre dos sistema de desarrollos excluyentes, uno basado en la planificación y uso sustentable de los recursos naturales orientado a atender las necesidades de la especie humana; y el otro fundamentado en la explotación y expropiación violenta y militarizada de esos recursos y de las fuerzas sociales y la de los pueblos que los detentan.
Los espeluznantes escenarios que ofrece el capitalismo como modo sustentable de toda forma de vida, da pie para observar con mayor claridad los desafíos científicos y tecnológicos de la región en el marco de proyectos estratégicos de desarrollo que incorporen los intereses de las grandes mayorías como parte de un proceso de afirmación histórica y civilizatorio que recupera una visión milenaria de relación armónica con la naturaleza, profundamente comprometida con su preservación, como veremos más adelante en un intertítulo sobre las poblaciones indígenas en el mundo.
Minerales estratégicos
El impacto de los minerales no combustible en la economía estadounidense es muy alto, los cuales son utilizables en el desarrollo de la industria, las nuevas tecnologías de punta, la industria aeroespacial, satelital, la producción de nuevos materiales, nanotecnología o energía nuclear, armamentismo, entre otros.
En la importación de EEUU de minerales estratégicos provenientes de América Latina, están el estroncio, fluorita, grafita, bauxita, manganeso, indio, renio, platino, estaño, litio, plata, yeso, cobre, sal, azufre, níquel y cemento. Los datos sobre los minerales que más utiliza proporcionalmente son: estroncio 93%, litio 66%, fluorita 61%, plata 59% y platina 44%.
El reservorio de minerales no combustible que posee Nuestra América obliga a sus gobiernos a avanzar en políticas de industrialización de estos minerales, orientada a agregar valor a las importaciones.
De particular importancia es el litio, utilizado en baterías recargables de casi todos los dispositivos electrónicos portátiles que se producen, como teléfonos celulares, computadoras, cámaras fotográficas y de videos, entre otros en su estilo. De acuerdo a las estadísticas el litio en 10 años su consumo se multiplico 94 veces, es decir, en un 3.000%.
Una de las mayores estrategias sobre la aplicación del litio, es la producción de una nueva tecnología de baterías recargables para vehículos eléctricos; se trata de un automóvil capaz de viajar de 64 kilómetros a 350 solo bajo el impulso de sus baterías de tipo ion-litio. El auto puede alcanzar una velocidad máxima de 180 km/hora y una aceleración de 0 a 100 km/hora. La industria automotriz avanza en estos proyectos en varias partes del mundo.
En la región sudamericana hay litio en Chile, Argentina y Brasil. Bolivia se llevó todo el caudal de litio en el mundo, sus reservas comprobadas asciende aproximadamente a 100 millones de toneladas pasando a ser la mayor reserva del planeta.
La disputa global por el litio es un nuevo agregado que va a generar nuevas tensiones en la Patria Grande. Los intereses en juego son colosales. Se hace necesario tener claro las nuevas agresiones por las disputas de estos minerales no combustibles como una tendencia de dominación en el ámbito mundial, donde América Latina aparece como una de las regiones en el ojo del huracán.
La indiscriminada deforestación
En Brasil, los incendios forestales establecidos por los agricultores y ganaderos para limpiar la tierra para la agricultura se descontrolaron en el 2017, arrasando con más de 3 millones de acres de árboles debido a la sequía severa en la región. Esas pérdidas socavaron los esfuerzos recientes de Brasil para proteger sus bosques lluviosos.
En Colombia, un histórico acuerdo de paz entre el gobierno y el mayor grupo rebelde del país allanó el camino para una avalancha de minería, tala y agricultura que hizo que la deforestación en la región amazónica de la nación aumentara también en el mismo periodo.
Y en el Caribe, los huracanes Irma y María arrasaron casi un tercio de los bosques de Dominica y una amplia franja de árboles en Puerto Rico durante el verano del mismo año.
En total, los bosques tropicales del mundo perdieron aproximadamente 39 millones de acres de árboles en el año 2017, según un informe de Global Forest Watch que utilizó nuevos datos satelitales de la Universidad de Maryland. Global Forest Watch es parte del World Resources Institute, un grupo ambientalista.
