El Miss Universo en la isla de Margarita

 

 

Lo quería Irene Sáez, Miss Universo 1981, cuando aún no había llegado a ser Gobernadora del estado Nueva Esparta. En marzo de 1999 se señala que, siendo apenas candidata, negoció que la organización estadounidense, en aquel momento a cargo de Donald Trump, realizara el certamen de Miss Universo en la hermosa isla.

 

A los tres meses apenas de haber perdido estruendosamente las elecciones presidenciales en 1998, frente al ya gigante Hugo Chávez quién ganó con el 56 por ciento de los votos (frente al 3 por ciento de Irene), tuvo la gran oportunidad de conseguir, como lo llamaron en la época, un reparador triunfo. Yo diría más bien un premio de consolación, cuando haciendo la búsqueda leo que fue Marisabel Chávez quien la propuso a la Gobernación de Nueva Esparta, pues al morir el Gobernador Fucho Tovar, hubo que hacer nuevas elecciones.

 

De esta forma, Irene Sáez, la hermosa Miss Universo, pero ya con 37 años, luego de haber sido una exitosa alcaldesa del municipio Chacao por dos ediciones, se lanzó a la Gobernación siendo respaldada ni más ni menos por el Movimiento V República, y todas las fuerzas chavistas como también por Bandera Roja, y como no, otros partidos críticos al chavismo de ese entonces.

 

Salió victoriosa con más del 70 por ciento de los votos en la entidad y muchos teníamos las esperanzas puestas en ella.

 

Por supuesto no esperábamos ver a la policía del estado, al igual que en Chacao, con cándidos guantes blancos, debido al calor del clima tropical, pero sí más orden, más aprovechamiento de las bellezas naturales en el sentido de cuidarlas, embellecerlas, quitarles la basura. Sobre todo, más seguridad para los turistas y las grandes inversiones en turismo que ahí se hacían a todo dar. Cumpliendo con la imagen de embajadora del turismo en la isla.

 

Y la recuerdo inaugurando un gigantesco supermercado en la avenida Bolívar, tal cual una ama de casa Barbie que hacía compras para su hogar. Y hasta ofreció hacer los trámites para llevar a la isla un recorrido de las carreras de Fórmula Uno internacionales, tal cual ocurre, por ejemplo, en la Mónaco de Grace Kelly, la actriz que se casó con un rey.

 

Lamentablemente, Irene, si bien graduada en Ciencias Políticas, no aguantó el trajín de la política. Al parecer se quejaba de que “ese gobierno” (el bolivariano) no le daba ya recursos (¿será que, luego de tanta frivolidad, se enfrió la amistad con los chavistas?) y además su condición de mujer, por demás embarazada, prevaleció. Renunciando a la Gobernación sólo 11 meses después. Otras malas lenguas dicen que los políticos de la isla le reclamaban sus numerosas ausencias, pues entre otras salidas, recién electa, y a las pocas semanas, viajó a Atlanta a casarse.

 

Ustedes se preguntarán apreciados lectores, ¿por qué resucito en este momento a Irene Sáez y su gestión como Gobernadora en el estado Nueva Esparta?

 

Pues porque hace pocos días escuché en la televisión al diputado Oscar Ronderos, político adeco de la isla, y enconchupado con el Gobernador actual, haciendo campaña a nombre del mismo, esgrimiendo exitosas reuniones con el Embajador de la Federación Rusa en Venezuela.

 

¿Para qué? Para traer a los rusos, millones de ellos pasando frío por esos lares, a disfrutar del calor tropical, de las hermosas playas, de la gran infraestructura hotelera que se dispone. Ah, ¡claro! Aprovechando los vuelos semanales que desde Rusia llegan a Maiquetía. De tal manera de fomentar el turismo en la isla.

 

Pero ¿dónde está la disociación? ¿La semejanza con el Miss Universo que nunca se hizo en Margarita? ¡En la fantasía!

 

Al parecer, y con mucha tristeza lo escribo, no hay condiciones en Margarita para implementar el turismo. ¿Cómo si no hay suficiente gasolina? ¿No hay agua? ¿No hay luz eléctrica continua?

 

Y si bien sigo a Dante Rivas y sus positivos twitters, aprecio todos los esfuerzos que hacen para tener luz, agua, para una buena distribución de combustible, hasta de gas, no parece alcanzarse el objetivo. Cada vez más difícil.

 

Por no hablar del ningún esfuerzo que hace el Gobernador Alfredito, gran cotorra margariteña, www.aporrea.org/regionales/a300309.html quien como asegura la compañera Amaranta, lo que sabe es bailar, y digo yo, comer empanadas en las plazas de los pueblos, así como asistir a buenos saraos por ahí, cerca del mar.

 

El diputado adeco que representa al estado Nueva Esparta también habla que se podrá regresar a las inversiones hechas en la década de los setenta y ochenta cuando muchos extranjeros se quedaron en la isla, se casaron con nativas y están viviendo en los alrededores de Playa del Agua y Parguito.

 

¿Es que no sabe este diputado de la delincuencia, salpicada de tráfico, por ahí mismito en Manzanillo? ¿No sabe que esos pescadores de la zona, por ejemplo, del pueblo El Tirano, o Puerto Fermín como le gustaba decir a Chana, no quieren al extranjero ni al turismo? Hasta tal punto, como ya he escrito, que no permitieron nunca que Chávez inaugurara el bulevar que hicieron desde ese pueblo hasta la Playa Parguito.

 

¿Y no sabe tampoco que incluso a los turistas de Caracas nos consideran extranjeros y personas no deseadas? ¿Nos despojan apenas pueden? ¿Dónde está la famosa hospitalidad del pueblo margariteño, óptima para el turismo, que tanto pregonan?

 

Les trascribo un twitter reciente de un conocido que vive en la isla: “Ven a Porlamar a disfrutar de cuatro horas sin luz, colas interminables de gasolina, dos ciudades en una, un mercado emergente de restaurantes y bodegones y otro de tiendas icónicas cerradas y abandonadas, agua una vez al mes y el gas al servicio del clap…ven a la perla del caribe”.

 

¡Bienvenido los rusos! Tal vez ese pueblo amigo tenga más aguante que los venezolanos.


 



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Flavia Riggione

Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.

 flaviariggione@hotmail.com

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