A 803 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el transcurso de la semana 115 de esta contingencia, y siendo el viernes 27 de mayo de 2022, retomo la escritura, luego de estar un tanto alejado, explicando en primer lugar el motivo de mi ausencia y luego entrando en la materia que he decidido tratar en la edición de esta columna.
Uno de los motivos de una ausencia de casi 10 días sin escribir (y vaya que tengo temas en el tintero para desarrollar) fue motivado al reencuentro con una prima que es como si fuera mi hermana. Mi prima Ingrid Martorano, a quien tenía un poco más de nueve años que no veía, luego de que me acompañó en un momento particularmente duro para mí como lo fue la pérdida física de mi padre un 14 de diciembre del año 2012. Justamente su papá, mi tío Francisco Martorano, eterno guerrillero y que con sus versos y su fusil nos acompañó hasta hace poco, fallecido este año, me acompañó también en ese momento tan duro, ahora me tocó en solidaridad acompañar a mi prima en esta visita a la ciudad de Caracas.
Casualmente, el domingo 22 de mayo, mi querida prima estaba de cumpleaños, no mencionaré la edad que cumplió para no meterme en problemas con ella, pero fue muy bonito. Imagino que ella lo celebró con emociones encontradas ante la ausencia del tío Francisco, de sus hijas y de otros afectos. Pero allí estuve yo y otras personas que nos encargamos de hacerle pasar una jornada amena y alegre dentro de las nuevas circunstancias.
Agradezco a la divina providencia este reencuentro y de esta reunificación familiar, sobre todo con aquellos y aquellas que tenía tanto tiempo que no veía.
También el pasado 23 de mayo, arribe a 42 vueltas al sol, y que fui acompañado además de mi prima, de familiares, amistades, de afectos. Incluso para aquellos y aquellas que físicamente no pudieron acompañarme, pero que los sentí tan cerca como las personas que me acompañaron. Sin duda fue un día muy particular y especial.
También el pasado 25 de mayo, mi señora madre, a la que debo lo que soy hoy en día, arribó a sus 67 años de feliz existencia. Aunque físicamente no estuve allí presente, moral y espiritualmente la acompañé a soplar esas velas.
Y bueno para cerrar este introito, hoy 27 de mayo, cumple uno de esos hermanos que la vida te da, Javier Sánchez, quien más que la pareja de mí hermana menor, Dámaris Carolina, quien también cumplió en este mes, pero el día 13, se ha convertido en un apoyo y en otro compañero de este diario andar. Y no quería desaprovechar la ocasión para reiterarle mi afecto, mi cariño, mi aprecio y mis mejores deseos de que siga dando más vueltas al sol y que todos tus sueños y metas se te cumplan apreciado hermano.
Una vez hechas estas consideraciones y sin más dilaciones, entremos en la materia que hoy nos trae acá.
Cabe recordar que la firma Credit Suisse a finales del año 2021 y comienzos de este 2022 proyectó que Venezuela tendría un crecimiento económico de 20%. La entidad financiera atribuye estas buenas perspectivas económicas debido a la creciente demanda de su crudo desde que Rusia fue sancionada por la operación militar especial a Ucrania. De hecho, ese banco estima, además un crecimiento del PIB de Venezuela por el orden del 8% para el año 2023.
Además de ello, cabe destacar que con la administración de Joe Biden, además de las enormes demandas energéticas que tienen, tienen una situación inflacionaria que podría convertirse en hiperinflacionaria, que además de llevarlos a cometer errores estratégicos dentro de la geopolítica internacional, enviando tropas e interviniendo de una manera más directa en el conflicto ruso-ucraniano; con posibilidad de abrir la caja de pandora en el mar de China con Taiwán; descuida su frente interno aumentando las posibilidades de un estallido social dentro del propio EEUU.
Esto indudablemente es muy poco tratado no sólo en los medios hegemónicos que domina EEUU sino incluso dentro de los propios medios del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (SIBCI) de Venezuela. EEUU es una fiera herida, un gigante herido que se siente acorralado, y es ahí donde como potencia imperialista se torna mucho más peligrosa.
