Es triste admitir que en América Latina no existen Repúblicas sino un régimen neocolonial que es imitación de la estructura de gobierno y de poder de los países desarrollados.
No lo digo por razones de fatalismo o negativa sino porque los múltiples intentos de emancipación han sido truncados por una clase pudiente que está subordinada a los dueños del poder económico.
Como miembro de un núcleo familiar fragmentado por la sistemática pugna por el control de nuestras fuentes de energía y materia prima, tengo mucho que sentir, pensar, decir y hacer, por este motivo hago publica está reflexión para los hermanos venezolanos dentro y fuera del país.
De manera específica a los trabajadores porque mucho se tendrá que discutir y analizar para entender quiénes provocaron la situación actual y quiénes serán los primeros en sufrir las consecuencias.
Me refiero al reciente anuncio del Presidente Nicolás Maduro sobre la venta de acciones de varias empresas del Estado en la bolsa de valores que generó reacciones en todas las corrientes del pensamiento, entiéndase que cuando me refiero a todas las corrientes me refiero al archipiélago ideológico que confunde tanto a militantes de izquierda como de derecha, algunos hasta interactúan como equipo.
Me voy a referir por parte de la derecha a la opinión de uno de los ideólogos del plan de ajuste estructural de la cuarta república, el hombre habla con el sentimiento de importencia que caracteriza a quien observa que otros están haciendo lo que él no pudo, peor aún, quiénes lo hacen hasta los últimos minutos de vida del Comandante Hugo Chávez le juraron lealtad para demostrar con hechos que estaban fraguando la destrucción del proceso revolucionario iniciado con la lucha revolucionaria que nos trasciende en tiempo y espacio.
El ideólogo de la cuarta, a quien no voy a nombrar porque es irrelevante hacerlo, dice que se están violentando los procedimientos formales de un plan de ajuste estructural de esta magnitud porque esto requiere la revisión del marco regulatorio de las empresas que van para la venta de acciones y además pone en duda que algún empresario pueda tener interés en invertir en unas empresas calificadas por él como inauditables, cuestión que es válida pero que no deja de tener la carga venenosa de mala intención ya que ellos estaban en la misma acción durante la década de los 90 del siglo pasado.
El asunto es que la gente del barrio quizás no entienda de este asunto porque desde que se "congeló" la participación popular y polarización creados a partir de las sanciones, el bloqueo, las peticiones de invasión y la corrupción de ambos bandos, nuestro pueblo fue confinado a pensar, hablar y actuar solo por la supervivencia del núcleo familiar, por eso hay un ambiente de incertidumbre muy peligroso para todos.
Si observamos desde adentro de las empresas para entender la justificación para la venta de acciones es recurrente, pasó igual con las empresas nacionalizadas, pasaron a manos del gobierno pero por nepotismo y compadrazgo fueron entregadas a una gerencia burócrata que no trabajo para el pueblo y gobierno sino para destruir las empresas y mediante la ineficiencia justificar la privatización, sino vean el sistema eléctrico en Zulia, es una tortura el racionamiento irracional de energía eléctrica por ser un Estado con condiciones climáticas que se agravan con la temporada y porque no existen una planificación e información oportuna para que la gente tome previsiones y lo peor es que esto ocurre desde el apagón nacional, generando capital político contra el gobierno y ganando simpatía la privatización, es decir, volver al siglo pasado con el agravante de que será para la época más oscura.
En estas mismas empresas además de la gerencia se mueven los profesionales, técnicos, personal administrativo y obrero, entre quienes recae una importante carga de responsabilidad por las condiciones de estas empresas, no digo que todos pero si una minoría viene actuando como 5ta columna de la gerencia mafiosa para quebrar estás y facilitar la venta olvidando que la empresa privada en un mundo con tendencia hacia la robótica y cibernética, lo primero que hará es reducir el tamaño de la nómina a su máxima expresión, quiere decir que muchos y ojalá y me equivoqué y no sea la mayoría, serán despedidos.
Pero no solo ocurrirá que será peor el remedio que la enfermedad para los trabajadores, el problema de fondo es que la nueva identidad política que tendrá que asumir el gobierno no se puede calificar de chavista porque con su actuación está desmontando la estructura del Estado que deriva de la Constitución Bolivariana, visibilizando la triste realidad que ojalá y este equivocado pero las prioridades, urgencias y necesidades del pueblo no serán resueltas con la preservación de una dirigencia que perdió la confianza y respeto de todos.
En días recientes el gobierno realizó un acto para celebrar los cuatro años de las elecciones y le dieron mucho énfasis a la cantidad de votos obtenidos, no recuerdo exactamente pero eran algo así como 5 millones y algo, supongamos que sean 10 como fue el sueño del Comandante, ¿Ustedes creen que los votos se pueden guardar en una cuenta bancaria para que ganen intereses? Pregunto porque creo que nadie en el gobierno y partidos se han dedicado a estudiar las estadísticas reales para determinar cuantos chavistas y opositores se fueron del país a vivir la calamidad del inmigrante bajo las hostilidades de la xenofobia, tampoco han analizado cuantos chavistas y opositores han fallecido por enfermedades curables y COVID, pero mucho menos han analizado cuantos chavistas y opositores han sido víctimas de la vulneración de sus derechos políticos y humanos, ¿Tienen idea del impacto de las hostilidades del Estado contra su propia base política de apoyo? Basta mirar lo que terminó siendo el GPP, un archipiélago de franquicias por una orden de Miraflores y el PSUV al TSJ para asaltar a través de un adefesio jurídico las direcciones políticas legítimas y ponerlas en manos de sus siervos.
Quizás por pensar cosas como estas es que sea un izquierdoso trasnochado pero que más puede uno hacer que no sea llamar la consciencia para que se rectifique a tiempo.
¡Bolívar y Chávez Viven!
