Todos al nacer, sin excepción, comenzamos a explorar las experiencias de la vida con un evento seguro: la muerte.
En una nota reciente me referí a las características de la vida y la muerte, para la mayoría la vida esta llena de magia y controversia mientras la muerte esta llena de misterio: hay gente que la asume como castigo y otros que la asumen como bendición.
Son múltiples las historias de gente que resolvió quitarse la vida para evadir alguna responsabilidad, por la influencia de la ansiedad, el estrés, el miedo y la soledad pero por respeto a la gente que nos lee, no vengó a continuar hablando sobre la perspectiva de cada cultura frente a la muerte sino al apocalíptico suceso que ha caracterizado el momento histórico que vivimos.
Por el mundo hay muchas maneras de matar o morir en pleno apogeo: estallidos sociales por demandas populares insatisfechas, guerras por el control de territorios ricos en materia prima, minerales y fuentes de energía y todo se resume en el intento desesperado de los dueños del poder económico por preservar la hegemonía política y económica de la vida en el planeta.
Así llegamos a 2019, la propagación de un virus gripal que al principio atribuyeron a una sopa de murciélagos comenzó la nueva realidad que es motivo de reflexión en esta modesta nota.
Primero y por respeto a la gente que política e ideológicamente no piense igual que yo pero le doy el beneficio de la duda a todos los informes bien sean de la izquierda o la derecha porque no se corresponden con la realidad que viven los pueblos.
En este caso he optado por denominar: matemáticas mortales a todas las estadísticas difundidas.
Aclaro de antemano que desde 2017 hasta 2019 me desempeñe como director del cementerio municipal de mi ciudad y esto me permitió tener acceso a los informes médicos de todos los difuntos al momento de ser registrados para su inhumación.
Por razones de apoyo a las familias vulnerables sepultamos más de 1500 difuntos por donación provenientes de diversos sectores de la ciudad.
Pude notar que era sistemático que al registrar un difunto por causa natural o violenta, al leer el informe medico lo describía pero también incluía una infección respiratoria, paro respiratorio y muchos casos, tuberculosis.
Desde ese entonces comencé a sospechar que algo extraño estaba sucediendo, lo comente en varios escenarios y fue banalizada mi opinión, así que resolví observar y en la observación de lo que, según informes de prensa comenzó en Whuan, comienza la expansión de lo que la OMS califico de pandemia con muchas circunstancias que generan dudas: primero la ubicación geográfica, temperatura y otros elementos que ponen en duda la mutación "por arte de magia" para que esta pandemia se pudiera adaptar a las condiciones temporales y espaciales de todo el planeta.
Hasta aquí ya el daño comenzó a producir resultados muy favorables para las empresas prestadoras de servicios funerarios y de cementerios, los laboratorios comienzan la guerra sin cuartel para ver quien produce el antídoto y por el momento le han restado importancia a buscar las causas y causantes.
Cada país comenzó a vivir la incertidumbre derivadas de las acciones adoptadas por sus gobiernos ante la situación inédita que comenzamos a vivir.
Unos gobiernos resolvieron proteger a los dueños del poder económico y otros resolvieron proteger a los pueblos con una cruda realidad: nadie sabia que hacer y como.
Desde la activación de los gobiernos a favor o en contra de las medidas biosanitarias recomendadas por la OMS también comenzó la difusión de las matemáticas mortales a través de la cual mienten de manera cruel y descarada para crear matriz de opinión favorable para el gobierno que la difunde.
Mientras esto ocurre Donald Trump es desalojado de la Casa Blanca mediante elecciones y su sucesor comenzó "la continuación" del gobierno anterior.
Actualmente siguen activos varios teatros de operaciones militares y varios países se rebelan contra las medidas inhumanas de sus gobiernos y los organismos multilaterales como la ONU han dejado claro ante la opinión publica mundial que ningún onanismo es una instancia con carácter vinculante para decidir, hacer porque la actual Naciones Unidas es una gran estructura conformada por más de 190 países pero la máxima autoridad la ejercen los países poderosos agrupados en el Consejo de Seguridad y dentro de este Consejo igual, cualquier país como Estados Unidos puede llevar la contraria porque no existe una instancia judicial o penal que controle el desafuero de gobiernos como el norteamericano y el régimen sionista de Israel.
En Venezuela ocurre lo mismo que en todos los países del planeta agravado por las mal llamadas "sanciones", por cierto, le deberían dar otro calificativo y me extraña que con tanto leguleyo en el TSJ, AN y gobierno no se hayan dado cuenta del error de llamar "sanciones" a una acción de un gobierno extranjero que en cualquier país del planeta habrían asumido como un acto de guerra.
Una sanción es la que aplica una autoridad a un ciudadano por alguna falta o delito, claro: considerando las circunstancias atenuantes y agravantes.
Volviendo al tema que nos ocupa: nosotros hemos tenido que aprender a vivir con la muerte por la estupide del funcionariado encargado de la seguridad en nuestra frontera: cada uno parece tener su propio peaje particular y por unos billetes verdes permiten el movimiento de personas evadiendo los controles sanitarios.
Nos ha tocado aprender a vivir con la muerte porque no llegan las pruebas y tratamientos médicos al pueblo sino a quienes pueden pagar en dólares, se supone que si cada instancia de gobierno tiene organismos con farmacias estas deberían interactuar en la elaboración de combos con medicamentos y entregados a pacientes positivo de covid 19 para su pronta recuperación.
Hemos tenido que aprender a vivir con la muerte porque dejamos al pueblo contra la pared con la cobertura de los servicios funerarios y de cementerios en lugar de construir violentamente un crematorio.
Hemos tenido que aprender a vivir con la muerte porque es mas importante hacer una desinfección en las viviendas de los fallecidos para evitar na propagación del virus porque la prioridad es otra.
Hemos tenido que aprender a vivir con la muerte dando el beneficio de la duda a las estadísticas: por cada cifra multiplicamos por 27 y tenemos una idea mas cercana de la realidad.
Mientras redactó esta nota me recuperó de varios síntomas parecidos al covid, mañana pagaré para que me hagan la prueba y Dios mediante continuare la batalla.
Hasta la Victoria Siempre!
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