El 11 de diciembre de 2014, la Asamblea General de la ONU aprobó una Resolución, mediante la cual se decide proclamar el 21 de junio Día Internacional del Yoga. Todos los países reconocieron que el Yoga ofrece un enfoque holístico de la salud y el bienestar, y exhortaron a difundir las ventajas que entraña practicarlo.
Hace algunos años atrás asistí a un evento, promovido por la Misión de la India en la ONU-Ginebra, y tuve la suerte de acceder a un maravilloso libro titulado Bhakti Yoga, del pensador, místico y religioso hindú Swami Vivekananda.
¡Qué revelaciones espirituales, qué mensajes para la paz del espíritu humano!
Y es que el Yoga es un tributo rendido por la India a la humanidad, para que reine el amor perpetuo. Es una teoría, una filosofía y una práctica ancestral que coadyuva a que reine la eterna liberación (moksha), en comunión con la Madre Tierra.
Cuán valiosos los aportes de los yoguis y los chamanes, en siglos pretéritos, que actuaban como intermediarios entre los seres humanos y las fuerzas superiores, y respondían a las preguntas filosóficas universales, como la verdad sobre la existencia y el universo. Y daban su aporte para que se pudiera alcanzar la felicidad con un estado interior.
Deseamos que los pueblos del mundo se beneficien de las virtudes del Yoga, especialmente, en estos tiempos calamitosos de la pandemia del COVID-19.
¡Vida eterna para el pueblo de la India! ¡Proyección eterna para el Yoga!
* Mensaje del Embajador Jorge Valero, Delegado Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la UNESCO.