Cuba y Venezuela: Historias Revolucionarias

Escuchar decir al Ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, "No habrá potencia que me haga claudicar a mis principios revolucionarios", agregando además: "Con absoluta claridad, sensatez y templanza, reitero mi lealtad a la Patria, a la Constitución, y al Presidente Nicolás Maduro y al Pueblo de Bolívar", es inusual y sui generis. Todo es posible al inquebrantable espíritu revolucionario de estos hombres y del pueblo venezolano.

Esta actitud se forjó al calor del análisis profundo de la historia venezolana, latinoamericana y mundial, las enseñanzas y reflexiones del Comandante Hugo Chávez y otros compatriotas, entre los que se encontraba Padrino López. Así como el acompañar leccionario del Gigante Fidel Castro.

Leyendo sobre la historia revolucionaria de la Cuba heroica, encontré unos rasgos semejantes en el pensamiento y actuar del revolucionario cubano Antonio Guiteras Holmes, que ahora en mayo se cumplen 85 años de su caída en combate, y la filosofía militar del pueblo en armas venezolano, a saber:

  1. Sus acciones armadas tenían fines revolucionarios, guiadas por objetivos emancipatorios que le otorgaron su lugar, su papel y su momento.

  2. Guiteras Holmes y sus compañeros se planteaban liberar al país del imperialismo norteamericano, y poner la política en función de las necesidades sociales mediante cambios estructurales.

  3. Así mismo, comprendió que era necesario, forjar una organización comprometida con un proyecto radical, cohesionada ideológicamente, con bases sólidas en el movimiento de masas, que estuviera en condiciones de hacer valer el potencial transformador de su método de lucha. Esta organización fue la Joven Cuba, en aquellos años de inicios de la Revolución con el "Gobierno de los Cien Días".

  4. La formación de la Joven Cuba, en ese momento, entrañaba también un enfoque acerca del acceso al poder, donde se planteaba la necesidad de organizar una insurrección armada e instaurar una autoridad popular encargada de realizar el programa revolucionario.

  5. Antonio Guiteras tenía bien claro que los intereses del pueblo, por un lado, y de la oligarquía criolla y el imperialismo por el otro, son antagónicos, y en ningún caso la burguesía permitirá el logro de una revolución por la vía pacífica. Su propia existencia como clase es lo que está en juego.

No obstante, la historia nos enseño que, algunas transformaciones pueden realizarse por la vía institucional, como es el caso de la Revolución Bolivariana: Se accedió a una parte del poder por la vía electoral y desde el gobierno se han logrado cambios impensables en el marco de la democracia venezolana. A primera vista, ello legitima la tesis de la vía pacífica defendida por Salvador Allende.

Sin embargo, como demuestra el golpe de Estado de abril de 2002, las transformaciones y políticas radicales desarrolladas por el chavismo hubieran sido imposibles sin alcanzar la hegemonía sobre el Ejército, esto es: sin la posibilidad de defender la Revolución con las armas.

También es posible lograr una combinación de fuerza social y militar capaz de neutralizar la contrarrevolución interna, y vivir una paz relativa, pero aun así las armas son necesarias para disuadir a nuevas fuerzas violentas, evitar la agresión extranjera y contribuir a la revolución mundial, requisito indispensable en la lucha contra el capitalismo, la Unión Cívico-Militar y su planteamiento de la Guerra de Guerrillas.

Estas estrategias cívico-militares son vitales para la existencia y posibilidad de todos los procesos revolucionarios.

Finalmente, deseamos plasmar las ideas del escritor Luis Emilio Aybar, reflexionando sobre las ideas de Antonio Guiteras Holmes, en relación a la mayor comprensión acerca de explorar nuevas formas de lucha armada:

1. Estimular la resistencia armada en comunidades amenazadas por las políticas de despojo, y en territorios autónomos conquistados por sujetos diversos (indígenas, campesinos, pobladores, obreros, estudiantes, otros). En esta dirección ya contamos con experiencias en curso.

2. Recuperar la vieja tradición bolchevique y chavista -ya sabemos que también guiteriana- de hacer trabajo de base en el ejército, formar ahí núcleos conspirativos articulados a las fuerzas revolucionarias.

3. Combinar acciones cívicas y militares en las grandes movilizaciones populares, desarrollando una labor de propaganda para legitimarlas frente a la sociedad.

Como señala un militar nuestro venezolano, el general Menry Fernandez Pereira: a pesar que la guerra revolucionaria siempre ha existido, "la Guerra del Pueblo" es Revolucionaria, como lo evidencia el "Che" Guevara quien aplicó, con un pequeño grupo a través de sucesivos éxitos militares, sumando el apoyo popular, lo llevó a desarrollar su "Guerra de Guerrillas".


 



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José Amesty


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