Somos el maíz sembrado en la tierra fértil de los restos de nuestros
antepasados aborígenes y libertadores, amasados al calor del sol de la
zulianidad con agua del coquivacoa, el Orinoco y el Caribe.
La venezolanidad es una virtud, un Don y un poder, el mismo Poder
Creador que describió Aquiles Nazoa inspirado en la gesta heroica de
todas las rebeliones populares anónimas y reseñadas en la historia de
un pueblo que nació, creció y está dispuesto a dar hasta la última
gota de sangre por la libertad, la soberanía y el bienestar de la
humanidad.
Somos un pueblo sabio y paciente como lo describió Ali Primera porque
ante cada amenaza fuimos y somos capaces de resistir hasta pasar a la
ofensiva y coronar la victoria.
Somos el mismo pueblo que rompió las cadenas con la rebelión del negro
José Leonardo Chirinos, el mismo pueblo que inspiro y motivo a Don
Sebastián Francisco de Miranda para confeccionar nuestro primer
tricolor y atreverse a soñar despierto con la construcción de la
Patria Grande que asumieron Bolívar, Zamora y tantas mujeres y hombres
que no alcanzaría el tiempo y espacio solo para mencionar.
Somos el mismo pueblo que tuvo la percepción en la sincronización de
la rebelión popular del 27 y 28 de febrero de 1989 como grito de
guerra contra la globalización y el pensamiento único representados
por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y las
rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992 que
nos llevó por el camino de la victoria electoral con Hugo Chávez como
líder histórico que encarno las aspiraciones históricamente
insatisfechas de nuestro pueblo.
En el primer Centenario de Aquiles Nazoa nuestro pueblo continua la
batalla por la salud y la vida en medio de una pandemia mundial y de
las hostilidades del imperio, el sionismo y las mafias
narcoterroristas de la ultraderecha, nuestra gente continua desde su
espacio natural y más allá de nuestras fronteras desatando los Poderes
Creadores que nos darán la victoria en esta batalla por nuestra
Independencia, nuestra Soberanía y el nuevo mundo multipolar.
¡Hasta la Victoria Siempre!
