Para el momento en que escribimos estas líneas, estamos en la última noche del año 2019, año de víspera del año capicúa 2020, y hoy, más que escribir de análisis y política, queremos escribir desde lo humano.
Ciertamente en nuestro artículo precedente, señalamos que escribiríamos sobre la experiencia ocurrida en la parroquia 23 de enero de Caracas, respecto a la organización popular y de la lucha que se dio para frenar la especulación con la "petromanía". Pero esto lo podemos dejar como uno de los primeros artículos para el año 2020.
Despedimos este año 2019. Un año lleno de retos, desafíos, y compromiso con nosotros mismos.
Y como cada año nos sentamos a reflexionar sobre lo mucho, lo poco, lo no tan bueno y lo bueno. Y es ahí donde debemos hacer énfasis: en el agradecimiento de todas las cosas que tenemos.
Año de haber cumplido algunas metas propuestas este año, y de haber dado un abrazo sincero en el momento más oportuno.
Y sobre todo, haberle dicho a nuestros seres queridos cuanto los amamos.
Y sí, es cierto, en este año plagado de tantas dificultades y momentos duros, nos ha correspondido despedir algunos afectos, pero también es cierto que siempre vivirán en nuestros corazones y en nuestro día a día, en nuestra cotidianidad. Pero que también han llegado nuevos afectos y nuevas amistades, amén de nuevas experiencias, amores y compromisos, para hacernos ver cómo nos reinventamos.
A veces debemos preguntarnos cómo hacer para que nuestro día a día sea más valioso. Para nosotros, para nuestra familia, para nuestros afectos, donde quiera que se encuentren. Y porque siempre nos acompañen.
Y como propósito de un nuevo año, dediquemos más tiempo a fomentar lo bueno, y dejemos las cosas de cómo las encontramos.
A reencontrarnos con nuestra esencia, a perdonar y a sanar. Para que así tenga espacio todo lo bueno que nos depara este año que empieza y nuevo que está por llegar.
Total, de eso se trata la vida, de ir sorteando las circunstancias y disfrutar lo bueno. Aprender de lo vivido y siempre tener fe y esperanza en que lo mejor está por venir.
Gracias a todas y a todos ustedes por seguirnos y leer nuestros modestos aportes a la construcción de una sociedad y un mundo mejores. Ese ha sido el azimut de todo este esfuerzo realizado. Y por ello, no queríamos culminar este año 2019 sin expresar a través de unas cortas, pero sentidas líneas, lo que desde lo más profundo del corazón llevamos algunos y algunas, indudablemente más allá del fragor de la lucha política.
¡Feliz año 2020!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Leales Siempre, Traidores Nunca!