Eso hizo que 2017 sea el segundo peor año para la pérdida de cobertura de árboles tropicales en el registro de satélites, justo por debajo de las pérdidas en 2016.
Los datos proporcionan solo una imagen parcial de la salud del bosque en todo el mundo, ya que no captura árboles que vuelven a crecer después de tormentas, incendios o tala. Aunque estudios independientes han confirmado que los bosques tropicales se están reduciendo en general, con pérdidas que superan las ganancias de sus explotadores.
El nuevo informe se produce cuando ministros de países del mundo se reunían en Oslo la capital de Noruega para analizar cómo intensificar los esfuerzos para proteger los bosques tropicales del mundo, que albergan aproximadamente la mitad de todas las especies del mundo y desempeñan un papel clave en la regulación del clima de la Tierra.
"Estas nuevas cifras muestran una situación alarmante para las selvas tropicales del mundo", dijo Andreas Dahl-Jorgensen, subdirector de la Iniciativa Internacional del Clima y los Bosques del gobierno noruego. "Simplemente no cumpliremos con los objetivos climáticos que acordamos en París sin una reducción drástica en la deforestación tropical y la restauración de los bosques en todo el mundo".
Los árboles, particularmente los que se encuentran en los exuberantes trópicos, extraen el dióxido de carbono del aire a medida que crecen y bloquean ese carbono en su madera y suelo. Cuando los humanos cortan o queman árboles, el carbono se libera a la atmósfera y calienta el planeta. Según algunas estimaciones, la deforestación representa más del 10% de las emisiones de dióxido de carbono de la humanidad cada año.
Pero descubrir con precisión dónde se están desvaneciendo los bosques ha sido un desafío desde hace mucho tiempo. Durante décadas, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación se ha basado en evaluaciones a nivel del suelo de países individuales para rastrear la deforestación. Sin embargo, no todos los países tropicales tienen la capacidad adecuada para monitorear sus bosques, y las mediciones pueden estar plagadas de inconsistencias.
El análisis de Global Forest Watch mostró que Brasil perdió una cantidad récord de cobertura de árboles en 2016 y 2017, en parte debido a grandes brotes de incendios en la Amazonía.
En otra parte del mundo, los datos satelitales mostraron que la República Democrática del Congo en el 2017 registró más pérdida de bosques que cualquier otro país fuera de Brasil -alrededor de 3.6 millones de acres, un 6% más que el año anterior.
Los expertos dicen que se necesita mucho más para desacelerar el ritmo de la deforestación. Solo el 2% del financiamiento internacional para actividades de lucha contra el cambio climático se destina a la conservación forestal, en consecuencia, estamos tratando de apagar un incendio en la casa con una cucharadita.
Nuevos estudios sobre el calentamiento global
Un nuevo estudio, basado en la evidencia de períodos cálidos del pasado, sugiere que el calentamiento global puede ser el doble de lo que se pronostica.
El futuro calentamiento global puede ser el doble de cálido que el proyectado por los modelos climáticos y los niveles del mar pueden elevarse seis metros o más, incluso si el mundo alcanza el objetivo de 2°C, según un equipo internacional de investigadores de 17 países.
Los hallazgos publicados en Nature Geoscience se basan en evidencia observacional de tres períodos cálidos en los últimos 3,5 millones de años cuando el mundo era 0,5-2 grados Celsius más cálido que las temperaturas preindustriales del siglo XIX.
La investigación también reveló cómo las grandes áreas de los casquetes polares podrían colapsar y los cambios significativos en los ecosistemas podrían hacer que el desierto del Sahara se vuelva verde y los bordes de los bosques tropicales se conviertan en sabanas dominadas por los incendios.
"Las observaciones de los períodos de calentamiento del pasado sugieren que una serie de mecanismos amplificadores, que están pobremente representados en los modelos climáticos, aumentan el calentamiento a largo plazo más allá de las proyecciones del modelo climático", dijo en un comunicado el autor principal, el profesor Hubertus Fischer, de la Universidad de Berna.