Las posibilidades de una guerra nuclear aumentan y de que este conflicto prácticamente aniquile a la especie humana está muy latente. Este tema, trataré de desarrollarlo en próximas entregas, pero me vi obligado a hacer una breve mención porque aunque parezca mentira, tiene que ver con lo que podría pasar en nuestro país en las próximas semanas y meses por venir.
Venezuela tuvo un importante crecimiento económico al cierre del año 2021, pese a todas las políticas de asedio y bloqueo enmarcadas dentro de la estrategia de cerco y asfixia económica, comercial y financiera que buscaba con ello actuar como detonante de un estallido social que logrará la deposición del actual Primer Mandatario Nacional e instalar un gobierno títere a EEUU en nuestro país.
Pero la inteligencia, la sabiduría de Nicolás Maduro, pero sobre todo la dirección colectiva del actual gobierno ha permitido ir derrotando de manera paulatina la estrategia del Estado dual con la que se pretendía licuar al Estado Nación venezolano. Indudablemente que errores en este interín se han cometido y otros habrá que corregir, pero el mantener el poder político en medio de un contexto particularmente complejo, es algo digno de admirar y del que hay que quitarse el sombrero.
De que Maduro haya logrado de que altos funcionarios de la administración de Joe Biden como Juan González y James Story hayan tenido que ir a Miraflores y sentarse a dialogar con Nicolás Maduro, Presidente Constituciónal y legítimo de la República Bolivariana de Venezuela sin duda alguna hay que verla como un triunfo de la Diplomacia Bolivariana de Paz que fue diseñada por el Gigante Hugo Chávez y que Maduro durante sus seis años y medio de paso por la cancillería fue su más fiel y excelso ejecutor.
Pero además de ello, si a eso le agregamos que el cierre del primer trimestre de este año 2022 Venezuela cerró con un importante crecimiento económico, al arribar las exportaciones de nuestro país los 147 millones de dólares, en comparación con el año 2021, que ascendieron a 52,44 millones de dólares, ahora se entiende el por qué el aumento del salario mínimo a medio petro y de todo lo que el Presidente Maduro ha señalado sobre el plan para un aumento progresivo, paulatino pero sobre todo sostenible del ingreso de los trabajadores y trabajadoras, pero sobre todo, de la familia venezolana y de la restitución de la calidad de vida que el modelo que nos legó Chávez demostró que si funciona.
Ahora bien, también debemos enfocar nuestra vista en el occidente del continente, hacia Colombia. Más allá de lo que se ha expresado sobre Gustavo Petro dentro del marco del debate de las ideas, lo cual es válido; no es menos cierto también que Venezuela requiere que pese a los matices dentro de este nuevo progresismo que avizora a cambiar la correlación de nuestra América mestiza, y que además, desde mi óptica, que nos toque lidiar con la opción menos mala no sólo para Colombia sino para la misma Venezuela. Las posibilidades de que Petro sea el nuevo Presidente de Colombia (si no lo matan antes o durante el ejercicio de su mandato) sea en primera o segunda vuelta, y si se organizó bien para no dejarse robar en los comicios, ha aumentado con respecto al año 2018, cuando por muy poco y sin negar visos de fraude, Iván Duque lo derrotó en las presidenciales de hace cuatro años. Hoy pareciera que se respiran nuevos aires en la antigua Nueva Granada.
Pero, volvemos a recordar que una fiera cuando esta herida y acorralada es cuando se torna mucho más peligrosa. Así están EEUU y Colombia en estos momentos y es ahí cuando pienso debemos extremar los cuidados en nuestro país.
Por las explicaciones que ya he venido desarrollando en las líneas precedentes, Duque no quiere dejar el poder (le corresponde traspasar el mando a su sucesor o sucesora el próximo 7 de agosto, cuando se conmemora un aniversario más de la Batalla de Boyacá que libertó a ese país) sin antes, como lo expresa una sabia conseja popular, echarle una vaina a Venezuela. Incluso tratando de cumplirle un sueño frustrado a su mentor político, el ex presidente y ex senador Álvaro Uribe Vélez.
De ahí los conatos y coletazos por volver a reactivar la manipulación del tipo de cambio del dólar en el mercado paralelo, para volver "sal y agua" el aumento del salario mínimo a medio petro hasta la fecha del 15 de marzo de 2022, y el reciente ataque realizado a la refinería de Cardón, en el estado Falcón.
