Luego de haber escrito el artículo: “Boicot a los huevos y a otros alimentos= 13 de abril en lo económico porque sólo el pueblo salva el pueblo”, en el marco de sumarme a esta campaña promovida en plataformas tecnológicas y redes sociales digitales, me impacto una de las respuestas de uno de los camaradas que tuvo le gentileza de leer esas líneas.
Dicho compatriota, se identificó con el nombre de Malcolm Rumbos, y me formuló una denuncia importante, que también consideré oportuna e importante compartir con mis innumerables lectores y lectoras.
Me preguntó Malcolm en su misiva, que si este servidor de ustedes y quien escribe estas líneas había tenido la oportunidad de visitar alguna tienda CLAP, y que si he podido constatar los precios que allí tienen con respecto a la carne, los quesos, las verduras y todos los alimentos de la cesta básica de las venezolanas y los venezolanos.
Mi respuesta a este señalamiento de Malcolm, que aprovecho para hacerla pública, es que no he tenido la oportunidad, desde hace bastante tiempo, de visitar ese tipo de establecimientos. Durante un tiempo lo hacía, pero ahora no.
Indudablemente lo que fueron los Abastos Bicentenario con Hugo Chávez, y de alguna manera el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) representaban, por lo menos desde el año 2016, una alternativa para “paliar” la situación alimentaria de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas de este país. Pero en la medida en que las agresiones de EEUU contra Venezuela han venido escalando, aunado además a mafias, corruptelas, indolencia, ineficiencia e ineficacia en la gestión, evidentemente el referido programa ha venido desmejorándose notablemente.
Varias veces Chávez señalaba de que los alimentos y medicamentos (por solo mencionar dos insumos necesarios para sostener la calidad de vida de la población en el país) no debían ser tratados como mercancía, y garantizados a la población sin ningún tipo de problemas. Hay que ver como la actual situación- país ha sacado lo peor de cada uno de nosotros y nosotras, en ese sentido.
El propio presidente Nicolás Maduro ha reconocido, autocríticamente, que al CLAP le ha faltado la p de la producción. En ese sentido, la labor del M/G Carlos Augusto Leal Tellerías, ex comandante general de la Milicia Nacional Bolivariana y actual ministro del Poder Popular para la Alimentación la tiene como una de sus tareas pendientes.
Y sobre todo en la actual coyuntura, cuando a partir del 5 de agosto de 2019, con la orden ejecutiva de Trump, el bloqueo contra Venezuela ha entrado en una nueva etapa. Y a casi un mes de su entrada en vigencia, es cuando se comienza a sentir en toda su expresión, la rudeza y crudeza del terrible daño que nos están ocasionando.
¿Qué vamos a hacer cuando no podamos entregarle a la población, y sobre todo a los sectores más vulnerables su correspondiente caja de CLAP? ¿De qué manera vamos a alimentarnos? ¿Ya se comienzan a sentir rigores en servicios vitales como agua, electricidad y transporte? Creo que está llegando la hora de ponernos un poquito más serios, porque la situación nos aprieta y apremia.
Al igual que Malcolm, no logró entender cómo y por qué se utilizan las siglas de un exitoso Programa del Gobierno para enfrentar los efectos de la agresión de los gringos a nuestro país que tiene por fin que los venezolanos no muramos de hambre y que gracias a su indiscutible efectividad, ha sido exitoso al máximo en esa tarea tan importante, pero más aún, nos atrevemos a decir que su mayor importancia ha estado en que le ha dado total solidez a nuestra Revolución y por eso ella no sólo está viva, sino fortalecida y tanto lo está, así lo creemos, que ni un mil imperios pudieran derrotarla.
Ahora, no puedo entender cómo explicar esa simbiosis del Programa CLAP con esos supermercados CLAP (que son tan ladrones y nos atrevemos a asegurarlo), muchos más que numerosos comercios privados. Malcolm me señala que ha podido hablar con muchas personas, en su mayoría camaradas sobre este caso y todos manifiestan su sorpresa y su rabia porque se hayan abierto esos supermercados con nombres sagrados del proceso y con el maldito propósito de expoliar al pueblo. ¿Qué vaina es esa?
No se trata pues de darle argumentos al fascismo para que nos ataque. Se trata del necesario relanzamiento de las “3R” de las que tanto hablaba el Comandante Chávez. Y es muy necesario que este asunto se ponga bien en claro. Inclusive, tanto a Malcolm como a mí en lo personal nos cuesta trabajo creer y llegar a la conclusión de que el presidente Maduro conozca algo de esas tiendas y de lo que sucede realmente allí.
Por ello, hago un llamado al compañero Freddy Bernal, quien entiendo aún es responsable nacional de los CLAP, y al M/G Carlos Augusto Leal Tellerías, actual Ministro del Poder Popular para la Alimentación, a realizar las investigaciones correspondientes. Yo haré lo mío con los medios que tengo a mi alcance.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!