Barquisimeto, estado Lara 22-06-2020.- 23 de junio: Día del Abogado en Venezuela, ¿por qué se celebra hoy esta efeméride?
Cada 23 de junio se celebra en Venezuela el Día del Abogado por iniciativa de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela. Esta efeméride se estableció para conmemorar el natalicio de Cristóbal Mendoza, quien nació en Trujillo el 23 de junio de 1772. Este hombre formado en el campo de las leyes ocupó destacados cargos en el país como el de primer presidente constitucional de la República de Venezuela en el año de 1811 y fiel compañero de luchas del Libertador Simón Bolívar
No me extraño en absoluto la antipatrida salida del grupo de reaccionarios del derecho, mal llamados abogados, defensores de la ley y de la justicia, cuyos postulados los abdicaron a favor de la traición, el golpismo, terrorismo, del ejercicio ilegal de la profesión, el servilismo, inmoralidad extrema, invasión de autoridad, actuación de mala fe, usurpación.
Oportuno hacer uso del Artículo 132 del vigente Código Penal venezolano. "Cualquiera que, dentro o fuera del territorio nacional, conspire para destruir la forma política republicana que se ha dado la nación será castigado con presidio de ocho a dieciséis años. En la misma pena incurrirá el venezolano que solicitare la intervención extranjera en los asuntos de la política interior de Venezuela, o pidiere su concurso para trastornar la paz de la República o que ante sus funcionarios, o por publicaciones hechas en la prensa extranjera, incitare a la guerra civil en la República o difamare a su Presidente o ultrajare al representante diplomático o a los funcionarios consulares de Venezuela, por razón de sus funciones, en el país donde se cometiere el hecho". Para complemento, invito a lectura de las disposiciones ejusdem, 128, al 131
En ocasión del golpe de Estado cívico-militar contra el comandante Chávez en el año 2002, denuncie públicamente (nota de prensa en archivo) nuestra postura acerca de la participación de abogados en los ya trillados sucesos. Conmine a fiscalía del ministerio público aperturas procedimiento a efecto de sancionar a los identificados participantes, no se procedió, fueron cómplices del delito, a pesar que dicho organismo estaba en mano y uso de nuestra revolución.
También el llamado dirigido a la federación venezolana de abogados, CNU, colegios de abogados, pues en esos actos fue sustentada con evidencia notoria y publica la participación de abogados que dirigieron el acto antijurídico, redactaron actas y demás documentos contrarios a la Constitución de la Republica y al ordenamiento jurídico y a la patria.
Ahora bien, como sucede en muchos y probos casos en nuestra Venezuela, donde la complicidad activa y pasiva de funcionarios públicos es un axioma. Menos podemos esperar respuesta o procedimiento de los organismos gremiales a los cuales estoy colegiado en razón de nuestra cualidad del ejercicio abogadil, distante a la condición política, social, mis principios y valores que pregono.
La lectura e interpretación de la ley de abogados, el código de ética del abogado, instrumentos ambos de adorno decorativo out de la realidad y el contexto socio-político en que estamos inmersos todos, los cambios paradigmáticos, participación política protagónica a los cuales ni por demagogia lo asoma la pseuda dirigencia de estas vetustas estructuras gremiales ya vencidas por sobradas razones que fundamentamos.
Obvio por lógica jamás la dirigencia enquistada en las tinieblas del terrorismo gremial iba a lanzar la bola por el home del proceso revolucionario, pues ellos eran partes en el contrato contra la revolución y del comandante Chávez. Lo que repudiamos, combatimos, exigimos los abogados dignos que militamos en la revolución es porque hubo impunidad en el caso incomento
Estimulados por la ineficacia jurídica de la revolución, la extrema derecha abogadil se atrinchera en los estrados de Colombia y E.E.U.U para atentar contra nuestra patria, la Constitución y el ordenamiento jurídico positivo vigente. Esta posología la cumplen por instrucciones de quien ocupó el cargo de fiscal General de la Republica, que vergüenza, la prófuga, delatora y traidora Luisa Ortega Díaz y su chulo German Ferrer.
De buscar responsables en la fábrica, montura y puesta en práctica del supuesto TSJ Ilegitimo y conculcador, no debemos acusar a estos nada más, el line-up vas más allá. La complicidad correspectiva envuelta en la fiscalía, por ahí debemos empezar el juicio, la conducta pasiva, cobarde, omisiva y responsabilidad de fiscales debe castigarse. De lo contrarios es pieza fiel y fértil de la cuarta Republica
Es irrita la putrefacta decisión de la mal llamada AN de apertura de juicio de mérito contra el presidente Maduro. En primer orden carece de legitimidad para ello, pues este órgano parlamentario abandono sus atribuciones y deberes conferidas en el texto constitucional. Su bancada de oposición es terrorista, no legislan a favor del país, solo aspiraban interrumpir la revolución, estimulan el golpe de Estado, ruptura del hilo constitucional, desconocen la voluntad mayoritaria del sufragio, paralizaron la administración publica
Admitir la constitución de un TSJ en el exilio es un desacato a la autoridad, desobediencia, abdicación de deberes, violar nuestra soberanía, la integridad territorial, la nacionalidad, la autodeterminación e interese de la nación, conculcación de los derechos humanos. Es negatoria al principio del juez natural. Estos serviles del imperio colombiano y estadunidense obvian su responsabilidad y deber funcionarial, el debido proceso, derecho a la defensa
PARA mis verdaderos colegas abogados felicidad en nuestro día, como recordamos aquel 27 de marzo del año 1993, cuando egresamos del aula mater de nuestra inolvidable y siempre defendible Universidad de Carabobo (UC) con el título de abogado que hoy dignamente represento
Sera hasta la próxima, Dios mediante. Usted y yo, nacimos, crecimos, nos desarrollamos, nos preparamos en estos estrados, por ello a la patria la defenderemos aquí. escalonabufete24@yahoo.com (0424) 543.28.98,escalonabufet24@gmail.com. Con la verdad no temo ni ofendo
