En el medio petrolero es bien sabido que Venezuela tiene mucho gas en su plataforma continental del Mar de las Antillas. El momento es oportuno para que la diplomacia bolivariana inicie sondeos con algún país europeo que sea algo menos cipayo de Washington para explorar la posibilidad de perforar pozos submarinos,y construir un gasoducto que lleve el gas a una planta liquidificadora para poderlo transportar como LNG por barco cisterna presurizado a Europa.
Según el Wall Street Journal Europa que después del sabotaje a los gasoductos del North Stream está en crisis energética y por ello los fabricantes europeos están trasladando cada vez más sus negocios a los EE. UU. Para complicar aún más la crisis los precios internacionales del gas y de toda fuente de energía se están disparando. Se da la paradoja de que con esa subida de precios Rusia puede estar ganando más dinero con sus ventas en oriente, del que hubiese ganado vendiendo su gas usando los gasoductos del North Stream. El sabotaje del North Stream a quien más afecta es a Alemania y al resto de Europa. Un ex -canciller polaco felicitó a Estados Unidos por el sabotaje ese tonto no imagina lo graves que serán las consecuencias para Polonia. El sistema de oleoductos Nord Stream que debían llevar el gas ruso a toda Europa.
Según el Wall Street Journal. Aquel sabotaje disparó los precios de la energía y cortó el acceso de Europa a volúmenes adicionales de combustible asequible. Aprendí leyendo una conferencia de Vladimir Putin al Club Valdai que los chinos tienen un ideograma doble para expresar la palabra crisis :uno es el de peligro y el otro el de oportunidad.
Caracas debería consultar con sus amigos en Moscú y Beijing para explorar esa posibilidad. Alemania debiera ser el país europeo más interesado en suministrar los técnicos, capitales y barcos para desarrollar esa idea, pero si el actual gobierno de Scholz es aún más obediente a Washington que la misma Merkel.
Otro país europeo que pudiera estar interesado es la Italia de Georgia Meloni; porque la revolución del nacionalismo conservador europeo que ella representa está lejos de Washington y Bruselas y más cerca de decisiones independientes por el estilo de Hungría donde según Bruselas gobierna una Autocracia Electoral Autocracia ejercida por lo que mande el pueblo húngaro y no lo que convenga a la tiranía anglosajona ejercida desde Washington o Bruselas.
Hungría es el mejor ejemplo de ese nacionalismo conservador europeo que representan Fidesz y Victor Orban.
Puede convenir que el Canciller Faria explore esta posibilidad con sus amigos del Valdai Club especialistas en el tema de las relaciones económicas internacionales. Asumo que el entonces Embajador Faria puede haber conocido algunos durante su en su permanencia en Moscú
