La princesa Cynthia Machado Zuloaga está triste. Sin embargo, con tanta tristeza encima su belleza no se transforma, sigue allí, incólume.
-Te cuento, amigo. Iba por la avenida Simón Bolívar a millón, porque esa es la única manera de pasar por allí. De lo contrario, ustedes los chavistas lo atracan a uno. Y de repente escucho un pitazo y veo por el espejo a un fiscal que me viene siguiendo en una moto. Me detengo en la orilla y espero que el marginal me diga qué está pasando. Y el marginal uniformado llega y me dice: "Señorita va a exceso de velocidad". Y después, para dársela de cómico, sigue diciendo. "Y a exceso de belleza".
El mesonero se acerca, coloca la botellita de agua Evian y el café negro en la mesa y se marcha de espaldas, para seguir viendo la tristeza de la princesa.
-Y me puso una multa millonaria. Y está claro en esa conducta, amigo Roberto, el carácter de resentido social del marginal uniformado. Es verdad que iba a millón, pero podíamos negociar. Pero, claro, él le está haciendo caso al dictador demócrata que tú estás apoyando inexplicablemente.
Toma agua directamente de la botella y un poco se le escapa y baja por el medio de sus dos senos que parecen estarla escuchando de pie.
-En Aló Presidente, el dictador, el autócrata, el tirano, dio la orden sutilmente para que los fiscales me pusieran esa multa.
Allí dijo tu Presidente que "por allí andan transitando libremente los golpistas y sus familiares". Y este hombre lo entendió. Me pone una multa millonaria porque esa fue la orden que recibió desde ese programa. Aquí se está violando la libertad de tránsito y la libertad de reunión, porque yo venía a reunirme contigo.
Hay mujeres que cuando se molestan su aspecto cambia radicalmente, en cambio, Cynthia Machado Zuloaga se pone más bella a medida que se altera.
-Ya estoy reuniendo entre mis vecinos para pagar la multa millonaria. Nosotros, los Machado Zuloaga, los Brillemburg, los Salvatierra, los Phells, los Mendoza, los Alcok, los Malaver, perdón, tú no alcanzarás nunca esa categoría, sin embargo yo todavía te estimo, Roberto, Toma agua y retoma la palabra: "La Fiscalía Nacional de Tránsito va a recibir una lección de la gente decente, está bien que funcionen las instituciones, pero que funcionen con ustedes, los marginales".
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