"Esto sugiere que el presupuesto de carbono para evitar 2°C de calentamiento global puede ser mucho menor de lo estimado, dejando muy poco margen de error para cumplir los objetivos de París".
Para obtener sus resultados, los investigadores analizaron tres de los períodos cálidos mejor documentados, el máximo térmico Holoceno (5.000-9.000 años atrás), el último período cálido interglaciar (129.000-116.000 años atrás) y el período cálido medio Plioceno (hace 3,3-3 millones de años).
El calentamiento de los primeros dos períodos fue causado por cambios predecibles en la órbita de la Tierra, mientras que el evento del Plioceno medio fue el resultado de concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera de 350-450 ppm, casi lo mismo que en la actualidad.
Combinando una amplia gama de mediciones de núcleos de hielo, capas de sedimentos, registros fósiles, datación usando isótopos atómicos y una serie de otros métodos de paleo clima establecidos, los investigadores reconstruyeron el impacto de estos cambios climáticos.
En combinación, estos períodos dan una fuerte evidencia de cómo una Tierra más cálida aparecería una vez que el clima se haya estabilizado. Por el contrario, hoy nuestro planeta se está calentando mucho más rápido que cualquiera de estos períodos, ya que las emisiones de dióxido de carbono causadas por los humanos continúan creciendo. Incluso si nuestras emisiones se detienen hoy, tomaría siglos o milenios para alcanzar el equilibrio.
Los cambios en la Tierra en estas condiciones pasadas fueron profundos: hubo importantes retrocesos de las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia y como consecuencia los niveles del mar aumentaron al menos seis metros; las gamas de plancton marino cambiaron reorganizando ecosistemas marinos enteros; el Sahara se volvió más verde y las especies forestales se desplazaron 200 km hacia los polos, al igual que la tundra; las especies de altura disminuyeron, los bosques tropicales templados se redujeron y en las áreas mediterráneas predominaron las plantas mantenidas por el fuego.
"Incluso con solo 2°C de calentamiento, y posiblemente solo 1,5° C, los impactos significativos en el sistema de la Tierra son profundos", dijo el coautor del estudio, el profesor Alan Mix, de la Universidad Estatal de Oregón.
"Podemos esperar que el aumento del nivel del mar pueda volverse imparable por milenios, afectando a gran parte de la población mundial, la infraestructura y la actividad económica".
Estos cambios significativos observados generalmente se subestiman en las proyecciones del modelo climático que se centran en el corto plazo. En comparación con estas observaciones anteriores, los modelos climáticos parecen subestimar el calentamiento a largo plazo y la amplificación del calor en las regiones polares.
"Los modelos climáticos parecen ser confiables para pequeños cambios, como escenarios de bajas emisiones en períodos cortos, por ejemplo en las próximas décadas hasta el 2100. Pero a medida que el cambio se hace más grande o más persistente, parece que se subestima el cambio climático ", dijo la coautora Katrin Meissner, directora del Centro de Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
"Esta investigación es una llamada poderosa para actuar. Nos dice que si los líderes de hoy no abordan urgentemente nuestras emisiones, el calentamiento global traerá cambios profundos a nuestro planeta y a nuestra forma de vida, no solo para este siglo sino más allá".
Ante estas adversidades nuestros aborígenes ofrecen respuestas
La FAO es una de las organizaciones líderes por su experiencia en la gestión de los recursos naturales, incluyendo los sistemas alimentarios. Dada la relación inseparable que existe entre la naturaleza y los medios de vida de los pueblos indígenas, la FAO desempeña un importante papel en la protección del medio ambiente y de las personas que dependen de él para sobrevivir. Muchos proyectos de la FAO hacen referencia a los pueblos indígenas, a veces de manera indirecta, a través de la promoción de su diversidad biológica y cultural como los cimientos para la subsistencia y la seguridad alimentaria, así como para tener calidad de vida.
