Para el 31 de Diciembre de 1999, por decreto del gobierno de Rafael Caldera, se concretaba la liquidación del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (I.V.S.S.) respondiendo a los intereses de la oligarquía criolla y extranjera en sus pretensiones de privatizar la salud y convertirla en un lucrativo negocio. A esto se añadía el ingrediente de las tristemente célebres administradoras de fondos de pensiones y jubilaciones, que los poderosos grupos económicos venezolanos y extranjeros pretendían manejar y de esta forma redondearse una bola de billetes.
Con la asunción de Hugo Chávez a la Presidencia de la República, este decreto fue derogado y se replantea una nueva orientación en política de Seguridad Social en el país y se inicia un proceso de rescate de los distintos centros hospitalarios dependientes del I.V.S.S. que se encontraban en crisis para aquel momento.
Así comienza la recuperación de los hospitales; se decreta atención médica para todo venezolano indistintamente de su condición de cotizante o no del Seguro Social, decreto este que fue bien acogido ya que en los hospitales del Seguro Social, aparte de ser los mejores dotados, existía la particularidad de poderse llevar el medicamento a casa sin erogación alguna.
Se implementa el Plan Bolívar 2000, que, a través de sus jornadas de atención médica, hace disminuir en forma dramática las largas listas de esperas en pacientes en búsqueda de un turno quirúrgico.
No obstante todo este accionar, los hospitales del Seguro Social han venido experimentado en los últimos dos años un profundo grado de deterioro y todo aquello que arrancó como una verdadera esperanza de mejorar el nivel de atención de la salud del venezolano ha venido esfumándose.
Y es que posiblemente el gobierno, en su intención de llevar la salud a la población, no ha caído en cuenta que comete tremendo error al querer sustituir las funciones que deben cumplir las instituciones de salud con el Plan Bolívar 2000, descuidando la dotación de los centros hospitalarios.
Se observa entonces como en hospitales del Instituto, que se encuentran totalmente desabastecidos en los actuales momentos y desatendidos por parte de las autoridades del Seguro Social, se llevan a efecto jornadas de atención médicas promovidas por el Plan Bolívar 2000, quienes llevan todos los insumos necesarios para su ejecución, en donde no falta ni una jeringa y al día siguiente, como por arte de magia, no se puede conformar, en ese mismo hospital, en donde el día anterior se ha hecho esta jornada, ni una sola intervención quirúrgica porque no se encuentra ni gasa para atender al usuario que demanda el servicio extra Plan Bolívar 2000.
Pensamos que el mejor plan Bolívar 2000 es mantener dotados a los hospitales y que se pueda hacer una medicina digna, que dignifique al médico y al ciudadano. Es tiempo que el gobierno nacional revise de manera seria la agenda en materia de salud, que incluya una evaluación de quienes la dirigen porque no han dado muestras de eficiencia, en especial el actual Presidente del I.V.S.S.
Por ahí, es uno de los caminos por donde se puede escapar el proyecto Bolivariano de nuestro Presidente; es hora de meterle la lupa a la administración de salud porque este proceso no ha contado en esta materia con sus mejores hombres; urge removerlos de sus cargos; están apoltronados; llegaron a su nivel de competencia de Peters y esto es peligroso para el proceso ya que la gente lo expresa, se queja que al acudir a los centros hospitalarios no se les atiende porque no hay insumos y es verdad; como testigos de excepción, ya que nos desempeñamos en esas áreas, lo aseguramos y el pueblo. que es el soberano, razón de ser de este proceso, lo demanda y lo que él demande es LEY
Es hora pues, de levantar banderas revolucionarias en pro de una sociedad con centros asistenciales dignos, como revolucionarios y Bolivarianos comprometidos con este proceso lo merecemos.... lo demandamos.
*Médico.
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