A 773 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el inicio de la semana 111 de esta contingencia, y siendo el miércoles 27 de abril de 2022, creo importante referirme a un tema importante que tiene que ver con los pagos del aumento de salario mínimo decretado el pasado mes de marzo por el Presidente Nicolás Maduro, y de cómo desde la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) a mi parecer están empastelando esto.
Pero no quería iniciar este tema sin rendir un sentido homenaje al profesor Aristóbulo Istúriz, quien un día como hoy pero de hace un año cambio de paisaje. Un ejemplo de cuadro revolucionario y dirigencial probado en 1.000 batallas, con una claridad que en estos momentos nos hace muchísima falta, porque el "profe" Aristóbulo era uno de los imprescindibles de nuestra Revolución. Y mayores muestras de lealtad y nobleza que las que él tuvo creo que muy pocos.
Hechas estas consideraciones, brevísimas, pero necesarias, entremos de una vez en materia.
En estos momentos, todas las nóminas de la Administración Pública tienen retardos en la cancelación de los diferentes pagos salariales a los trabajadores y trabajadoras del país, debido a un nuevo lineamiento de la ONAPRE que ordena desglosar las nóminas por partes, por renglones diferentes. Anteriormente se cargaban uno o dos archivos, y ahora deben descargarse varios.
Esta orden fue dada antes de que el sistema aprobara la data. En ese sentido, los diferentes departamentos de nóminas que les correspondía pagar quincena este 25 de abril pasado no lo hicieron porque debieron hacer ajustes urgentes sobre la fecha de pago.
Esto indudablemente se traduce en retardos en el pago de salarios, que en estos complejos tiempos que vivimos se traducirá en descontento y malestar para los trabajadores y trabajadoras, que necesitan de esos recursos para su alimentación, el transporte y para su calidad de vida.
Qué decir de lo que venía ocurriendo en la CVG y empresas básicas de Guayana, donde hay toda una discusión con las tablas salariales y las diferentes maquetas, porque los responsables de nómina de la CVG y sus empresas tuteladas indican que no tienen los recursos para ese pago prometido nada más y nada menos que por el propio Presidente de la República Nicolás Maduro. Y uno se pregunta: ¿Será que el Presidente Maduro iba a ser tan "irresponsable" para decretar un aumento salarial sin saber de la disponibilidad presupuestaria para honrar el mismo?
Y sobre todo cuando el propio diputado Francisco Torrealba, miembro de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de la pesca, la ciudad y el campo, insinúo que este próximo 1 de mayo no descartaba que el Primer Mandatario Nacional Nicolás Maduro realizare un nuevo aumento salarial, que además de tradicional por estas fechas donde se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores y Trabajadoras (menos en EEUU), todo ello en el marco de un plan progresivo y paulatino para la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras venezolanos y venezolanas. ¿Y si este aumento se produce completaría el otro medio petro restante?
Lo cierto del caso es que este tipo de "trámites burocráticos" de no tomarse las previsiones correspondientes, pueden contribuir a la zozobra y al malestar laboral que en mi modesto no resultaría nada conveniente a la tan costosa y esforzada estabilidad política y social que tantos sacrificios ha costado.
Y sobre todo, por cómo me señalo un buen camarada. Como Venezuela se encuentra en una nueva "normalidad" o post pandemia, esto como en una unidad de análisis se consideraba y así está ocurriendo, esto está visibilizando las desigualdades de una manera brutal y que pocos observan y estudian. Fundamentalmente en el ámbito educativo. Nuestros chamos y chamas de escasos recursos se ven desplazados muy rápidamente ya que no tienen orientaciones desde sus hogares y menos la tecnología necesaria para acceder al proceso educativo, y desde algunos centros educativos públicos no existe la orientación adecuada.
También la indigencia es todo un tema. Como en muchas de nuestras calles (así algunos lo estamos observando por lo menos en la capital, en Caracas) la droga está corriendo como caramelos. La Plaza Andrés Bello está totalmente tomada por la indigencia. Se ven familias completas en ese deplorable estado. Si bien no es una situación generalizada, la misma está adoptando una tendencia al alza que debe encender nuestras luces de alerta.
Por ello, la Vicepresidenta Ejecutiva y Ministra del Poder Popular para la Economía, Banca Pública y Finanzas, Dra. Delcy Rodríguez y la Vicepresidencia Sectorial de Economía a cargo del compañero Tarek El Aissami deben tomar los correctivos oportunos con la ONAPRE para que este tipo de situaciones a la hora de honrar los compromisos salariales con los trabajadores públicos y las trabajadoras públicas, sean de manera oportuna y que no le ocasionen tantas molestias.
Sin embargo, de estos temas seguiremos refiriéndonos en próximas entregas, probablemente las finales, de estos diarios de una cuarentena.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!