Según datos sobre la población de pueblos indígenas, éstos están diseminados en 69 países. Estimación global de pueblos indígenas: entre 390.000.000 y 430.000.000. Esta es la última actualización del 2015. Los datos mostrados son estimaciones aproximadas procedentes de diversas fuentes. La FAO no se hace responsable de su exactitud.
Actualmente hay más de 370 millones de personas que se auto identifican como indígenas distribuidos en alrededor de unos 90 países. Los pueblos indígenas han contribuido a la herencia mundial gracias a su experiencia en la gestión de ecosistemas. Sin embargo, están entre los grupos más vulnerables y marginados en el mundo. A pesar de que representan menos del 5% de la población mundial, constituyen aproximadamente el 15% de todos los pobres del mundo. Hasta la fecha no existe una definición universalmente aceptada de pueblos indígenas. La diversidad entre regiones y países y las diferencias de origen, cultura, historia y condiciones hacen muy difícil el desarrollo de una definición única a nivel internacional aplicable a todas las comunidades indígenas. De acuerdo con el consenso internacional, la FAO se guiará por los siguientes criterios cuando trate asuntos relacionados con los pueblos indígenas:
La prioridad en el tiempo por lo que respecta a la ocupación y el uso de determinado territorio; La perpetuación voluntaria de la distinción cultural, que puede incluir aspectos del idioma, la organización social, la religión y los valores espirituales, los modos de producción, las leyes e instituciones; La conciencia de la propia identidad, así como su reconocimiento por otros grupos, o por las autoridades estatales, como una colectividad distinta; y una experiencia de sometimiento, marginación, desposeimiento, exclusión o discriminación, independientemente de que estas condiciones persistan o no.
"Aumentar la participación en procesos de desarrollo constituye una pieza clave de los derechos de los pueblos indígenas. Para proyectos que impliquen o afecten a pueblos indígenas, la FAO facilitará la inclusión de representantes de pueblos indígenas en sus consultas y ciclos de programación, de acuerdo con el principio del 'consentimiento libre, previo e informado.'" (Política de la FAO sobre Pueblos Indígenas y Tribales.)
En febrero de 2015, FAO organizó una reunión de carácter técnico entre representantes de pueblos indígenas con el objetivo de llegar a consensuar un plan de trabajo conjunto para implementar la Política de la FAO sobre pueblos indígenas.
Uno de los temas de este plan de trabajo conjunto era la identificación de puntos focales de FAO y de pueblos indígenas a los niveles global, regional y nacional, con el objetivo principal de facilitar la interacción continuada entre pueblos indígenas y FAO.
Para posibilitar esta interacción, acordamos establecer un caucus de pueblos indígenas. Este caucus está formado por un representante de cada una de las siete regiones socio-culturales en las que los pueblos indígenas dividen el mundo (África; Asia; América del Sur, América Central y el Caribe; el Ártico, Europa Central y del Este, la Federación Rusa, Asia Central y Transcaucásica, América del Norte y el Pacífico.
Pues bien, los movimientos indígenas latinoamericanos se han constituido en una de las fuerzas sociales más activas y movilizadoras en la lucha por la defensa de la "Madre Tierra" o "Pacha Mama" (que es el núcleo del sistema de creencias de actuación ecológico-social entre los pueblos indígenas de los Andes Centrales de América del Sur), la preservación del medio ambiente y el uso sustentable de los recursos naturales.
En ese marco indigenista el principio filosófico del "buen vivir" o sumak kawsay en quechua, indica una relación de respeto y armonía con la naturaleza, que garantice a la población un ambiente sano, ecológicamente equilibrado, sostenible y sustentable.
Sumak Kawsay es una palabra quechua referida a la cosmovisión ancestral de la vida. Desde finales del siglo XX es también una propuesta política desarrollada principalmente en Ecuador y Bolivia. En Ecuador se ha traducido como "Buen vivir" aunque expertos en lengua quechua coinciden en señalar que la traducción más precisa sería la vida en plenitud. En Bolivia la palabra original en aimara es Suma Qamaña que se ha traducido como "Vivir bien".
