Entre mediados de los años 70 y vísperas de los 80, el proceso político, económico y social de Inglaterra era favorable para el pueblo, esto se debe a la instauración del Estado de bienestar, pero este Estado de bienestar tenía dos amenazas que pronto hicieron añicos este interesante proceso emancipador.
Desde adentro, la burocracia y la corrupción capitanearon el desgaste generado por el crecimiento de la inversión social que llegó al extremo de ser insostenible y desde afuera, los Estados Unidos y sus gobiernos satélites en Europa, veían "como un mal ejemplo", que uno de los países considerados bajo sumisión imperial, este dotando al pueblo de un Estado de bienestar con el suministro de bienes y servicios que en los gobiernos capitalistas son mercancías, es un asunto exclusivo de la empresa privada.
Así comenzaron las acciones conspirativas desde adentro y desde afuera hasta el extremo de aplicar el uso combinado de las fuerzas que consisten en bloqueo, sanciones, empobrecimiento de la moneda y acciones insurreccionales.
De esta manera prepararon el cerebro, el estómago y la voluntad de la gente para que eligieran a la dama de hierro, Margaret Tacher, muy famosa en su época pero aquí lo que cabe destacar es el hecho de que no fue por arte de magia que comenzaron a aparecer los productos alimenticios y medicinales acaparados, comenzó a funcionar eficientemente los servicios públicos y sobre la marcha, se fue desmontando el Estado de bienestar del que les hable al principio y que cualquiera se puede imaginar que me refiero a las pensiones, la educación, salud, alimentación, incluso, los desempleados y recién casados eran protegidos por el Estado de bienestar que suprimió sin miedo al éxito la dama de hierro.
Pero más allá de la experiencia del pueblo inglés está la primera gran experiencia emancipadora de la humanidad, la revolución bolchevique, cada vez que leo alguna de las páginas de la historia escrita por algunos de los protagonistas o colaboradores me despierta la curiosidad varias cosas.
Primero que me hubiese gustado estar allá y vivir la experiencia, aunque de pronto y la viví por aquello de la nueva ola de que somos almas que vivimos varias vidas.
Lo otro es para vivir la cotidianidad de un pueblo para el que no fue formulada la teoría del marxismo, esta teoría fue inspirada en las nacientes economías del inicio de la industrialización como Alemania y sus protagonistas era el proletariado pero la idea se convirtió en masa y paso del dicho al hecho en un país feudal dependiente del Zarismo, donde el pueblo vivía en la esclavitud desde el punto de vista político económico y social.
En ese Estado corrompido, dominado incluso por misteriosos rituales esotéricos liderados por Rasputin, se dio la rebelión popular que puso fin a este tipo de monarquía y avanzó en la construcción del poder popular mediante los soviet que tuvieron la capacidad organizativa para satisfacer las necesidades existenciales de su pueblo y poner en marcha los poderes creadores del pueblo hasta el punto de convertir a la Unión Soviética en potencia mundial y no cualquier potencia, sino en la que enfrentó y derrotó cuerpo a cuerpo al nazismo hitleriano, pero además de la victoria que libero al pueblo judío, tienen el mérito de haber llegado al espacio extraterrestre y otros avances tecnológicos e industriales que cambiaron las relaciones diplomáticas, política, económica y social en todo el planeta.
Pero estos méritos eran un mal ejemplo y una amenaza para Estados Unidos y sus aliados, quienes no escatimaron esfuerzos para conspirar desde adentro y desde afuera en contra de la Unión Soviética.
Ellos jugaron las mismas cartas que en la historia de la humanidad han aplicado los poderosos a sus enemigos, conspiraciones internas asociadas al burocratismo y corrupción desde el partido y el gobierno, la ausencia de generación de relevo provocada por viejos dirigentes que impedían el ascenso de nuevas generaciones y el sabotaje, las hostilidades contra la economía hicieron posible la rendición de los cobardes que, "negociaron" la transición a favor de ellos con la disolución de la Unión Soviética que trajo como consecuencia la caída del muro de Berlín y la frase del tristemente célebre, Francisco Fukuyama anunciando "el fin de la historia".