Esto me recuerda cuando mi mentor y profesor, Comandante William Izarra hablaba de la tranquilidad aparente del mar y la latencia de la ola. Si bien las oposiciones en Venezuela lucen diezmadas, atomizadas, enfrentadas; no podemos olvidar que ellos y ellas no se mandan solos y solas. Tienen amos y amas desde Colombia y EEUU que les direccionan lo que deben hacer.
Tampoco podemos olvidar lo que el "Ché" Guevara señaló en alguna oportunidad: "Con el imperialismo ni tantico así, nada", e independientemente que la cartilla diplomática y política aconseje una apertura de diálogos con EEUU y con los adversarios políticos para llegar a acuerdos en ciertos y determinados temas desde un punto de vista de la real politik, no es menos cierto también que EEUU no se quedará de brazos cruzados a esperar que haya la consolidación del Gobierno Bolivariano, de la Revolución Bolivariana.
De ahí lo oportuna de las alertas que ha venido lanzando el Presidente Maduro no de ahorita sino desde hace algunas semanas, cuando ha señalado la posibilidad de que puestos militares y policiales sean objeto de ataques por parte de enemigos ocultos y de grupos mercenarios que buscan desplegar todo un conjunto de acciones terroristas para desestabilizar el buen rumbo y la mejoría que comienza a presentar el país. Ojo pelao debemos tener todas y todos como lo decía el eterno comandante.
Además de lo ocurrido en la refinería Cardón, que es fundamental para la producción de combustible y que en estos momentos está afectando a zonas importantes del estado Lara, Mérida y del Occidente del país, y que en estos momentos es importante mantener una distribución fluida de los combustibles para que los productores de alimentos puedan sacar sus cosechas y que en el país no se produzca la hambruna que algunos sectores desean, también la refinería El Palito, en el céntrico estado Carabobo registró el pasado sábado un ataque terrorista al afectar su sistema eléctrico.
De igual manera atacan a la presa del Guri o Simón Bolívar, esto a través de la infiltración de mercenarios por las trochas, por la frontera, para así atacar a la fuerza pública, a los servicios públicos, los cuales en algunos casos no hay que negar que están funcionando muy mal y que dichas deficiencias deben ser corregidas, porque se va a buscar afectar y emplear acciones de sabotaje de la vida social y la de los servicios en el país.
Pero más allá de Colombia, y tal y como lo expresó el diputado de la AN Jacobo Torres, lo cual se enlaza a la reciente comparecencia que nuestro representante permanente ante las Naciones Unidas, Samuel Moncada, empató y señalo sobre los planes que tiene EEUU contra Venezuela, al hacer un recuento sobre los ataques que sufrimos durante la administración de Donald Trump, y que algunos planes que este le legó a su sucesor, Joe Biden, los ha heredado (sobre todo los concernientes a Venezuela), son planes contra el país que buscan imponer la agenda de la violencia buscan quebrar a la Revolución Bolivariana y la incipiente recuperación económica.
Y todo esto logrado importante es señalarlo, y pese a que aún seguimos en buena medida asediados, a la estabilidad que hemos ido logrando a raíz de los recientes triunfos electorales y políticos del 6 de diciembre de 2020 con la elección de una nueva AN y el 21 de noviembre del año pasado con las elecciones regionales donde el chavismo obtuvo la mayoría de las gobernaciones, alcaldías, parlamentos locales y regionales en disputa.
Sin duda dentro de la real politik como ya lo he expresado, y desde este 17 de mayo, EEUU autorizó a empresas petroleras de ese país y de Europa a negociar y reiniciar operaciones en Venezuela, tras más de cinco años de medidas coercitivas unilaterales.
El desescalamiento del conflicto para lograr y mantener la paz que tanto nos ha costado, debe ser una tarea no solo de los cuerpos de seguridad ciudadana, de las fuerzas militares y policiales y de los diferentes organismos de inteligencia en el país. Esto es una labor que nos compete a todos y a todas.
Así que, debemos extremar las precauciones y estar atentos para preservar y mantener el esfuerzo que estamos haciendo para lograr la recuperación, el crecimiento y la prosperidad que colocarán a este país a ser una modesta potencia, y a que volvamos irreversible el socialismo bolivariano, aunque reconociendo que aún nos falta mucho camino por recorrer.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!