En su significado quechua original, sumak hace referencia a la realización ideal y hermosa del planeta, mientras que kawsay significa "vida", una vida digna, en plenitud. Existen nociones similares en otros pueblos indígenas, como los Mapuche (Chile), los Guaraníes de Bolivia y de Paraguay que hablan .respectivamente- de sus teko kavi (vida buena) y tekó porä (buena vivir o buen modo de ser), los Achuar (Amazonía ecuatoriana) pero también en la tradición Maya (Guatemala), en el Chiapas (México), entre los Kunas (Panamá), etcétera.
Desde la última década de 1990 el Sumak Kawsay se desarrolla como una propuesta política que busca el "bien común" y la responsabilidad social a partir de su relación con la Madre Naturaleza y el freno a la acumulación sin fin, que surge como alternativa al desarrollo tradicional. El "buen vivir" plantea la realización del ser humano de manera colectiva con una vida armónica sustentada en valores éticos frente al modelo de desarrollo basado en un enfoque economicista como productor de bienes de valores monetarios. Inicialmente el concepto es utilizado por movimientos indígenas de Ecuador y Bolivia junto a un grupo de intelectuales para definir un paradigma alternativo al desarrollo capitalista adquiriendo una dimensión cosmológica, holística y política. En la primera década del siglo XXI se ha incorporado a la Constitución de Ecuador (2008) y a la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia (2009).
Diversos teóricos especializados en el tema señalan que no se trata de una teoría acabada y completamente estructurada sino de una propuesta social aun inacabada y por tanto perfectible.
En esas concepciones democracia y soberanía se alían a las aspiraciones de igualdad social y pleno desarrollo de las potencialidades de las poblaciones locales y nacionales, que se reflejan en creciente impulso hacia políticas sociales en búsqueda de más igualdad social, desarrollo sustentable, desarrollo científico y tecnológico.
Por tanto, se abre un periodo de movilizaciones democráticas refuerzan los ideales integracionistas de una región de la civilización Caral, descubierta arqueológicamente n 1995 y cuyo polo se sitúa en parte del territorio que hoy pertenece al Perú y fue aprobada en 2009 por la UNESCO como patrimonio de la humanidad.
La civilización Caral o cultura Caral se desarrolló entre 3000 y 1800 a. C., siendo la expresión más nítida del surgimiento de las primeras sociedades complejas en el área norcentral peruana o Norte Chico. En toda esta área destaca claramente el valle de Supe, ubicado en Barranca, al norte de Lima, donde en apenas 40 kilómetros desde el mar, se han identificado 20 asentamientos de esa civilización, siendo la de mayor dimensión y complejidad la ciudad de Caral o Caral-Supe, de la que deriva el nombre de la cultura.
La existencia de esta civilización fue desvelada a partir de 1996, gracias a los trabajos de un equipo de arqueólogos a través del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe. Los estudios rigurosos han demostrado que esta civilización es contemporánea con otras civilizaciones primigenias del mundo, como la de Egipto, India, Sumeria, China.
En América, es la más antigua de las civilizaciones prehispánicas, superando en 1500 años a la civilización Olmeca, otro importante foco civilizatorio situado en Mesoamérica. En el Perú supera en antigüedad a la cultura Chavín (1200 a. C.), que durante mucho tiempo había sido considerado como la cultura madre del Perú. Actualmente, según todos los indicios, se puede afirmar que a partir de la civilización Caral se origina la civilización andina.
Descendemos de tiempos milenarios. Pero como quiera que se nos trata con cierta indiferencia, situémonos como una sociedad civil emergente fuera de los parámetros del liberalismo estadounidense y europeos, pero teniendo a su disposición una experiencia milenaria de organización social que las pretensiones exclusivistas y racistas ocultas en los ideales del iluminismo y de su noción ideológica del progreso, buscaron anular, y asimismo destruir. Mas no ha sido así.
Parte V
Conclusión
El imperialismo no es más que el control que unas empresas sumamente poderosas ejerce sobre los países del llamado "tercer mundo" o en vías de desarrollo a través de manoplas y mecanismo hegemónicos bien visibilizados y que van desde el Pentágono y la CIA, pasando por la ONU e incluyendo la OTAN y los organismos financieros como el BM, el BID, el FMI, etcétera, así como las multicolores ONG que fungen como representantes de la salvaguarda de la humanidad.