Entre otros ejemplos, tenemos en América la experiencia en Chile durante el gobierno de Salvador Allende y la revolución sandinista que se parecen mucho a la forma como fue derrocada la de Reino Unido pero que también tiene parentesco con la forma como cayó la URSS, por un problema de falta de comunicación se perdió la confianza y el respeto de la gente.
En Venezuela vivimos un proceso que, "llueve y escampa", la incertidumbre es tan patética que mucha gente en el mundo vaticina la inminente caída, del según ellos, frágil proceso revolucionario.
Pero si valoramos la acción de Chávez ante las dificultades y el retroceso inmenso que ha tenido el Estado de bienestar construido en ese periodo, nos encontramos con un país muy parecido a la Venezuela de la época de la posguerra de independencia.
Hoy camine algunas calles del barrio, en otrora bulliciosas por nuestros niños y adolescentes jugando en la cancha o improvisando una cancha en alguna calle poco transitada, uno tenía que estar alerta para cruzar la calle por la cantidad de carros, motos, patrullas y ambulancias que transitaban porque vivimos cerca del hospital, pero lo que vi y estimuló la tristeza que siento en mi alma es que estamos viviendo en pueblos fantasmas y lo peor es que la mayoría de la gente que se nos fue: unos porque fallecieron antes de tiempo y otros porque se fueron del país, los segundos, no la están pasando bien aunque lo publiquen en las redes sociales, todos están viviendo en carne propia la tragedia del desterrado y quiénes nos quedamos, vivimos en resistencia permanente tratando de sobrevivir con salarios paupérrimos que, si la vaina es que estamos jodidos y vivimos en socialismo, la calamidad también tiene que ser socializada, no entiendo porque unos venezolanos vivimos con el ingreso por el fango y otros viven como vivía la corte de Catalina la Grande, un diputado, un Ministro, Gobernador, Alcalde, Concejal, cualquier funcionario, sin distinción de rango o jerarquía debería tener como ingreso, el mismo que tienen los maestros y pensionados, esto sería socialismo pero como no ocurre así, es un conuco parecido al feudo de la antigua Rusia antes de la revolución bolchevique.
La revolución, sea del tamaño que sea, de su cultura, costumbre y tradición, sino es capaz de satisfacer las necesidades existenciales de su pueblo es un fracaso, no puede ser calificada como revolución pero si utiliza nuestros símbolos, banderas y cantos es fascismo puro, son apóstatas del pensamiento de Carlos Marx, de Bolivar y Chávez.
Sino veamos este ejemplo patético de Carlos Lanz, Alcedo Mora y otros compañeros desaparecidos que no han sido merecedores de tanta defensa a ultranza y solidaridad mecánica por parte del gobierno, pero a un señor que no es venezolano, que sabrá Dios porque no lo defiende su propio gobierno, fue acreditado como diplomático y claro, defendido por ser un proveedor de los CLAP, ajá, no se supone que por su intermediación para suministrar a los CLAP no era un comerciante que debió ganar suficiente dinero para defenderse sólo porque a nuestra gente no la defiende nadie en el exterior.
Pero el tiempo siempre aclara, mientras tanto, nuestras hermanas y hermanos en el exterior solo pueden recibir nuestras oraciones para que les vaya bien, para que tengan vida y salud y para que puedan volver vivos a llenar de vida, alegría y pleitos nuestros hogares, nuestras calles y nuestra vida.
Una revolución no cae por la crítica pero si por ausencia de ella, fueron muchos los frentes innecesarios que se abrieron internamente mientras se "negociaba" con el enemigo, es demasiado cruel ver como son detenidos unos viejitos por reclamar el aumento de sus pensiones pero los ladrones de cuello blanco son intocables, hasta les dan permiso para postularse y se las ponen fácil para que ganen.
Hasta la victoria siempre.