Campesino no es solo quien vive en el campo, campesino es quien trabaja el campo, vive en el, disfruta y sufre con él, como parte indivisible de su vida. Campesino es quien respeta las leyes sagradas de la naturaleza.
Campesino es un nivel sagrado de conciencia que implica el conocimiento de la madre tierra como único ser creador y dador de vida. Ser Campesino es asumir a la naturaleza como nuestra casa, a quien debemos respeto y amor. Es entender que la vida toda, depende del entorno natural que acompaña nuestra corta estadía en este maltratado planeta, es caminar por senderos de lucha diaria por reconocernos y hacernos visibles como ente histórico y transformador de la sociedad.
Ser campesino implica más que sembrar y cultivar, la vida toda resumida en un ser colmado de humildad y compromiso, es espíritu de nobleza y dignidad, es palabra empeñada y honrrada, es la madre que cuida de sus hijos, el padre que conuqueando día a día garantiza el sustento familiar.
Todo cuánto necesitamos para la vida viene del campo, oxígeno, agua, alimentos, medicinas y minerales. Los campesinos somos guardiánes de la naturaleza y somos en esencia la única garantía existente de permanencia de la vida en este maltratado planeta.
El campesino es el ser más importante de la humanidad, pues él, no solo garantiza el alimento diario, sino que es el celoso cuidador de Dios naturaleza.
No pedimos nada, solo queremos respeto a nuestra labor y reconocimiento del papel que jugamos en este maltratado planeta. Los campesinos somos quienes cuidamos la montaña de dónde nace el agua del riachuelo que da vida a las poblaciones acentadas en los centros poblados. La ciudad no puede sobrevivir sin el campo, en cambio el campo si puede sobrevivir sin la ciudad.
La sociedad nos ha acostumbrado a que la gente piense que ser campesino es sinónimo de pobreza, miseria e ignorancia, ¡Nada más alejado de la realidad!
¡Vivan los campesinos!
¡Viva nuestra madre Naturaleza!