Un breve inventario de las instituciones globales revelan que en su mayoría no tienen ningún valor para escapar de los peligros que acechan, y son peor que inútiles en tanto que se ocupan de transmitir una falsa sensación de seguridad, cuando sabemos que vivimos en un mundo trágicamente mal gestionado. La ONU es útil porque es el foro que ofrece a los miembros más pequeños y débiles de la "comunidad internacional" la ilusión de que tienen voz en la gestión de los asuntos mundiales.
El BM y el FMI, estos gemelos que surgieron al término de la Segunda Guerra Mundial, se han ocupado de asfixiar las economías en el hemisferio sur sin desestimar otras latitudes. Operan bajo la égida de dar la mayor libertad para que el mercado opere sin restricciones de ningún tipo.
Las naciones, gobiernos o Estados, independientes, libres y soberanos, en aras justamente de su autodeterminación como pueblos en los que prevalece lo social por encima del armamentismo, los monopolios y los oligopolios, tropiezan con los intereses criminales y el terror que ha generado el imperialismo.
Es de ahí que la guerra (invasiones, guerra sucia, satanización cultural, guerra mediática y cuatro hojas más de etcétera) se ha convertido en la justificación del hambre imperial por el petróleo y los demás recursos naturales.
EEUU califica de "enemigos de la libertad" a los gobiernos o Estados que no entren en sus planes y no sirven a la creciente voracidad de sus intereses; esa libertad inventada para justificar sus planes satánicos que tiene clara expresión en la neoliberal globalización de las despiadadas recetas económicas orientadas a estrangular a los pueblos que aspiran un mundo en paz y humanizado.
El consumo mundial va en aumento y el capitalismo salvaje no va a cambiar su modelo autodestructivo. Los complejos y destructivos sistemas creados por el capitalismo salvaje en su vorágine mercantilista e inseparable del consumo desmedido, modelo del que dependemos como especie y de los que dependen todas las demás especies, no podrán soportar en el corto plazo una mínima tensión significativa. El tiempo se nos acaba y es un imperativo de la humanidad reaccionar ante esta barbarie que nos concierne a todos. Ahí está el devastador fenómeno del calentamiento global.
Ni las empresas gigantes ni las personas acaudaladas (burgueses, ricos, millonarios y multimillonarios) podrán, con independencia de los bienes que poseen, librarse de las consecuencias de la conclusión de toda forma de vida en nuestra madre Tierra, fatalidad que ellos mismo en su afán de lucro y ansias de poder, han creado.
Sea cual fuere la retórica dominante en la senda capitalista el mercado global no actuará a favor del medio ambiente ni a favor de los trabajadores y las trabajadoras del mundo hasta que se hagan sentir contra toda forma de opresión. Es insostenible el sistema liberal de libre mercado y al mismo tiempo seguir tolerando la presencia de miles de personas sufriendo sin esperanza alguna la vorágine capitalista que avanza inconteniblemente hacia una quiebra ecológica y la anarquía social.
Actualmente el sistema capitalista basado en el mercado y el consumo irracional no proporciona la felicidad, ni el consuelo ni un cierto grado de seguridad alimentaria, trabajo, educación salud, etcétera, a la inmensa mayoría de seres que conforman la humanidad, tampoco y obviamente lo hará en el futuro inmediato, no hay futuro, pues murió. Son datos conocidos y debemos admitirlo. He allí la criminal cara imperial.
Otros datos
A propósito del cónclave "París 2015" en el que 196 países abordaron la amenaza contra toda forma de vida que representa el calentamiento global de la Tierra, el entonces presidente Hugo Chávez, en los cinco grandes objetivos históricos, justamente en el 5º, precisó: "Este quinto gran objetivo histórico, convoca a sumar esfuerzos para el impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo capitalista depredador". Allí hizo un alerta sobre el esfuerzo que debemos hacer todos y todas por cambiar el modelo de desarrollo destructor que el capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos siglos mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado.
Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en la Tierra. Vivimos en un mundo preñado de riesgos irreversibles. Siglos de explotación colonial han dado lugar a un sindicato de países ricos y superdesarrollados agrupados en la OTAN que coexisten con otros inmensamente pobres que suministran materia prima y fuerza de trabajo.
Hay un historial. Sobre Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades indefensas, EEUU lanzó y probó los efectos de dos bombas nucleares, donde murieron en su mayoría niños, mujeres y ancianos japoneses. Hollywood ha hecho de EEUU una suerte de juez supremo de los valores democráticos y los derechos humanos. Y porqué su cine no devela los golpes de Estados y las intervenciones en Centroamérica, Panamá, Santo Domingo, Granada, Honduras, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay, Perú, Argentina, etcétera., y otros planes sangrientos, incluyendo la amenaza golpista contra Venezuela. Su poderío militar no es una necesidad del mundo, es una exigencia del sistema capitalista que alimenta el mayor mercado de drogas en el planeta. Sus planes están asociados a las millonarias sumas de dólares asignadas a los medios de información privados para mentir y desinformar.
EEUU goza de la total complicidad de la oligarquía, la burguesía y la derecha intelectual. La patria de Bolívar es hoy la que más le preocupa, por su papel histórico en las luchas por la independencia de los pueblos de Nuestraamérica. Chávez cristalizó para contener la amenaza del exterminio total: "Esto solo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado".
Sí, el cambio climático, provocado por la actividad de la especie humana es al menos diez veces más rápido que los producidos en los siglos anteriores, alertan científicos. Y la presencia de partículas finas procedentes de la actividad industrial y del transporte provoca más de 2,1 millones de muertes al año, siendo el cáncer y otras enfermedades respiratorias las causas más frecuentes. Luego, tenemos como agregado en esta era apocalíptica que el principal responsable es el modelo capitalista depredador y criminal.
Hay 2.000 millones de personas que sufren de una o más deficiencias de micronutrientes, mientras que 1.400 millones tienen sobrepeso, de los cuales 500 millones son obesos. Un 26% de todos los niños menores de cinco años sufren retraso del crecimiento y el 31% sufre de deficiencia de vitamina A. El coste de la desnutrición para la economía mundial en pérdida de productividad y gastos de atención sanitaria es "inaceptablemente alto". 870 millones de personas pasan hambre en el mundo. Esto es tan solo una parte de los miles de millones de personas cuya salud, bienestar y vida se ven malogradas por la malnutrición.
En términos sociales, la desnutrición infantil y materna sigue reduciendo la calidad de vida y la esperanza de vida de millones de personas, mientras que los problemas de salud asociados a la obesidad, --como las enfermedades cardíacas y diabetes--, afectan a otros millones también.
El cambio climático resultante pone en peligro la seguridad alimentaria y los ecosistemas. De aquí al año 2050, la población mundial crecerá un tercio. La mayoría de estos dos mil millones de nuevos habitantes vivirá en países en desarrollo. Al mismo tiempo, la mayor parte lo hará en ciudades. La FAO estima que, si persisten las tendencias actuales de crecimiento de ingresos y consumo, la producción agrícola tendrá que aumentar un 60% para 2050 con el fin de satisfacer la demanda esperada de alimentos.
Por tanto, la agricultura debe transformarse para alimentar a la creciente población mundial y sentar las bases para el crecimiento económico político y social lo que incluye la reducción de la pobreza. El cambio climático hará más difícil esta tarea en un escenario sin cambios, debido a los impactos adversos sobre la agricultura, que requerirán esfuerzos de adaptación vertiginosos y costes asociados cada vez mayores. El cambio climático ya está influyendo en la agricultura y la seguridad alimentaria por la mayor frecuencia de fenómenos extremos y por la impredecibilidad de los patrones meteorológicos. I
Mejorar la seguridad alimentaria a la vez que se contribuye a mitigar el cambio climático y a preservar la base de recursos naturales, los servicios vitales y los ecosistema requiere la transición a sistemas de producción agrícolas que sean más productivos, que usen los insumos de forma más eficiente, cuyos rendimientos tengan menos variabilidad y más estabilidad, y con una mayor resiliencia a los riesgos, las crisis y la variabilidad climática.
