Nos cuenta Don Francisco Herrera Luque: "Nombre de Caracas"

Don Francisco Guerrero llamado el "Cautivo" (malagueño, cautivo de los turcos desde su juventud y germen de grandes familias caraqueñas) de allí le viene el "alias", uno de los conquistadores y pobladores del Valle de Santiago, tiene una explicación… Esa noche de 1569, el "Cautivo" mantiene la siguiente conversación con el teniente gobernador que acababa de sustituir a Diego de Losada. ¿Cómo decís, don Francisco? Contadme tan curiosa historia; ya que hasta ahora tenía por noticia que el nombre le venía de una yerba o bledo que llaman Caracas…Todo es mentira o invención de Juan de Gallas, quien, como todo poeta, falsea la verdad. Yo fui quien le puso el nombre y sin proponérmelo, a este sitio donde se ha plantado Santiago de León, mucho antes de que Francisco Fajardo decidiera establecerse en este valle que llamó de San Francisco y que no es santo adecuado para invocar en casos de guerra. Pero dadme un trago, si quereís que siga con el cuento.

Una mañana, acompañado de mi sirviente turco Omar, con permiso de Fajardo abandoné (Caraballeda) el campamento junto al mar, afanoso de trepar la montaña, y ver qué había más allá. Anda que te anda, llegamos a este mismo sitio donde nos encontramos, cuando una columna de humo en dirección a la montaña incitó mi curiosidad. Cautos y sigilosos avanzamos hacia el sitio de donde venía el humo. Un tentador olor a carne asada llegó hasta nosotros. Como no había perdido la manía de expresarme en turco, me dijo de pronto: Mirad, amo, una caraca… Siendo de advertir que "caracas" en turco o albanés significa mujer de cara de color (o bruja). En Turquía hay una ciudad de origen romano llamada "Caracas", por si alguno duda de mi palabra. La mujer, en efecto, tenía la piel tan oscura o negra, a diferencia de otros indios, que no deja de sorprenderme. Amigables y en guardia nos acercamos a la bruja, con los ojos puestos en el apetitoso cochinillo que asaba sobre una hoguera. ¿Cochinillo? ¡Válgame el Profeta! Lo que asaba la "caraca" era un niño de unos tres años.

Cuando llegamos al campamento de Fajardo, todavía vomitábamos sobre el recuerdo. Apenas el mestizo quedó enterado de nuestra aventura exclamó bronco e iracundo: Por eso hay que acabar con esa mala hierba. (Los españoles, cuando se refieren a una persona de malas mañas, dicen de él que es una mala hierba) Todo cuanto huela a caracas y a su gente hay que arrancarlo hasta la raíz.

Juan de Gallas, el poeta, quien siempre escuchaba a medias, cuando oyó hablar de la mala hierba pensó, como el tonto que siempre ha sido, que era una planta a la cual Fajardo se refería. Como él era hombre de letras y nosotros ignaros soldados, dio por noticia, y con ligereza, la especie tan difundida de que de un monte o yerbajo que nadie ha visto le viene el nombre a Caracas. (Todo es mentira o bobaliconería de Juan de Gallas)

A Caracas le vino el nombre de una bruja caníbal. Pero al parecer, así se escribe la historia. En los Archivos de Indias no existe ningún escrito que mencione que haya existido alguna tribu en Venezuela con el nombre de indios caracas. Jamás hubo una tribu con tal nombre. Había Teques, Mariches, Toromaimas, Quiriquires; pero caracas no. Por extensión pudo dársele el nombre de indios caracas a los que ocupaban el territorio que ya recibía tal nombre. Caracas es una verdadera bruja caníbal que de no ponérsele corrección terminará por devorarnos a todos. ¿No les parece?

LA OLA QUE VINO DE LEJOS:

WUARAIRA REPANO es la mar hecha tierra. Observa como ella, cambia de colores según los caprichos del Sol y del viento. ¡Será por eso que nuestra montaña es tornadiza en su colorido como las aguas de la mar!

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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