A 852 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el transcurso de la semana 122 de esta contingencia, y siendo el viernes 15 de julio de 2022, hoy quiero permitirme reflexionar sobre los recientes comicios de delegados del cogobierno de la UCV, especialmente del sector de los egresados de la que alguna vez fue "La casa que vence las sombras".

La lectura que los medios de difusión y propaganda del sistema hegemónico, aplicando aquello de "la explotación del éxito" fue la siguiente: "El chavismo perdió en 10 de las 11 facultades de la UCV.

La plancha del chavismo sufrió una fuerte derrota en las elecciones de egresados al co-gobierno de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

A pesar del uso de recursos públicos para movilizar votantes, la plancha impulsada por el régimen de Nicolás Maduro "Unidos por el patrimonio" solo logró imponerse en una de las 11 facultades de la UCV, en la Facultad de Humanidades y Educación, donde competían dos planchas opositoras.

Además, el chavismo logró ganar solo en cinco de las 49 escuelas, entre ellas las escuelas de Comunicación Social, Historia, Sociología y Economía, en esta última por una diferencia de dos votos, según reportó el medio digital universitario Viva La UCV.

Entre las escuelas en las que perdió el chavismo destacó la de Trabajo Social, que históricamente era controlada por representantes vinculados al régimen."

Importante es que señale que esta síntesis de esta información la he tomado del portal "Monitoreamos". Uno de los portales de la más extrema derecha que puede haber en la República Bolivariana de Venezuela.

Como primer señalamiento, y sin ánimos de justificar la malversación de los fondos que pertenecen a todas las venezolanas y a todos los venezolanos, ellos señalan que "el oficialismo usó recursos públicos para movilizar votantes…" sería interesante que los consejeros universitarios y de los integrantes del cogobierno universitario le exijan a la rectora cuasi vitalicia, Cecilia García Márquez (que por despreciar el apellido de su madre, se coloca los dos de su papá, García Arocha) que hace con los recursos que le baja el Gobierno Bolivariano. Porque que yo sepa, la UCV es una universidad PÚBLICA, y hay un principio que el que maneja recursos públicos, debe rendir cuentas públicas. Lo que es igual, no es trampa.

¿De dónde sacó la señora García Márquez los recursos para andar en camionetas Hummer blindadas y con escoltas? ¿De dónde saca esta rectora los recursos para costosos viajes al exterior? ¿Quiénes son los que han venido refaccionando la infraestructura de la UCV, las mismas a las que esta señora ha mantenido abandonadas durante años? Eso es lo que los integrantes del cogobierno y consejeros y a quien le duela la UCV deberían preguntarle a esta señora.

Por otra parte, hay que ver con mucho cuidado estos resultados, ya que si bien se dieron en la que es considerada la principal universidad del país, y que evidentemente los sectores opositores quieren transpolar los mismos a una eventual elección presidencial a realizarse en el año 2024. Esto no es tan así, ya que la realidad de un claustro universitario como la UCV no necesariamente debe trasladarse al país.

De hecho la UCV debe dejar el claustro y colocarse más en sintonía de las expectativas y necesidades del país.

Desde hace bastante rato ya, incluso me atrevería a señalarlo, desde que la Revolución Bolivariana llegó al Palacio de Miraflores de la mano del Comandante Hugo Chávez un 2 de febrero de 1999, los espacios de la UCV, que otrora fueron ejemplo y trinchera de la izquierda en este país. La misma, que un 31 de octubre de 1969, durante el primer gobierno de Rafael Caldera, en el marco de la denominada "Operación Canguro" y violando la "autonomía universitaria", fue violentada, allanada por no menos de 3.000 efectivos militares y policiales. El balance fue 10 estudiantes asesinados, un elevado número de detenidos, desaparecidos y torturados.

Como olvidar a rectores revolucionarios de la talla de un Jesús María Bianco, que acompañó el proceso de renovación universitaria, y quien valientemente en aquella oportunidad denunció y señaló que "la violación de la autonomía universitaria era un objetivo irreductible de la estrategia de dominación foránea". Obviamente por señalamientos como éste y por su posición valiente de rechazo a la creación del Consejo Nacional de Universidades Provisional, fue obligado a "renunciar" a su cargo, para que fuese colocado un rector que sirviera mejor a los intereses de la clase dominante en este país.

Pero justo es reconocer que lo sucedido en las elecciones de egresados a integrar el cogobierno universitario de dicha casa de estudios no es culpa exclusiva de la contrarrevolución. Creo que desde sectores revolucionarios hemos olvidado que la primera dominación del enemigo es la cultural, es la ideológica, es la de la mente, la del sentimiento, la del corazón de la gente. No en balde, el inolvidable Comandante Hugo Chávez, colocó en el artículo 326 de nuestra Constitución que uno de los ámbitos de seguridad de la Nación es el cultural.

Y no en balde, William Izarra y Carlos Lanz eran unos sempiternos impulsores de la formación político ideológico, para dotar de verdaderas bases sólidas a nuestro proceso revolucionario en el país. Ya que estas inconsistencias e incoherencias nuestras, son las que nos debilitan y se convierten en una verdadera amenaza a la estabilidad de nuestro proceso, y de que éste definitivamente adopté la senda del no retorno como lo expresará en su momento el Comandante Chávez y nuestro mártir, Robert Serra.

Como lo expresa un gran amigo, hermano de luchas que me ha dado estos caminos, el ingeniero Oscar Rattia. Hoy debemos señalar autocríticamente, sin llegar a la autoflagelación, pero asumiendo nuestro mea culpa como parte de las enseñanzas del gigante, de cómo uno de los símbolos más hermosos que significa lo más hermoso de las luchas revolucionarias universitarias de nuestro país, nos lo hayamos dejado arrebatar desde hace varios años dicho bastión y realmente desde los movimientos estudiantiles revolucionarios no se haya hecho un verdadero trabajo ideológico y revolucionario para recuperarlo. Después de la gesta de los tomistas del M-28, enfrentando a toda una estructura de poder, y pese a la forma como los desalojaron, a golpes y otra serie de maltratos; y luego de la expulsión de Kevin Ávila de dicha casa de estudios por el único delito de pedirle a la rectora vitalicia cuentas de los recursos que maneja, no he conocido otra experiencia de lucha revolucionaria en aras de recuperar la decencia de esa casa de estudios.

Y aun cuando pienso que la realidad dentro de la UCV no sea necesariamente la misma que vivimos en el país nacional. Sin embargo, este resultado de estos comicios universitarios debemos tomarlos como una necesaria campanada de alerta. Porque no olvidemos que el 9 de enero de 2022, en la repetición de los comicios para la gobernación de Barinas, con un excelente candidato como Jorge Arreaza, en la cuna del Comandante Chávez, perdimos con mucho dolor ese importantísimo bastión, que si bien desde el punto de vista del peso electoral para algunos analistas pudiera no tener mucha importancia, desde el punto de vista simbólico si lo tiene, y esto es algo que debe ponernos prevenidos.

Por ello, además del acento de la gestión que se le está poniendo y que es muy importante a través del 1x10 del buen gobierno y la aplicación VENapp, pienso que no debemos descuidar la formación de nuestros cuadros y de hacer la Revolución Cultural. El contacto con nuestras bases, tomar las calles y el cara a cara es muy importante. Que el pueblo además de atendido, se sienta acompañado en sus luchas, el movimiento popular. Ya el mismo Carlos Lanz no los decía, y acá lo vuelvo a repetir: "La revolución o es cultural, o reproducirá la dominación".

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y patria socialista!

¡Viviremos y Venceremos!