Una agricultura productiva precisa un cambio fundamental en la forma de gestión de la tierra, al igual que del agua, los nutrientes del suelo y los recursos genéticos, para asegurar que éstos sean empleados más eficientemente. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de tierra y/o producto agrícola e incrementar los sumideros de carbono, contribuirán significativamente a la mitigación del cambio climático, advierten los especialistas.
Pero, al mismo tiempo en esos críticos escenarios, la economía de mercado está en bancarrota, literalmente. A mitad de año, como viene sucediendo desde el estallido financiero, organismos multilaterales como el FMI y centros de estudios económicos han rebajado los vaticinios económicos: el relativo optimismo de principios de año (2018) no resiste el embate de la realidad. En otras palabras: la economía mundial no termina de salir de la crisis económica y financiera que inicio en 2008.
Por tanto, los pueblos rebeldes y rebelados, los herejes, los obreros, campesinos, pescadores, trabajadores todos y todas, porque son los portadores de la cultura del trabajo, debemos articular una cosmovisión integral que contribuya al respeto en la integración hombre-mujer-naturaleza. Las operaciones de rescate del sistema o modelo capitalista no parecen capaces de atacar las raíces de la crisis, es decir, las contradicciones antagónicas del capitalismo. La senilidad del capitalismo no ofrece salida. La salvación de la humanidad lo encarna de una u otra forma el ideal de transformación. Debemos ahuyentar lo que ya tenemos tras nosotros: la barbarie. Aquí no hay subjetividades ni adjetivaciones. Esta es la realidad.
Albert Beveridge, ex senador de EEUU, dijo: "Las industrias americanas están fabricando más de lo que el pueblo americanos puede utilizar; las tierras americanas está produciendo más de lo que pueden consumir. El destino ha marcado nuestra política; el comercio mundial debe ser nuestro y lo será". Es la historia la testigo que narra cómo la expansión y dominación de los capitales industriales y bancarios de EEUU dieron forma a un sistema económico controlado por el capital financiero y sus hambres de progreso supranacional.
Vorágine destructora que para materializarse necesita de una agresiva geopolítica injerencista e intervencionista que fue asumida como doctrina por el capitalismo salvaje y se extendió en el hemisferio latinoamericano. EEUU promovió y promulgó su agenda excluyente de América Latina y el Caribe a través de tres aberrantes doctrinas: la doctrina Monroe que pregona la categoría de "América para los americanos"; la doctrina del Destino Manifiesto que se basa en la justificación para invadir e intervenir Nuestra América, calificada de países inferiores en lo moral, en lo político y militarmente "al gran pueblo americano; y el Corolario Roosevelt, que es la justificación absoluta de las dos doctrina mencionadas por tratarse de pueblos (los que conforman el hemisferio) "menores". Esta simbiosis que no es más que una locura imperialista al creerse los santificados universales del mundo al estar por encima del mismo Dios.
Deformaciones depravadas que le han permitido la conformación y promoción de una especie de moral universal más allá del bien y el mal. Había instalado un dominio colonial que se mantuvo prácticamente inmutable por casi dos siglos y hoy hemos tomado conciencia por la lucha de una independencia integral e integradora que no es un proyecto del capricho de nuestros pueblos a quienes se les había arrebatado su libertad.
En fin, bien vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre estos temas recogidos en este texto; con seguridad no dejaremos por ello de soñar y tomar las cosas con su debida serenidad y acerados nervios; es el deber de aquellos que escogieron el oficio de políticos y el noble e irrenunciable propósito de una sociedad hermandada, solidaria y justa, donde el camino sea la democracia verdadera y sea la justicia social el medio para alcanzar la utopía de la paz, mirar hacia el futuro inmediato ante el fenómeno que representa el calentamiento global. La Madre Naturaleza no es un bien económico, somos parte de ella.