Abro la prensa y me entero simultáneamente de dos hechos. Que conciernen a Venezuela. Uno positivo, que el Presidente Maduro otorgó un perdón a 110 opositores. Si se quiere dialogar con la oposición es imprescindible que sus dirigentes estén libres y en capacidad de competir entre ellos por el liderazgo de la oposición. Si han de haber elecciones en diciembre es indispensable que sea la oposición domiciliada en Venezuela y no Washington quien elija a su jefe. Sugiero que Guaidó salga a la calle a competir por el voto de la oposición.Eso permitiría resolver el tema de la segunda noticia.
Esta es que la Corte Suprema de Inglaterra opina que los 3 millardos en lingotes de oro que Venezuela tiene depositados en el Banco de Inglaterra quedan a disposición de Juan Guaidó porque es el presidente de Venezuela reconocido por el Gobierno de Su Majestad Británica.
La primera pregunta que suscita esta noticia es¿Cómo es que después de 20 años de denuncias contra la rapacidad del Imperio y sus vasallos Venezuela le confió 3 millardos en lingotes de oro al Banco de Inglaterra. Eso huele a traidora corrupción y debe ser investigado. Si se realizan unas primarias internas de la oposición y el Sr. Guaidó las pierde ya será más complicado seguir usándolo como Presidente Encargado.
Es conveniente que el chavismo o el PSUV haga contemporáneamente con la oposición unas primarias y procurar que ambas fuesen muy transparentes y verificables. Es muy probable que la oposición elija otro líder, porque la falta de carisma o mensaje de Guaidó lo hacen un pesado lastre difícil de vender. También conviene que el chavismo busque en sus bases la renovación de su desprestigiada dirigencia si se quiere que las conquistas sociales del chavismo permanezcan. Lo político es como el cuerpo humano. Las células no son eternas y necesitan renovarse para que los órganos funcionen. De la falta de renovación viene la parálisis y la muerte. En los órganos del gobierno la parálisis ya es evidente.
El momento parece oportuno para que el chavismo y la oposición debatan propuestas políticas concretas para remediar males nacionales evidentes como el funcionamiento de servicios públicos básicos como agua electricidad y seguridad.
El Chavismo se describe como bolivariano. Eso es solo una cortina de humo demagógica, porque Bolívar nunca hizo una propuesta política concreta para solucionar males modernos más allá de un vago panamericanismo en política exterior. Su única propuesta concreta fue la Constitución de Angostura, en que el senado a imitaba la Cámara de los Lores británica integrado por senadores vitalicios ocupando poltronas hereditarias.
En ese sentido la dirigencia chavista es bolivariana.
Otra dificultad para debatir soluciones concretas a problemas nacionales es que la oposición cree que su función es vociferar contra el gobierno de manera genérica , sin analizar las causas del problema ni proponer opciones. Algo parecido a lo que hace el gobierno que trata de arreglar problemas cambiando de lugar a funcionarios maduristas fieles; sin admitir nunca que fidelidad no implica competencia, porque el madurismo está plagado de amigos mediocres e incompetentes. Este perdón, que busca un diálogo con la oposición puede ser ocasión para una renovación necesaria en ambos bandos.